¡Exigimos
respeto!
El 8 de
septiembre se celebra el Día de la Ciudadanía de las Mujeres, estatus del que
aún estamos excluidas porque no se reconocen ni respetan nuestros
derechos.
Una muestra de
ello es la acción que promueve Alejandro Berganza, a través del
sitio citizengo.org, contra la
diputada Sandra Morán y que circuló el pasado 3 de septiembre.
Si bien todas y
todos tenemos derecho a la expresión, la ley es clara al tipificar la
discriminación como un delito. Y el planteamiento de este ciudadano es una
muestra de irrespeto y descalificación. Asimismo, de un discurso que cuestiona
la democracia y la inclusión que desde hace treinta años se trata de instaurar y
fortalecer en nuestro país, lucha que ha tenido un alto costo en vidas que no
podemos olvidar.
La diputada Sandra
Morán está en el Congreso de la República como resultado de las normas que este
sistema contempla. La población le dio los votos para ocupar una curul y eso la
legitima como a cualquier otro u otra congresista. En ese sentido, la diputada
Morán, siguiendo los procedimientos parlamentarios, ha colocado en la agenda
legislativa los temas que considera pertinentes y acordes con el programa que
sus votantes apoyaron.
Su agenda, como lo
planteó siempre, prioriza las demandas de las mujeres, de los pueblos indígenas,
de quienes luchan por un cambio en esta sociedad tan desigual, así como de
lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero e intersexuales (LGBTI),
ciudadanas y ciudadanos que merecen respeto y garantías en el ejercicio de sus
derechos. Esta debería ser la prioridad de todo el Congreso, de todo el Estado,
de toda la sociedad. Sin embargo, nuestra historia está plagada de violaciones a
los derechos más elementales porque la sociedad no respeta las diferencias ni
acepta la diversidad.
Como ciudadanas y
ciudadanos, rechazamos el lenguaje y el sentido de la solicitud que Alejandro
Berganza dirige al presidente del Congreso de la República, la cual pretende
vedar el derecho de la diputada Morán a ser considerada para presidir el Foro
Parlamentario de la Mujer. Sus argumentos son insostenibles, intolerantes,
abusivos y atropellan la dignidad de la señora diputada, y con ella la de
millones de mujeres en nuestro país.
Expresamos nuestra
indignación porque este ciudadano pretende imponer un modelo de ser mujer que es
incongruente con nuestros tiempos en pleno siglo XXI. Rechazamos esa postura y
la pretensión de limitar, con argumentos espurios, el ejercicio pleno de la
ciudadanía de las mujeres.
Nosotras y
nosotros reconocemos a la diputada Morán como una de las pocas representantes
que realmente cumple con su función como congresista, es congruente con su
pensamiento y con su trayectoria de vida. Marca una diferencia, con su capacidad
política y humanismo, con relación a muchos otros y otras congresistas que dan
la espalda al pueblo que les eligió.
Justamente lo que
deseamos y reconocemos en un/a representante del pueblo es la ética, capacidad,
honestidad y coherencia. Si una diputada, mujer y lesbiana tiene esas
características, enhorabuena: las mujeres y ciudadanas ganamos y también la
democracia.
¡Por una
ciudadanía plena para las mujeres!
Guatemala, 4 de
septiembre 2016
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