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lunes, 19 de diciembre de 2016

Khadija Souidi referente de desprotección a la mujer en Marruecos en 2016



No podemos en este año olvidar a Khadija Souidi,

Marruecos: El suicidio en Marruecos en julio de este año 2016  de Khadija Souidi, violada y torturada, reabre el debate sobre la impunidad de los agresores


El 30 de julio, ella se vierte el combustible en la cabeza y se prendió fuego en la calle, Khadija Souidi quería poner fin a la pesadilla que había tenido que soportar durante casi un año. Por sus acciones, ella también quería enviar un mensaje a su familia y vecinos en Ben Guerir, un pueblo situado a 70 km al árido norte de Marrakech. El mensaje fue recibido, pero Khadija no está ahí para verlo.


A finales de 2015, la joven marroquí de 16 años  fue secuestrada por ocho hombres. La obligaron  a salir fuera de Ben Guerir antes de tomar turnos para violarla  y torturarla. Los violadores fueron detenidos rápidamente, pero tras un juicio  fallido  fueron dejados en   libertad. Luego volvieron a ver aKhadija, y la amenazaron que si continuaba  contando su historia, ellos subirian  a Internet  imágenes de la violación en grupo, que habían filmado airosamente con un teléfono móvil. Para Khadija, esta amenaza fue una humillación insuperable.. Al final, desesperada,  tras un calvario negado por las autoridades, ella  misma  se encendia en un día de verano al lo que  sucumbió  al siguiente, en un hospital de Marrakech.

"Demasiado tarde para Khadija"

" Es este chantaje que empujó a Khadija al suicidio ", afirma Omar Arbib, representante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) en Marrakech, que tuvo acceso a los documentos de la investigación , explicó que las pruebas revelaron " rastros de asalto con un cuchillo, marcas de látigo y otras atrocidades cometidas en su cuerpo."

En el juicio de sus agresores, Khadija Souidi,  huérfana y de un sector muy desfavorecido, no tuvo la oportunidad de ser asistida por un abogado. " Yo no tengo los medios ," su madre dijo a la asociación. Aterrorizado, la viuda  retiró a sus dos hijas más jóvenes de la escuela. Khadija, un menor de edad, no fue escuchada en presencia de un tutor, como establece  la ley marroquí. "  La Violación se estableció en el hospital, pero el tribunal  de Ben Guerir no tuvo en cuenta el informe  médico, ni aprovechó el teléfono móvil en el que se rodó la violación, " dice Omar Arbib indignado.

En Marruecos, el caso provocó emociones muy fuertes. Cientos de tweets acompañados del hashtag  #ripkhadijasouidi y varios eventos se llevaron a cabo en la corte de Ben Guerir después de la muerte de Khadija.

Gracias a la movilización de 22 asociaciones marroquíes unidos en el colectivo de primavera de la dignidad que demandó por daños criminales en el caso, el fiscal finalmente decidió reabrir la investigación a principios de agosto. En el proceso, un juicio de apelación comenzó el 29 de agosto en  Ben Guerir contra nueve personas acusadas de "chantaje", "explotación", "amenazas a un menor" y "obligación de rescate". El noveno hombre es sospechoso de estar implicado en el video chantaje después de la violación.

El grupo también logró abrir una segunda apelación, esta vez en el tribunal penal de Marrakech, más competente en los delitos relacionados con menores. Uno de los atacantes ha sido condenado a la pena máxima de veinte años de prisión. Para dar su veredicto sobre los otros acusados, el tribunal está a la espera de pruebas desde el teléfono móvil en el que se rodó la violación. El juicio de Marrakech fue por lo tanto aplazó al 20 de septiembre. " Esperamos que todos ellos serán condenados a la pena máxima, dijo Omar Arbib. Incluso si es demasiado tarde para Khadija. "



El eco de Amina Filali

En Marruecos, el caso Khadija Souidi repite el de Amina Filali. En 2012, este niña de 15 años marroquí se suicidó después de haber sido obligada a casarse con su violador. Había logrado escapar condena en virtud de una ley que permite a un hombre culpable de violar a una menor para escapar de la cárcel si se casa con su víctima. Sección 475 del Código Penal, fuertemente criticado por la sociedad civil después del suicidio de la adolescente, fue finalmente derogada dos años más tarde.

" En los últimos años, la justicia marroquí se ha vuelto más firme acerca de las sanciones y la conciencia social es más consciente de la pedofilia. Este es un buen paso adelante  Sin embargo, los jueces no siempre  aplican las sanciones. " El problema, es que se trata principalmente de las evaluaciones de ciertos magistrados que permiten a los atacantes evadir la ley, " se lamenta de la Sra Anwar.

En realidad   la batalla está lejos de ser ganada. Incluso si consiguen la condena de sus agresores, las víctimas no reciben ningún tipo de asesoramiento o de apoyo a la reinserción social, en un país donde las agresiones sexuales son tabú. Las asociaciones han creado células de apoyo a las víctimas, pero se encuentran abrumados. " Khadija no es el único caso de abuso de menores. Y tenemos más y más casos de violación en grupo ", lamenta Omar Arbib. Especialmente en Marrakech, que se ha convertido en el epicentro del turismo sexual, y la violación de menores.
@ghaliakadiri

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