
IV. Mujeres y niñas especialmente afectadas por la reproducción subrogada
A. Madres sustitutas
12. Las madres sustitutas suelen ser mujeres o niñas que ya han dado a luz al menos a un hijo. Sus motivaciones suelen ser polifacéticas, en las que se combinan consideraciones financieras, empáticas y sociales. Muchas expresan su deseo de ayudar a otras personas a tener hijos, haciendo hincapié al mismo tiempo en la oportunidad que ofrece la reproducción subrogada de obtener ayuda económica para ellas o sus propias familias25. Ello reviste importancia particular en el caso de las madres solas, que citan con frecuencia las necesidades económicas como una de las principales razones para acordar arreglos de reproducción subrogada 26. Cuando se las describe como “proveedoras de servicios” y no como madres da la impresión de que la existencia de un contrato podría justificar que se pusieran en peligro su dignidad y su bienestar. 13. En todo el mundo, la mayoría de las madres sustitutas proceden de entornos de ingresos más bajos y tienen un estatus social inferior al de los progenitores comitentes27. Muchas carecen de acceso a recursos jurídicos o mecanismos de defensa efectivos28. Al parecer, las mujeres migrantes son elegidas específicamente para la reproducción subrogada o trasladadas a otros países para que se sometan a procedimientos de fecundación29 y den a luz, a menudo con el propósito de eludir los marcos jurídicos30 .
B. Madres comitentes
14. En general, las madres comitentes proceden de entornos socioeconómicos de niveles más altos que la mayoría de las madres sustitutas 31 . Sin embargo, su experiencia también está marcada con frecuencia por la incertidumbre y la tensión emocional. Muchas madres comitentes manifiestan que sufren ansiedad por el resultado del embarazo, la naturaleza de su relación con la sustituta, el estigma social, las complejidades jurídicas y las cargas económicas conexas 32 . En los arreglos transfronterizos en particular, pueden llegar a ser víctimas de prácticas fraudulentas perpetradas por las agencias de reproducción subrogada, lo que les ocasiona importantes pérdidas económicas33. Algunas pueden sentirse agotadas por los intentos prolongados de tener un hijo. En determinados contextos culturales, las madres comitentes con problemas de fertilidad experimentan una presión externa y un estigma adicionales relacionados con las expectativas de cumplir lo que se percibe como sus principales roles sociales34 .
C. Mujeres y niñas que aportan ovocitos
15. Las mujeres y niñas que donan sus óvulos para la reproducción subrogada suelen proceder de entornos marcados por la vulnerabilidad económica. Casi siempre son adultas jóvenes que pueden considerar que la donación de óvulos es un medio para satisfacer sus necesidades económicas35. Las agencias suelen preferir a mujeres con características específicas, que prometen a los progenitores comitentes 36 . Con frecuencia, la demanda está determinada por estereotipos racistas y poscoloniales, ya que las mujeres jóvenes, blancas, occidentales y con educación superior reciben hasta 100 veces más por sus ovocitos que otras mujeres37 .
16. La contratación suele verse impulsada por la publicidad en línea que presenta la donación de óvulos como un acto altruista y también rentable, además de omitir información vital sobre las molestias de las inyecciones hormonales cotidianas y los efectos secundarios y riesgos perjudiciales, como las complicaciones de la anestesia 38 , el síndrome de hiperestimulación ovárica 39 o la complejidad emocional de renunciar a un hijo biológico40. Las mujeres declaran que no reciben servicios de salud después de la donación 41 . Muchas mujeres, sobre todo niñas, son captadas para que se inscriban como donantes de óvulos a fin de poner a prueba su tolerancia a los procedimientos médicos antes de llegar a un arreglo de reproducción subrogada 42. La naturaleza digital de este mercado reproductivo también facilita la contratación de sustitutas y donantes de óvulos procedentes de países en los que se han prohibido formalmente esas prácticas43 .
D. Niños menores de 1 año, entre ellos niñas, nacidos mediante reproducción subrogada
17. Los progenitores comitentes suelen aspirar a tener niños nacidos mediante reproducción subrogada y apreciarlos. No obstante, desde que nacen, experimentan una separación inmediata de la mujer que los gestó y son transferidos a los progenitores comitentes: se trata de un proceso que puede ser significativo desde el punto de vista emocional y del desarrollo44 . Las personas cuya creación de lazos afectivos seguros se ve perturbada están expuestas a un mayor riesgo de padecer trastornos mentales45. En algunos casos, la transferencia de un niño también se retrasa o complica por incertidumbres jurídicas que rodean el reconocimiento de la filiación, la nacionalidad o la identidad, lo cual deja al niño en una situación de ambigüedad 46 .
18. Los estudios indican que los niños nacidos mediante reproducción subrogada tienen una edad gestacional media inferior en el momento del parto y, en su caso, las tasas de nacimiento prematuro y bajo peso al nacer 47 son más altas. Se ha informado de que la tecnología de reproducción asistida y el embarazo multifetal están asociados a un mayor riesgo de defectos congénitos48. La lactancia materna, que no se permite en la reproducción subrogada e incluso se prohíbe de manera contractual 49, es esencial para el desarrollo saludable de los niños menores de 1 año50. Las investigaciones sobre el bienestar emocional a largo plazo de los niños nacidos mediante reproducción subrogada, si bien son limitadas51, indican que la falta de un vínculo gestacional los expone a un mayor riesgo psicológico52 .
25 Comunicación presentada por Axana M. Soltan.
26 Comunicación presentada por la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas de Argentina.
27 Jutharat Attawet, Ethar Alsharaydeh y Mark Brady, “Commercial surrogacy: landscapes of empowerment or oppression explored through integrative review”, Health Care for Women International (2024).
28 Comunicación presentada por Alliance Pro Rodinu.
29 Véase, por ejemplo, Maria Varenikova, “Mothers, babies stranded in Ukraine surrogacy industry”, The New York Times, 15 de agosto de 2020.
30 European Network of Migrant Women y A Coalition for the Abolition of Surrogate Motherhood, Migrant Women and Reproductive Exploitation in the Surrogacy Industry: Joint Investigation (2022).
31 Christopher B. Kleinpeter, “Surrogacy: the parents’ story”, Psychology Reports, vol. 91, núm. 1 (2002).
32 Mitra Zandi et al., “Nine centuries waiting: the experiences of Iranians surrogacy commissioning mothers”, Iranian Journal of Nursing and Midwifery Research, vol. 19, núm. 3 (mayo a junio de 2014).
33 Comunicación presentada por 4Métrica.
34 Comunicación presentada por Amman Centre for Human Rights Studies.
35 Polina Vlasenko, “Worker-mothers between legitimation and discipline: ambiguities in egg donation and surrogacy in Ukraine”, Medical Anthropology: Cross-Cultural Studies in Health and Illness, vol. 43, núm. 8 (2024).
36 Véase https://www.donorconcierge.com/our-service.
37 Carolin Schurr, “The baby business booms: economic geographies of assisted reproduction”, Geography Compass, vol. 12, núm. 8 (agosto de 2018).
38 Carmel Shalev et al., “Ethics and regulation of inter-country medically assisted reproduction: a call for action”, Israel Journal of Health Policy Research, vol. 5, núm. 59 (2016).
39 Daniella Bandelli, Sociological Debates on Gestational Surrogacy: Between Legitimation and International Abolition (Springer, 2021).
40 Eric Blyth et al., “Donor-conceived people’s views and experiences of their genetic origins: a critical analysis of the research evidence”, Journal of Law and Medicine, vol. 19, núm. 4 (junio de 2012).
41 W. Kramer, J. Schneider y N. Schultz, “US oocyte donors: a retrospective study of medical and psychosocial issues”, Human Reproduction, vol. 24, núm. 12 (diciembre de 2009).
42 Patricia Fronek, “Current perspectives on the ethics of selling international surrogacy support services”, Medicolegal and Bioethics, vol. 18 (2018).
43 Comunicación presentada por Jasmine R. de los Santos.
44 Marcus Agnafors, “The harm argument against surrogacy revisited: two versions not to forget”, Medicine, Health Care and Philosophy, vol. 17 (2014).
45 Radovan Hrubý, Jozef Hašto y Peter Minárik, “Attachment in integrative neuroscientific perspective”, Neuroendocrinology Letters, vol. 32, núm. 2 (2011).
46 Seema Mohapatra, “Stateless babies and adoption scams: a bioethical analysis of international commercial surrogacy”, Berkeley Journal of International Law, vol. 30, núm. 2 (2012).
47 Irene Woo et al., “Perinatal outcomes after natural conception versus in vitro fertilization (IVF) in gestational surrogates: a model to evaluate IVF treatment versus maternal effects”, Fertility and Sterility, vol. 108, núm. 6 (diciembre de 2017).
48 Ruohua Yan et al., “Assisted reproductive technology and the risk of birth defects mediated by multifetal pregnancy: evidence from the China birth cohort study”, American Journal of Obstetrics and Gynaecology, vol. 232, núm. 6 (junio de 2025).
49 Hillary L. Berk, “The legalization of emotion: managing risk by managing feelings in contracts for surrogate labour”, Law and Society Review, vol.
49, núm. 1 (marzo de 2015). 50 Bandelli, Sociological Debates.
51 Si bien algunos estudios indican que existen experiencias positivas, el estudio más citado por la gran mayoría adolece de limitaciones metodológicas, como una muestra original relativamente pequeña, que se redujo en el momento de su conclusión. Véanse Susan Golombok et al., “Families created through surrogacy arrangements: parent–child relationships in the 1st year of life”, Developmental Psychology, vol. 40, núm. 3 (mayo de 2004); y Susan Golombok et al., “A longitudinal study of families formed through reproductive donation: parent–adolescent relationships and adolescent adjustment at age 14”, Developmental Psychology, vol. 53, núm. 10 (octubre de 2017).
52 Susan Golombok et al., “Children born through reproductive donation: a longitudinal study of psychologica
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