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miércoles, 14 de febrero de 2024

Alianza Internacional de Mujeres



La decisión para la creación de la  Alianza Internacional de Mujeres  fue tomada en Washington en 1902 por las  sufragistas Susan Brownell Anthon y Elizabeth Cady Stanton,  el 14 de febrero de 1902 como reacción a la reticencias del Consejo Internacional de Mujeres para apoyar el sufragio femenino.​

 La Alianza se constituyó formalmente durante la segunda conferencia en Berlín en 1904 como International Woman Suffrage Alliance (IWSA), y tuvo su sede en Londres durante gran parte de su historia.​ Sus fundadoras fueron Carrie Chapman Catt, Millicent Fawcett, Helene Lange, Susan B. Anthony, Anita Augspurg, Rachel Foster Avery y Käthe Schirmacher.

La Alianza Internacional de Mujeres (inglés: International Alliance of Women (IAW), francés: Alliance Internationale des Femmes (AIF), alemán: Internationaler Frauen-Verband)​ es una organización internacional no gubernamental que trabaja para promover los derechos humanos de las mujeres y niñas en el mundo. Fue fundada en 1904 en Berlín con el nombre de Alianza Internacional para el Sufragio Femenino International Woman Suffrage Alliance (IWSA) por Carrie Chapman Catt, Millicent Fawcett, Susan B. Anthony y otras sufragistas implicadas en la campaña por el sufragio de las mujeres en todo el mundo.

La IWSA tenía su sede en Londres, y era la principal organización internacional de sufragio femenino. En la actualidad trabaja sobre todo en un amplio enfoque de derechos humanos de mujeres y niñas. Hoy representa a más de 50 organizaciones en todo el mundo que comprenden varios cientos de miles de miembros, y tiene su sede en Ginebra.

Desde 1926, la organización tenía fuertes vínculos con la Liga de las Naciones. Desde 1947, la IAW ha tenido carácter consultivo general de la Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas. El IAW también tiene estatus consultivo ante el Consejo de Europa.


Tiene representantes en la sede de la ONU en Nueva York, la oficina de la ONU en Ginebra, la oficina de la ONU en Viena, la UNESCO en París, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación en Roma y el Consejo de Europa en Estrasburgo. También tiene representantes en la Liga Árabe en El Cairo y el Consejo de Países del Golfo en Riad, y es miembro influyente del Lobby Europeo de Mujeres en Bruselas. Su presidenta y representante principal ante las Naciones Unidas es Alison Brown. Su actual representante principal de la ONU en Nueva York Soon-Young Yoon también es presidenta del Comité de ONG sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer, Nueva York y Primera Vicepresidenta de la Conferencia de ONGs. Los idiomas de trabajo oficiales de la IAW son inglés y francés.


Entre los congresos posteriores se celebraron en Copenhague (1906), Ámsterdam (1908), Londres (1909), Estocolmo (junio de 1911) y Budapest (1913). La Unión Francesa para el Sufragio Femenino (UFSF), fundada en febrero de 1909, fue reconocida formalmente por el congreso de la IWFA en Londres en abril de 1909 como representante del movimiento sufragista francés. La IWSA también publicó su propio periódico mensual, el Jus Suffragii. La IWSA, influenciada por Millicent Fawcett contra la militancia de las sufragistas al estilo de Emmeline Pankhurst, inicialmente rechazó la membresía en el WSPU en su reunión de Copenhague de 1906.

A fines de la década de 1920, la organización cambió su nombre a Alianza Internacional de Mujeres para el Sufragio y la Igualdad de Ciudadanía, y en 1946 se modificó a su nombre actual, Alianza Internacional de Mujeres. La primera Junta Ejecutiva incluyó a Carrie Chapman Catt (Presidenta), Anita Augspurg (primera Vicepresidenta), Donovan Bolden (2.ª Vicepresidenta) y Rachel Foster Avery (Secretaria).


La primera presidenta de la organización, Carrie Chapman Catt, también fundó la Liga de Mujeres Votantes en Estados Unidos durante su presidencia.


 


https://www.heroinas.net/2018/04/millicent-garrett-fawcett-lider-por-50.html

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sábado, 10 de febrero de 2024

Hablemos del amor


 ““De niña pensaba que una vida sin amor no valía la pena. Ojalá pudiera decir que llegué a esta conclusión porque tenía amor a raudales, pero fue precisamente la carencia de amor lo que hizo que me percatara de lo importante que era”.

Así comienza diciendo la escritora, activista social y feminista estadunidense bell hooks en el prefacio de su ensayo: todo sobre el amor (nombre personal y título del libro escrito en minúsculas por respeto a la decisión de ella misma), poniéndonos instantáneamente en la reflexión de la enorme relevancia que tiene la falta o la abundancia de amor en nuestra vida.

Y es en febrero que sobre todo en las sociedades occidentales capitalistas, el amor y la amistad se ponen de moda en la fugaz fiebre del día de San Valentín. Pero la celebración de un día al año con intercambio de regalos incluido, no es en realidad prestar atención a este sentimiento y a la manera en la que lo expresamos.

Por otra parte el amor no es un tema del que se deban ocupar sólo los enamorados y las mujeres, el concepto y la práctica del amor es algo que nos concierne a todos y a todas.

En un mundo en el que impera el individualismo, la falta de afecto, de empatía, el racismo, la violencia, las guerras y la cada vez más creciente deshumanización, se hace más que necesario, urgente que nos replanteemos la idea que tenemos del amor,  y en un ejercicio individual diario de deconstrucción y construcción, sería bueno comenzar a ver el amor desde la perspectiva que nos propone bell hooks:

“El amor como una fuerza activa que debe permitirnos establecer una comunión más profunda con el mundo.

“El amor como un poderoso movimiento social y revolucionario capaz de sanar y construir el mundo como un espacio más justo y honorable”.

Es prioritaria una re significación individual y colectiva ya que sí, es verdad que el amor es algo personal pero también es un asunto social y político que de un modo o de otro, nos afecta a todos y a todas, por lo mismo como sociedad necesitamos volver a mirar y reconocer que el amor no forma parte de la estructura del sistema de dominación patriarcal en el que vivimos y que la falta de ese vital componente, es el nefasto origen entre muchas otras cosas, de la injusticia social y de la violencia de género.

“El patriarcado es la enfermedad social más peligrosa para la vida que ataca el cuerpo y el espíritu masculino” nos dice nuevamente bell hooks.

Y aquí cabe agregar que las mujeres como dadoras cuidadoras y creadoras de vida, somos quienes históricamente hemos recibido y seguimos recibiendo los peores efectos de dicha enfermedad.

De ahí que continuando con el tema del amor y adentrándonos  de lleno en su impacto en la vida amorosa femenina, y en intención sanadora propongo que en una autorreflexión nos preguntemos como mujeres, si realmente reconocemos las heridas que nos causan los roles de género, el desamor, la falta de respeto y de compromiso de nuestra pareja?, estamos conscientes de lo dañina que puede ser la forma en que amamos y en la que supuestamente nos aman?.

Para poder respondernos quizá deberíamos  comenzar por preguntarnos qué es el amor?, desde nuestra perspectiva de mujer que significa amar y ser amada?

“La idea del amor no es universal”nos dice la antropóloga, feminista y escritora mexicana Marcela Lagarde, lo que nos lleva a la comprensión de que no existe una definición única del amor ni del acto de amar que aplique para todas, por lo tanto cada una tendrá respuestas distintas basadas en la propia experiencia de crianza, de vida y de su particular entorno geocultural, porque como ya hemos dicho el concepto y la práctica del amor no es sólo algo personal, también es social cultural y político.

Y por lo tanto más allá de ser un sentimiento,el significado y la manera de manifestar el amor es un modelo de conducta que se aprende desde la infancia al interior de una estructura social de género. Desde ahí es que se inicia la disparidad en las relaciones afectivas entre los dos sexos, y no es que seamos de planetas diferentes como sugiere el título de cierto libro, hombres y mujeres amamos de manera distinta porque el patrón amoroso que se usa para la formación de niños y niñas no es el mismo.

La mayoría de nosotras hemos sido formadas en esa especie de escuela familiar religiosa y social que prepara a las mujeres desde la infancia para ser de y para los hombres, como bien explica Simone de Beauvoir en su ensayo El Segundo Sexo. 

Ancestralmente a nosotras se nos ha enseñado a dar amor sin límite y a ellos a dar con medida, las mujeres amamos desde el corazón…los hombres desde la razón, de ahí la diferencia que tenemos para sentir definir y expresar el amor. 

Su concepto surge de la abundancia de seres privilegiados y amados históricamente, y el nuestro del generacional abandono, carencia y hambre de afecto.

Y en este modelo patriarcal desigual afectivo los hombres son el sujeto y las mujeres somos el objeto del amor,  situándonos en eso que la socióloga y feminista italiana Franca Basaglia llama orfandad de género, “las mujeres en el patriarcado estamos huérfanas” nos dice. 

Y simbólicamente es así porque provenimos de milenarias genealogías femeninas carentes, hambrientas…necesitadas de amor, y desde esa necesidad, desde ese vacío es que amamos y anhelamos ser amadas aferrándonos a idealizadas y destructivas fábulas amorosas que nos llevan del mito del amor romántico a la sumisión, a la pérdida de identidad, a la codependencia emocional, y al círculo de la violencia de pareja.

Aunque es cierto que las mujeres mediante el feminismo hemos ido desarrollando una mente crítica y en consecuencia vamos despatriarcalizåndo poco a poco los distintos ámbitos de la vida pública y privada, pero interiormente en las cuestiones amorosas …”aún nos queda mucho trabajo  que hacer a nivel sexual emocional y sentimental” dice y dice bien la escritora feminista Coral Herrera.

No obstante, el  concepto-práctica del amor y el feminismo, no son algo de lo que sólo las mujeres necesitamos aprender, los hombres también necesitan ese aprendizaje si aspiramos en verdad a construir un mundo mejor para la sociedad actual y para las futuras sociedades.

“La falta de amor se ha convertido en el presente en un fenómeno común” afirma bell hooks.

En muchos países esa ausencia se ve reflejada en la corrupción infiltrada en todos los sectores de la sociedad, en la impunidad, en la falta de programas de ayuda social y en la falta de efectivas políticas de seguridad.

Y definitivamente a nivel mundial la desigualdad, el machismo,  la misoginia, el feminicidio, y todas las demás violencias en contra de mujeres y niñas y la violencia en general son manifestaciones de esa falta de amor.

Hombres y mujeres necesitamos aprender a sentir pensar y manifestar el amor de una forma distinta, con ética honestidad y generosidad, pero también con perspectiva de género, para así poder enseñar a nuestras infancias un verdadero sanador y transformador arte de amar!.


Galilea Libertad Fausto 


Ilustración: portada del libro todo sobre el amor, bell hooks, 2021.

https://www.heroinas.net/2013/12/bell-hooks.html

https://www.heroinas.net/2017/01/franca-ongaro-maestra-de-maestras.html

https://www.heroinas.net/2014/10/coral-herrera-gomez.html

https://www.heroinas.net/2014/12/franca-ongaro.html

https://www.heroinas.net/2016/05/marcela-lagarde-candidata-al-prd.html

https://www.heroinas.net/2020/01/simone-de-beauvoir-filosofa-politica.html

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