Teniendo en cuenta la vulnerabilidad de la agricultura al cambio climático y los enfoques para abordar la seguridad alimentaria, los métodos para evaluar la adaptación, los beneficios colaterales de la adaptación y la resiliencia, pedimos que: se adopte un enfoque que considere las cuestiones de género; esté basado en los ecosistemas; sea impulsado por las comunidades; sea participativo y plenamente transparente para la adaptación y resiliencia ante el cambio climático. Se debe poner fin a la corporización de la agricultura y a la promoción de la agricultura industrial a gran escala a expensas de las mujeres agricultoras, lxs pastorxs y los pueblos indígenas. Se tiene que considerar la agroecología ya que ofrece múltiples co-beneficios (mantiene la biodiversidad, limita el uso de fertilizantes químicos permitiendo la soberanía alimentaria y la justicia social) y se practica en el ámbito de la agricultura familiar. Recalcamos el uso inadecuado de agroquímicos pesados por parte de la agroindustria que conduce a una gestión insostenible del suelo y del agua y que va en detrimento de lxs pequeñxs agricultorxs, lo que debería prohibirse. El Programa de Trabajo Conjunto de Koronivia sobre Agricultura debe reconocer que la restauración a gran escala de los ecosistemas es un elemento esencial de los caminos efectivos para alcanzar la meta de 1.5°C y para crear resiliencia para todos.
http://womengenderclimate.org/wp-content/uploads/2019/12/COP25-WGC-Demands_LiteDesign_SPANISH.pdf
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