Renegamos de nuestros
opresores pero en nuestro espacio privado queremos seguir oprimiendo.
Según estudio de la catedrática Amparo Moreno Sardà el
arquetipo viril proviene del hombre que robaba y saqueaba la tribus ajenas y
conseguía reconocimiento y poder en la
propia tribu. Estamos hablando de un individuo que mantenía un tipo de
relaciones con los otros abusivas, violentas y
asesinas pero que al formar parte
en la propia tribu, de los órganos máximos de poder, de controlar los negocios y la academia era
tenido por justo, inteligente y heroico.
Todas las personas nos sentimos en
completa oposición de aquellos que tuvieron ese comportamiento contra nuestro propio país, pero otra cosa es al referirnos a esos personajes cuando son de nuestra "patria".
En lo privado entendemos las traiciones de los
otros a sus parejas como si el ser humano que hace eso se limitara a hacerlo en esa esfera y no fuera desleal en otras. Se jalea la deslealtad y se la comprende como si no tuviera más consecuencias, sobre todo en el ámbito masculino.
Se sigue utilizando la prostitución sabiendo todo el
entramado de violencia que lleva detrás.
Se siguen teniendo comportamiento machistas con las mujeres lo que nos lleva a un importante numero de muertas cada año a manos de quienes fueron sus amores, en quien confiaron , siendo estas muertes la punta del icebergs de la toda
la violencia que está detrás.
¿No es hora de ser lo que queremos que la otra persona sea para con nosotras y nosotros ?
¿No sería momento de apostar por no ser lo que nuestro
opresor fue?
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