9.
La representación de la mujer en las iniciativas de paz y seguridad es
una medida esencial de los compromisos relativos a la cuestión de las mujeres y
la paz y la seguridad, en particular la representación y la participación
significativa de las mujeres en las operaciones de paz. Hace un año puse en
marcha mi estrategia de paridad de género en todo el sistema, con especial
hincapié en las operaciones de paz. Es en esos contextos donde la
representación de mujeres es particularmente baja, los cambios son más lentos y
los posibles efectos en nuestra eficacia y credibilidad siguen siendo
decisivos. Me complace informar de que se han hecho progresos en los niveles
superiores[1]. Este año se alcanzó la
paridad de género en el Grupo Superior de Gestión[2]
y entre nuestros Coordinadores Residentes. Estos avances se han realizado al
mismo tiempo que se cuestionaban las percepciones respecto de los papeles
tradicionales de la mujer. En marzo de 2018, nombré a la primera jefa del
Departamento de Asuntos Políticos, y al mes de septiembre de 2018, las mujeres
representaban el 41% de los jefes y jefes adjuntos de las misiones dirigidas o
codirigidas por el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y el
Departamento de Asuntos Políticos. En la categoría D-2, el número de mujeres
pasó del 17% al 24% en el último año.
10.
Estoy decidido a combatir la falta de avances en el nombramiento de
mujeres para funciones relacionadas con la mediación y los buenos oficios.
Recientemente he nombrado a mujeres para varios puestos, como mi Enviada
Especial para Myanmar, la Representante de las Naciones Unidas en las
Deliberaciones Internacionales de Ginebra, y la consultora especial temporal
sobre Chipre. Estos progresos ponen de manifiesto que hay mujeres disponibles
para puestos de liderazgo y que es posible lograr rápidamente una mejor
representación de las mujeres mediante un auténtico compromiso y voluntad
política.
11.
Sin embargo, la realidad de nuestras operaciones de paz es que el número
de mujeres en todos los niveles se ha estancado, y hay riesgo de que disminuya
en los próximos años habida cuenta de la inminente reducción de personal en
varias misiones. En la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en el
Afganistán, por ejemplo, en diciembre de 2017 las mujeres representaban apenas
el 32% del personal de contratación internacional, el 38% de los Voluntarios de
las Naciones Unidas, el 11% de los funcionarios nacionales del cuadro orgánico
y el 7% del personal de contratación local (véase A/72/888-S/2018/539,
párr. 54). En respuesta a esta situación, la Misión ha adoptado medidas
especiales para hacer frente a los obstáculos que enfrentan las mujeres en la
contratación nacional reduciendo el número de años de experiencia exigidos por
categoría respecto de los tres años anteriores. Acojo favorablemente la
adopción de esas medidas. Ante los problemas planteados, he pedido a mi
personal directivo superior que establezca de inmediato un grupo de trabajo
sobre medidas de emergencia para la aplicación de la estrategia de paridad de
género en las operaciones de paz. Se trata de una emergencia que afecta a la
credibilidad y la eficacia de las Naciones Unidas y exige la adopción de
medidas enérgicas. Espero contar con el apoyo de nuestros Estados Miembros
mientras hacemos frente a este desafío.
12.
El personal de las operaciones de mantenimiento de la paz y el personal
uniformado siguen siendo los representantes más visibles de las Naciones
Unidas, pues trabajan directamente con las comunidades cada día. Aunque ha
aumentado el número de mujeres desplegadas como comandantes de contingentes y
varias misiones tienen ahora redes de mujeres policías y militares de
mantenimiento de la paz, así como asesores de género para el personal militar y
de policía, las cifras globales siguen siendo persistente e inaceptablemente
bajas: la representación de mujeres entre los efectivos militares y agentes de
policía era del 4% y el 10%, respectivamente, en diciembre de 2017. En julio de
2018, 3 de 16 (el 19%) componentes de policía tenían jefas[3]
y solo había una comandante de la fuerza militar[4].
Iniciativas específicas, como el curso dirigido por la Policía de las Naciones
Unidas para mujeres oficiales superiores de policía con el objetivo de aumentar
la participación de mujeres en altos cargos policiales en operaciones de
mantenimiento de la paz y misiones políticas especiales de las Naciones Unidas,
así como el curso de capacitación de mujeres oficiales militares, dirigido por
la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el
Empoderamiento de las Mujeres (ONU-Mujeres) siguen siendo mecanismos
importantes para mejorar esas cifras. Acojo con beneplácito el liderazgo
innovador de la Iniciativa Elsie del Gobierno del Canadá para acelerar nuestros
esfuerzos en relación con la participación significativa de la mujer en las
operaciones de paz, incluso incentivando un mayor número de despliegues de
conformidad con la resolución 2242 (2015) del
Consejo de Seguridad. Las Naciones Unidas esperan con interés colaborar en esta
iniciativa, en particular por medio del nuevo fondo fiduciario de asociados
múltiples que se acaba de establecer.
14.
El logro de la paridad entre los géneros también requiere esfuerzos que
van más allá de las cifras para transformar la cultura institucional y
profesional de la discriminación y los prejuicios de género en todas sus
formas, incluidas las políticas y prácticas institucionalizadas y los sesgos
tanto conscientes como inconscientes en el plano individual[5].
Debemos
actuar de forma holística y basarnos en las pruebas[6]
para hacer frente a las prácticas de exclusión más evidentes, así como a las
prácticas que debilitan silenciosamente a las mujeres que ocupan cargos en
todos los niveles y que contribuyen a crear condiciones propicias para el acoso
sexual, la explotación y el abuso sexuales, y otros abusos de autoridad. Estoy
convencido de que, mediante enfoques integrales de la paridad de género,
directrices claras para todos los altos dirigentes y personal para que actúen
como defensores de la igualdad entre los géneros, y los correspondientes
cambios en la incorporación de la perspectiva de género que se describen a
continuación, las Naciones Unidas estarán en mejores condiciones de ayudar a
los Estados Miembros a cumplir sus compromisos en relación con la cuestión de
las mujeres y la paz y la seguridad, y lograrán transformar las arraigadas
relaciones de poder en función del género y la cultura institucional de la
Organización.
https://undocs.org/es/S/2018/900
http://whitecube.com/artists/artist/rachel_kneebone
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