La educación no puede hacer desaparecer las desigualdades, pero es una pieza esencial para reducirlas. Por ejemplo: aun siendo cierto que la obtención de un título superior no garantiza actualmente un lugar de trabajo, la probabilidad de que una mujer obtenga un empleo interesante y bien remunerado es mucho más elevada ahora que en el siglo pasado, cuando ni tan siquiera podía acceder a la universidad. Es decir, la educación no garantiza la igualdad en el trabajo, pero es una condición indispensable para conseguirla. Es positivo, pues, cambiar las formas educativas para hacerlas más igualitarias, a pesar de que ello no suponga la eliminación de todos los rasgos sexistas de la sociedad.
He aquí algunas de las medidas sobre las que se ha trabajado ya en otros países para fomentar un nuevo tipo de coeducación:
- La creación y la difusión de nuevos materiales escolares que contemplen las aportaciones de las mujeres a la vida social y a la cultura.
- La revisión de textos científicos con vistas a modificar los errores causados por su visión androcéntrica.
- La implementación de programas específicos de orientación profesional que valoren la utilidad de la ciencia y la técnica en las aplicaciones sociales y humanas, aspecto poco enfatizado hasta el momento y que se considera como posible causa de la no elección de estas profesiones por parte de las mujeres jóvenes.
- El diseño de programas específicos para facilitar a las muchachas el acceso a las nuevas tecnologías y a las profesiones tradicionalmente consideradas como masculinas.
- La revisión de los libros de texto.
- La modificación del currículum escolar dando lugar a los conocimientos y experiencias relativos a la salud, la sexualidad, las tareas de la vida cotidiana, las relaciones afectivas...
- El nombramiento de personas, en cada centro escolar o área geográfica, que revisen periódicamente la forma en que se realizan las promociones profesionales y fuercen así a que se tenga en cuenta a las mujeres.
Articulo completo:
http://www.rieoei.org/oeivirt/rie06a02.htm
Marina Subirats i Martori es Catedrática Emérita del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Licenciada en Filosofía (Barcelona, 1965), Diplôme d'Etudes Approfondies en Sociología (París, 1967) y Doctora en Filosofía (Barcelona, 1974).
Ha sido investigadora en el Laboratoire de Sociologie Industrielle de París (1967-70), Profesora de Sociología en la Universidad de Barcelona (1970-73) y en la Universidad Autónoma de Barcelona desde el 1973 hasta la actualidad.
Fue Directora del Instituto de la Mujer del Ministerio de Asuntos Sociales (1993-1996), miembro de la Comisión de Igualdad de Oportunidades de la Unión Europea (1993-96) y presidenta de la misma (1995).
Desde el año 1999 hasta el 2006 fue Regidora de Educación del Ayuntamiento de Barcelona y quinta Teniente de Alcalde de 2003 a 2006.
Autora de diversos libros sobre Educación, Género y Estructura Social de Cataluña y de más de un centenar de artículos especializados.
http://veintelineas.wordpress.com/2013/03/09/marina-subirats-los-vinculos-entre-padres-e-hijos-se-estan-deshaciendo/
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