Ayer en Mauritania, en la frontera
con Mali, una joven de 16 años murió victima de un aborto mal practicado. Ella que no controlaba su regla y apenas hacía
unas semanas había descubierto que estaba embarazada, fue sometida a un aborto con
métodos tradicionales, bajo las manos de un curandero maliense y la orientación
de personas, que querían salvaguardar su honor y el de toda su familia. Murió a
los tres días tras una hemorragia interna. La joven ha sido enterrada en la
localidad dónde falleció, para evitar escándalo en la familia.
A las mujeres la muerte les puede llegar de
formas muy diversas y bajo mandatos no escritos por esta sociedad patriarcal
cuyos principios nos sujetan. Simone de Beauvoir decía que “ser mujer es estar sometida por
mil lazos tenues”. Estos mil lazos tenues se pueden convertir en sogas asesinas
en millones de casos.
Las leyes de Mauritania se basan
en la Sharia, la ley islámica que en su aplicación en el país prohíbe las
relaciones sexuales fuera del matrimonio con pena de cárcel. Esto incluye una
relación consensuada entre una pareja, y en ocasiones llega incluso a criminalizar a una mujer que ha sido violada y
que acude en busca de ayuda a la policía para denunciar al violador.
Según palabras de un especialista en
derecho y asesor legal del gobierno de Mauritania, la situación es tremendamente dura: "Si
las mujeres violadas no traen pruebas contundentes, lo que no es fácil, pueden
ser acusadas de “Zina”. (una
palabra árabe que significa el sexo fuera del matrimonio) y terminar en la
cárcel. Muchos médicos se niegan a tomar las pruebas adecuadas para mostrar la
violación, según el informe de Human Rights Watch 2019. Esta es la razón por la
que las víctimas de violación a menudo prefieren no denunciar para no ser
acusadas de Zina. Según este mismo
especialista : "El tema de la violación ha sido uno de los muchos tabúes que no
han sido investigadas (por el gobierno)”
Viendo esta situación podemos
entender la desesperación en la que se puede ver envuelta una joven de 16 años,
con pánico a ser recriminada por su familia, su comunidad y con riesgo de ir a la cárcel.
Vemos que el terrible pecado por ella cometido, no se paga ni con la muerte, exige que su cuerpo se mantenga lejos de las personas que ella conocía y quería, para que nadie pueda sospechar que estuvo con un hombre, el cual , sigue su vida con normalidad y sin sanción social alguna.
Vemos que el terrible pecado por ella cometido, no se paga ni con la muerte, exige que su cuerpo se mantenga lejos de las personas que ella conocía y quería, para que nadie pueda sospechar que estuvo con un hombre, el cual , sigue su vida con normalidad y sin sanción social alguna.
Descanse en paz esta joven y que
su muerte nos ayude a conseguir la reflexión de su entorno y del mundo terminando con
mandatos no escritos que nos asesinan y así dar por fin a injusticias y violencias de este
tipo.
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