El derecho de acceder a funciones públicas y
participar en los asuntos públicos
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos
ha destacado que la participación y representación
adecuada de las mujeres en todos los niveles
de gobierno es una condición necesaria para el
fortalecimiento de la democracia en las Américas.
Para ello, los Estados deben implementar medidas
para respetar y garantizar el ejercicio de los derechos
políticos de las mujeres, incluidas las medidas
especiales de carácter temporal.91 De este modo,
los derechos políticos podrán ser ejercidos en forma
efectiva, respetando el principio de la igualdad y no
discriminación. Esto significa que la participación
efectiva de las mujeres en la vida política tiene una
relación directa con la lucha contra la discriminación
por condición de género. En igual sentido, se ha
pronunciado el Comité CEDAW al señalar que los
Estados Partes deben tener como finalidad acelerar la
participación en condiciones de igualdad de la mujer
en el ámbito político, económico, social, cultural y
civil, o en cualquier otro ámbito.
El Comité considera
la aplicación de estas medidas no como excepción
a la regla de no discriminación sino como forma
de subrayar que las medidas especiales de carácter
temporal son parte de una estrategia necesaria de los
Estados Partes para lograr la igualdad sustantiva o
de facto de la mujer y el hombre en el goce de sus
derechos humanos y libertades fundamentales.92
La inclusión de las mujeres en todas las esferas de
la política fortalece la democracia, ya que promueve
el pluralismo político mediante la integración de
las voces y demandas de las mujeres, las cuales
constituyen aproximadamente la mitad de la
población en las Américas. La CIDH además señala
que la participación de las mujeres en puestos de
poder y de decisión política puede tener un efecto
multiplicador para lograr la igualdad de derechos en
todos los ámbitos relevantes a la igualdad de género,
no sólo en el de la política.93
La CIDH también se ha referido a la importancia de las
medidas especiales de carácter temporal para alcanzar
la paridad tanto en los espacios de la vida pública
como privada. La paridad implica la participación y
representación igualitaria entre hombres y mujeres
en el proceso de toma de decisiones y es uno de los
principios democráticos en la región. La paridad es un
concepto cualitativo que supone la redistribución del
poder en el mercado de trabajo, la toma de decisiones
y la vida familiar. La paridad en el gobierno tiene como
propósito alcanzar una representación igualitaria de
género en el proceso de toma de decisión. También
está basada en la idea de que las mujeres tienen el
derecho de participar en las decisiones que impactan
el bienestar de la sociedad, no sólo como iguales, sino
como una mitad diferente con sus propios intereses y
necesidades.94
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