El gobierno libio, por su parte, anunció ayer que pidió a las Naciones Unidas y a la Unión Africana fijar fecha y hora para el cese del fuego.
Los líderes del G8 propondrán una “colaboración duradera” a los países de la “primavera árabe”, en especial Túnez y Egipto durante su cumbre que empezó ayer en Deauville, elegante balneario del noroeste francés, y que finalizará hoy.
Y es que la “primavera árabe” marcó la cumbre del G8, en la que los ocho países más ricos del mundo exigirán a Muamar el Gadafi y Bachar al Asad que detengan la violencia en Libia y Siria. Los mandatarios del grupo discuten también sobre la crisis económica, la seguridad nuclear y la regulación de Internet. Casi tres meses después del inicio de los bombardeos de una coalición internacional en Libia, los dirigentes del G8 harán este pedido a Muamar el Gadafi y expresarán su apoyo a una solución política, según el proyecto de declaración.
El gobierno libio, por su parte, anunció ayer que pidió a las Naciones Unidas y a la Unión Africana fijar fecha y hora para el cese del fuego, pero descartó nuevamente un alejamiento de Gadafi del poder.
“Hemos pedido a Naciones Unidas y a la Unión Africana fijar una fecha y una hora precisas para un cese del fuego, enviar observadores y tomar las disposiciones necesarias para el cese de los combates”, declaró el jefe del gobierno libio, Baghdadi Al-Mahmudi.
Antes de llegar al G8, Rusia reiteró que los bombardeos son una “deriva” del mandato de las Naciones Unidas que autorizaba ataques aéreos para proteger a la población civil del régimen libio.
El G8 instará también al régimen de Bashar al Asad a cesar el uso de la fuerza y de la intimidación a la luz de la brutal represión de las manifestaciones populares. En su proyecto de declaración final de la cumbre, obtenido por la AFP, el G8 bajo presidencia francesa afirma que su objetivo común, con los países que en los primeros meses de 2011 protagonizaron las revoluciones árabes, es desarrollar el estado de derecho y un compromiso ciudadano.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha puesto sobre la mesa un plan de apoyo económico y político a los países de Oriente Medio y el norte de África que adopten reformas democráticas, una iniciativa que incluye 2.000 millones de dólares en condonación de deuda y garantías de crédito.
Nicolas Sarkozy (Francia), Barack Obama (EE.UU.), David Cameron (Gran Bretaña), Angela Merkel (Alemania), Dimitri Medvedev (Rusia), Silvio Berlusconi (Italia), Stephen Harper (Canadá) y Naoto Kan (Japón) instarán a Túnez y Egipto a impulsar reformas económicas y sociales para responder a las aspiraciones de la población.
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