Las mujeres no pensamos que los hombres se las han amañado para esquivar la gestación, como comentaba un artículo. Estamos felices de poder ser las transmisoras de la vida. Claro que como todos saben al final el primer apellido que llevan nuestros hijos por designios sociales no es el nuestro ¡MILAGROS DE LA IGUALDAD ¡ .
Todo esta perfectamente asentado para que como mucho elijamos el nombre de nuestros hijos e hijas ,sino hemos llegado al acuerdo de que si son niños los pone él y si son niñas nosotras, como hizo Arantza Quiroga, que fue elegida presidenta del Parlamento Vasco, que tiene cuatro hijos y que dice negociar todo con su marido porque le encanta mandar. Lo que no se discute es de quien vendrá el primer apellido .
Asumimos la gestación y queremos poder cuidar a nuestros bebes el máximo tiempo posible, sin que eso determine que nos echen del mundo del trabajo. Tenemos ahí, un problema que necesita de todos si queremos criar hijos física y sicológicamente sanos, que en su día paguen nuestras pensiones.
Una medida que creemos será positiva para todos y todas seria el incrementar los permisos paternales por nacimiento o adopción. Se trata de que el padre entre en contacto con su hijo o hija, se enriquezca de esa magnifica relación, asentando las bases de una futura aun mejor.
Conozco una pareja de jóvenes, no llegan a los 30, que tienen su primera hijita de 8 meses. La madre antes del parto trabajaba, pero al estar en casa durante el periodo de lactancia comenzó a responsabilizarse, ella sola, de la compra, la comida y el cuidado de la casa. La relación entre la niña y la madre se fue fortaleciendo, la del padre y la niña, ocupado él de trabajar fuera, consistía en decir una gracia de vez en cuando a su hija. Ahora la madre ha vuelto a un trabajo poco cualificado que le permite estar con su hija el mayor tiempo posible, sigue ocupándose de las labores del hogar, de las que su joven pareja se ha desentendido. Naturalmente el sueldo del papa es superior al de la mama y él sigue diciéndole dos monadas a su hija al día. La niña tiene un lazo emocional mucho más fuerte con la madre. La desigualdad de la pareja va creciendo.
Estudios realizados en los países nórdicos indican que cuando en el primer hijo o hija el padre se involucra tomando largos permisos de paternidad la posibilidad de tener un segundo bebe es muchísimo mayor.
Conozco demasiados casos de mujeres jóvenes brillantes que al quedar embarazadas y tener que asumir mucho más del 50 % en el cuidado de sus hijos han reducido sus salarios, su cualificación y sus expectativas de futuro profesionales. No conozco el caso equivalente en ningún papa.
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