La Ciudad que Necesitamos se centra
en las personas y es ética y justa.
Elimina todas las formas físicas y espaciales
de segregación, discriminación
y exclusión. Valora las vidas y el
potencial de todos sus habitantes, especialmente
de los pobres y otros grupos
desfavorecidos. Acepta la diversidad
cultural, incluidas las diferencias
de creencias y de idioma, y promueve
la integración social de los migrantes
y los refugiados. Alienta a todos los
segmentos y grupos de edad de la población
a participar en la vida social y
cultural.
La Ciudad que Necesitamos promueve
el “derecho a la ciudad para todos”.
Ello conlleva el derecho a una existencia
digna y segura con acceso a una
vivienda decente, bienes y servicios públicos y a la participación en el proceso
de adopción de decisiones. Fomenta una cultura de solidaridad
por medio de procesos como las consultas
comunitarias, la contratación
comunitaria y la presupuestación participativa.
La Ciudad que Necesitamos es una ciudad tolerante, que acepta y da cabida a todos sus habitantes sin distinciones de edad, raza, credo, género y otras formas de diversidad. Crea espacios de colaboración socialmente inclusivos, impulsados por un proceso democrático de adopción de decisiones. Fomenta los valores compartidos y una visión de un futuro urbano en común.
La Ciudad que Necesitamos es una ciudad tolerante, que acepta y da cabida a todos sus habitantes sin distinciones de edad, raza, credo, género y otras formas de diversidad. Crea espacios de colaboración socialmente inclusivos, impulsados por un proceso democrático de adopción de decisiones. Fomenta los valores compartidos y una visión de un futuro urbano en común.
La Ciudad que Necesitamos reconoce
las necesidades diferenciadas en
función del género y apoya a las mujeres
como agentes clave en la planificación
y adopta medidas que refuerzan
su intervención y su capacidad para
participar de manera efectiva en el
proceso de adopción de decisiones.
El objetivo de la Nueva Agenda Urbana
debe ser reconocer e integrar los intereses
divergentes, los estilos de vida y
los valores de los diferentes habitantes
de las zonas urbanas por medio de un
compromiso cívico más eficaz, en particular
durante las etapas de planificación
y ejecución de los proyectos locales
y de ámbito municipal. Reconoce
que el compromiso es mucho más
que garantizar el acceso a los servicios
básicos para todos y promueve los
procesos participativos de abajo hacia
arriba durante todo el ciclo de actuación,
es decir, la definición y el examen
colectivo de las prioridades, las
estrategias y las acciones.
http://www.metropolis.org/sites/default/files/tcwn_spanish_final.pdf
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