Las autoridades egipcias deben
poner en marcha de inmediato una investigación sobre los informes de acoso y
agresiones a mujeres manifestantes durante una manifestación celebrada en El
Cairo; así lo ha afirmado el 11 junio 2012 Amnistía Internacional.
Según informes, un grupo de activistas que pedían el
fin del hostigamiento sexual contra mujeres fueron manoseadas y golpeadas por
una turba de hombres cuando recorrían el viernes la plaza de Tahrir.
Estas agresiones se producen
en el contexto de informes crecientes sobre acoso sexual a las mujeres
manifestantes en Egipto.
“Estas mujeres alzaron su voz para exigir el fin del
acoso sexual. Y lo que obtuvieron fue intimidación y agresión sexual” ha
señalado Hassiba Hadj Sahraoui, directora adjunta del Programa de Amnistía
Internacional para Oriente Medio y Norte de África.
“En las protestas del pasado año, la plaza de Tahrir
fue el escenario en el que las mujeres se manifestaron en pie de igualdad con
los hombres para exigir su libertad. Ahora es un lugar donde se cometen actos de
acoso sexual específicamente dirigidos contra ellas.
“Es preciso que se investiguen sin demora estos
ataques y se obligue a los responsables a rendir cuentas. Una investigación
tendría efectos disuasorios contra el acoso sexual y ayudaría a proteger a las
mujeres manifestantes que ejercen su derecho a expresar pacíficamente sus
opiniones.”
Según contaron
activistas a Amnistía Internacional, un grupo de hombres intentaron arrancar la
ropa a las manifestantes y robarles sus pertenencias. Tanto las mujeres como
hombres que simpatizaban con su causa se defendieron, pero los agresores
persistieron en su actitud.
La protesta había empezado pacíficamente pero
degeneró en violencia cuando varias mujeres fueron atacadas a pesar de que los
hombres que las apoyaban habían formado un círculo a su alrededor para
protegerlas.
“Salían manos
por todas partes manoseándonos y tratando de robarnos las cosas del interior de
los bolsillos y los bolsos. Fue caótico, no sabíamos quién estaba con nosotras
y quién estaba en contra” afirmó Lobna Darwish, una de las organizadoras de la
protesta y miembro de Mosireen (“Decididos”), colectivo egipcio de cineastas y
periodistas ciudadanos.
Hombres que apoyaban a las mujeres contaron a
Amnistía Internacional que a ellos también los habían manoseado cuando
intentaban ayudarlas, y que habían notado que les hurgaban en los bolsillos para
robarles durante los forcejeos.
Finalmente las mujeres consiguieron salir corriendo
para ponerse a salvo o refugiarse en edificios próximos hasta que la situación
se calmó.
El ataque a estas
mujeres manifestantes se produce tras los informes de hostigamiento y agresiones
por parte de nutridos grupos de hombres cometidos esta misma semana.
Nihal Saad Zaghloul contó a
Amnistía Internacional que, junto a dos amigas y un amigo, sufrieron un ataque
el 2 de junio por un grupo numeroso de hombres en la plaza de Tahrir al sumarse
a una protesta convocada tras la sentencia del juicio a Hosni Mubarak. Antes de
que varios hombres la rescataran en la plaza, fue manoseada, golpeada y
despojada del pañuelo.
Sus
dos amigas también fueron agredidas y manoseadas por hombres que además
intentaron arrancarles la ropa, mientras que el amigo recibió una brutal paliza
por intentar ayudarlas.
En
Egipto, las mujeres son blanco cada vez más frecuente de ataques por turbas de
hombres, que quedan sin castigo, y por las fuerzas de seguridad.
En diciembre de 2011,
soldados agredieron a mujeres manifestantes dándoles patadas y arrastrándolas
por las calles. Las fuerzas armadas trasladaron al menos a ocho mujeres
manifestantes a un edificio parlamentario en el centro de El Cairo. Según
informes, fueron golpeadas con palos y algunas sufrieron vejaciones a manos de
soldados o amenazas de agresión sexual.
En mayo de 2012, según informes, mujeres detenidas
cuando las fuerzas armadas disolvieron por medios violentos una protesta contra
el régimen militar sufrieron golpes y acoso sexual.
“Da igual si los ataques son obra de turbas anónimas
o de las propias fuerzas de seguridad: son igualmente lesivos para las mujeres y
sus derechos humanos” ha afirmado Sahroui.
En 2011, los ataques contra mujeres periodistas
extranjeras resaltaron el problema.
El 11 de febrero de 2011, la periodista de la CBS
Lara Logan sufrió golpes y agresiones sexuales por una turba de hombres en la
plaza de Tahrir.
El 24 de
noviembre de 2011, la periodista de France 3 Caroline Sinz fue agredida en una
calle próxima a la plaza de Tahrir.
Acosar y agredir sexualmente a las mujeres
manifestantes es una táctica que ya se utilizaba con frecuencia durante el
gobierno del ex presidente Hosni Mubarak.
En 2005, según informes, se contrató a matones para
agredir a las mujeres periodistas que participaban en una protesta para pedir el
boicot del referéndum sobre la reforma constitucional.
“Las mujeres deben poder ejercer libremente y en
condiciones de plena igualdad su derecho a la libertad de expresión y de
reunión” ha afirmado Hassiba Hadj Sahraoui.
“Estas formas de acoso sexual, agresión sexual y
otros malos tratos contra mujeres manifestantes tienen como fin intimidarlas y
evitar que participen plenamente en la vida pública.
“Las autoridades no han hecho nada hasta el momento
para investigar estos ataques. La impunidad hasta la fecha de quienes atacan a
las manifestantes parece haber fomentado esta tendencia a que continúen los
actos de acoso y agresión sexual.
“Sólo se podrá detener la epidemia de hostigamiento
sexual en Egipto si las autoridades, y la sociedad en su conjunto, hacen frente
a los hombres que actúan como si las mujeres fueran mercancías. Hay que
conseguir que deje de imperar un clima de impunidad llevando a los responsables
ante la justicia.”
Comunicados de prensa de AMNISTÍA INTERNACIONAL
11 junio 2012
Índice AI: PRE01/279/2012
http://www.amnesty.org/es/for-media/press-releases/egipto-ataques-mujeres-manifestantes-deben-ser-investigados-2012-06-11
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