“La primera vez que fui plenamente
consciente del modo en el que la sexualidad femenina es oprimida fue en el caso
de mi propia hija. Sabía que la circuncisión femenina no era obligatoria, que
era el medio a través del que controlar el cuerpo y la sexualidad de las
mujeres”
Nursyahbani Katjasungkana, Activista por los
derechos de las mujeres, Indonesia, 2010.
En un informe de enero de 2008, Manfred Nowak, el Relator
Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes, destacó la mutilación genital femenina como una forma de violencia
que cada año afecta a miles de mujeres y que en muchas partes del mundo se
sigue trivializando.
Esta práctica
supone causar deliberadamente dolores o sufrimientos graves dado que el dolor
suele estar exacerbado por el hecho de que la operación se practica con
instrumental rudimentario y sin anestesia. Numerosas niñas caen en estado de
conmoción debido al dolor extremo, trauma psicológico y agotamiento de tanto
gritar. La operación puede causar gran pérdida de sangre, infección
generalizada e incluso la muerte. El sufrimiento dura toda la vida ya que a
largo plazo puede provocar tumores, infertilidad, mayor riesgo de infección de
VIH/SIDA, incontinencia urinaria y relaciones íntimas dolorosas, entre otras
graves consecuencias.
Aunque en 2011 países como Guinea-Bissau o Suiza,
aprobaron legislación para prohibir o establecer penas por esta práctica, en
otros sigue sin penalizarse o incluso ha sido defendida públicamente por las
propias autoridades.
En junio de 2011, la ministra de Salud de Indonesia defendió
una normativa que permitía la “circuncisión femenina” siempre que fuera
practicada por profesionales de la medicina, la enfermería o la partería. La
normativa legitima la práctica generalizada de la mutilación genital femenina,
vulnera diversas leyes indonesias y contradice las promesas del gobierno de
promover la igualdad de género y combatir la discriminación de las mujeres.
En Liberia, la legislación no prohíbe
explícitamente la mutilación genital femenina, que sigue siendo una práctica generalizada. Se realiza de manera
habitual a niñas de entre ocho y dieciocho años de edad y, en algunos casos, a
niñas de tan sólo tres años.
En Sierra Leona, aunque
la mutilación genital femenina de menores de 18 años ha disminuido ligeramente,
la legislación no la penaliza expresamente. Algunas defensoras y defensores de
los derechos humanos sufren hostigamiento y amenazas por su trabajo en relación
con la mutilación genital femenina.
26 de junio de 2012 : Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura
Fuente : Amnistía Internacional. Gracias a Maria Isabel Tellado
http://www.compromisorse.com/upload/noticias/006/6798/informetortura_y_genero_2012_final.pdf
http://www.otromundoesposible.net/derechos-humanos-vulnerados/torturadas-por-lo-que-son-torturadas-por-lo-que-hacen
Fragmento de cuadro de Yueky Cheah.
26 de junio de 2012 : Día Internacional en Apoyo a las Víctimas de la Tortura
Fuente : Amnistía Internacional. Gracias a Maria Isabel Tellado
http://www.compromisorse.com/upload/noticias/006/6798/informetortura_y_genero_2012_final.pdf
http://www.otromundoesposible.net/derechos-humanos-vulnerados/torturadas-por-lo-que-son-torturadas-por-lo-que-hacen
Fragmento de cuadro de Yueky Cheah.
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