Las religiones ponen a la mujer en un lugar de subordinación…donde nuestro lugar está en el hogar, en el cuidado de nuestros esposos e hijos, obedientes y responsables… y esas “virtudes” son valoradas en el ámbito de lo femenino como naturales, únicas e ineludibles.
Estos mandatos culturales y religiosos se trasmiten mediante la palabra y las acciones de los adultos, como formas “normales” y “aceptables” de ser mujer o ser varón. El modelo predominante, de familia patriarcal, relación heterosexual, el liderazgo masculino, la subordinación de las mujeres y los niños/as al padre y esposo, se configura y se apoya en gran medida a los valores que provienen de las religiones (Citeli y Rosado Nunes, 2010).
http://www.catolicas.com.ar/portal/images/stories/PUBLICACIONES/cartilla%20violencia.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario