La Ciudad que Necesitamos es participativa.
Promueve las alianzas eficaces
y la participación activa de todos
los miembros de la sociedad y de
los asociados (públicos, privados y de
la sociedad civil). Salvaguarda la democracia
local fomentando la participación,
la transparencia y la rendición
de cuentas.
La Ciudad que Necesitamos cultiva un
fuerte sentido comunitario. Sus habitantes
poseen los conocimientos y
medios necesarios para expresar sus opiniones sobre las cuestiones que
afectan a su calidad de vida y participan
en las decisiones relativas a la gestión
y la planificación de la ciudad por medio
de un debate público transparente.
La Ciudad que Necesitamos empodera
a las comunidades para que sean
autónomas, desarrollando las capacidades
locales y apoyando el liderazgo
local y las instituciones participativas
para impulsar la autosuficiencia, la
sensibilización y la autodeterminación.
En la Ciudad que Necesitamos la
función pública es una opción laboral
y cuenta con profesionales cualificados
y promueve las prácticas éticas
para llevar a cabo sus políticas y sus
planes.
La Ciudad que Necesitamos reconoce
los importantes papeles que desempeñan
las mujeres en sus comunidades
respectivas y refuerza su participación
en los procesos de adopción
de decisiones a nivel local.
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