La Constitución siria concede a todos los ciudadanos la igualdad de derechos ante la ley, pero no hace referencia explícita a la igualdad de género. Las leyes sirias garantizan los derechos de las mujeres sin discriminación alguna en lo referente a la educación, el empleo en las instituciones públicas y en el resto de los sectores económicos, así como en el ejercicio de actividades sociales y políticas. Las excepciones a esta situación son determinados artículos de la Ley del Trabajo y de la Ley de Relaciones Agrícolas, por los cuales no se permite a las mujeres percibir una remuneración por el trabajo doméstico en su propia casa, además de las cláusulas discriminatorias que se pueden encontrar en la Ley de Nacionalidad y en el Código Penal.
La discriminación de la mujer se encuentra principalmente en los ocho Códigos del Estatuto Personal que regulan las sectas religiosas y las confesiones y que comparten el mismo enfoque sobre las relaciones familiares. Se considera que el hombre es el cabeza de familia y que actúa como guardián legal de su esposa y de sus familiares femeninos.
Entre 2006 y 2008, Siria logró avances con la modificación de los Códigos del Estatuto Personal que regulaban las confesiones católicas. Las modificaciones de 2006, aprobadas el 30 de junio por la Asamblea Popular, estaban dirigidas a eliminar la discriminación entre hombres y mujeres en lo relativo al matrimonio, la separación, la herencia y la guardia y custodia de los hijos. Sin embargo, estos cambios no afectaron a la imposibilidad de divorciarse ni al derecho de las mujeres a abortar.
En los últimos años se han desarrollado diversos planes como el décimo Plan a Cinco Años y el borrador de ley para la protección de las mujeres frente a la violencia, así como varias estrategias dirigidas a mejorar la situación de las mujeres. Los planes del Gobierno, concebidos para reformar la legislación relativa al estatus legal de las mujeres en el ámbito de la familia y la sociedad, se han mantenido en la fase de borrador y se están debatiendo sin la participación de las asociaciones de mujeres.
A pesar de los esfuerzos de algunas instituciones públicas y de las campañas de la sociedad civil (páginas web incluidas) dirigidas a reformar leyes discriminatorias como el Código del Estatuto Personal, la Ley de Nacionalidad y el Código Penal, no se ha conseguido ningún cambio en este terreno
http://www.acsur.org/IMG/pdf/web-Ra-Oct2009-VEs_27_oct.pdfImagen cuadro de Maria Jesus Hernández Sánchez: http://www.mariajesushernandezsanchez.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario