El asunto del
descrédito del feminismo, la mala reputación de las feministas y de mujeres en
contra de este movimiento político filosófico y social, no son problemáticas
exclusivas de hoy en día, por el contrario tienen su larga historia y son temas
que dan para muchos otros artículos más, por ahora bástenos con mencionar como
ejemplo la carta-decreto que en 1870 escribió la reina Victoria:
“La Reina desea que se unan a ella
todos los que sepan hablar o escribir para contener esta loca y perversa
tontería de los «Derechos de la Mujer», con todas sus horrorosas secuelas ante
las cuales el sexo débil se inclina, olvidado de todo sentido del decoro y de
la feminidad”.
Y dando un salto en el tiempo vemos
que la situación no mejoró para el
feminismo y sus integrantes, en 1947 la psicoanalista Marynis Farnham y el
sociólogo Ferdinand Lundberg publicaron La mujer moderna: El sexo perdido, en
el que afirman que: “el feminismo, a pesar de la validez externa de su programa
político y de la mayor parte de su programa social, es en el fondo una
enfermedad”…, y terminan etiquetando a todas las pensadoras feministas como
crónicamente neuróticas y psicológicamente perturbadas.
El movimiento feminista ha sido y es
amado y abrazado, pero también malinterpretado y rechazado por muchas mujeres
que carecen de una información correcta, pensando en esto recordé a la poeta
escritora y activista feminista guatemalteca Alaìde Foppa, quien, consciente de
esta situación cofundó en México en 1976 la revista Fem con la intención de
educar a las nuevas feministas, ofreciéndoles fundamentos verdaderos y sólidos
sobre los cuales apoyarse, afortunadamente en la actualidad las nuevas
tecnologías nos permiten crear multitudes de espacios-plataforma con este mismo
objetivo.
Concluyo haciendo una invitación a
mis compañeras veteranas para que sigamos trabajando en la aculturación
feminista, que individual y colectivamente divulguemos a quienes no lo saben
que, el feminismo trabaja en la creación de un nuevo orden social en democracia
y en pro del desarrollo de los derechos humanos y de todo tipo para toda la
humanidad, y no en la creación de una dictadura de mujeres oprimiendo a los
hombres,
Estoy segura de que si adaptamos
nuestro lenguaje a cada nivel de conocimiento, presentando de una forma
creativa y sencilla la historia opresiva que nuestro género ha sufrido y sufre,
la historia de objetivos, mítos y verdades del feminismo, además de reales e inspiradoras genealogías
femeninas, estaremos creando eficaces puentes de comunicación para llegar cada
vez a más mujeres, otorgándoles las herramientas que les permitan desarrollar
una conciencia crítica feminista en beneficio no solamente de sus vidas, sino
también de las vidas de quienes las rodean!
Libros sugeridos para iniciarse en el
feminismo:
- Todos deberíamos ser feministas, Chimamanda Ngozi
- Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo, Chimamanda Ngozi
- Será que
soy feminista?, Alma Guillermo Prieto
- Feminismo
para principiantes, Nuria Várela
- Una habitación propia, Virginia Woolf
Galilea Libertad Fausto
Créditos de la ilustración a quien
corresponda
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