15. El fuerte vínculo con la tierra, el territorio y los recursos naturales es una
característica que suele asociarse a los pueblos indígenas. Pese a la existencia de
disposiciones pertinentes en el derecho internacional de los derechos humanos, los
pueblos indígenas no gozan de suficiente protección de sus derechos sobre tierras y
bienes, lo que los expone al riesgo de ser desplazados, expropiados y explotados. Los
pueblos indígenas heredan el derecho a la tierra que tradicionalmente ocupan y
utilizan. A menudo no tienen títulos formales de sus tierras, por lo que el derecho a
esas tierras es uno de los más violados. Permite a los gobiernos imponer proyectos de
desarrollo destructivos o arrendar y vender tierras indígenas sin obtener su
consentimiento libre, previo e informado. Se han construido proyectos económicos a
gran escala en tierras indígenas. Se ha asimismo promovido el turismo masivo en
zonas de importancia para los pueblos indígenas. La realización de tales proyectos ha
ocasionado repetidamente desplazamientos forzados, migración, degradación
ecológica y conflictos armados. Por otra parte, la mercantilización de la tierra que
ocasionan estas prácticas constituye un ataque a las culturas indígenas y a la
importancia que para ellas tiene la tierra.
16. La apropiación de tierras no es imparcial con respecto al género y los derechos
de las mujeres indígenas interactúan con las violaciones de los derechos colectivos a
la tierra. En las comunidades indígenas en donde existe el matriarcado y las prácticas
matrilineales, la pérdida de tierras menoscabará asimismo la condición y las funciones
de las mujeres indígenas. Los efectos de género de tales violaciones quedan
manifiestos en situaciones en donde las mujeres indígenas pierden sus medios de
subsistencia tradicionales, como, entre otros, la recolección de alimentos, la
producción agrícola, el pastoreo, mientras que la compensación y los puestos de
trabajo tras la confiscación de la tierra tienden a beneficiar a los hombres de las
comunidades indígenas. La pérdida de tierras y la exclusión de las mujeres pueden
volverlas más vulnerables al abuso y la violencia, como la violencia sexual, la
explotación y la trata. Por otra parte, los efectos secundarios de las violaciones de los
derechos sobre la tierra, como la pérdida de los medios de subsistencia y el deterioro
de la salud, afectan con frecuencia de forma desproporcionada a las mujeres en el
desempeño de sus funciones de cuidado y protección del entorno local.
17. Las amenazas externas a los derechos sobre las tierras indígenas no son la única
causa de los abusos de los derechos de la mujer en relación con la tierra. Inciden
también los papeles que desempeñan las mujeres en las comunidades indígenas y la
manera en que algunos marcos de propiedad indígena reflejan estructuras de poder patriarcales. Las mujeres indígenas suelen enfrentarse a importantes obstáculos en
cuanto a la tenencia y herencia de tierras, especialmente cuando enviudan.
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