Definitivamente el Gobierno de Irán actúa de espaldas a sus mujeres, sin escucharlas y motivando a que las que puedan junto a sus compañeros dejen el país. No hablamos aquí de abogadas abiertamente feministas, ni de ciudadanas con doble nacionalidad que son apresadas cuando quieren volver a sus paises de residencia. No hablamos del movimiento al rededor del mundo formado por mujeres y hombres iraníes que lo cuestionan. Hablamos de una mujer que ha sido de total confianza del gobierno con cargos muy importantes y que ahora es condenada a 30 meses de prisión. Una mujer que con 55 años ha sido su fiel aliada. Se diría que el Gobierno iraní quiere poner puertas al mar .
Entendemos por los cargos que ha tenido Shahindokht Molaverdi, el Gobierno se ha dado cuenta que hay otra forma de ver y entender el mundo sin excluir al 50% de su población que cuestionan mandatos imposibles en su vestimentas, con problemas fuertes de machismo como crímenes de honor o ataques de ácido y quiere callar a quienes cuestionan esa realidad .
Sabemos que como vicepresidenta de Asuntos de la Mujer y la Familia de Irán, Shahindokht Molaverdi, había criticado la falta de atención de la administración a las posibilidad de que las mujeres desempeñen un papel activo en la sociedad y cuestionado su propia falta de autoridad ejecutiva para implementar cambios y que en una reunión en Esfahan, hablando con un grupo de trabajo especial sobre temas de mujeres, Molaverdi cuestiono el Sexto Plan de Desarrollo de la administración, diciendo: “En estos planes, las demandas religiosas y legales de las mujeres ... para salir de la pobreza, la corrupción y la discriminación deben ser consideradas. Ha llegado el momento en que las mujeres deben cumplir con su parte en las ... perspectivas de desarrollo ".
Desde aquí nuestra sororidad con Shahindokht Molaverdi ( 23 de octubre de 1965) académica iraní y jurista que se desempeñó como vicepresidenta de asuntos de la mujer y la familia en el primer gabinete del presidente iraní Hassan Rouhani (2013-17). En el segundo gabinete de Rouhani en 2017 se convirtió en su asistente especial para los derechos de ciudadanía pero nos dicen renunció a su puesto a finales de noviembre de 2018 tras la implementación de una ley que prohíbe el empleo de jubilados en puestos gubernamentales.
Con fecha 5 de diciembre conocemos que la Justicia iraní la ha condenado a 30 meses de prisión por "proporcionar información y documentos clasificados" y "propaganda contra el sistema".
Los 30 meses de la condena a prisión de Moulaverdí incluyen dos años por "proporcionar información y documentos clasificados bajo la cobertura de autoridades del sistema y con el objetivo de perturbar la seguridad del país al concluir un contrato con el Fondo de Población de las Naciones Unidas", informó la agencia oficial iraní de noticias IRNA.
Otros seis meses le corresponden a "actividades de propaganda contra el sistema de la República Islámica del Irán".
Shahindokht Molaverdi ha enfrentado muchas controversias durante y desde su mandato, incluidos los comentarios que apoyan el derecho de las mujeres a asistir a eventos deportivos masculinos.
En reacción ante la condena a 30 meses de prisión, Moulaverdí dijo hoy que "esta decisión fue emitida en el tribunal de primera instancia y puede ser apelada".
Moulaverdí asimismo previamente había sido condenada a "incitar a la corrupción y prostitución e incitar a las personas a perversiones sexuales", según informó la agencia local iraní de noticias Fars sin dar a conocer detalles de su sentencia en ese caso. Sospechamos que estas acusaciones están tras un cuestionamiento del codigo de vestimenta tan exigente para las mujeres en Irán
Esperamos que tras la apelación se haga justicia y la dejen en libertad
En la República Islámica del Irán, las mujeres y los hombres que aparecen en público deben cumplir con un código de vestimenta obligatoria que se exige en la ley.
El vestido de la mujer debe ser holgado y cubrir su cabeza, cuello, brazos y piernas durante todo el año. Aunque muchas mujeres usan las formas tradicionales de vestir, otras también han elegido interpretar el código de otras maneras, que las ha dejado en situación de riesgo de acoso de la policía u otras fuerzas de seguridad, incluyendo la milicia voluntaria Basij.
Las violaciones del código de vestimenta se tipifican como delito en virtud del artículo 638 del Código Penal Islámico que establece que cualquier persona que ofenda la decencia pública será condenada a pena de prisión de 10 días a dos meses o hasta un máximo de 74 latigazos. Una nota al artículo dice que las mujeres que aparecen en público sin cubrirse al modo islámico serán condenadas a pena de prisión de 10 días a dos meses o a una multa en efectivo.
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