“Desde la habitación oscura de Islamabad (Pakistán) donde se refugian, Roya y Helai, dos afganas recién licenciadas de 22 años, cuentan por videollamada cómo el sábado huyeron de su país sin el título que acredita que, durante los últimos cuatro años, estudiaron y se graduaron en Filología Española. El miércoles pasado, al día siguiente de que los talibanes prohibieran a las mujeres asistir a la universidad, estas dos jóvenes y una amiga de su clase acudieron al campus de la universidad de Kabul con la intención de recoger sus diplomas. Los talibanes les impidieron…”
(Cabe mencionar que el régimen talibán ya había prohibido desde antes a las niñas mayores de doce años asistir a la escuela)
El anterior no sólo es un extracto de lo publicado por el diario El País en diciembre pasado, sino que también es una contundente respuesta a las interrogantes de los muchos porqué de la vigencia del pensamiento y del feminismo de Virginia Woolf a 141 años de su nacimiento y a a casi un siglo de la publicación de Una Habitación Propia, ensayo con el que esta enorme escritora puso los cimientos del feminismo moderno, texto que junto a Tres Guineas publicado en 1938, constituye todo un compendio vital y atemporal de análisis reflexión y conocimiento para el desarrollo de una conciencia crítica feminista.
“Puedes cerrar todas las bibliotecas si quieres, pero no hay barrera, cerradura, ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente”
Un habitación propia, Virginia Woolf (1929)
La abundante obra literaria de Virginia Woolf no sólo nos abastece de herramientas de concientización y defensa de los derechos a la educación, al empleo y por consiguiente, a la independencia económica y a la autonomía de pensamiento y acción de las mujeres y las niñas, sino que también nos adentra y nos confronta en el terreno de la sexualidad, la salud mental, la enfermedad, los sentimientos y las emociones, lo blanco y lo negro de la vida misma y de la muerte.
Leer sus artículos, críticas, reseñas, semblanzas biográficas, además de sus cuentos, novelas, ensayos etcétera, es recorrer y conocer la sociedad y la intelectualidad de su época que en muchos aspectos se sigue pareciendo tanto a la nuestra, es navegar por el cambio de siglo, el sufragismo, el avance del feminismo, las dos guerras mundiales y la llegada del psicoanálisis entre muchos otros acontecimientos.
En el ejercicio de nuestro propio desarrollo se hace necesario escudriñar, analizar y comprender las miles y miles de páginas salidas de su pluma, de la profundidad de su elevado nivel de inteligencia, de su natural y sorprendente capacidad de análisis, de su bagaje de gran lectora, de su vocabulario infinito, pero también surgidas de sus propias vivencias en la difícil experiencia de ser mujer no sólo en un mundo de hombres, sino además en la transición de la época victoriana a la modernidad, leerla es incursionar en lo íntimo de la psicología humana, en la psique el sentir y el diario vivir de las mujeres yendo de lo privado a lo público, de lo individual a lo colectivo, de lo personal a lo político.
Virginia Woolf es la madre de la nueva narrativa de principios del siglo XX, del fluir de la conciencia, del monólogo interior, es también la madre del feminismo moderno y la madre literaria de incontables escritoras que nos reconocemos orgullosamente hijas de de sus enseñanzas, de su pensamiento crítico, de su feminismo pacifista, hijas de esta genial artista de las letras, la dama inglesa filosófica, poética, apasionada…melancólica, la escritora feminista que trasciende los tiempos y se hace eterna susurrando al oído de interminables generaciones de mujeres, el encanto y el poder de las palabras que crean conciencias, abren puertas y derriban barreras!
…”Las palabras están naturalmente llenas de ecos y de memorias, de asociaciones que han estado dando vueltas en los labios de las personas, en sus casas, en las calles, en los campos por muchos muchos siglos…”
(El oficio de las palabras, Virginia Woolf)
Mucho se ha leído, analizado, dicho, escrito de y sobre Virginia Woolf y se seguirá haciendo, porque su extraordinaria percepción de las cosas y su legado literario son una atemporal e inagotable fuente de interpelación política, filosófica, poética, feminista, social, médica y cultural para la actualidad de nuestro mundo, y seguramente la agudeza de su obra completa continuará interpelando a las generaciones de sociedades futuras en su asombrosa contemporaneidad!
Galilea Libertad Fausto
Crédito del dibujo: Anival Fausto
Excelente artículo felicidades
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