Los tacones eran y aún, son indumentarias que representan
el símbolo de sumisión dadas sus características restrictivas sobre el cuerpo,
ya que limitan la movilidad, afectan el equilibrio, disminuyen la velocidad de
desplazamiento y aumentan el cansancio corporal al caminar largos trayectos.
El
tacón es reconocido como uno de los más comunes fetiches preferido por los
hombres, razón por la cual se utiliza con frecuencia en actividades de
prostitución y en los espectáculos diseñados para el público masculino. La
falta de inocencia del uso de tacones radica fundamentalmente en los diversos
problemas médicos asociados a su uso, como deformaciones en la columna, dolores
de espalda, problemas renales o de ovarios. Las mujeres sufren de cuatro veces
más problemas en los pies que los hombres, a causa de los tacones. Problemas
como el Hallux valgus, Sesamoiditis o el Dedo en martillo son provocados o
agravados por el uso de tacones. Estas indumentarias junto a los diversos
símbolos de la femineidad como las uñas largas, la depilación de las piernas,
el maquillaje, la modelación de un cuerpo delgado, etc., constituyen mandatos
genéricos de la femineidad, que tampoco son inocentes.
Si bien el planteamiento
feminista reivindica posiciones construccionistas sobre el género y la
sexualidad, la modelación binaria del género sigue siendo una práctica
cotidiana en ellas como en toda la sociedad. No es raro encontrar activistas
feministas vestidas y arregladas a la usanza femenina, sobre todo si deben
aparecer en los medios de comunicación. Lo cual significa que el dispositivo
del control masculino sigue manejando incluso las mentes más críticas y
disidentes presentándose como modelos a seguir dentro de los propios mandatos
de las reglas de opresión patriarcal.
Así, pareciera que la sexualidad es una
fuerza natural que existe con anterioridad a la vida social, eterna, inmutable
y transhistórica, imposible de modificar, y que la interiorización de las
normas sociales que ordenan la sexualidad, que sirven al refuerzo del status
quo, y ratifican la hegemonía de los varones occidentales, blancos,
heterosexuales y de clase media y media alta es difícil de romper. Sin embargo,
la cadena de la opresión, en el último eslabón se rompe. El feminismo requiere
revisar a profundidad los dispositivos de control patriarcal y, las feministas
transformar nuestro ámbito privado como ejercicio de lo político.
Norma Mogrovejo
Hola. Me gusto mucho este articulo, da lugar a reflexionar y pensar justamente como reinventarnos como mujeres, a veces me pregunto, porque para la mayoria y me incluyo es un habito el arreglarnos utilizando maquillajes o los tacones mas o menos pero tacones al fin, si ya, al ser un habito es parte de nuestra identidad, y si la comenzamos a dejar de lado, pienso que seria como comenzar una busqueda de la misma, creo que estariamos haciendo justicia al arrancarnos de nosotras todos aquellos simbolos patriarcales, pero deberia ser de a poco, un proceso, hemos convivido tanto tiempo con ellos, que la sociedad juzgadora como siempre, nos vería de alguna manera extrañas...nose se me vienen a la mente esos pensamientos.
ResponderEliminarSaludos, Gina.
querida Gina , es verdad que el colocarnos puede ser como prepararnos para una obra de teatro , . y puede gustarnos el papel . De todas formas es bueno recordar que no debemos trasmitir a nuestra hijas esa costumbre que las esta llamando bajas , poco esbeltas, ... . Debemos trasmitirle el amor a si mismas y el aceptarse como son , sin necesidad de muletillas ni maquillajes , ni operaciones . Gracias Gina por estar por aqui . abrazos
ResponderEliminarMe asumo como feminista. Y entiendo la crítica, pero llega a parecerme un poco radical tomar por exterior a la conducta la necesidad de placeres sensuales identificados por el fetichismo, simplemente porque es una construcción cultural de un aparente mundo falocéntrico. Es como si un hombre por tratar de revelarse a su condición cancelara usar un traje sastre en todo ámbito de la vida.
ResponderEliminarMe gusta el blog. Me interesan las reflexiones y no dudaré en compartirlas. Yo no uso tacones diariamente porque no los necesito y mi rutina de vida me exige otro tipo de movilidad, pero acepto que en algún momento llega a motivarme la seducción por vehículos fetichizados de esta sociedad. Si no fuera por la mercantilización de ciertos objetos no estaría conociendo tu pensamiento ahora, y cualquier postura radical suprime la libertad de elección.
Clarisa , tu crees que las mujeres que usan tacones lo hacen desde su libertad ? No se nos exige unas reglas fisicas y un modelo de mujer ?? . Entendemos que a parte de motivo de seducción los tacones pueden ser parte de un disfraz divertido y en esos aspectos son utiles , no cuando son casi un arma contra la salud de la mujer , que la limita el movimiento y la hace entrar en cánones de belleza en los que nunca encajara perfectamente por necesidad de la sociedad patriarcal y capitalista.
ResponderEliminarPor otra parte decirte que la dinámica de nuestro trabajo es que es voluntario y sin publicidad , puede que alguien nos use para publicitar algo pero es ajeno a nosotras .
Gracias Clarisa por tu comentario .
Entiendo y comparto la idea de no radicalizarnos en cuanto a la forma de mostrarnos, pero eso sí, siempre que no sea un riesgo para nuestra salud. Creo que ahí debemos poner el límite. Y en todo caso, somos libres de usar tacones o cualquier otra prenda opresiva siempre que lo hagamos con consciencia (sé lo que significa, pero aún así, lo llevo). Al menos sería un paso, ya daremos el segundo.
ResponderEliminarMe encanta el blog y sus comentarios. Asun.
Gracias Asun , por pasarte por aquí . El texto es buenisimo y por eso quisimos divulgarlo y reflexionar . Se ve que es un tema que nos preocupa , sino no se leería tanto .
Eliminar¿se nos exige?..cualquiera dira que nos hacen ostracismo social por no llevar tacones o ir o no maquilladas.....que cada una se vista, se peine como quiera ella no para los demás... ya estoy cansada de estos discursos del que si el patriarcado nos impome, (nadie te puede imponer) de que si a los hombres les gusta tal o cuál (ja cómo si a nosotras nos nos gustara unos modelos de hombres) no elijas tu imagen, ni actúes de acuerdo a las expectativas de los demás, hazlo de acuerdo a tus criterios, los tuyos...
ResponderEliminarOjala fuera tan sencillo ! Estamos insertas en códigos sociales y nadie quiere sentirse excluida . Desde tu madre te dirá ponte un brillito en esos labios , ella busca que te sientas integrada. Y bueno tu tienes unos referentes estéticos , unas Barbis imposibles como mujeres que te marcan la dirección a seguir y que se repiten como modelos de éxito en cada programa de televisión o anuncio que te encuentras . Es muy difícil salirse de los dictados culturales , máxime si eres jovencita .
Eliminar