La Ciudad que Necesitamos adopta una
planificación integrada para responder
a las necesidades actuales y futuras
de tierra, vivienda, infraestructura y
servicios, así como una planificación
participativa incluyendo y empoderando
a todas las partes interesadas en la
elaboración de sus planes y reglamentos
de construcción. El uso de suelo
que de ello se deriva integra la forma,
la función y la conectividad. Las redes
multimodales de intercambio social
y económico constituyen un marco de
espacio público interconectado.
La Ciudad que Necesitamos es compacta,
donde la accesibilidad se basa
en una fina red de calles alineada con edificios e instalaciones que ofrecen
actividades y servicios con una mezcla
de usos y tamaños. La densidad de la
ciudad está diseñada para posibilitar la
expansión urbana planificada, al tiempo
que reduce su huella ecológica y el
crecimiento horizontal desordenado.
Las escuelas se encuentran a poca distancia
de los hogares y se puede llegar
a ellas a pie o en bicicleta, y las oficinas
están ubicadas solo a unas cuantas
paradas del transporte público.
Las tiendas donde comprar productos
para cubrir las necesidades cotidianas
se encuentran a poca distancia de los
edificios residenciales y están situadas
cerca de las paradas del transporte
público. En las proximidades de
las escuelas, los lugares de trabajo y
los hogares hay espacios abiertos para
practicar actividades de ocio.
La Ciudad que Necesitamos cuenta con
sistemas de movilidad eficaces y asequibles
que garantizan el derecho a la
movilidad para todos y un acceso equitativo
a los lugares de trabajo, a los
lugares de culto, a los espacios para el
ocio y la cultura y a los servicios.
La Nueva Agenda Urbana debe instar a las ciudades a que adopten y apliquen sus planes respectivos de manera flexible, actualizando periódicamente sus principales componentes para responder mejor a las necesidades de todos los interesados, las personas y las comunidades.
La Nueva Agenda Urbana debe instar a las ciudades a que adopten y apliquen sus planes respectivos de manera flexible, actualizando periódicamente sus principales componentes para responder mejor a las necesidades de todos los interesados, las personas y las comunidades.
Vivo en una ciudad que primero por culpa de la guerra y después por la especulación neoliberal feroz y otros factores propios de este país (presencia de refugiados, consideración social del uso del vehículo, etc.) es totalmente agresiva con las personas, tanto motorizadas como peatones. Las personas mayores no pueden andar, porque no hay aceras casi en ninguna parte y si las hay son tan estrechas y llenas de obstáculos que es imposible caminar por ellas. Si son anchas y ofrecen espacio suficiente, inmediatamente es ocupado por los vehículos privados que no reparan en aparcar donde les venga bien.
ResponderEliminarTampoco se puede andar libremente usando sillas de ruedas o cochecitos de bebé, es una quimera. De hecho, apenas se ven y suelen ser transportados en brazos.
La planificación de la ciudad para las personas es una necesidad básica para la supervivencia. Si no, terminaremos como en Sao Paulo y otras megaurbes: con los poderosos moviéndose en helicópteros mientras la gente se ahoga abajo en la contaminación