Las organizaciones de
la sociedad civil y de los Derechos Humanos de las mujeres abajo firmantes
venimos a denunciar que…
1. El alquiler de
vientres (también conocido como “subrogación” o “maternidad subrogada”) es una
grave violación de los derechos y la dignidad de las mujeres y menores. Es
una forma de explotación reproductiva de las mujeres y convierte a los recién
nacidos en objeto de transacción contractual y comercial.
2. El alquiler de
vientres pone en riesgo la integridad física y psicológica de
las mujeres y menoscaba el derecho fundamental de las mujeres a la
filiaciónmientras que, en el caso de los menores, vulnera el
derecho de estos a conocer su origen. De hecho, la práctica del alquiler de
vientres es la manifestación más visible del tráfico de menores y trata
de mujeres con fines de explotación reproductiva: reportando
millonarios beneficios a agencias de intermediación y clínicas.
3. El alquiler de
vientres contraviene derechos humanos fundamentales de mujeres, niños y
niñas recogidos en convenios y tratados internacionalescomo la Convención
para la Eliminación de Todas Formas de Discriminación Contra las Mujeres
(CEDAW, en sus Artículos 3 y 6), la Convención de Naciones Unidas contra la
Esclavitud (Art. 1), la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y
de la Niña (Art. 7, 9 y 35), el Protocolo Facultativo de la Convención
Internacional sobre los Derechos del Niño y de la Niña (Art. 2 a y 3), y el
Protocolo Adicional de la Convención contra el Crimen Organizado Transnacional
(Art. 3 a).
4. El deseo de ser padre
o madre de niños/as que posean el material genético propio no es un derecho ni
un derecho humano. Los deseos no son automáticamente derechos.
5. La subrogación
“altruista” no existe. No se puede denominar como “altruista” una
práctica que exige la firma previa de un contrato, la renuncia a derechos
fundamentales y que establece “compensaciones económicas”. La práctica del
alquiler de vientres es más bien una práctica “mezquina y egoísta” que tiende a
conformar un sistema de “criadas reproductivas” y convierte a los menores en
objetos reproductivos de compraventa a la carta.
6. La industria
del alquiler de vientres opera en países en desarrollo utilizando las mismas
tácticas criminales que las redes de tráfico y trata de seres humanos. Estas
tácticas incluyen la identificación y captación de mujeres en situación de
vulnerabilidad social para que presten sus capacidades reproductivas.
7. Muchos países del
mundo tienen un Estado de Derecho muy débil, por lo que la legalización de
cualquier aspecto sobre el alquiler de vientres (como la mal llamada
subrogación “altruista”) supone de facto la legalización
completa de esta práctica y la legitimidad de la explotación reproductiva de
las mujeres. Esta legalización abre las puertas a la explotación
reproductiva de mujeres por parte de las élites de estos países, así como a las
mafias internacionales del tráfico de órganos y de la explotación de
niños y niñas.
8. La industria del
alquiler de vientres está presionando a representantes de gobiernos de todo el
mundo y de Naciones Unidas para legalizar esta práctica. Detrás de estas
presiones hay puramente intereses económicos y empresariales que
pretenden que se considere el alquiler de vientres como una mera “técnica de
reproducción asistida” y una cuestión sobre la “libre elección” de las
mujeres, obviando los riesgos y la situación de pobreza y vulnerabilidad de las
mujeres que alquilan su vientre.
9. Naciones Unidas y dos
de sus agencias están actualmente intentando influir a gobiernos de todo el
mundo, especialmente de países en desarrollo, para la legalización del alquiler
de vientres (de la mal llamada subrogación “altruista”). Estas dos agencias de la
ONU son el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en
inglés) y el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU (OHCHR, por
sus siglas en inglés).
10. Recordamos a la
práctica totalidad de los gobiernos y estados del mundo que, de acuerdo con sus
propios códigos civiles y penales y en consonancia con los tratados
internacionales suscritos, ni pueden ni deben permitir el traslado
internacional de los niños y niñas nacidos/as a través del alquiler de vientres
ni su registro o inscripción ya que con ello alientan un fraude de sus
propias leyes y avalan una práctica que conculca los derechos humanos de
menores y mujeres.
Y por todo ello …
1. Pedimos a todos los
jefes de Estado y de Gobierno participantes en la 73ª sesión de la Asamblea
General de Naciones Unidas que se pronuncien públicamente en la Asamblea de la
ONU a favor de los derechos humanos de las mujeres y de la infancia y por la
prohibición global del alquiler de vientres.
2. Demandamos a todos los
gobiernos que tomen todas las medidas oportunas para perseguir e impedir el
alquiler de vientres a nivel internacional y nacional, con la colaboración
estrecha entre gobiernos y un papel activo de embajadas, consulados, policías y
sistemas judiciales.
3. Exigimos la ilegalización
y clausura de las agencias, clínicas y todos los negocios de la industria del
alquiler de vientres en todos los países del mundo, así como la ilegalización
de los anuncios publicitarios de esta industria.
4. Exhortamos a los gobiernos
donantes de Naciones Unidas que consideren sus aportaciones económicas a las
agencias de la ONU que apoyan de forma más o menos velada la legalización del
alquiler de vientres (de la mal llamada subrogación “altruista”), a saber: el
Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) y el Alto Comisionado para los
Derechos Humanos de la ONU (OHCHR).
5. Reclamamos a los gobiernos
del mundo que prioricen la lucha contra la pobreza de las mujeres y la
desigualdad de género, así como que incrementen sus esfuerzos para promover y
proteger los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales de
las mujeres, incluidos sus derechos sexuales y reproductivos.
Entidades integrantes
de la RECAV que suscribimos el comunicado: http://www.noalquilesvientres.com/quienes-somos/
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Texto del comunicado
en españo, inglés y francás AQUÍ
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comunicado AQUÍ
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