9. La violencia contra la mujer es
generalizada y sistemática y afecta a las mujeres y las niñas de numerosas
maneras. El miedo, tanto en la esfera pública como privada, y la falta de
responsabilidad jurídica por las violaciones de los derechos humanos de las
mujeres son la norma general, a pesar de los adelantos legislativos e
institucionales.
10. En 2006, el Comité para la Eliminación
de la Discriminación contra la Mujer se mostró preocupado por la incidencia de
muchas formas de violencia contra la mujer, incluido el abuso sexual contra
mujeres y niñas, en particular el abuso incestuoso de niñas, así como la
violación, la violencia en el hogar y el feminicidio (CEDAW/C/HON/CO/6, párr.
18).
11. La existencia de estadísticas diversas y
discordantes comunicadas por diferentes partes interesadas pone en entredicho
la exactitud de los datos recabados.
A. Violencia contra la mujer en la familia
12. Según la Encuesta Nacional de Demografía
y Salud 2011-2012, el 27% de las mujeres con edades comprendidas entre 15 y 49
años afirmaron haber sufrido violencia física en algún momento de su vida[1]. En 2012, el
Observatorio Estadístico del Ministerio Público comunicó que había recibido más
de 16.000 denuncias de violencia contra mujeres. Aproximadamente el 74,6% de
las denuncias se referían a violencia doméstica y violencia intrafamiliar, por
delante de los delitos sexuales, que representaban casi el 20% del total.
13. La violencia doméstica continúa siendo el
delito más denunciado en el ámbito nacional. Entre 2009 y 2012, se presentaron
82.547 denuncias por violencia doméstica en los juzgados de letras (tribunales
de primera instancia) y los juzgados de paz (tribunales locales que se encargan
de casos menos graves) de todo el territorio[2].
Las estadísticas revelan que las mujeres hondureñas se ven afectadas
desproporcionadamente por la violencia doméstica: de las 21.170 denuncias
tramitadas por los juzgados en 2013, 19.458 (el 92%) fueron presentadas
por mujeres, frente a las 1.712 que fueron presentadas por hombres[3]. Las estadísticas
proporcionadas por la Fiscalía Especial de la Mujer reflejan un escaso
porcentaje de condenas con respecto al gran número de denuncias: entre 2012 y
2014 se registraron 4.992 denuncias, que solo dieron lugar a 134 fallos
condenatorios[4].
14. Los feminicidios han aumentado de manera
alarmante en los últimos años y fueron señalados como una fuente de
preocupación importante por todos los interlocutores. En 2012 se
denunciaron 606 feminicidios, lo que representa un promedio de 51 mujeres
asesinadas al mes[5].
Según estadísticas preliminares de fuentes oficiales, en 2013 se registraron
629 casos de feminicidios. En ese mismo período, los principales medios de
comunicación dieron noticia de un total de 445 muertes violentas de mujeres[6]. Tradicionalmente, la
violencia doméstica y la violencia intrafamiliar eran las principales causas de
los feminicidios en Honduras, pero han empezado a surgir otras situaciones de
violencia sexual, violencia relacionada con las pandillas y delincuencia
organizada. Se estima que 1 de cada 5 feminicidios tiene por causa la violencia
doméstica o intrafamiliar, el 7%, la violencia sexual, y el 60%, la
delincuencia organizada[7].
B. Violencia contra la mujer en la comunidad
15. La violencia contra la mujer en la
comunidad puede comprender violaciones y otras formas de agresión y acoso
sexuales. Entre 2006 y 2010, el número de denuncias por violencia sexual
presentadas a la policía por cada 100.000 habitantes se incrementó
de 42,35 en 2006 a 52,65 en 2009[8].
La base de datos en línea del poder judicial indica que entre 2011 y 2013 se
registraron 2.850 casos relativos a delitos sexuales, entre otros, violaciones,
relaciones sexuales con menores y secuestros[9].
Sin embargo, otras fuentes afirman que, solo en 2013, las denuncias por
violencia sexual se cifraron en aproximadamente 2.851[10].
16. El nivel de violencia e inseguridad en
Honduras se ve agravado por la actuación de las pandillas. Las niñas que
pertenecen a pandillas son violadas y obligadas a llevar drogas y armas.
También se las presiona para que mantengan relaciones sexuales en los ritos de
iniciación. Se informó a la Relatora Especial de que, con frecuencia, mujeres y
niñas de edades comprendidas entre 15 y 34 años son asesinadas como venganza en
los ajustes de cuentas entre miembros de las pandillas. Los cadáveres muestran
la brutalidad de la que fueron víctimas, incluidos niveles atroces de
mutilación y tortura, y también la decapitación para eliminar cualquier rastro
de identidad. Esos actos, que suceden con más frecuencia en las zonas urbanas,
suelen estar asociados también con secuestros y casos de violencia sexual.
17. La violencia contra los trabajadores
sexuales se está recrudeciendo. La comunidad de personas lesbianas, gais,
bisexuales y transgénero también se enfrenta a un incremento de la violencia:
la Relatora Especial tuvo conocimiento de que 107 miembros de esa comunidad
fueron asesinados entre 1994 y octubre de 2012 en los departamentos de Francisco
Morazán, Cortés, Atlántida, Islas de la Bahía, Choluteca, Comayagua, Olancho y
El Paraíso[11].
Las lesbianas y otras mujeres que no se ciñen a los cánones heterosexuales
suelen ser víctimas de violencia, violación y otras formas de discriminación.
En el trabajo se las suele intimidar, acosar o ignorar para los ascensos, e
incluso se les puede negar un puesto de trabajo por su forma de vestir[12]. Se puso en
conocimiento de la Relatora Especial que existía una tendencia creciente a
migrar, en particular entre los trabajadores sexuales transgénero para huir de
la discriminación y los abusos de que son víctimas.
18. Las condiciones laborales en las
maquilas de las zonas industriales francas (ZIF) del país también constituyen
un motivo de preocupación. La industria maquiladora
emplea a unas 125.000 personas, de las cuales el 65% son mujeres[13]. La mayor parte del personal está constituido por
mujeres jóvenes procedentes de las zonas rurales y con edades comprendidas
entre 17 y 25 años. Las mujeres entrevistadas señalaron los siguientes
problemas: violaciones recurrentes de sus derechos, en particular agresiones
verbales y físicas por parte de sus supervisores, acoso sexual, pruebas
obligatorias de embarazo antes de la contratación, despidos improcedentes y
discriminación por motivo de embarazo, y denegación de la licencia de
maternidad y otras prestaciones sociales.
Estoy de acuerdo que La violencia contra la mujer es extendida y sistemática y afecta a las mujeres y las pequeñas de numerosas formas, cada vez más se evidencia maltrato de género domestica y eso hay que erradicarlo
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