21/04/2011 |Por Kagumire Rosebell (Kampala, Uganda).
"Para las mujeres, la independencia del norte de Sudán, es la mitad de la independencia, debemos ser capaces de eliminar otras formas de opresión y marginación en nuestras comunidades."
Las Mujeres del Sur de Sudán constituyen más del 60 por ciento de la población en el Estado más nuevo de África. Esto no ha sido un acto de la naturaleza, sino el recuerdo de los efectos devastadores de los 50 años de luchas por la independencia, donde miles y miles de hombres del Sur de Sudán fueron asesinados en diferentes líneas del frente.
En el período previo a la firma del Acuerdo General de Paz 2005, en una Conferencia de donantes celebrada en Oslo, donde las mujeres del Sur de Sudán expresaron sus prioridades, preocupaciones y desafíos, las participantes pusieron de relieve el impacto de la guerra en su vida y la erosión de sus capacidades. Demandaron:
- Reconociendo el principio de 50% de representación entre mujeres y hombres consagrados en la Declaración Solemne sobre la Igualdad de Género y la Política de Género IGAD, pero consciente del contexto, situación y las cuestiones en juego, se recomienda un 30% como umbral mínimo para la representación de las mujeres en todos los niveles y en todos los sectores.
- Representación mínima del 30% de las mujeres en la elaboración de la Constitución y los procesos de revisión.
- Una representación mínima del 30% para las mujeres en la toma de decisiones a todos los niveles, incluidas las instituciones de transición y todas las comisiones que establece el Acuerdo General de Paz (CPA).
- Programas de apoyo urgente para hacer frente a costumbres y prácticas negativas que siga fomentando la marginación de la mujer y la exclusión en todas las esferas de la vida.
- Apoyar y fomentar la participación efectiva de las mujeres y liderazgo político en todos los niveles, incluso dentro de los partidos políticos con un apoyo firme y urgente de creación de capacidad para el liderazgo de las mujeres.
Finalmente, en la CPA se puso de manifiesto que las mujeres tengan un mínimo de representación del 25 por ciento en todas las posiciones de liderazgo. En la Asamblea Nacional (parlamento), las mujeres representantes han pasado este umbral, pero en otras muchas Asambleas estatales, la representación de las mujeres sigue siendo baja. También temas como la falta de educación impiden a las mujeres la participación.
En un país que en los últimos veinte años ha girado en torno a "los que lucharon" me puedo identificar con la ardua tarea a la que se enfrentan las mujeres de Sur de Sudán en la víspera de la Independencia. En una reunión de una semana de duración a la que asistí en Juba, organizado por Isis-WICCE para las dirigentes de cinco Estados, la mayoría de las mujeres dijeron que mientras que las mujeres habían luchado junto a los hombres en las batallas, pocas eran reconocidas. En una tierra donde la guerra regala héroes, es importante ver a las mujeres que se sacrificaron, el debido respeto. Las mujeres hablaron de las brigadas donde diferentes mujeres lucharon en las guerras de liberación, que ya no se ven ahora después del acuerdo y el referéndum que han llevado a la creación del nuevo país.
Por supuesto no sólo las mujeres que lucharon deben ser reconocidas,sino aquellas que mantuvieron las familias unidas, cuidaron de los niños en medio de la hambruna fomentada desde el gobierno del Norte, cuyas políticas perseguían la rendición del Sur de Sudán. Las mujeres se enfrentaron a todo esto, garantizando a las familias y los combatientes la comida, muchas fueron torturadas física y sexualmente por los combatientes y las tropas del gobierno de Jartum. Este sufrimiento y lucha no deben ser en vano. Todas estas cuestiones deben abordarse adecuadamente en el nuevo estado y la participación de la mujer es fundamental. La participación del 65 por ciento de la población en la configuración del destino de la nueva república es vital y debe ser garantizado desde el principio. No se puede decir que se trabaja para las mujeres, sin ellas, y el gobierno del presidente Salva Kiir Mayardit debería hacer de esto una prioridad para la construcción de un estable Sur de Sudán.
Una mujer miembro de la Asamblea Legislativa del Estado dijo en una reunión que tenía miedo de las mujeres del sur de Sudán llegaran a ser como las de Eritrea "donde las mujeres lucharon junto a sus hombres y una vez que el país fue creado fueron empujadas de nuevo a la cocina."
Las mujeres emitieron un comunicado que llevaron al Ministerio de la Mujer, Infancia y Asistencia Social con un listado prioridades para las celebraciones del día de la independencia. La parte superior de la lista se preocupa en que se garantice que la nueva Constitución pone el porcentaje mínimo de mujeres de acción positiva en el 30 por ciento. También se pretende ver mejorar las políticas de educación de las niñas, haciendo referencia al sistema de Uganda-donde se llegó a otorgar algunos puntos adicionales a las niñas se para incrementar su entrada en los institutos, después de los años de guerra. Muchas de las becas no han beneficiado alas mujeres, sino han sido utilizadas por los altos líderes del partido de Liberación del Pueblo Sudanés (SPLM), llevando a sus hijos a buenas escuelas fuera del país. Una mujer líderesa dijo: "Para las mujeres, la independencia del Norte de Sudán es la mitad de la independencia, debemos ser capaces de eliminar otras formas de opresión y marginación de nuestras comunidades."
Gracias a Violeta Doval Hernández por su traducción y a Mª Jesus Hernández Sánchez por la imagen de su cuadro
http://www.isis.or.ug/index.php?option=com_content&view=article&id=219:southsudanwomenseek30percentrepresentationinanewstate&catid=46:africa&Itemid=90
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