Después de leer el demoledor informe* de CCOO sobre
corresponsabilidad en las tareas domésticas, vemos que se mantiene esa
situación que continúa empujando a las mujeres al hogar, en detrimento de la
carrera profesional, y lo que eso conlleva.
Salir de lo doméstico significa escapar de la pobreza, de la
soledad en que se realiza, de la
indignidad de un trabajo no valorado en
lo económico ni en lo social.
Es trabajar gratis.
No podemos permitir que en nombre de la maternidad se nos
relegue al papel de cenicientas empobrecidas. No podemos relegarnos nosotras mismas.
Los hijos son importantes, pero tienen padre.
¿Nadie está interesado en loar la paternidad?
¿Hay algo más hermoso que un padre que renuncie a un ascenso,
que paralice su vida profesional , que vea como progresan sus compañeras, mientras
él se siente vitalmente compensado por las babas y balbuceos de su bebecito?
Si en esta sociedad quien rige nuestros destinos (incluidos
los de las madres), son los mercados, no podemos apelar a las emociones para
que las mujeres resolvamos gratis las carencias
que éstos provocan en la sociedad.
Apelan a los hijas/os, a las vísceras, a lo primario para
mantenernos en pobreza pero satisfechas con nuestra decisión.
¿Hay algo más importante que ver crecer a nuestra prole? Si, crecer nosotras también.
Crecer compartiendo, crecer obligando a valorar nuestro esfuerzo,
crecer profesionalmente, crecer en dignidad, en proyectos, en vida propia.
Este planteamiento nadie se lo cuestiona a los hombres.
La condena social de las mujeres que optan por la carrera
profesional frente al cuidado de la prole
es feroz, y nosotras en muchas
ocasiones somos juezas inflexibles en esa valoración tanto para nosotras mismas
como para las demás.
No se cuestiona la sensibilidad y la ternura en un hombre
porque al ser padre no abandone su puesto de trabajo, no pida más permisos, no
los “disfrute “lo mismo que las madres.
Nadie se asombra de que un padre opte por ascender profesionalmente, e incluso que en esa aspiración
arrastre a su familia
Y nadie les cuestiona ni les juzga por que permitan que otras personas (aunque sea
la madre), cuide a su prole en su lugar.
Esta reflexión me lleva de nuevo al tema de la custodia
compartida, tan invocado por ellos solo
cuando media el uso de la vivienda familiar o pensiones de alimentos.
Si efectivamente las excedencias y permisos solo los solicitamos nosotras, ¿a que viene
esa pasión desaforadas por organizar armarios , hablar con tutores , preparar bocadillos…etc.
,tras la separación? Que no nos engañen, hasta que esas cifras que nos lleven a la corresponsabilidad no
sean equivalentes para ellos y nosotras, los hijos son más nuestros que suyos…
¡La tierra para quien la trabaja!
Fonfala
* http://mujerdelmediterraneo.blogspot.com/2012/02/ausencia-de-corresponsabilidad-entre.html
Fonfala
* http://mujerdelmediterraneo.blogspot.com/2012/02/ausencia-de-corresponsabilidad-entre.html
Comentario muy certero, casi totalmente de acuerdo. Lástima de la generalización final. No se puede hacer pagar a a quienes han observado el cumplimiento de la corresponsabilidad, sean estos pocos o muchos, en función de la mayoria de incumplidores. Los jueces deben actuar de acuerdo con las casuísticas particulares y no dictaminar en función de mayorías estadísticas.
ResponderEliminarHay un error en el texto, no se trata de un informe de CCOO, sino que son datos relativos a 2011, publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social: "Ante los datos relativos a 2011, sobre las prestaciones de maternidad, paternidad y excedencia por cuidado de hijos o hijas menores, en acogimiento o familiares, publicados hoy por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, CCOO constata que el cuidado familiar sigue estando feminizado, que siguen siendo las mujeres quienes muy mayoritariamente hacen uso de los derechos correspondientes, en tanto que el ejercicio de estos derechos por parte de los hombres apenas alcanza porcentajes residuales, quedando notoriamente reflejada la ausencia de corresponsabilidad en términos genéricos". La valoración sí es de la Secretaría Confederal de la Mujer de Comisiones Obreras. Gracias.
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