Son los que atentan de modo mas eficaz contra la simetría relacionar y la autonomía femenina, por su índole insidiosa y sutil que los torna especialmente invisibles en cuanto a su intencionalidad.
Abuso de la capacidad femenina de cuidado.
Maternalizacion de la mujer. La inducción a la mujer a 'ser para otros" es una practica que impregna el comportamiento masculino. De las múltiples caras de esta maniobra, solo nombrare algunas: pedir, fomentar o crear condiciones para que la mujer priorice sus conductas de cuidado incondicional (sobre todo hacia el mismo varón), promover que ella no tenga en cuenta su propio desarrollo laboral, acoplarse al deseo de ella de un hijo, prometiendo ser un "buen padre" y desentenderse luego del cuidado de la criatura.
Requerimientos abusivos solapados: son tipos de pedidos "mudos" que apelan a aspectos"cuidadores" del rol femenino tradicional. Ejemplos comunes de estos requerimientos son los comportamientos de "aniñamiento tiranico" que utilizan los varones cuando enfernan, así como la exigencia (generalmente no verbal) de ocuparse de la familia de el, sus amigos, y los animales que usualmente el promueve que los hijos tengan en casa.
Este tipo de maniobras, junto con la sacralizacion de la maternidad y la delegación de la carga domestica y la crianza de los hijos (definiendose el varón solo como "ayudante"), son las mas frecuentes microviolencias sobre la autonomía de la mujer, al obligarla a un sobre esfuerzo vital que le impide su desarrollo personal.
Maniobras de explotación emocional
Se aprovechan de la dependencia afectiva de la mujer y su necesidad de aprobación para promover en ella dudas sobre si misma, sentimientos negativos y, por lo tanto, mas dependencia. Se usan para ello dobles mensajes, insinuaciones, acusaciones veladas, etcétera. De entre su amplia variedad podemos destacar:
Culpar a la mujer de cualquier disfunción familiar (con la consiguiente inocentizacion del varón).
Culpabilización del placer que la mujer siente con otras personas o situaciones donde el no este: asentada en la creencia de que la mujer solo puede disfrutar con su compañero afectivo y por él.
Elección forzosa con maniobras del tipo de "Si no haces esto por mi es que no me quieres".
Enfurrunñamiento: acusación culposa no verbal frente a acciones que no le gustan al varón, pero a las cuales no se puede oponer con argurmentos "racionales" (al estilo de "A mi no me importa que salgas sola", dicho con cara de enfado).
Conducen a inferiorizar a la mujer a través de un sinnúmero de descalificaciones, que en general son consonantes con las descalificaciones que la cultura tradicional realiza, y que hacen mella en la necesidad de aprobación femenina. Entre ellas:
Redefinición como negativas, de cualidades o cambios positivos de la mujer. Colision con terceros con los que la mujer tiene vínculos efectivos (parientes, amistades) a través del relato de historias sesgadas, secretos, etcétera (Bograd, 1991).
Descalificación de cualquier transgresión del rol tradicional.
Un gesto muy utilizado para acompañar estas maniobras es 'la cara de perro", que difícilmente es aceptado como propio por el varón.
Terrorismo
Se trata de comentarios descalificadores repentinos, sorpresivos, tipo 'bomba", que dejan indefensa a la mujer por su carácter abrupto. Producen confusión, desorientación y paralisis. Utilizan la sospecha, la agresión y la culpabilidad. Pertenecen a este tipo los sorpresivos comentarios descalificadores del éxito femenino, resaltar la cualidad de la mujer-objeto y recordar las "tareas femeninas" con la familia, en contextos no pertinentes (Coria, 1992).
Paternalismo
En este tipo de maniobra se enmascara la posesividad y a veces el autoritarismo del varon, haciendo "por" y no "con" la mujer e intentando aniñarla. Se detecta sobre todo cuando ella se opone, y el no puede tolerar no controlarla.
Creacion de falta de intimidad
Actitudes activas de alejamiento, que bloquean la puesta en juego de las necesidades relacionales de la mujer y evitan la intimidad que para el varon supone riesgo de perder poder y quedar a merced de la mujer (Weingarten, 1991):
Negación del reconocimiento. Comportamientos de avaricia de reconocimiento de la mujer como persona y de sus necesidades, que conducen al hambre de afecto (el que, en mujeres dependientes, aumenta su dependencia). Provoca sobrevaloracion de lo poco que brinda el varón -ya que lo escaso suele vivirse como valioso- (Benard y Schiaffer, 1 990).
Silencio. Renuencia a hablar o hablar de si, con efectos de "misteriosidad". Su objetivo es evitar el desenmascaramiento y el control de las reglas del dialogo. Algunas de estas maniobras son: encerrarse en si mismo, no contestar, no preguntar, no escuchar, hablar por hablar sin comprometerse, etcétera (Durrant y White, 1990; Wieck 1987; Sabo 1995).
Negación a la mujer de su derecho a ser cuidada (e imposición del deber de ser cuidadora).
Inclusion invasiva de amigos, reuniones y actividades, limitando al minimo o haciendo dejar de existir los espacios de intimidad. A veces acompañada de la acusacion a la mujer de ser "poco sociable".
Engaños.
Se desfigura la realidad al ocultar lo que no conviene que la mujer sepa, porque si no el varon puede resultar perjudicado en determinadas ventajas que no quiere perder. Pertenecen a este tipo maniobras tales como: negar lo evidente, incumplir promesas, adular, crear una red de mentiras, apelar a la desautorización de las "intuiciones" de la mujer para ocultar infidelidades. Dan poder en tanto impiden un acceso igualitario a la información.
Autoindulgencia sobre la propia conducta perjudicial. Maniobras que procuran bloquear la respuesta de la mujer ante acciones e inacciones del varón que la desfavorecen. Hacen callar apelando a "otras razones", y eludiendo la responsabilidad de la acción. Entre ellas:
Hacerse el tonto: se apela a la inconsciencia ("No me di cuenta"), a las dificultades de los varones ("Quiero cambiar, pero me cuesta"), a las obligaciones laborales ("No tengo tiempo para ocuparme de los niños"), a la torpeza, a la paralisis de la voluntad ("No pude controlarme").
Comparaciones ventajosas: se apela a que hay varones peores
Tomado del articulo MICROMACHISMOS
La violencia invisible en la pareja de Luis Bonino Mendez .
http://www.berdingune.euskadi.net/u89-congizon/es/contenidos/informacion/material/es_gizonduz/adjuntos/micromachismos.pdf
"Se aprovechan de la dependencia afectiva de la mujer y su necesidad de aprobación" esta frase en el artículo es síntoma de que hay que revisarse algunos conceptos....
ResponderEliminarHay que revisar nuestro comportamientos . En eso estamos ! Gracias por tu comentario
EliminarExcelente.Aprendí muchas cosas.Gracias
ResponderEliminarGracias. Ayúdanos a que el mensaje llegue lejos !
EliminarDame un ejemplo puntual
ResponderEliminarDame un ejemplo puntual dónde explique bien
ResponderEliminarHay más referencias al tema en esta página que quizá te den más pistas . Mira en buscar !
EliminarHay varios en el texto
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