Hoy he tenido una jornada de selección de personal para una oferta de empleo pública. Como en la ponderación de datos objetivos había coincidencia en las puntuaciones, hemos querido centrar las entrevistas personales en valorar las situaciones de necesidad individuales: recursos, cargas familiares, expectativas de empleabilidad, edad…
Todas estas personas perciben una ayuda de tipo asistencial
Al tratar el tema de las cargas familiares han coincidido varios hombres divorciados , que sin inmutarse, han afirmado que le pasaban pensión a sus hijos cuando podían y la cantidad que podían.
Que yo sepa porque las madres o los padres dejen de trabajar la prole no deja de respirar, de comer, de necesitar un techo, vestido, dinero para el bus , etc.
¿Quién se encarga de todo eso?
En el caso que nos ocupa, LAS MADRES.
Para las madres no hay crisis, no las despiden, no desaparecen sus contratos a tiempo parcial para compatibilizar salario –pensión-cuidados…etc
Para esas mujeres que trabajaban a tiempo parcial, la crisis les deja una prestación por desempleo miserable también a tiempo parcial.
O sea que en el mejor de los casos estas mujeres se encuentran con las mismas bocas, con unos exiguos ingresos mientras dure la prestación y sin una pensión de alimentos.
A estas mujeres que el gobierno actual les va a obligar a parir, quieran o no, no les van a arbitrar una fórmula para llevar a cabo una crianza digna en soledad.
Sabemos que detrás de esta medida se encuentra una iglesia temerosa de las mujeres que ha llegado a extremos tales como dejarnos sin alma, después reconocérnosla pero solo un poco, puesto que se muestran implacables a la hora de permitir el acceso de las mujeres a sus jerarquías
La iglesia quiere tenernos temerosas, humilladas, obedientes, sometidas, menores de edad, sin capacidad para tomar la decisión sobre algo tan personal como es la maternidad de cada una.
Si no creemos en el infierno nos amenazan con el código penal, pero el caso es mantener su potestad sobre nosotras.
Vamos a seguir abortando como siempre lo hemos hecho, porque ningún prelado misógino ni ministro capaz de vender a dios por su cartera, va a decidir sobre cuando es el momento de cada una para recibir y querer a sus hijas y a sus hijos.
Es un insulto a nuestra inteligencia que Gallardón y la curia nos quieran hacer creer que es la naturaleza la que debe obrar en nuestra maternidad mientras los padres pasan las pensiones “si pueden y lo que pueden”.
Será muy interesante conocer quienes harán su agosto con clínicas abortivas.
La Santa Madre Iglesia tenía que haber abortado antes de parir semejante engendro de misoginia como es el clero y sus acólitos.
Rosalía Hernández Sánchez
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