Acerca de nosotras ·

domingo, 14 de junio de 2020

Miradas y propuestas feministas para la reconstrucción del país


Mediante el presente escrito queremos hacer llegar a la Comisión de Reconstrucción Social y Económica de España tras el Covid-19, propuestas feministas en materia laboral; servicios públicos de educación, sanidad, servicios sociales, dependencia; cuidados; violencias machistas; abolición de la prostitución; cuidado del Planeta; fiscalidad y modelo productivo,... que han sido objeto de un largo debate, tanto en el FÓRUM de Política Feminista, como dentro del movimiento feminista.

A/A Patxi López Álvarez,
Presidente de la Comisión de Reconstrucción Social y Económica de España tras el Covid-19


1.- Situación actual: política, económica y social.

El escenario al que nos enfrentamos es incierto y plantea muchos interrogantes de los que, al menos nosotras, no tenemos respuesta sobre el qué pasará. La información está dosificada, en parte por el propio desconocimiento de cuál será el comportamiento del virus y la pandemia. Su afectación a la población dependerá (aunque no totalmente, del grado de cumplimiento de las medidas de protección es el principal remedio por el momento, por tanto, hay que ocuparse de facilitar las condiciones para que se cumplan por parte de la población mediante acciones de sensibilización y de control del cumplimiento, particularmente en establecimientos comerciales, mercados, centros de trabajo, edificios de las Administraciones Públicas, etc.) de que se encuentre una vacuna eficaz. Que además debe ser gratuita para a toda la población.

Durante el estado de alarma y confinamiento ha quedado patente sobre quién se sustenta la sociedad. Con la parálisis de la actividad no fundamental, ha sido la clase trabajadora, los servicios públicos y en gran medida las profesiones de cuidado, más feminizadas y más precarias quienes han hecho posible que lo básico siguiera funcionando. Lo esencial para el sostenimiento de la vida.

Mientras, el capital intenta aprovechar esta medida de encierro para reconfigurar nuevas formas de trabajo y modos de consumo. Estamos ante una reconfiguración del capitalismo y el liberalismo en la cuarentena, una oportunidad del capital que busca aprovechar esta crisis hiperexplotando el espacio doméstico. El imperativo que nos muestran como feliz y de superación es la casa-oficina-escuela donde se da la máxima productividad de puertas para adentro, todos los días de la semana y sin horario. ¿Quién puede asegurar que una vez pasada la emergencia sanitaria esos avances en la flexibilización laboral que atomizan a las personas trabajadoras, las despoja de la colectividad y que las precarizan aún más, vayan a retroceder y cambiar? Es un escenario perfecto, ahorro total de costes (luz, espacio, ponemos las herramientas, pagamos el alquiler) mientras cuidamos de hijos e hijas, personas dependientes y libramos al estado de servicios públicos básicos (educación infantil, cuidado a dependientes), incluido el transporte. Este escenario social, laboral y de cuidados tiene una cara perdedora: la de las mujeres, por lo que la perspectiva feminista aquí es clara y necesaria para no salir de esta crisis con más desigualdad con la que entramos.

El escenario político mediante el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19, donde el Poder Ejecutivo ejerce un poder absoluto legal y constitucionalmente otorgado por convalidación en el Congreso. El Mando Único. Con una oposición destructiva, peleando no ya solo por el desgaste del Gobierno, radicalizando su discurso al extremo, sino también trabajando en favor del Capital y del Neoliberalismo, haciendo de portavoces de Empresas y Capital y manipulando para que la opción del futuro posible sea el totalitarismo y el capitalismo controlador. Y ellos al mando de la nave.

En el plano económico es una crisis brutal, y más para el modelo económico que se nos ha implantado basado en los servicios, la explotación de los recursos naturales, consumismo al menor coste posible, incluidos claro está los costes laborales y eliminando casi en su totalidad la industria. Una economía neoliberal que ha hecho de los servicios, la educación, los cuidados de personas mayores y la sanidad su negocio más lucrativo, como tristemente hemos comprobado con las residencias de personas mayores y la avaricia empresarial que ha llevado su gestión y que ha costado miles de vidas humanas, mientras sus beneficios no paran de crecer. Y por otro lado, como vemos, los hospitales privados cerrados y presentando ERTES mientras los hospitales públicos se encuentran colapsados con una merma de camas, la atención primaria desbordada y el permanente déficit de los servicios de Salud Pública, falta de profesionales, todo ello generado en años anteriores con un déficit de financiación.

La UE tacañea recursos mientras los países más sacudidos le exigimos ayuda solidaria para las necesidades a corto plazo y también para hacer frente a las repercusiones estructurales que va a conllevar la pandemia a corto, medio y largo plazo sobre la sociedad, el empleo y la economía.

La respuesta no está siendo como se esperaba del reparto de la deuda, sino un Plan de Rescate para asistir a estados, empresas y trabajadoras/es. Otro Plan de Rescate o Préstamo que gravarán más las finanzas del país

Estos son los Pronósticos según el FMI para España:

• La deuda alcanzará hasta el 113,4 % de su producto interior bruto (PIB) este año y el 114,6 % en 2021, como consecuencia de las medidas fiscales que el país tendrá que tomar para luchar contra la pandemia.

• El déficit público español casi se cuadruplicará, al pasar del 2,6 % del PIB en 2019 al 9,5 % 2020, para bajar en el próximo ejercicio hasta el 6,7 %.

• La economía española caerá un 8 % y la tasa de desempleo aumentará seis puntos, hasta el 20,8 %, este año.

• Según informe de la OIT, en nuestro país, en el mes de marzo, los efectos directos del COVID-19, sobre el mercado de trabajo han sido de 4.2 millones de personas, de las cuales 900.000 personas han perdido su empleo, 2.6 millones de trabajadoras/es han sido afectados/as por ERTES. Medio millón de autónomos/as han solicitado acogerse a la ayuda estatal por caída de ingresos y 250.000 asalariadas/os se encuentran en situación de IT por cuarentena o contagio.

Toda esta situación se suma al ya de por si mercado de trabajo precarizado y desregularizado. Los empleos que más van a tardar en recuperarse (de seguir con este modelo productivo), serán los del sector turístico, sector que representa el 14,6% del PIB con más de 2,8 millones de empleos, lo que representa el 12% del empleo total. El 56% de la mano de obra del sector servicios es femenina y con unas condiciones laborales basadas en la discriminación y precariedad tal y como vienen denunciando, por ejemplo, el colectivo de las Kellys.

Con este escenario de crisis sanitaria, política y económica, la sociedad se plantea el futuro, una inquietud que todo el mundo tiene mientras se intenta acabar con la pandemia.

Sobre la mesa está el trabajar por un Acuerdo de Recuperación del País, un gran acuerdo, el más amplio posible para el que se quiere contar con todas las Administraciones, Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, donde estén presentes todos los grupos políticos del Congreso, agentes sociales y entendemos que ahí debe estar el movimiento Feminista, que debe intervenir en las iniciativas encaminadas a la recuperación y que esta nos ponga en pie de igualdad a toda la sociedad incorporando la necesaria y obligada perspectiva feminista. A tenor de las personas y entidades que van a comparecer ante la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica, volvemos a constatar la ausencia del movimiento feminista, con lo cual no se va a garantizar la perspectiva de género que visibiliza las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres, es decir a más de la mitad de la población española.

El enfoque feminista en este acuerdo de recuperación de país, se hace más necesario que nunca, ya que esta crisis ha puesto de manifiesto las situaciones de desigualdad estructural entre mujeres y hombres que desde hace décadas viene denunciando el movimiento feminista, en momentos de crisis como la actual, se ha puesto de manifiesto no solo cuales son los servicios esenciales para el funcionamiento de la sociedad y, estos, tienen que ver con el sostenimiento de la vida, con poner la vida de las personas y del planeta en el centro de las políticas públicas sino como, los trabajos de cuidados dentro de los hogares que durante el confinamiento han aumentado con los colegios cerrados, las abuelas y los abuelos sin poder hacerse cargo de las criaturas, etc. sigue recayendo mayoritariamente sobre las mujeres. La salida de esta situación de crisis sanitaria, social, económica y medioambiental, debe contar con las propuestas feministas, porque no puede haber recuperación sin contar con la mitad de la población que son las mujeres.

Hay mucho en juego. El capital intentará aprovechar esta medida de encierro para reconfigurar nuevas formas de trabajo, los modos de consumo, y los parámetros de ingreso. Y el pacto debe servir para frenar los deseos neoliberales de una vuelta más de tuerca al modelo y llevar al país a un estado social y de igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres.

El modelo actual estaba ya puesto en cuestión y varias han sido las luchas que han puesto en entredicho la legitimidad del modelo neoliberal actual. ¿Cómo hubiésemos enfrentado la pandemia sin la politización previa por parte del movimiento feminista de los cuidados, el trabajo invisibilizado, las tareas reproductivas, la feminización de determinadas profesiones y su precariedad?

Y ahora estamos en alerta porque el fin de la pandemia nos puede traer una situación de mayor vulnerabilidad, con posibles aumentos de las violencias machistas, de impagos de alquileres e hipotecas de vivienda, de bienes y servicios, unido a más desempleo, pobreza, exclusión y una deuda de Estado sin precedentes. Endeudamiento público y privado. Crisis que golpea más fuerte a quienes menos recursos tienen y a quien está en situación de mayor desprotección y desigualdad. Y las mujeres no partimos de situación de igualdad.

Pero, el fin de la pandemia, nos puede traer un nuevo modelo social que tenga en cuenta las necesidades de las personas y del planeta, poniendo la vida en el centro, con un reparto de la riqueza, y mayor igualdad entre mujeres y hombres. La pandemia, ha puesto de manifiesto los límites del sistema económico neoliberal que no ha sido capaz de dar respuesta a las necesidades de la población y menos aún de las mujeres, están más centrados en sus beneficios empresariales como ha quedado puesto de manifiesto por ejemplo con la gestión de las residencias de personas mayores. Todas las crisis, pueden suponer también nuevas oportunidades, ha llegado el momento de un nuevo modelo social, basado en las necesidades de las personas, respetuoso con el planeta y con la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

2.- Cómo afecta esta crisis a las mujeres.

Mujeres y hombres no partimos de la misma casilla de salida y por ello nos afectarán de forma desigual las medidas y/o acuerdos que se vayan implementando. En este sentido, es pertinente traer aquí las recomendaciones de ONU MUJERES:
Una respuesta efectiva frente al COVID19 requiere reflejar las dinámicas por sexo.
Asegurando la disponibilidad de datos por sexo y el análisis feminista de estos.
Datos por sexo, edad, discapacidad, para conocer cómo evoluciona la situación incluidas las tasas diferenciadas de infección, los impactos económicos y la carga de cuidados diferenciado.
Y la incidencia de violencia machista y sexual.

A lo que debemos añadir la necesidad de conocer con datos desagregados la evolución durante la pandemia de los datos por sexo, unidad familiar (señalando también las familias monomarentales)

- Necesidad de incluir a más mujeres en la toma de decisiones como ya ha sido puesta de manifiesto por diversos organismos internacionales.
- Datos de empleo tanto de trabajadores/as asalariados/as como de autónomos/as.
- Número de prestaciones por desempleo y seguridad social.
- Número de personas beneficiarias de las prestaciones especiales puestas en marcha.
- Número de mujeres acogidas y las prestaciones derivadas de una situación de violencia machista, al igual que por violencia sexual, incluyendo las mujeres en prostitución.
- Datos desagregados de las personas que han hecho uso de la reducción de jornada, adaptación del horario o permiso por cuidados de menores o dependientes a cargo.
- El uso de los aplazamientos del pago de los gastos relacionados con la vivienda y otros servicios básicos.

Es necesario realizar estudio de impacto de género de todas las medidas que se han puesto en marcha así como de las que se tendrán que implementar para la salida de la crisis, para conocer cómo afectan a las mujeres en cuanto a la deuda, la vivienda, el empleo, las cargas de cuidados y la salud, en definitiva, sobre sus vidas.

3.- Acciones y Propuestas

INGRESO MÍNIMO VITAL (IMV)

Hay más de un millón de hogares sin ningún tipo de ingresos.

El IMV siempre ha constituido para el Movimiento Feminista una herramienta para modificar el orden de género establecido, teniendo en cuenta la segregación laboral, la realidad social y del mundo del trabajo. Es imprescindible tener una perspectiva feminista. Pero no puede ser sustitutivo de nada. Son los servicios públicos los que deben trabajar para el sostenimiento de la vida y la recuperación social. Reorganizando y redefiniendo los servicios públicos, repensando la sociedad como un espacio sin roles. La renta básica no debe sustituir a lo público, pero sí dar suficiencia económica que aleje a las mujeres de situaciones de dependencia/ y/o vulnerabilidad frente a todo tipo de violencias, y de abusos empresariales en el entorno laboral. El Ingreso Mínimo Vital es un instrumento, no es único ni un milagro, sólo una herramienta para la igualdad.

En estos momentos el debate se centra en aprobar una Renta vital permanente o una renta mínima temporal. La situación es excepcional y en este contexto:

- La renta debe ser de emergencia, que aporte liquidez de subsistencia y aborde una situación de crisis por urgente necesidad social y no universal.
- Que perdure como puente hasta la aprobación del IMV definitivo.
- Se debe considerar un derecho subjetivo, por lo tanto, es Individual y no por unidad familiar.
- Detraído de los ingresos por impuestos en los Presupuestos Generales del Estado y no de la Seguridad Social.

“El IMV sería un punto de partida interesante para ampliar el foco pro-positivo integrando otras propuestas complementarias en un Plan de Acción y Emergencia Social orientado al cambio estructural, teniendo en cuenta que será necesario abordar la eliminación de la división sexual del trabajo y los mecanismos y estructuras que sostienen la desigualdad de género.” Carmen Castro.


TRABAJO Y EMPLEO

¿Quiénes y qué sostienen a la sociedad en la cuarentena? Los cuidados, las tareas de limpieza y mantenimiento, los múltiples trabajos del sistema de salud y de agricultura. Son la infraestructura imprescindible. Es aquello de lo que no podemos prescindir para que la vida y la sociedad continúen.

Estos trabajos que se han demostrados irreemplazables y esenciales tienen una tasa de feminización que alcanza el 90% en algunos sectores como las residencias de personas mayores, la ayuda a domicilio, el comercio de alimentación, los servicios salud, los servicios sociales… Trabajos que soportan la máxima precariedad y el abuso empresarial.

Estas ocupaciones esenciales deben tener un tratamiento diferenciado en el orden laboral, con garantías de dignidad en las condiciones de empleo.

- Catalogar normativamente estos trabajos y profesiones como esenciales otorgándoles seguridad jurídica en cuanto a unas condiciones mínimas: especial protección legal ante el fraude en la contratación o en las condiciones de abuso patronal. (Especial sanción a patronales abusadoras).
- La reducción general de la jornada de trabajo, trabajar menos horas, para trabajar más personas.
- Regularización de la situación administrativa de aquellas personas migrantes que trabajen en estos servicios declarados esenciales.
- Ratificación del Convenio 189 de la OIT referido a la protección del Trabajo en el Hogar.
- Ratificación del convenio 190 de la OIT relativo a la lucha contra la violencia en el mundo del trabajo.
- Destapar y considerar como trabajos por cuenta ajena todos aquellos trabajos realizados a través de plataformas desarrollados por falsos autónomos.
- Acelerar la igualdad en los salarios, reforzar el papel de la Inspección de Trabajo en el cumplimiento del Real Decreto-Ley 6/2019.
- Sustituir el trabajo de cuidados no pagado por trabajo remunerado y servicios públicos.
- En España se dedican a cuidados familiares no pagados 130 millones de horas al día, equivalentes al 15% del PIB y a 16 millones de personas trabajando 8 horas/día (OIT, 2018). El cumplimiento del Objetivo 5.4 de Desarrollo Sostenible en 2030 y la aplicación de las recomendaciones del Informe Trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado para un futuro con trabajo decente, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) significaría incluir en las estadísticas el trabajo no pagado de cuidados e invertir 40.800 millones de euros para sustituirlo por un millón de empleos decentes en la educación -particularmente en la etapa de 0 a 3 años- y la atención a la dependencia.
- Reforzar la Inspección de Trabajo y Seguridad Social en la lucha contra el fraude en la contratación y la economía sumergida.
- Reforzar la Inspección de Trabajo aumentando su plantilla y seguimiento y cumplimiento de la normativa laboral con perspectiva feminista. Especial atención a las empresas de servicios múltiples, centros que signifiquen cuidados, trabajos a la comunidad, salud y empleo doméstico.

- Reforzar el emprendimiento femenino, el fomento del cooperativismo de mujeres, el apoyo a las mujeres rurales emprendedoras quitando trabas burocráticas para iniciar actividades.
- Apoyo con un programa de consolidación a las empresarias existentes para que, a causa de esta crisis no tengan que cerrar y caigan con ellas sus economías familiares, tanto apoyándolas con ayudas económicas como con formación y mentoring y acompañamiento para adaptar sus negocios a la situación y salir adelante gracias a la transferencia de conocimiento e innovación.

Uno de los mayores problemas del trabajo de los cuidados es la economía sumergida. Las medidas gubernamentales para las empleadas de hogar, muchas de ellas cuidadoras de niños y niñas y personas mayores no han tenido la repercusión necesaria por ejercer sus trabajos sin estar dadas de alta, y, en muchos casos estar en situación administrativa irregular.

La regularización de situaciones de personas migrantes hoy en día irregulares, que se podía haber hecho y creemos se puede hacer con suma facilidad y evitaría que, o se queden sin trabajar o lo hagan en la economía sumergida. La regularización de estas/os trabajadores/as en situación administrativa irregular, vendrá a dar respuesta a las demandas de los empresarios/as del sector agrícola con la falta de mano de obra nacional. Proponemos:

- Regularización de la situación administrativa de aquellas personas migrantes que trabajen en servicios y ocupaciones declarados esenciales
- Deducciones fiscales especiales a empleadoras de empleadas de hogar y ayuda a domicilio. Consideración de esta actividad como generadora de riqueza. El gasto generado por la empleadora (salario y cotización) debe dejar de ser considerado consumo
- Refuerzo del empleo público. Tasas de reposición, agilidad OPE, acabar con la precariedad en el empleo público, bolsas en el sistema público de salud en todas las Comunidades Autónomas, contratos por horas y sustituciones.


SERVICIOS Y GASTOS PÚBLICOS

Los servicios públicos son esenciales para la igualdad social y la democracia. Deben estar suficientemente dotados, ser eficaces y eficientes, mantenidos con empleo en condiciones laborales que supongan estabilidad. En tiempos de crisis se presentan como los garantes de otorgar una cobertura a la ciudadanía golpeada por la misma y deben tener la robustez suficiente para hacer frente a situaciones como la que estamos viviendo.

También en las administraciones públicas la segregación laboral existe y son las mujeres las encargadas en un alto porcentaje, de realizar las tareas de servicios a la comunidad, limpieza y cuidados sufriendo las peores condiciones laborales y un índice de temporalidad muy elevado. También en lo referente a las trabajadoras de la Salud y Servicios Sociales.
Las tasas de reposición deben ser eliminadas y sustituidas por un estudio racional de cobertura de necesidades de empleo, reestructuración de plantillas desviando los recursos a lo más necesario para cubrir la necesaria atención a la salida de la crisis y la cobertura necesaria de vacantes. (Ej: el colapso en el SEPE, la Seguridad Social y el SAE por los ERTES. Deberían haberse entendido como servicios esenciales, desviando efectivos de otras dependencias administrativas a la tramitación de la prestación por desempleo).

En la tremenda realidad vivida de la situación de las residencias de mayores, la alta mortandad por COVId19 de las personas usuarias de las mismas y la ocultación y la mala praxis de las empresas concesionarias del servicio, movidas por la avaricia empresarial, se esconde también explotación laboral en la mayoría de los casos. La situación que ha levantado la epidemia no se debía de haber producido si los poderes públicos hubiesen actuado firmemente con sus servicios de inspección, tanto de servicios sociales como de la Inspección de Trabajo. Por consiguiente, proponemos:
- Refuerzo de la Inspección por parte de las administraciones sobre las actividades privadas que conlleven cuidados. guarderías, ludotecas o residencias de mayores y dependientes. .
- Plantillas adecuadas en los servicios que cubran la necesaria atención a la sociedad para la salida de la recuperación social.
- Ampliación de estos servicios a la comunidad y de cuidados con gestión pública.
- Desviación de los presupuestos y gastos armamentísticos no comprometidos a paliar las consecuencias de la COVID-19.
- Bonos europeos como prioridad de para hacer frente al desgaste de las arcas públicas ante la deuda que pueda generar el Plan de Rescate aprobado por la UE.
- Aumento del apoyo económico en I+D+I



SISTEMAS PÚBLICOS DE EDUCACIÓN, SANIDAD, SERVICIOS SOCIALES, DEPENDENCIA.

Los Sistemas Públicos de Educación, Salud, Servicios Sociales, Dependencia, pilares del Estado del Bienestar, se han visto irremediablemente afectados por los impactos de la pandemia y la situación Post-COVID. Esta crisis ha demostrado su importancia para la supervivencia de la vida humana, para la calidad de vida de la población, para la redistribución de los bienes y para la equidad. De ello se infiere que la sociedad precisa de un refuerzo extraordinario que disminuya los riesgos para la salud y para la equidad que se han hecho visibles en este caso. Un importante refuerzo de presupuestos, políticas, programas, medios materiales y profesionales.

Pero ese refuerzo y adaptación, no puede hacerse sin perspectiva de género. Sustituir la educación presencial por educación completamente online sin más, es obviar la sobrecarga que supone la enseñanza en casa para las familias, en especial para las mujeres, y las severas dificultades para la vida profesional ello puede suponer, además de aumentar la brecha entre la población con y sin recursos económicos. Y así con todos los servicios de cuidado.

En lo referido al sistema educativo, es esencial que se contemple esta perspectiva de servicio de cuidado, pero, además, es preciso que, en el marco de un modelo educativo basado en la equidad como valor máximo, se refuerce la presencia en el currículo de la perspectiva coeducativa y la educación en valores, en los materiales, en la formación del profesorado, familias y alumnado, y que se implementen políticas activas y programas para lograrlo. O sea, llevar a la práctica lo previsto en la Legislación de Igualdad para la Educación, para lo cual es necesario sustituir la LOMCE y elaborar una ley inclusiva e igualitaria, con participación y consenso de la Comunidad Educativa, sin que falte la aportación experta de las personas especialistas en Educación para la Igualdad.

CUIDADOS

Debemos construir una nueva normalidad con una nueva política. No queremos volver a la “normalidad” anterior, esa que nos ha conducido a esta situación. Hacer de la cultura del cuidado un principio político que proteja todas las vidas. Partimos de la consideración de los cuidados como una necesidad social, asumida colectivamente y del trabajo del Movimiento Feminista por hacer visible esta realidad señalando la carga que supone para las mujeres la falta de corresponsabilidad y la insuficiente apuesta de los poderes públicos por desmontar los mecanismos que generan la desigualdad de los sexos en este sentido.

La situación que provoca la crisis sanitaria ha supuesto un cambio en las condiciones en las que se atiende a las y los menores y personas dependientes, al estar cerrados los centros de día y los centros educativos. Esto puede suponer un importante retroceso en el papel de cuidadoras de las mujeres que se adjudica de manera natural y contra el que estábamos ganando pequeños avances.

Los cuidados en nuestro país necesitan de una Reorganización y de unas Políticas Públicas con dotación económica suficiente. Este estudio del Instituto de Estudios Fiscales demuestra que es posible establecer el derecho universal a la atención suficiente por parte de los servicios públicos.

Pero el momento es de emergencia y la necesidad ahora es paliar de forma urgente las consecuencias de la crisis, pero debemos sentar las bases para un futuro de reconocimiento de derecho a la atención.

Deben implementarse medidas de políticas públicas para que los cuidados no se queden en el ámbito de lo doméstico y dejen de recaer mayoritariamente en las mujeres. Por ello proponemos:
- Medidas de dignificación del empleo de las trabajadoras del hogar. Régimen fiscal específico a para las personas empleadoras.
- Especial protección a las profesiones de cuidados demostradas esenciales en la crisis.
- Servicios de cuidados profesionales y públicos como garantía de la calidad de la atención y a su vez de empleo en condiciones decentes, directo y no deslocalizable.
- Plan especial y continuo de atención a la salud de las personas cuidadoras y del ámbito sanitario, potenciando y evaluando los ya existentes en los ámbitos de servicios sociales y sanitarios para prevenir las consecuencias físicas y psíquicas que implica el rol de cuidados.

Las comunidades autónomas y corporaciones locales deben centrar esfuerzos en la situación de las personas mayores y dependientes en las residencias de gestión privada teniendo especial celo en la inspección de las mismas, máxime cuando el régimen sea de concertación pública.

La concertación de estos servicios o la proliferación del negocio puramente privado en el “sector servicios” ha sido ejecutado por empresas que centran su actividad sólo basadas en la economía de mercado, hemos podido comprobar cómo el triunfo de sus ganancias ha supuesto un fracaso social cobrándose muchas vidas, debemos aprender para evitar que vuela a suceder. Por ello, proponemos:
- Aumentar los centros de gestión pública directa.
- Rescate del servicio por la administración pública de aquellas residencias donde se compruebe negligencia, falta de atención a las personas ingresadas o abusos laborales.

VIOLENCIAS MACHISTAS

La pandemia he dejado en evidencia que las violencias machistas se agudiza con la crisis, las mujeres y las niñas y niños menores quedan encerradas al haberse quedadas confinadas con sus maltratadores que se han sentido más impunes, por la mayor dificultad de ellas para abandonar el domicilio, romper la relación y dificultades para e interponer denuncia. El confinamiento, en muchos casos, ha encerrado a las víctimas de violencia machista con sus maltratadores, en el tiempo del distanciamiento social, muchas mujeres se ven obligadas a convivir las 24 horas con su maltratador, bajo el mismo techo sin la posibilidad de que esa convivencia pueda ser interrumpida por otra actividad que no sea la de permanecer en casa, por lo que podemos decir que están afrontando dos pandemias: el COVID-19 y la violencia machista.

El número de llamadas al 016 durante el pasado mes de marzo se incrementó hasta convertirse en el más alto de los últimos tres años.

Por las distintas administraciones se han tomado algunas medidas para facilitar la denuncia y ayuda a las mujeres víctimas: Considerar esenciales los servicios de apoyo a las víctimas, aplicaciones para móviles como AlertCop, teléfonos de atención por WhatssApp y la contraseña Mascarilla 19 en las farmacias. Además proponemos que:

- Las medidas que se implementen, deberían cambiar la mirada y no ponerla tanto en las mujeres sino en los maltratadores visibilizándolos, para no caer en la doble victimización de las mujeres.
- Seguimiento continuo de las mujeres que durante el periodo de confinamiento se han puesto en contacto con las distintas administraciones solicitando asistencia.
- Poner en marcha una red de alquileres sociales para las mujeres y sus hijas e hijos.
- Recuperación integral de las mujeres y sus hijas e hijos.
- Realización de estudios longitudinales para ver la evolución de las mujeres supervivientes de las violencias machistas.
- Ampliar el número de las viviendas y servicios destinados a la de protección y acogida de las mujeres víctimas de violencia.
- Implementar los servicios jurídicos y de asesoramiento gratuito. Se preste Atención Integral obligatoria por parte de las Comunidades Autónomas, los Cabildos y los Ayuntamientos.
- Reforma de la Ley 1/2004 para que todos los tipos de violencia se vean reflejados y tengan el mismo grado de protección.
- Aplicar el Convenio de Estambul y las recomendaciones de CEDAW.
- En el plan de empleo que se implemente contemplar medidas de acción positiva para mujeres supervivientes de las violencias machistas.
- En un excesivo número de casos, se dictan sentencias desde los órganos judiciales que se alejan de una posición de protección a la mujer víctima, llegando a culpabilizarla o cuestionarla y aplicando laxamente las penas en las sentencias por violencia sexual o asesinato machista. Es necesario que exista un órgano en el seno del CGPJ que revise las sentencias judiciales patriarcales con clara perspectiva feminista, con formación adecuada. Es necesario garantizar que se juzgue con perspectiva de género para evitar el sesgo patriarcal en las sentencias judiciales, para lo cual es preciso mejorar el nivel de formación de los operadores jurídicos que intervienen en todo el proceso judicial, impulsando las medidas que desde el Consejo General del Poder Judicial se puedan tomar para garantizar que la igualdad y la justicia como valores superiores de nuestro Ordenamiento Jurídico consagrados en el Artículo 1 de la Constitución Española sean una realidad.

ABOLICIÓN DE LA PROSTITUCIÓN

El movimiento feminista es abolicionista de la prostitución. Hemos mostrado la necesidad de una ley Integral abolicionista que debe ser aprobada cuanto antes. La situación de emergencia sanitaria ha puesto en escena un recrudecimiento de la situación de explotación y violencia que sufren las mujeres. Por ello es necesario tomar medidas puente, provisionales y urgentes.

La crisis sanitaria a causa de la COVID-19 ha agudizado aún más la situación de las mujeres en situación de prostitución y de trata con fines de explotación sexual. Aunque se han puesto en marcha algunas medidas, éstas se han manifestado ser insuficientes.

Las mujeres en situación de prostitución Están siendo obligadas por sus proxenetas a seguir manteniendo sexo con los “clientes”, a pesar de la pandemia y la prohibición que esta conlleva de las prohibiciones que la situación de alarma conllevaba. Otras mujeres se encuentran sin ningún tipo de ingreso al no recibir ayuda alguna.

Muchas otras son obligadas a pagar alojamiento y manutención a sus explotadores por lo que su situación empeora en estado de confinamiento, aumentando la deuda que ellos les imponen. Dadas estas circunstancias, proponemos:
- Recursos para las mujeres prostituidas. Ingreso Mínimo Vital.
- Cierre total de todos los locales de explotación sexual.
- Alojamientos/Refugios seguros para mujeres para las mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata con fines de explotación sexual. Garantizar el cumplimiento del Convenio de Varsovia, ratificado y por tanto de aplicación directa en nuestro Ordenamiento Jurídico. Por consiguiente, crear los recursos alojativos que faltan en aquellas provincias que carecen de ellos o resultan insuficientes para acoger a las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, así como los centros y sus respectivos servicios de atención integral que garanticen el respeto a sus derechos, su inclusión y el ejercicio de la ciudadanía plena.
- Planes de empleo específicos para mujeres que abandonan el sistema prostitucional.
- Inclusión a las mujeres prostituidas en las medidas contra las violencias machistas.
- Acceso al sistema público de salud de aquellas que lo tengan, asesoramiento legal y jurídico.
- Regularización de las mujeres migrantes en situación prostitucional que se encuentren en situación irregular garantizando su residencia en España y evitando su deportación.

CUIDADO DEL PLANETA

El distanciamiento social es un elemento fundamental para parar la epidemia y por ello los espacios que comúnmente muestra aglomeraciones se muestran como un peligro sanitario.

Uno de esos espacios es el transporte público que sufre de aglomeraciones en horas punta y espacios cerrados.

Las ciudades deben anteponer y fomentar otros tipos de medios de movilidad individual y facilitar que el uso de la bicicleta y otros medios de transporte ecológicos se muestre como la mejor opción como alternativas no ya sólo para proteger la salud pública sino para el medio ambiente, eliminando contaminación que hace padecer afecciones respiratorias, factores de riesgo para el COVID19.

Debemos adoptar un nuevo modelo productivo que implique un modelo de consumo más local y/o nacional, esto implica menos emisiones de CO2 de dióxido de carbono y otros contaminantes a la atmósfera. Las ayudas económicas que se implementen para la reactivación de la economía, deben tener en cuenta el impacto medioambiental previniendo la tentación de volver a un modelo desarrollista que ofrezca soluciones rápidas pero comprometa el futuro de la vida y el planeta.

Implementación de la Agenda 2030 impulsando decididamente el diseño y la localización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Urge la tramitación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética que tiene como objetivo la descarbonización de la economía española para 2050 cumpliendo así los compromisos adquiridos frente a la UE y en el Acuerdo de París. Urge aplicar las medidas y desarrollar las leyes que garanticen la descarbonización de la economía española cumpliendo los plazos y los compromisos adquiridos frente en el Acuerdo de París.

En la nueva situación mundial donde la movilidad de mercancías entre países se restringe y nos ha hecho reconocer la necesidad de promover la soberanía alimentaria y el refuerzo del sector agrícola que genera riqueza y empleo, debiendo promover la innovación para garantizar la productividad y competitividad del mismo impulsando su transformación así como su sostenibilidad.

FISCALIDAD

Los elementos económicos de la crisis pandémica traen consigo un esfuerzo del Estado para hacer frente a la emergencia sanitaria y social, tomando medidas de desviación de recursos hacia el objetivo principal de la recuperación social y económica del país tras la caída tan brusca que estamos sufriendo y que tanta repercusión está teniendo en las condiciones y calidad de vida de la gente.

Este aumento de los gastos del Estado debe ser paliado en el menor tiempo posible con aumento de ingresos, más allá de las aportaciones de la UE, que a la larga conllevará un aumento de la deuda del Estado, la fiscalidad debe ser un factor principal clave para este objetivo.

Es necesaria, una nueva política fiscal para aumentar los ingresos públicos. Para ello proponemos:

- Eliminación de la casilla de la aportación a la Iglesia en la Declaración de la Renta y la correspondiente al 2019 desviarla a la recuperación del país y las medidas que se vayan tomando.
- Obligación de pago de impuestos de la Iglesia Católica y de todos aquellos estamentos que tengan reducida/condonadas/bonificadas sus aportaciones fiscales.
- Una fiscalidad de IRPF progresiva y que sea destapada en sus niveles altos. En la actualidad se encuentra en los 45.000€.
- Deducción fiscal a las familias monomarentales.
- Aumento significativo de la tributación, actualmente al 1%, de los rendimientos que la SICAV, que deberán tributar al igual que rentas individuales.
- Aumento de la tributación de los rendimientos del capital de grandes fortunas. (Actualmente tributa al 19% para importes de hasta 6.000 euros. A partir de 6.000 y hasta los 50.000 euros ganados se paga el 21%, y a partir de 50.000 euros, hay que tributar por el 23% a Hacienda)
- Deducciones fiscales especiales a empleadoras y empleadores de trabajadoras/es del hogar y ayuda a domicilio. Consideración de esta actividad como generadora de riqueza. El gasto generado por la/el empleadora/or (salario y cotización) debe dejar de ser considerado consumo.
- Que el Rey emérito rinda cuentas y proceda al ingreso de las comisiones obtenidas en la arcas públicas y se tomen las medidas para ingresar en las arcas públicas lo indebidamente percibido.
- Que se ajuste el presupuesto de la Casa Real adaptándose al contexto de crisis dando muestras de ejemplaridad en su gestión económica.
- Perseguir y poner fin a los paraísos fiscales.
- Que aquellas empresas que dispongan de fondos en paraísos fiscales no puedan ser beneficiarias de ayudas y bonificaciones procedentes de las administraciones públicas españolas.


MODELO PRODUCTIVO

Es necesario en este momento hacer también una reflexión sobre el cambio de modelo productivo apostando por un modelo empresarial más local y/o nacional que rebaje la dependencia de las importaciones en bienes y servicios imprescindibles en situaciones de emergencia y necesidad, hecho que se ha demostrado con esta crisis sanitaria muy grave (mascarillas, respiradores, productos farmacéuticos o de higiene... etc).
Es necesario no solo recuperar la actividad industrial deslocalizada, sino también apostar por una industria transformadora que permita que el valor creado con los productos del sector primario se incremente mediante su transformación dentro de nuestro país

El tejido productivo de España es tan débil que no tiene garantizado los suministros básicos. La economía basada en los servicios y el turismo y la destrucción masiva de nuestras industrias nos ha hecho dependientes de otros países y economías más industrializadas, situación que ahora nos abre a un necesario cambio de paradigma y de modelo productivo después de décadas de deslocalización de las industrias con el fenómeno de la globalización. Debemos buscar un equilibrio entre la seguridad y la libertad económicas para garantizar la satisfacción de las necesidades y el ejercicio de los derechos de todas y todos.

La crisis económica de 2008 y la actual crisis sanitaria están demostrando que la economía de nuestro país es frágil por causa de su deslocalización y desindustrialización. También por la privatización sistemática del tejido empresarial con la pérdida de soberanía que ello conlleva, dificultando la toma de decisiones al depender casi por completo de terceros para la supervivencia del tejido empresarial.

Es necesaria una reinvención de nuestro modelo económico sobre nuevos pilares que garanticen la supervivencia del tejido productivo y nos protejan frente a los riesgos de los que desde hace mucho tiempo nos vienen advirtiendo las mujeres y hombres de la Ciencia. Esta crisis no es un cisne negro, no nos engañemos. Era previsible y debemos asumir que no hemos hecho los deberes como demuestra el incumplimiento de los Objetivos del Milenio y el retraso en la implementación de la Agenda 2030, la cual sin el compromiso decidido de todas y todos tampoco se cumplirá. Para lograrlo es preciso asumir responsabilidades a todos los niveles, desde el individual, pasando por el colectivo hasta el institucional. Las personas y el planeta no pueden esperar más.

Manifestamos nuestra voluntad y compromiso de cumplir con la parte que nos toca, pero al mismo tiempo esperamos de los poderes públicos la altura de miras para abordar con la responsabilidad que les corresponde el cumplimiento de sus obligaciones que permita superar esta crisis de la mejor forma posible por el bien de todas y todos. Los poderes del Estado emanan del pueblo español en el cual reside la soberanía nacional. El Estado de Derecho es la garantía de la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político, por lo que seguiremos trabajando por su fortalecimiento y por la construcción de una sociedad democrática avanzada que asegure un orden económico y social justo y una digna calidad de vida a todas y todos, en lo que no permitiremos Ni Un Paso Atrás.


FÓRUM de Política Feminista, 2 de Junio 2020.


Reseñas para un Pacto de Reconstrucción

• XXIX Taller del FÓRUM de Política Feminista 2019.: Dependencia y Cuidados.

• Agenda Feminista 18/19: Violencias Machistas y Pacto de Estado. El trabajo de los cuidados. Reparto social de los cuidados.

• XXV Taller del FÓRUM de Política Feminista 2015: Ecologismo. Política Social. Ingreso Mínimo Vital.

• XXIV Taller del FÓRUM de Política Feminista 2014: Fiscalidad

• Carmen Castro: Algunas reflexiones feministas sobre la Renta Básica: ¿una buena idea para la transformación social?
Leer más...

viernes, 12 de junio de 2020

Construyendo alternativas solidarias de futuro


Que lo esencial deje de ser invisible:

Construyendo alternativas solidarias de futuro


La crisis del COVID-19 supone un importante desafío para nuestras sociedades y nos interpela como personas y como organizaciones, no sólo en lo que se refiere a la gestión de esta pandemia de carácter global, sino también en el futuro que está por venir.
Se están produciendo cambios relevantes en las prioridades, en la economía, en la política y en la sociedad en su conjunto. Parece evidente que nada volverá a ser igual que antes de esta crisis. Esta situación global e inédita está llena de riesgos, pero también de oportunidades y nos obliga a redefinir el modelo económico, político, social y nuestro vínculo con el medio ambiente. 
En estos momentos de incertidumbres y cambios, albergamos tanto el miedo como la esperanza y se muestra como primordial proteger la democracia de las tentaciones autoritarias, de la polarización y de los discursos de odio que pretenden dividir y enfrentar a la ciudadanía.
Donde parece que existe un mayor consenso es en la necesidad de hacernos cargo de nuestra vulnerabilidad e interdependencia, en la importancia que han cobrado las labores de cuidado de la vida en este contexto.
Sabíamos que las mujeres son las que se ocupan mayoritariamente de las tareas del cuidado y del sostenimiento de la vida, sin embargo es necesario recordar que representan el 70% del personal sanitario en el mundo y el 80% de los servicios de enfermería. Ellas han sido vitales en la planificación y reorganización del sistema sanitario para atender el incremento de personas contagiadas. La rapidez y eficacia con que han actuado ha salvado muchas vidas y ha sido una labor posible gracias a la implicación y el compromiso de todo el personal sanitario, en todos los niveles, colaborando codo a codo, conscientes de su gran responsabilidad.
Porque sabemos que una sociedad es más segura cuando es menos desigual, debemos prestar atención a cómo esta crisis está agudizando la situación de vulnerabilidad de muchas personas, privándolas de una vida digna. Esto hace que sea especialmente difícil afrontar una situación como esta para determinados colectivos: personas refugiadas, mujeres que sufren violencias machistas, migrantes en situación administrativa irregular, familias monomarentales, o aquellas personas que viven en zonas en conflicto…
Adicionalmente el impacto económico de la pandemia también está afectando de manera más intensa a las mujeres, porque ellas son las que tienen los trabajos más precarizados y son estos los primeros que desaparecen con la crisis. Proteger los derechos de las mujeres y las niñas es una tarea esencial para contener el avance de las desigualdades en nuestras sociedades, especialmente en este contexto. 
La ola de solidaridad que ha surgido, es uno de los rasgos positivos de esta pandemia. Miles de personas alrededor del mundo han apoyado activamente a las personas mayores, han reconocido públicamente al personal sanitario y de servicios complementarios que han permitido que la vida continúe en el confinamiento.  La solidaridad que se ha tejido será clave para dar forma al mundo que viene. 
La paz genuina se construye garantizado la satisfacción de las necesidades de las personas y el derecho a vivir una vida digna con acceso a la salud, la educación, la vivienda; se trata de una seguridad centrada en las personas. 
El reconocimiento de nuestra interdependencia como seres humanos, que formamos parte de una misma comunidad, y nos interpela para buscar una solución global a esta crisis sistémica. Se trata de asumir nuestra vulnerabilidad como seres humanos que nos debería llevar a promover políticas orientadas a proteger la vida.
Incorporar las aportaciones del feminismo, del pacifismo y del ecologismo nos dotará de un conjunto de saberes imprescindibles para imaginar un futuro común que, haciéndose cargo del miedo, la vulnerabilidad, la incertidumbre y la duda, nos permita construir lo colectivo.
Deseamos que, al menos, la experiencia de esta pandemia nos ofrezca la posibilidad de incorporar aprendizajes, activar valores solidarios, reevaluar nuestras prioridades y transformar nuestros hábitos de modo que nos sintamos interpelados a colaborar en la construcción de un mundo más justo, inclusivo, solidario y sostenible. No hay nada más transformador que convocar la esperanza y el optimismo en un proyecto colectivo y común de futuro.
Queremos sumar iniciativas positivas, sumar propuestas de las que nos gustaría formar parte. Compartir valores y replicar mensajes que promuevan la cooperación y el compromiso con el cuidado de nuestro planeta. Iniciativas de “construcción de comunidad”, redes, conectar y generar vínculos entre personas y organizaciones que ante esta crisis sin precedentes han optado por:
Sumar,
         proponer, 
                     dialogar,
                              imaginar,
                                       explorar, 
                                              cooperar,
                                                         proteger,
                                                                     cuidar, 
                                                                               construir alternativas
          para un futuro común.

Mayo 2020

Una campaña de CEIPAZ, Mediación internacional-CEIPAZ, DEMOSPAZ, Fundación Cultura de Paz, WILPF España y la Cátedra UNESCO en Educación para la Justicia Social. 

Leer más...

viernes, 5 de junio de 2020

Consigan una sociedad justa


Están muy enfadados porque nos manifestamos el 8 de marzo y como nos quieren en casa y calladitas insisten en que esa manifestación fue el origen de todos los muertos por covid-19 ; claro que ahora que sabemos los contagiados y los muertos que se producen cada día quieren que se abran todos los espacios a la espera de que sus negocios florezcan, sin importar los muertos que esto conlleve . 
Buscan chivos espiratorios que son mayoritariamente mujeres sin atender el contexto en el que estamos frente a una enfermedad nueva y desconocida de la que no se podía saber como se contagiaba .
Sé de múltiples excursiones tanto de estudiantes como de profesores que se siguieron organizando en torno al 8 de marzo, ademas de concentraciones políticas que quisieron hacer sombra al día de la mujer que sin duda llevaron a contagios y muertes.
En esos mismos días acudí a una clínica privada, en una ciudad distinta de la mía , y observe como las medidas de prevención frente al Covid-19 eran nulas . 

NADIE ERA CONSCIENTE DE LAS CONSECUENCIAS DE ESTA INFECCIÓN  y ahora las culpables somos las mujeres por protestar por nuestra situación en la sociedad .

Sumémonos a construir una sociedad más justa que no necesite manifestaciones y viva en la igualdad.



Leer más...

9 propuestas feministas ante el COVID 19


 Al Presidente el Gobierno, la Ministra de Igualdad y la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica del Congreso de Diputados


1.- Pedimos la creación, de aquí a 2030, de un millón de empleos en servicios públicos de salud, educación y cuidado de personas en situación de dependencia, según el ODS 5.4 y el Informe sobre Trabajo de cuidados de la OIT, para que no vuelvan al cuidado doméstico no remunerado de las mujeres en la familia.

2.- Visibilizar y en su caso corregir el impacto diferenciado en mujeres y hombres de las medidas anti crisis. Como el teletrabajo y la reducción de jornada con reducción de sueldo.  Extender el subsidio de desempleo para Empleadas de Hogar.

3.- Incluir a las mujeres como objeto y sujeto de una respuesta social y política de solidaridad ante el Covid, en la necesaria cooperación entre las administraciones central, autonómica y local,  entre los partidos políticos, dentro de la sociedad civil y dentro del movimiento feminista, para la aprobación y ejecución de unos presupuestos públicos y la financiación europea adecuados a las nuevas necesidades sanitarias, laborales y sociales sin dejar a nadie atrás.

4.- Reducir a 35 horas la jornada laboral general y repartir el empleo

Ante el aumento del paro, reducción general de la jornada laboral, de 40 a 35 horas semanales, como medida de reparto del empleo y de los cuidados, negociada con los agentes sociales.

5.- Crear o convertir a empleo público 1.800 puestos de profesionales de los servicios contra la discriminación y la violencia de género, para que funcionen realmente como servicios esenciales (Decreto-Ley 12/2020), que no pueden ser inestables, telefónicos, dirigidos por entidades privadas y con personal precario y temporal al 90%. Gestión plurianual y eficaz por las Comunidades Autónomas de los fondos del Pacto de Estado.

6.- Configurar como esenciales y suficientes las redes de atención a la Dependencia y de Servicios Sociales, si de verdad se pretende “no dejar a nadie atrás”. Pedimos no sólo el incremento del 59%, hasta los 2.232 millones, en la aportación del Estado al sistema de atención a la dependencia incluido en el malogrado Proyecto de presupuestos del Estado para 2019, sino una ley básica estatal que asegure ratios mínimas de personal en las residencias y demás servicios sociales. Ratio de 1 trabajador/a social de base por cada 3.000 habitantes.

7.- Que el Ingreso Mínimo Vital llegue sin dilaciones ni exclusiones a las personas sin medios de subsistencia. Es positiva su aprobación por el Decreto-Ley 20/2020, para completar un mínimo de 460 a 1.000 € al mes a 850.000 hogares, en particular los monomarentales. Pero no la exclusión de inmigrantes en situación irregular, que no se palia suficientemente con las excepciones de solicitantes de asilo, víctimas de trata identificadas por la autoridad administrativa y mujeres extranjeras víctimas de violencia machista con orden de protección. Pedimos que sea un derecho individual, no de la “unidad de convivencia” y con dotación de personal adecuada para gestionarlo sin demoras en la Seguridad Social y en los servicios sociales locales.

8.- Cambiar nuestro sistema de producción y consumo, porque la pandemia del COVID19 está relacionada con la pérdida de biodiversidad y anticipa lo que puede ser una emergencia medioambiental

La biodiversidad contribuye a la resiliencia ante infecciones y plagas de los ecosistemas. Realizar una transición ecológica justa y evitar males mayores evitables es imprescindible para poner la vida en el centro. Prioridad a actuaciones que mejoren en binomio salud y medio ambiente en todas las políticas públicas. No subordinar a  las reclamaciones privadas del Tratado sobre la Carta de la Energía el Acuerdo de París sobre el clima.

9.- Destinar recursos a Investigación y Desarrollo y mejorar su ejecución, así como las condiciones laborales del personal de investigación para dejar de perder talento. Solicitamos que aumente la inversión en I+D del sector público hasta alcanzar los niveles europeos, que se incremente drásticamente el porcentaje de ejecución de los presupuestos y se asegure la estabilidad en el empleo en el sector de la investigación que vive ratios de eventualidad muy altos.



Plataforma Impacto de Género Ya

Cátedra de Economía Feminista. Universitat de València


Si eres una organización feminista y quieres suscribir el manifiesto rellena por favor este formulario.
Gracias!




C
Leer más...

miércoles, 3 de junio de 2020

Persisten los Crímenes de " honor "en Irán




Romina Ashrafi, de 13 años, fue asesinada la semana pasada en Hovigh, a unos 320 kilómetros al noroeste de Teherán.

Los medios locales informaron que la adolescente fue decapitada mientras dormía por su padre, que usó una hoz de cultivo:

El horrible asesinato de una adolescente nuevamente pone de relieve los asesinatos de 'honor' 
El padre, Reza Ashrafi, se enfureció después de que Romina huyó de la casa familiar para casarse con un hombre de 35 años que amaba.

Ambas familias se quejaron ante las autoridades, y las fuerzas de seguridad detuvieron a Romina y su novio, Bahamn Khavari, luego  de cinco días.

Aunque, según los informes, Romina le dijo a la policía que estaría en peligro en casa y temía por su vida, la niña fue entregada a su padre como lo requieren las leyes iraníes.

Después del asesinato, el padre presuntamente se entregó a la policía y confesó el crimen.

El gobernador del distrito de Hovigh, Kazem Razmi, dijo que el hombre estaba bajo custodia, acusado de asesinato. Dijo que la investigación del caso aún estaba en curso.

Mientras tanto, el vicepresidente de asuntos de la mujer, Masoumeh Ebtekar, fue citado anunciando una "orden especial" de Rohani para investigar el asesinato.

Según la ley actual, su padre enfrenta una sentencia de prisión de hasta 10 años si es declarado culpable.

Los medios iraníes ocasionalmente informan sobre casos relacionados con asesinatos por honor llevados a cabo por familiares, generalmente miembros de la masculinos de las familias , cuando se percibe que las acciones de mujeres y niñas violan las tradiciones conservadoras sobre el amor, el matrimonio y el comportamiento público. No se sabe cuántas mujeres y niñas mueren a causa de esos asesinatos.

En 2014, un oficial de policía de Teherán informó que el 20 por ciento de todos los asesinatos en el país fueron asesinatos por "honor".

Al parecer, el novio de Romina no se enfrenta a ninguna sanción, ya que según las leyes de Irán, las niñas pueden casarse después de los 13 años, aunque la edad promedio de matrimonio para las mujeres iraníes es de 23

El presidente iraní, Hassan Rohani, ha pedido leyes más severas para abordar los llamados "asesinatos por honor" después del asesinato particularmente impactante de esta adolescente,  que   ha provocado  una protesta a nivel nacional.


Leer más...

La abolición de la prostitución durante la II República





La abolición de la prostitución durante la II República y su relación con el abolicionismo de hoy, por Helena Ramírez Bayón y Andrea Álvarez Lobato
Difundimos este interesante vídeo que nos informa del enfoque que se dio en ese momento a la prostitución que siempre contó con grandes detractoras. 




Leer más...

sábado, 30 de mayo de 2020

Aprendiendo de Marcela Lagarde



 Seguimos aprendiendo con nuestra maestra Marcela Lagarde y de los Ríos é autora de diversos libros entre los que destacan
▪  'Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas y locas';
▪ 'Género y Feminismo. Desarrollo humano y democracia';
▪ 'Identidad de género y feminismo';
▪ 'Para mis socias de la vida. Claves feministas para el poder y la autonomía de las mujeres, los liderazgos entrañables y las negociaciones en el amor';


Leer más...

domingo, 24 de mayo de 2020

DIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES POR LA PAZ Y EL DESARME


Leer más...

sábado, 23 de mayo de 2020

El Parlamento húngaro se negó a ratificar el Convenio de Estambul de la UE sobre la violencia contra la mujer






El Parlamento húngaro se negó a ratificar el Convenio de Estambul. Dirigido por el Consejo de Europa y presentado por primera vez en 2011, el Convenio de Estambul de la UE es el primer acuerdo internacional vinculante para prevenir la violencia de género como la mutilación genital femenina y la violación conyugal.

Las y los defensores de los derechos humanos están condenando la decisión del país.


"La Convención de Estambul es el mecanismo fundamental del Consejo de Europa, que estandariza y establece obligaciones estatales concretas en términos de violencia doméstica", dijo a Global Citizen Daniel Balson, director de defensa de Europa y Asia Central en Amnistía Internacional.


Hungría se unió a la convención con la mayoría de los estados miembros de la UE en 2014, pero la Asamblea de Budapest impidió la ratificación. El gobierno húngaro confirmó una declaración que decía que la convención promovía "ideologías destructivas de género" e "inmigración ilegal", según The Guardian.


El partido gobernante de Hungría, Fidesz, dijo que el país está de acuerdo con el tratado, pero la ley húngara ya protege contra la violencia de género. La parte también se opuso a los usos de la palabra "género" en el tratado y al compromiso de aceptar refugiados perseguidos por orientación sexual o género.


"Esto es parte de este patrón creciente para establecer el tono general del país, el discurso público contra los derechos de las mujeres", dijo Balson. "Fundamentalmente, sus objeciones se basan en gran medida en mentiras simples y fácilmente verificables sobre la convención: que de alguna manera estructura las relaciones de género o el formato de la familia. Nada de esto [es] verdadero. Simplemente se mueve para proteger a las mujeres y las niñas de la violencia doméstica ".


Las mujeres políticas protestaron con signos de citas sexistas que los hombres políticos hicieron durante la votación contra la ratificación el martes, según Business Insider.


Lorinc Nacsa, miembro de los demócratas cristianos, dijo que el tratado hará que el proceso de inmigración sea más rápido o más fácil, según The Guardian.


La decisión de Hungría pone a las mujeres especialmente en riesgo durante la pandemia de COVID-19, dijo Balson. Los incidentes de violencia doméstica se han duplicado en el país desde el comienzo de la crisis, según la organización

El gobierno húngaro anunció que la policía puede ordenar a los perpetradores de violencia de género que se mantengan alejados de las víctimas y les proporcionen viviendas alternativas. Amnistía Internacional advierte que la disposición no ofrece mucha ayuda para las mujeres cuyos casos de violencia aún no se han investigado.

Hungría es uno de los países europeos con menos representación femenina en el gobierno y ha sido objeto de investigación por cómo aborda los problemas de género. Cuando el primer ministro, Viktor Orban, asumió el cargo por primera vez, redujo la unidad de igualdad de género del país. Orban también prohibió los estudios de género de las universidades en 2018 y el gobierno intentó aprobar una ley para poner fin al reconocimiento legal de las personas transgénero en abril.


"La decisión del gobierno de Orban de no firmar la convención se corresponde estrechamente con la voluntad del gobierno de organizar la hostilidad hacia la igualdad de género y utilizar esta cuestión del papel de las mujeres y las niñas en la sociedad con fines políticos y con fines políticos", dijo Balson.

Amnistía Internacional insta a Hungría a revocar esta declaración y ratificar el Convenio de Estambul, y tomar todas las medidas necesarias para proteger a las mujeres y las niñas contra la violencia.
Por Leah Rodriguez - 7 de mayo de 2020



https://www.globalcitizen.org/en/content/hungary-rejects-istanbul-convention/?utm_source=Iterable&utm_medium=email&utm_campaign=US_May_10_2020_Content_Digest
Sitio web del Convenio de Estambul sobre la violencia contra las mujeres del Consejo de Europa: https://www.coe.int/fr/web/conventions/full-list/-/conventions/rms/090000168008482e
Leer más...

domingo, 17 de mayo de 2020

El Banco Central de Japón tardó 138 años en nombrar a su Primera Directora Ejecutiva



El banco central de Japón acaba de dar un ejemplo positivo para las instituciones financieras de todo el país. 

 El Banco de Japón promovió a Tokiko Shimizuto, convirtiéndola en su primera directora ejecutiva en 138 años, según CNN. Shimizuto, empleada del banco desde 1987, se convirtió en la primera gerente de sucursal femenina en 2010. Se unió a un equipo de seis ejecutivos responsables de las operaciones diarias el lunes.


Si bien las empresas con más diversidad se desempeñan mejor, lograr una representación equitativa de género en el liderazgo sigue siendo un desafío. En muchos países, las mujeres representan la mitad de la industria de servicios financieros, pero es menos probable que cuenten con el apoyo de gerentes y patrocinadores para avanzar en sus carreras. En las 20 principales empresas de servicios financieros mundiales de todo el mundo, las mujeres representaron el 18% de los comités ejecutivos en 2014, según el informe de Global Gender Balance Scorecard.


Estas disparidades también son visibles en el Banco de Japón, donde las mujeres representan el 47% de la fuerza laboral pero solo el 13% de los altos cargos, según el banco.


En los últimos años, Japón ha realizado un esfuerzo concertado para abordar la desigualdad en la fuerza laboral, pero ocupó el puesto 121 entre 153 países en el Índice de Brecha de Género del Foro Económico Mundial en 2019. Solo 1 de cada 10 mujeres ocupa posiciones de liderazgo en el país.

Entre la cantidad desproporcionada de trabajo no remunerado que hacen las mujeres en Japón, cuatro veces más que sus contrapartes masculinas, y las actitudes negativas sobre las mujeres en el liderazgo, el progreso para abordar el desequilibrio de género en el país ha sido lento.

El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, se comprometió a garantizar que las mujeres representen el 30% de los roles de liderazgo para 2020 en 2013 a través de una "estrategia de mujeresomáticas", pero aún no ha alcanzado su objetivo. El país aún carece de una representación política igual y ha luchado para reducir su brecha económica de género.


Según el Foro Económico Mundial, para continuar empoderando a mujeres como Shimizuto para que asuman roles de liderazgo, se necesita más representación política, políticas para promover la equidad económica y esfuerzos para crear lugares de trabajo inclusivo.


https://www.globalcitizen.org/en/content/bank-of-japan-first-female-executive-shimizuto/?utm_source=Iterable&utm_medium=email&utm_campaign=US_May_15_2020_Content_Digest


Leer más...

sábado, 2 de mayo de 2020

Consejos de la Abuela doctorcita



Cúrate mijita, con la luz del sol y los rayos de la luna.
Con el sonido del río y la cascada.
Con el vaivén del mar y el aleteo de las aves.

Cúrate mijita, con las hojas de la menta y la hierbabuena, con el neem y el eucalipto.

Endúlzate con lavanda, romero y manzanilla.
Abrázate con el grano de cacao y un toque de canela.
Ponle amor al té en lugar de azúcar y tómalo mirando las estrellas.

Cúrate mijita, con los besos que te da el viento y los abrazos de la lluvia.
Hazte fuerte con los pies descalzos en la tierra y con todo lo que de ella nace.

Vuélvete cada día más lista haciendo caso a tu intuición, mirando el mundo con el ojito de tu frente.
Salta, baila, canta para que vivas más feliz.

Cúrate mijita, con amor bonito, y recuerda siempre... tú eres la medicina.

Autora: María Sabina  

 Imagén de Raija Jokinen
Leer más...

lunes, 27 de abril de 2020

Las respuestas a la pandemia de COVID-19 no deben descartar a las mujeres y niñas


Declaración del Grupo de trabajo sobre la discriminación contra las mujeres y niñas*


Mientras los gobiernos intentan abordar las crisis económicas y de salud pública sin precedentes causadas por la pandemia de COVID-19, nos preocupa profundamente que las mujeres y las niñas sufran violaciones aún más graves de sus derechos humanos. En ausencia de respuestas interseccionales sensibles al género, se exacerbarán las diferentes formas de discriminación sistémica que ya enfrentaban las mujeres y niñas.

El dramático aumento de las responsabilidades de cuidado de las mujeres, la profundización de lo que ya era una epidemia de violencia sexual y doméstica, la continua feminización de la pobreza, la proliferación de barreras a la atención médica, especialmente aquella relacionada con la reproducción, pondrán en grave peligro la seguridad y el bienestar de las mujeres, su seguridad económica y su participación en la vida política y pública, tanto durante como después de la pandemia. Las medidas tomadas por los gobiernos para mitigar los riesgos para la salud y la vida generados por el COVID-19 deben tener en cuenta las características y circunstancias específicas que enfrentan las mujeres y niñas. Estos incluyen, pero no se limitan a su sexo, género, edad, discapacidad, origen étnico y estado de inmigración o residencia. Los Estados deben abstenerse de cualquier acción que exacerbe el impacto económico y social ya desproporcionado de esta pandemia en las mujeres y niñas.

Las mujeres se encuentran actualmente en primera línea, brindando servicios médicos y otros servicios esenciales y manteniendo a las comunidades en funcionamiento mientras se aplican las medidas de confinamiento. Como resultado, enfrentan un gran aumento en su carga de trabajo y corren mayor riesgo de estar directamente expuestas al COVID-19. Hay relatos de enfermeras, doctoras, parteras y encargadas de limpieza en los hospitales quienes han contraído el virus mientras cumplían con sus funciones, debido a la falta de provisión de un equipo adecuado de protección personal. En algunos países, las trabajadoras de la salud han sido despedidas o arrestadas por quejarse de la inadecuada protección que les brindan. Otras han sido desalojadas por propietarios por temor al contagio.

Las restricciones a la prestación de servicios de salud esenciales para las mujeres y niñas, como la atención pre y posnatal, la interrupción del embarazo y la disponibilidad de anticonceptivos, impuestas en muchos países para manejar la sobrecarga de los servicios de salud causada por la pandemia, también afectan la salud de las mujeres y niñas desproporcionadamente. En algunos países, se violan los derechos humanos de las mujeres durante y después del parto en un supuesto intento de acelerar el proceso o prevenir el contagio (por ejemplo, cesáreas y parto con fórceps realizados sin indicación médica, negación de la epidural, prohibición de la presencia de la pareja, y separación de los recién nacidos de sus madres). Algunos gobiernos están creando nuevas barreras de acceso a los servicios de aborto, al considerarlo como un procedimiento médico no esencial. Las mujeres de edad también son discriminadas en su acceso a la atención médica, en particular con respecto a la asignación de recursos médicos escasos, como los ventiladores en unidades de cuidados intensivos.

Además, las mujeres y las niñas corren un mayor riesgo de violencia doméstica y abuso sexual, sin tener ningún recurso durante la pandemia. El aislamiento en el hogar las hace más vulnerables al abuso por parte de sus parejas y familiares, mientras que su acceso al asesoramiento y otros servicios de emergencia, incluida la vivienda alternativa y la asistencia legal, así como el acceso a los tribunales se ha reducido drásticamente. En algunos países, los reportes de violencia doméstica se han casi triplicado, al tiempo s que no hay refugios, o los refugios no tienen la capacidad suficiente para todas las víctimas que necesitan protección, y muchos ya no son accesibles debido al confinamiento. Se ha reportado un número alarmante de feminicidios por parte de parejas íntimas. Las mujeres con discapacidad o ancianas que viven en instituciones o en hogares de ancianos y en centros psiquiátricos y de otro tipo, así como las mujeres de edad en hogares de cuidado residencial también corren mayor riesgo de violencia debido a la falta de supervisión externa.

La responsabilidad de cuidado que ya recaía de manera desproporcionada sobre las mujeres se ha vuelto particularmente pesada durante esta crisis, con riesgo de graves consecuencias en su salud física y mental. Los mandatos de género, que imponen ciertos roles  a las mujeres y niñas dentro de la familia, como el cuidado de los menores y otros familiares dependientes, y la atención de las necesidades básicas de la vida familiar, como el trabajo doméstico, la alimentación, la higiene y la educación, han causado un aumento significativo en la sobrecarga de estas labores en ellas. Las mujeres que trabajan en servicios esenciales y las solteras cabezas de familia están particularmente sobrecargadas. A pesar de esto, su trabajo de cuidado no remunerado sigue infravalorado y no reconocido, sin ningún medio para garantizar su distribución justa o alivio a través de la expansión de la protección social.

Las mujeres están representadas de manera desproporcionada en el trabajo precario, informal y mal pagado, incluido el trabajo doméstico. Debido a la falta de paquetes de protección social adecuados, corren un mayor riesgo de daños por las perturbaciones sociales y económicas vinculadas a las medidas tomadas para frenar la pandemia. La pérdida de ingresos tiene consecuencias directas para la capacidad de las mujeres de pagar vivienda, alimentos y agua para ellas y sus hogares. La brecha digital entre mujeres y hombres también coloca a las mujeres en una posición desfavorable, afecta su capacidad para trabajar o estudiar desde casa, y para proporcionar educación en casa a sus hijos.

Muchas mujeres y niñas enfrentan formas múltiples e interseccionales de discriminación y corren un riesgo de mayor marginalización, incluidas, entre otras, las que pertenecen a minorías, a comunidades indígenas, las mujeres y niñas migrantes, rurales, con discapacidad y las mujeres de edad, quienes están particular y negativamente afectadas por la crisis. Por ejemplo, las mujeres indígenas carecen de información en su idioma sobre estrategias de prevención y sobre cómo y dónde obtener servicios de salud. Las mujeres rurales y pobres que carecen de acceso a agua limpia en sus hogares enfrentan una mayor carga en la recolección de agua en espacios públicos abarrotados para cubrir sus necesidades básicas. Esto está relacionado con un mayor riesgo de exposición al virus. Debido a las medidas de emergencia, muchas mujeres y niñas con discapacidad han experimentado la interrupción de las redes de apoyo esenciales para su supervivencia, se encuentran en situaciones extremas, y carecen de acceso a información accesible e inclusiva, incluso en lenguaje de señas, formatos de fácil lectura y braille. Las mujeres de edad están sujetas al envejecimiento y a los estereotipos, tienen acceso limitado a información sobre cómo protegerse y están excluidas de los programas de recuperación económica.

A pesar de los efectos negativos desproporcionados de la crisis en las mujeres, así como su presencia en los roles de primera línea y su papel crítico en mantener a las comunidades en funcionamiento, las mujeres están en gran medida ausentes de los equipos de respuesta locales, nacionales y globales sobre el COVID-19, de los espacios políticos y de toma de decisión. Sin embargo, en unos pocos  países donde las mujeres lideran las respuestas nacionales, se  han registrado mejores resultados y avances en la lucha contra el virus.

En este momento crítico, los Estados deben garantizar que las decisiones de política se tomen con la participación igualitaria y significativa de las mujeres de diversos grupos y tener en cuenta los riesgos y las realidades de género que se ven exacerbados por otras circunstancias, como la pobreza, la ubicación en un área rural o " desierto alimentario ", e identidades como el origen étnico, la discapacidad y la edad, así como los déficits estructurales preexistentes. Un punto de referencia clave de cualquier nueva política debe ser que no profundice las desigualdades estructurales existentes, o cree nuevas vulnerabilidades, sino que mejore y cree nuevas oportunidades justas y equitativas.

Observamos que algunos Estados han tomado medidas específicas para limitar el impacto de género de la pandemia, tales como: establecer arreglos creativos para apoyar a las mujeres víctimas de violencia de género, como líneas directas, servicios en línea o recepción de alertas en tiendas de alimentos; incluir los refugios para mujeres sobrevivientes en la lista de los que se consideran servicios esenciales; autorizar el uso de la telemedicina para la atención en salud reproductiva; brindar apoyo económico a las trabajadoras domésticas y de bajos ingresos que ya no trabajan; otorgar licencias adicionales pagadas para que cualquiera de los padres cuide de niño/as o personas con discapacidades que se quedan en casa; proporcionar cuidado infantil gratuito; o proporcionar vivienda temporal y alimentos para mujeres en situación de pobreza.

Sin embargo, hacen falta más medidas. Hacemos un llamado a los Estados para que adopten un enfoque interseccional sensible al género en sus respuestas al COVID-19 e implementen las siguientes medidas:

Proporcionar pruebas universales y gratuitas y dar seguimiento con estrategias de contención que no pongan a las mujeres y niñas en mayor riesgo de violencia y abuso.

Garantizar el acceso al tratamiento sin discriminación por cualquier motivo para todas las personas que resulten positivas, independientemente de la cobertura del seguro, y proporcionar licencia por enfermedad remunerada para las trabajadoras de los sectores formal e informal, para garantizar la efectividad de las estrategias de contención sin crear daños específicos para las mujeres.

Proporcionar equipos funcionales de protección personal para todas las mujeres que trabajan en primera línea en servicios esenciales.
Garantizar el acceso continuo y seguro a servicios de apoyo, medidas de emergencia, incluida la asistencia legal y el acceso a recursos judiciales para mujeres y niñas en riesgo o sometidas a violencia doméstica y sexual, acoso y abuso.

Revisar y ampliar significativamente los sistemas de protección social para tener en cuenta las necesidades y vulnerabilidades específicas de las mujeres, que incluyen, entre otras, la licencia por enfermedad remunerada, mayor apoyo para el cuidado de la niñez y de las personas de edad, subsidios de vivienda y alimentos.

Brindar atención médica universal para todas las mujeres y niñas, incluido el acceso ininterrumpido a una gama completa de servicios de salud sexual y reproductiva. Esto también requiere garantizar que no haya interrupciones en la cadena de suministro de productos de salud sexual y reproductiva, y priorizar su producción, envío y distribución continuos.

Reconocer a las mujeres cabezas de familia en igualdad de condiciones con los hombres para que puedan disfrutar de los mismos beneficios financieros o sociales, como las transferencias de efectivo.

Prestar especial atención a las mujeres y niñas de los grupos marginados y sus necesidades específicas en términos de accesibilidad y adecuación de la información sobre la pandemia, la capacidad de mantener la distancia social y el acceso a pruebas y tratamiento, así como otras necesidades, como alimentos, vivienda, saneamiento y servicios de apoyo esenciales.

Asegurar que las decisiones médicas relativas a las mujeres de edad  se basen en la necesidad médica, criterios éticos y la mejor evidencia científica disponible, y no principalmente en su edad.

Proteger a las trabajadoras domésticas, muchas de los cuales son trabajadoras migrantes, contra la discriminación, incluido apoyarles con ingresos y medidas para limitar su riesgo de exposición en el lugar de trabajo, así como el acceso oportuno a pruebas y tratamiento.

Recopilar sistemáticamente datos desglosados relacionados con la pandemia, para examinar e informar sobre los efectos género específicos en la salud del COVID-19, tanto directos como indirectos, así como sobre el impacto género específico del COVID-19 y utilizar estos datos en la formulación de respuestas.

Además de las medidas específicas a corto plazo, la crisis es una oportunidad para abordar las desigualdades estructurales y los déficits que han frenado constantemente a las mujeres, y re-imaginar y transformar los sistemas y las sociedades. Para comprender plenamente el impacto de género de la crisis, es crucial comprender la discriminación estructural subyacente a esta emergencia, que no solo está causando sino exacerbando las violaciones graves de los derechos humanos de las mujeres y niñas. 
Las feministas de todo el mundo se están uniendo más allá de los movimientos y fronteras para dar una respuesta colectiva e inclusiva a estas circunstancias sin precedentes. A pesar de la restricción de los espacios para incidir e involucrarse con los gobiernos debido a las medidas de confinamiento, recomendamos encarecidamente que se escuchen las voces de las feministas y se reconozca su liderazgo, para que se puedan implementar las soluciones que recomiendan.

(*)El Grupo de Trabajo sobre discriminación contra las mujeres y las niñas fue establecido por el Consejo de Derechos Humanos en septiembre de 2010. Está compuesto por cinco expertas independientes: Sra. Meskerem Geset Techane (Presidenta), Sra. Elizabeth Broderick (Vicepresidenta), Sra. Alda Facio, Sra. Ivana Radačić y Sra. Melissa Upreti.

La Declaración ha sido respaldada por: Dubravka Šimonovic, Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, sus causas y consecuencias; Leo Heller, Relator Especial sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento;
Rosa Kornfeld-Matte, Experta independiente sobre el disfrute de todos los derechos humanos por las personas de edad; Catalina Devandas Aguilar, Relatora Especial sobre los derechos de las personas con discapacidad; Fernand de Varennes, Relator Especial sobre cuestiones de las minorías y Leilani Farha, Relatora Especial sobre el derecho a una vivienda adecuada
Imagen del trabajo de Sue Stone ( Reino Unido )
Leer más...

jueves, 23 de abril de 2020

Violencia sexual en España: 13.782 denuncias en 2018



Según la Macroencuesta 2015 de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, 1.447.687 mujeres, el 7,2% de las de 16 y más años residentes en España, han sufrido alguna vez violencia sexual fuera de la pareja, de ellas 120.641 en el último año, el 40% violación y el 60% otras formas de violencia sexual.

Pese a que la Memoria de la Fiscalía General del Estado y el Consejo del Poder Judicial venían reconocían las agresiones sexuales como una asignatura pendiente, y a que era una de las reivindicaciones de la Marcha del 7N 2015 contra las violencias machistas, no ha sido hasta la movilización feminista y social con motivo de la violación de La Manada en los sanfermines de 2016 cuando ha cambiado la percepción social, policial y judicial.
En 6 años, de 2012 a 2018, han aumentado un 53% (de 9.008 a 13.782) las denuncias por delitos contra la libertad sexual, según el Informe sobre delitos contra la libertad e indemnidad sexual 2018 del Ministerio del Interior. La mitad de ese aumento se ha producido en 2017 (7,8%) y 2018 (17,9%), después de La Manada.
De los 11 delitos contra la libertad sexual de la estadística policial, hay 4 que concentran el 78% de las denuncias: abuso sexual (44% de las denuncias), agresión sexual (13,9%), abuso sexual con penetración (12%) y agresión sexual con penetración (7,6%), comúnmente llamado violación.
Las denuncias por violación se han duplicado de 2012 a 2017 (de 351 a 731) y han sido 1.044 en 2018, lo que representa 42,8% de aumento en un solo año, se intensifican en los meses de mayo a septiembre y ocurren en viviendas (40%), espacios abiertos (23%) y vías de comunicación (18%). El abuso sexual (relación sexual no consentida pero sin violencia o intimidación probadas) es el delito más frecuente, y también ha tenido un aumento significativo, del 26,6% en el año 2018 y del 45% desde 2012.

En seis años han bajado a menos de la mitad las denuncias por exhibicionismo y un 42% las de delitos relativos a la prostitución. Hay mucha fluctuación en las denuncias de delitos sexuales contra menores: pornografía (+57%), corrupción (-2.2% desde 2012, -33% en 2018) y contacto ilícito a través de medios tecnológicos (-2%).



La policía esclareció en 2018 el 77% de los delitos denunciados, y detuvo o investigó al 60,8% de sus autores, con oscilaciones en los esclarecimientos desde el 94% en prostitución al 42% en contactos ilícitos por tecnología con menores de 16 años, y en las detenciones o identificaciones desde el 135% (¿) en corrupción de menores o incapacitados al 41% en acoso sexual.
Son mujeres el 85% de las 14.026 víctimas, con una oscilación desde el 90% en los delitos de abuso y agresión sexual, con o sin penetración y de prostitución, al 73% en delitos cibernéticos, 61% en corrupción de menores y 54% en pornografía de menores. La franja mayoritaria de edad es de menos de 13 años en víctimas de sexo masculino y de 18 a 30 años en las del sexo femenino. El 78% de las víctimas tienen nacionalidad española, y el 22% extranjera, principalmente de Rumanía o Marruecos.

Son hombres el 96% de las 8.379 personas detenidas o investigadas por estos delitos, superando el 95% en todos los delitos, excepto en corrupción de menores (89%) y prostitución (56%). El 67% de los responsables son de nacionalidad española, seguidos por los de Marruecos (6,7%) y Rumanía (3,1%).

3 de cada 4 denuncias por violencia sexual no terminan en condena judicial. La última Estadística de Condenados por delitos sexuales es de 2017, elaborada por el INE sobre el Registro Central de Delincuentes Sexuales del Ministerio de Justicia. En ese año hubo 11.692 denuncias por delitos sexuales, por los que fueron detenidas 6.796 personas y condenadas 2.816. No hay una correspondencia temporal exacta, ya que entre la denuncia y la celebración del juicio transcurren 9 meses de media (epData). Tampoco hay, como vemos, una clasificación estadística idéntica de los delitos en los Ministerios de Interior y Justicia, pese a basarse ambas en el Código Penal. El Ministerio de Justicia añade la Trata, y agrupa prostitución y corrupción de menores.
¿Quedan impunes el 96% de las violaciones, o se condenan como delitos menos graves? Frente a 731 denuncias por violación (o agresión sexual con penetración empleando violencia o intimidación), el más grave delito sexual, sólo hubo 27 condenas en 2017, el 3,7%. El propio juicio de los sanfermines 2016 sirve de ejemplo de cómo por la denuncia de violación, el 26.04.18, cinco meses después del juicio, la Audiencia provincial condenó a los cinco de La Manada a 9 años de cárcel por abuso sexual, con un voto particular de absolución por apreciar que hubo consentimiento de la víctima y el Tribunal Supremo el 21.06.19  les condenó a 15 años por violación.






El 95,7% de las personas condenadas por delitos sexuales en 2017 fueron hombres. Llama la atención el escaso número de condenas por trata (52), y que el 44% de ellos fueran de mujeres.



El 75% de las personas condenadas tienen nacionalidad española, igual que en el delito más frecuente, abusos sexuales, y más del 80% de los condenados por acoso, exhibicionismo y prostitución y corrupción de menores, el 44% en los condenados por violación y el 7% en los condenados por trata.
Por Comunidad Autónoma en la que se ha dictado la condena judicial, están por encima de la media de 6 personas condenadas por cada 100.000 habitantes, Navarra (10,8), Baleares (8,3), C. Valenciana (7,1), Canarias (6,8), Murcia y Aragón, ambas con 6,6. Y por debajo destacan Melilla (3,4),  Castilla y León (3,6) y Asturias, Cantabria y País Vasco, que no superan 4,3.


Datos extraídos de los publicados por el Ministerio de Justicia.

Leer más...