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martes, 1 de agosto de 2023

Jane Austen es rosa, violeta o punto y aparte?

 



“Es una verdad universalmente reconocida que….”

Orgullo y Prejuicio, 1813.

Es una verdad universalmente reconocida que la escritora inglesa Jane Austen (1775-1817) es una de las grandes clásicas de la literatura, una de las que más se habla se analiza se publica y se produce hoy en día, su vida y obra siguen siendo un irresistible imán para millones de personas, y es que quizá nunca una autora le ha dado tanto al mundo de la literatura, cine, teatro y televisión con únicamente seis novelas publicadas en el transcurso de sólo siete años.

Sin embargo, hablar de Jane Austen es literalmente hablar de palabras mayores, es hablar de una profunda conocedora de las virtudes y miserias de la naturaleza humana, es hablar de la madre de la novela psicológica, una genia de las letras, la joven que con tan sólo veinte años de edad fue capaz de escribir Orgullo y Prejuicio, considerada una de las más grandes joyas de la literatura universal.

Quienes la amamos y seguimos el recorrido de sus letras sabemos que la primera novela que logró publicar fue Sentido y Sensibilidad en 1811, seguida por Orgullo y Prejuicio en 1813, El Parque Mansfield en 1814, Emma en 1815, La Abadía de Northanger y Persuasión en 1818, estas dos últimas publicadas póstumamente al igual que Lady Susan que no vio la luz sino hasta 1871, Los Watson y Sandington quedaron inconclusas.

Falleció el 18 de julio de 1817 a la edad de 41 años.

Su obra como todas las obras de arte está expuesta a múltiples interpretaciones, desde hace algunas décadas las opiniones varían desde que es literatura conservadora, costumbrista, o romántica, hasta que es declaradamente feminista.

Quienes me conocen saben que siempre me gusta ir al origen de las cosas, especialmente si de controversias se trata. En 1975 Janet Todd y la crítica literaria Marilyn Butler iniciaron el debate que aún continúa, apuntalando que las novelas de Jane Austen no son de color rosa, sino que por el contrario son claramente feministas.

Como lectora hispanoamericana me resulta muy interesante saber que las primeras traducciones de Jane Austen al español se hicieron en los años 20, sólo Persuasión fue publicada un poco antes en España en 1919, y gracias al trabajo de investigación que realizó Janine Barchas profesora de la Universidad de Texas, conocemos que fue precisamente España uno de los mercados en los que se produjo lo que esta profesora llama el «pinking Jane Austen», que es romantizar toda su obra, hecho que se vió favorecido por las adaptaciones cinematográficas a partir de los años cincuenta.

Ciertamente en todas sus novelas está presente el romance que culmina en feliz boda y sin embargo, esto no las convierte en románticos y cursis cuentos de color rosa sino que por el contrario, son historias de mujeres fuertes e inteligentes quienes en un proceso de autoconocimiento y autocritica logran crecimiento y realización interior antes de casarse, mujeres que en el uso de su capacidad de decisión se arriesgan a rechazar el mandato del matrimonio por conveniencia.


“Solo el amor más profundo me persuadiría a casarme, por lo que acabaré solterona” Orgullo y Prejuicio (1813)


El análisis del patriarcado en la obra de Jane Austen y su representación en las adaptaciones fílmicas concluye:

<A través de una buena educación basada en fortalecer el cuerpo y en instruir el corazón, de madurez, de racionalidad y de independencia, esta autora consigue que sus heroínas crezcan y se desarrollen lejos de la autoridad parental alcanzando, así, su autorealización personal. Al igual que Wollstonecraft, Austen no crea heroínas con poder o autoridad sobre los hombres sino sobre ellas mismas para que tengan la capacidad de elegir su propio destino, rechazando así el patriarcado y el matriarcado que obliga a la mujer a la subordinación y al nulo desarrollo intelectual y social.>

He leído en este y en otros análisis con perspectiva de género, que se encuentra en la escritura de Jane Austen una clara influencia del pensamiento emancipador de Mary Wollstonecraft, Mary Ann Radcliff y Olympe de Gouges entre otras, las que con sus ensayos y manifiestos a favor de los derechos de la mujer pusieron los cimientos del movimiento feminista a finales del siglo XVIII.

Por otro lado, hay quienes opinan lo contrario como es el caso de la escritora de novela romántica e historiadora Gabriela Margall, para la que el término feminista tiene una carga política histórica probablemente no aplicable a Jane Austen, y considera que actualmente hay un interés por ubicarla como una autora feminista.


En este sentido coincido con ella, encuentro mucho oportunismo por parte de las editoriales y el mundo de la mercadotecnia en general, que aprovechando el enorme auge del feminismo actual insisten en vender la imagen y la obra de Jane Austen como pionera de este revolucionario movimiento, sin importarles realmente si lo fue o no.

En lo personal no la considero una escritora de novelas feministas, aunque reconozco que Elizabeth Bennet, la protagonista de Orgullo y Prejuicio si tiene el deseo de cambio en la mentalidad de las mujeres que la rodean y en el modelo de la vida femenina que existía en su tiempo, no obstante, cabe mencionar que en este y en todos sus libros la severa crítica de Jane Austen fue igual para con los hombres que para con las mujeres.

Hoy en día los estudios continúan debatiendo entre que sí es realmente posible que en las bibliotecas de su pequeño, masculinizado, religioso y conservador círculo, la adolescente Jane hubiese tenido acceso a textos feministas y aprendido de ellos, o si sólo es algo que los feminismos de la actualidad quieren ver.

Respecto a esto, yo no siento la necesidad de ponerle el titulo de feminista aunque yo lo sea, para admirarla me basta saber que fue una mujer inteligente, de espíritu y pensamiento libre, valiente, con capacidad de decisión propia y con un inigualable extraordinario talento en el arte de escribir.

Como ya he expresado en otras ocasiones, para mi (independientemente de que si tuvo influencia de sus revolucionarias contemporáneas o no), su transgresión a la época y a la sociedad en la que le tocó vivir, radicó principalmente en su natural rebeldía de pensamiento, en su decisión de no casarse, en dedicarse a escribir, y en el hecho de que con sus publicaciones logró cierta independencia económica.

Concluyo diciendo que para mí la literatura de Jane Austen es inclasificable, su experiencia de vida y su creación son simplemente punto y aparte, creo que su genialidad y la extensión profunda de los temas que aborda en sus escritos, son de una proporción tan grande que no cabe ponerlos en un solo género literario, en mi opinión, la inteligencia la ética la ironía la finura y la magnificencia en el estilo y lenguaje de Jane Austen, son componentes que la ponen muy por encima de cualquier etiqueta, leerla desde un sólo ángulo sería perderse demasiado!


Galilea Libertad Fausto



Créditos de la ilustración: Bibiostock.

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