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domingo, 7 de diciembre de 2025

Una carta a Jane

 

Queridísima Jane,

Hoy, en la cuenta regresiva para el cumplimiento de los dos siglos y medio de tu nacimiento, me atrevo a escribirte estas líneas que seguramente jamás imaginaste recibir. No puedo evitar sentir que te hablo muy de cerca, casi al oído, con la mezcla de respeto y cariño que se reserva sólo para quienes han marcado nuestra vida de un modo que las palabras apenas alcanzan a expresar.

He recorrido tus novelas como quien camina por una casa luminosa, cada habitación revelaba matices nuevos, gestos pequeños que escondían mundos, ironías que acariciaban la inteligencia sin llegar a herir nunca. De ti aprendí que la elegancia literaria no es artificio sino precisión afectuosa; que la sensatez y la sensibilidad así como el orgullo y el prejuicio conviven dentro de cada ser humano esperando a ser pulidos; que la ironía puede ser una forma de conciliación, que la observación atenta  y la valoración de las  cosas pequeñas y simples de la vida cotidiana, son actos de verdadera sabiduría.

Tu obra ha sido para mí, una maestra silenciosa que me ha guiado en mi camino de escritura, ayudándome a encontrar y escuchar mi propia voz en medio del ruido. Pero también, me ha acompañado en momentos duros de mi existir. Tu resistencia ante el dolor, tu perseverancia pese a la enfermedad, tu firmeza al continuar escribiendo incluso cuando la sombra de la muerte se te acercaba… todo ello ha sido para mí un testimonio de dignidad, de valor y de presencia. 

Te conocí en el año que mi salud se quebró irreparablemente. Días antes de ser yo desahuciada llegaste tú con tu historia de vida y tus creaciones bajo el brazo, arribaste a mi mundo justo cuando tenías que hacerlo, ni antes…ni después, tal y como lo hacen siempre las personas y los libros que están destinados a transformar de alguna forma positiva nuestra vida.

Me enseñaste, sin pretenderlo, que la debilidad física también es fuerza, que se puede sentir pensar y crear desde y a pesar de la fragilidad corpórea.

Cuando leí por primera vez tus novelas, creí que me estabas enseñando sobre tus heroínas. Con los años comprendí que, en realidad, tú al igual que Virginia Woolf en sus escritos más íntimos, me estabas enseñando sobre mí misma, sobre la dignidad en medio del dolor, el humor, la ironía y la finura del lenguaje como resistencia ante el sufrimiento, y sobre todo,la importancia de seguir adelante incluso cuando el cuerpo se desmorona. Por algo ustedes dos son mis inclasificables y gozosamente necesarias presencias.

En tus últimos años, cuando la enfermedad se apoderó de tu cuerpo no dejaste de soñar. No dejaste de sostener la ilusión en el mismo puño donde también sostenías la certeza de tu final. No dejaste de sonreír ni de mirar el mundo con lucidez, y a la vida con enorme gratitud,  tal como lo hizo mi amadísimo padre siglos después de ti, y como espero poder hacerlo yo también.

Y ahora, en este 2025 que jamás podrías haber imaginado, quiero contarte algo hermoso: es una verdad universalmente reconocida (y no lo digo por jugar con las contundentes palabras con las que iniciaste tu genial obra Orgullo y Prejuicio, sino porque así es), que eres una de las autoras más grandes de toda la literatura inglesa y universal. 

Tus novelas se cuentan por millones de ejemplares vendidos, tus personajes recorren el mundo en todos los idiomas,tu obra completa sigue siendo estudiada desde distintas ramas del conocimiento, y tu fama no solo no se ha apagado, sino que crece año tras año, como si cada nueva generación te descubriera con la misma chispa de asombro que iluminó a la primera.

Has cruzado continentes, épocas, culturas y sigues viva en cada lector…en cada lectora que sonríe con Elizabeth Bennet, se indigna con la Señora Norris, se conmueve con Anne Elliot o se enamora, un poquito…a veces mucho de Mr. Darcy. Tu legado mi queridísima Jean Austen no sólo perdura…florece!.

Por todo ello, por tu obra inetiquetable, por tu espíritu, por la huella que dejaste en la literatura y en mi propia vida quiero darte las gracias. Gracias por escribir como escribiste, por mirar como miraste, por vivir como viviste. Gracias por haber sido y seguir siendo para mi, inspiración, compañía…refugio. Gracias por brindarme en cada re lectura de tus novelas, todo un banquete de serenidad, armonía y dulzura con sabor a familia…a hogar!!.

Con inmensa admiración, con gratitud profunda y con un cariño que atraviesa los siglos:

Galilea Libertad Fausto.


Créditos de la ilustración a quien corresponda.


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martes, 2 de diciembre de 2025

La gestación subrogada presentada con discursos engañosos


La supuesta bondad de las mujeres

La supuesta generosidad de las mujeres que se involucran en la gestación subrogada «por altruismo» es un estereotipo profundamente misógino. Este discurso sirve para legitimar la explotación del cuerpo de las mujeres y de sus capacidades reproductivas. Refuerza la socialización hacia la sumisión, encerrando a las mujeres en la idea de que deben plegarse a los deseos de los demás en nombre del altruismo o la solidaridad y alimentando la percepción de las mujeres como cuerpos-objetos, en lugar de cuerpos-sujetos.


El mito del consentimiento

El Protocolo de Palermo (2000) es claro: en la trata de seres humanos, el consentimiento es jurídicamente irrelevante. Sin embargo, la gestación subrogada cumple los criterios de la trata: reclutamiento de madres subrogadas con engaño y coacción, abusando de su vulnerabilidad -sobre todo económica y/o psicológica-, con fines de explotación reproductiva.

¿Y si, a pesar de todo, se invoca el consentimiento? ¿Se puede realmente hablar de elección informada cuando las mujeres no dominan ni la jerga jurídica de los contratos ni las consecuencias médicas y psicológicas? ¿Se puede hablar de elección libre cuando la decisión se ve influida por la promesa de una remuneración o de ventajas económicas? ¿Se puede hablar de libertad en una sociedad patriarcal en la que las mujeres están socializadas para sacrificarse por los deseos de los demás?

El consentimiento era una herramienta feminista: decir no a la violación, decir sí al aborto. Hoy en día, este principio es desvirtuado por las lógicas neoliberales y libertarias, que lo utilizan para legitimar la explotación reproductiva de las mujeres a través de la gestación subrogada. Esta inversión del significado del consentimiento, vaciado de toda reflexión sobre la dominación y lo colectivo, conduce a naturalizar la explotación bajo el pretexto de la libertad individual.


Un aura médica engañosa y peligrosa

La gestación subrogada se presenta a menudo como una técnica de reproducción asistida, un simple acto médico. Esto es falso. El embarazo afecta a todo el cuerpo de la mujer, con importantes riesgos físicos y psicológicos. Las madres subrogadas tienen un mayor riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, preeclampsia, etc. Desde el punto de vista psicológico, las mujeres sufren una presión moral con discursos de «amor» y «solidaridad» para empujarlas a aceptar, pero sobre todo pueden enfrentarse a un verdadero trauma relacionado con la ruptura brutal del vínculo madre-hijo, lo que provoca un choque hormonal y emocional (el 33 % corre el riesgo de sufrir estrés postraumático o ansiedad).


El espejismo del derecho al niño

El derecho a tener hijos no existe. Un convenio sobre la gestación subrogada equivaldría a legalizar la venta de niños y niñas, ya que asignar un niño o una niña a un tercero antes de su nacimiento se ajusta al criterio fundamental de venta de niños que fue definido por el Convenio de La Haya en 1993. Si la misma Haya que ahora, en total contradicción con aquel convenio de 1993, se afana en elaborar un convenio internacional de filiación en contextos de gestación subrogada.

Las niñas y los niños quedan así reducidos a meros objetos de contrato, considerados únicamente como medios para satisfacer los deseos reproductivos de los adultos, sin tener en cuenta la violencia física y psicológica que sufren: mayor riesgo de explotación sexual y racista, partos prematuros, bajo peso al nacer y consecuencias a largo plazo para la salud (obesidad, diabetes, hipertensión). También sufren un trauma emocional y de identidad. Al enfrentarse a conflictos de lealtad hacia los mal llamados “padres intencionales", estos niños y niñas tienen dificultades para acceder a sus orígenes. Sin embargo, todo ser humano tiene derecho a saber de dónde viene, no sólo porque así lo establece el derecho internacional, sino sobre todo porque es esencial para su desarrollo. El desconocimiento de sus orígenes genera un trauma de abandono, además de una búsqueda insostenible de identidad.

Además, esta lógica desvía y debilita las leyes sobre la adopción, dejando obsoletos los mecanismos que protegen al menor: control de los antecedentes de los padres, respeto de sus derechos y su seguridad. Una niña o un niño no es un derecho. Es una persona con derechos.


El déficit democrático y ético de la Conferencia de la Haya 

El proyecto de convenio de la HCCH revela profundas limitaciones democráticas, técnicas y éticas

En sus inicios, este proyecto legislativo se basó en una investigación parcial que se centró exclusivamente en los “padres intencionales” y los actores económicos de la industria de la subrogación, lo que la propia HCCH reconoce como un mercado globalizado (“a global business”). Las «personas más afectadas», -las mujeres y sus hijas e hijos-, fueron descuidadas y las organizaciones que las representan ignoradas. 

A esto se suma un problema de representación: algunos miembros de los grupos de trabajo de La Haya, por mandato de sus gobiernos, defienden posiciones a favor de la gestación subrogada que en ocasiones son contrarias a las de sus países. El ministro de Asuntos Exteriores, responsable de nombrar al representante de España en La Haya, nunca ha respondido sobre qué posiciones defiende allí la representante española. 

Ratificado o no, un convenio de este tipo legitimaría la gestación subrogada y alimentaría un mercado que, por su propia naturaleza, es perjudicial para las mujeres y los niños que nacen de él.

Desde 2015, la CIAMS, junto con las organizaciones feministas y de defensa de los derechos humanos que la componen, alertamos cada año a la HCCH, a sus grupos de expertos y a sus Estados miembros sobre las consecuencias humanas de estos trabajos, llevados a cabo con la mayor discreción y opacidad. También trabajamos para informar al público en general sobre el alcance de este proyecto.

Ante la proximidad de la decisión final de la Asamblea General de los Estados miembros de la HCCH (a principios de 2026), os animamos encarecidamente a que interpeléis a los representantes de vuestro Estado.

En la votación final, la representante de España deberá elegir:

  1. alinearse con los intereses de las clases privilegiadas que recurren a la gestación subrogada;
  2. o defender a las mujeres más vulnerables, en su gran mayoría contratadas como madres subrogadas.
  3. También deberá elegir entre contribuir -o no- a la normalización de la compra y venta de niñas y niños recién nacidos.

Regular la filiación, uno de los aspectos de una práctica que se basa en la deshumanización de las mujeres y la transformación de la infancia en objeto de contrato, no protege ni a los menores ni a las mujeres, sino que debilita los derechos humanos de todos y todas en beneficio del mercado. La esclavitud no se regula, sólo puede ser abolida.

La unificación del derecho internacional privado debe realizarse respetando la dignidad humana, y no en respuesta a los intereses de un mercado cuya capacidad de acaparamiento de mujeres y criaturas se ve respaldada por su intensa presión política.

Os invitamos a expresar claramente vuestro desacuerdo con el alcance de estos trabajos y con la implicación de vuestro país

Información de la Coalición Internacional para la Abolición de la Gestación Subrogada

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martes, 25 de noviembre de 2025

VIOLENCIA MASCULINA

 


Hace varios días escuché en la cadena Ser a un “opinador” comentar algo así como que el feminismo había invadido el “true crime” , porque fueran víctimas mujeres u hombres, los asesinos siempre eran hombres.

Me sorprendió ese análisis tan acrítico, benevolente con los hombres, ingenuo y erróneo a partes iguales.

Precisamente yo abandoné el género criminal por la razón inversa : el patriarcado naturaliza la matanza de mujeres en manos de los hombres como si se tratará de un fenómeno de la naturaleza que se produce periódica e irremediablemente , Lo normal es que dentro de ese género, y por tanto en la realidad, nosotras seamos las víctimas.

Respondería a aquel opinador que no es el feminismo, sino muy por el contrario, es la misoginia y el poder patriarcal los que han colonizado el género , y lo que es peor , la realidad.

En 2024 según” el Informe general de Instituciones Penitenciarias” el 92,5 % de los delitos contra la vida. fueron perpetrados por hombres, y el 7,5 % por mujeres.

¿Los hombres no conocen estos datos o no los quieren conocer? ¿Pensarán que el feminismo ha invadido también el Informe General del Ministerio de Interior que tozudamente dice lo mismo ?

La población reclusa, también en 2024, está integrada por un 93 % de hombres y un 7 % de mujeres.

A mi estos datos me llevan a analizar cuál es la relación de los hombres con la violencia, su nivel de tolerancia , de comodidad, de aceptación . La convivencia pacífica que tienen con ella; y todas esas cuestiones encuentro que está íntimamente relacionadas con la construcción de la masculinidad.

Esa masculinidad clásica y tóxica que se impone sobre los demás , que compite y gana .

No es extraño observar cómo los hombres se recrean con imágenes violentas , que no les molestan , que las disfrutan.

Incluso pueden eufemísticamente llamar a algún género como “de acción” , siendo fundamentalmente de destrucción , porrazos , choques , incendios ,fuerza, daño , dolor: en definitiva violencia.

La violencia es agradable a los ojos de los hombres porque sus juegos y su forma de relacionarse introduce de una manera muy natural ese componente, y lo que está en el ocio y en la diversión se presenta como algo amable ,cuando el resultado sea su altísimo nivel de tolerancia.

Esa forma de divertirse crea un imaginario de vencedores, y no hay una línea clara entre ficción y realidad , porque el ocio los prepara para vencer siempre , para imponerse. No se ensaya el fracaso , solo el exito , la autoridad , la supremacía.

Sorprende ver los catálogos de juguetes, de cualquier tienda, para estas próximas navidades de 2025. No hemos avanzado nada . La diversión de los niños sigue representándose con animales agresivos con colmillos y actitudes de ataque, los muñecos (que los catálogos denominan figuras , frente a la parte del catálogo de niñas que se llaman muñecas) son rígidos y duros , sin expresión amable , en muchas ocasiones no son humanos, son máquinas de poder . Se trata de juegos para someter , para avasallar , para ser el protagonista dominando.

Como si la agresividad formara parte de la genética del cromosoma Y ,no hay compasión ni amabilidad en esos juguetes

.Son refractarios al feminismo y a otro modelo de hombre posible . Parece que los valores igualitarios, de cuidado , de apoyo o de ayuda tuviesen vedada esa parcela , y se mantuviera impasible a su influencia.

La violencia es cultural y como todo lo cultural se reproduce a través de la educación y el ambiente, y por tanto es modificable.

Eliminar la violencia del ocio masculino desde la infancia crearía otra forma de relacionarse con ella , como nos sucede a las mujeres , que sentimos rechazo de manera natural, porque no está dentro de nuestra construcción la destrucción de los otros para imponernos sobre ellos.

En la violencia hay grados , por supuesto , pero otorga una mirada al mundo que justifica el empleo de la misma , y nadie sabe dónde pone cada uno su límite , pero teniendo esas cifras de 93 por ciento , frente al 7 , nos da una idea de que el feminismo está muy lejos de invadir el true crime , pero sobre todo de introducirse y desplegarse en el ocio masculino.

Si la patria de cada persona es su infancia , la de los hombres conjuga el daño con la diversión y los convierte en sinónimos, capaces de despertar sentimientos positivos respecto al depredador.

Es esta identificación de la violencia con la diversión, el ocio , y el dominio la que hay que eliminar de raíz ,para que no quede elemento positivo alguno en las conductas opresivas que sojuzgan .

La violencia , aún hoy, y con mucha distancia respecto a  nosotras , es cosa de hombres.
 Texto e ilustración de  ROSALIA HERNÁNDEZ SANCHÉZ 
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25N2025 #VIVANOSQUEREMOS

 










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lunes, 24 de noviembre de 2025

En el 25N: análisis de la realidad más allá de la ficción

 


El cuento de la criada escrito magistral y premonitoriamente por Margaret Atwood en 1985, adquiere una escalofriante mayor relevancia en el violento y retrógrada contexto político que estamos viviendo a nivel global. Su lectura, relectura y análisis en el marco de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género, es más que oportuna, necesaria.

Cabe mencionar que desde hace algunos años, la imagen de las criadas de esta ficción real, se ha convertido en un poderoso símbolo en protestas feministas,especialmente contra la erosión de los derechos sexuales y reproductivos, los vientres de alquiler, y demás violencias hacia las mujeres.

En diferentes ocasiones en algunas partes del mundo, un gran número de manifestantes han portado los largos uniformes rojos y las cofias blancas de estas criadas, para simbolizar la lucha contra la cosificación del cuerpo femenino, y la opresión institucionalizada.

El cuento de la criada es mucho más que una novela distópica, es una advertencia sobre lo frágiles que son los derechos de las mujeres cuando el poder político y el poder religioso se entrelazan para controlar sus cuerpos y callar sus voces. Gilead, la república ficticia de la historia es el resultado extremo de un patriarcado institucionalizado. 

Con una mirada feminista, el libro denuncia la pérdida de autonomía como la forma más profunda de opresión. Las mujeres en Gilead no poseen nombre propio, no tienen derecho a leer, a decidir sobre su maternidad ni a elegir su destino. Su valor social se mide por su capacidad reproductiva.

Cuando Atwood publicó esta obra hace cuarenta años, advirtió que no inventó nada; cada  castigo, cada restricción y cada símbolo en Gilead tiene un antecedente real en la historia de la humanidad y más específicamente, en la historia de la vida de las mujeres. La ficción se convierte así en un espejo perturbador de prácticas del pasado, del presente y del futuro que ya está aquí.

El cuerpo femenino en la novela es un territorio colonizado, las criadas son utilizadas como vientres al servicio de la clase dominante. Esta apropiación del cuerpo es una metáfora de cómo las mujeres a lo largo del tiempo, han sido despojadas de la soberanía sobre sí mismas.

Si observamos el mundo actual, la distancia entre Gilead y la realidad se acorta, en Afganistán, por ejemplo, las mujeres han sido expulsadas del espacio público bajo el régimen talibán que no les permite estudiar, trabajar ni desplazarse sin permiso y sin un acompañante masculino, son obligadas a cubrirse cabeza cara y cuerpo con excepción de los ojos o de un ojo mejor dicho.. La segregación femenina es prácticamente total.

En cuanto a Irán, ahí las protestas encabezadas por mujeres tras la muerte de Mahsa Amini revelan otro tipo de control patriarcal, el del cuerpo a través del velo obligatorio y la vigilancia moral. La represión estatal de estas voces nos recuerda los castigos públicos en Gilead contra quienes desobedecen la ley.

Por otro lado, en Arabia Saudita aunque existen avances en derechos civiles, la tutela masculina aún restringe la plena libertad de las mujeres, su “independencia” sigue a expensas del consentimiento de los hombres, lo que demuestra que el poder patriarcal puede modernizar su rostro, pero no cambia su esencia.

Poniendo la mirada en América Latina, vemos a países como El Salvador y Nicaragua manteniendo leyes que prohíben el aborto incluso en casos de violación o riesgo de vida. En estas naciones las mujeres son obligadas a parir, como las criadas de Gilead, bajo un discurso religioso que convierte la maternidad en mandato moral.

Y hacia el norte en Estados Unidos, la revocación del fallo Roe v. Wade en 2022  marcó un retroceso histórico. En muchos estados se regresó a la penalización del aborto, con lo cual las mujeres perdieron el derecho a decidir sobre su propio cuerpo. Lo que Margaret Atwood presentó en 1985 como una advertencia, se ha vuelto una realidad jurídica.

Con estos y otros retrocesos, El cuento de la criada nos recuerda que los derechos conquistados por el feminismo no son permanentes. La vigilancia sobre los logros obtenidos, el entendimiento de que la libertad de las mujeres sigue siendo un terreno en disputa, la resistencia, y la memoria feminista son nuestras mejores armas contra la regresión y el aumento de la violencia de género. Atwood no escribió una profecía, escribió un mapa para recorrer los caminos y reconocer las señales de alarma.

Detectemos  los signos de peligro que anuncian el  despeñadero político y social hacia el que la humanidad se está encaminando a pasos agigantados, y actuemos en consecuencia ahora que todavía estamos a tiempo!

Galilea Libertad Fausto.


Créditos de la ilustración a quien corresponda.

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sábado, 15 de noviembre de 2025

25N 2025 ¡Por un mundo libre de violencias machistas!

 


Difundimos los carteles de la manifestación de Madrid, pero en toda España y en muchísimos lugares del mundo, sobre todo en nuestra querida América Latina también se dan múltiples manifestaciones y actos para frenar la violencia machista  y conseguir la igualdad .


El 25 de noviembre es el día elegido por el movimiento feminista autónomo internacionalista para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y Mª Teresa), tres activistas asesinadas el 25N de 1960 en manos de la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana. Es el día elegido por consenso, al que nos sumamos asociaciones, asambleas sin personalidad jurídica y mujeres diversas pertenecientes a todo un movimiento, el feminista, para denunciar las violencias machistas que sufrimos todas las mujeres por el hecho de serlo cuya cúspide es el feminicidio, y la cual es sistemática. Ese día lo visibilizamos y apelamos a la sociedad en un grito unánime, en todo el mundo.

Todo el mes hay acciones y manifestaciones en municipios pequeños precisamente para poder unirse a la del día internacional.  En Madrid el movimiento feminista hace una manifestación ese día, grande y potente en la que estás invitada a participar.


 Nos vemos el 25N. 



¡Por un mundo libre de violencias machistas!

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viernes, 14 de noviembre de 2025

14 noviembre de 1917: La Noche del Terror. Otro episodio de la lucha sufragista

  


La Noche del Terror fue un evento brutal ocurrido el 14 de noviembre de 1917 en la prisión de Occoquan Workhouse, Virginia, donde un grupo de mujeres sufragistas, incluyendo a Lucy Burns, fue sometido a abusos físicos y psicológicos extremos mientras luchaban por el derecho al voto en Estados Unidos.

Lucy Burns, junto con otras integrantes del National Woman's Party (NWP) liderado por Alice Paul, había estado organizando piquetes frente a la Casa Blanca desde enero de 1917, exigiendo al presidente Woodrow Wilson que apoyara una enmienda para el sufragio femenino. Estas mujeres, conocidas como las Silent Sentinels (Centinelas Silenciosas), permanecían en silencio sosteniendo pancartas con mensajes directos y provocadores.

Cuando las autoridades intensificaron la represión, arrestaron a Burns y otras sufragistas por "obstrucción del tráfico", aunque su verdadero "crimen" era protestar por la igualdad de derechos. En la prisión, la situación llegó a un punto crítico en noviembre

En la noche del 14 de noviembre, las sufragistas encarceladas fueron víctimas de una violencia extrema ordenada por el superintendente de la prisión, W.H. Whittaker. Aquí se detallan los abusos sufridos por Lucy Burns y sus compañeras:

El superintendente del Asilo Occoquan, W.H. Whittaker, ordenó a los casi cuarenta guardias que brutalizaran a las sufragistas. Golpearon a Lucy Burns, le encadenaron las manos a los barrotes de la celda sobre su cabeza y la dejaron allí durante la noche.​ Arrojaron a Dora Lewis a una celda oscura y le aplastaron la cabeza contra una cama de hierro, lo que la dejó inconsciente. Su compañera de celda, Alice Cosu, que creía que Lewis había muerto, sufrió un ataque al corazón. Dorothy Day, quien más tarde cofundó el Movimiento del Trabajador Católico, fue golpeada repetidamente sobre la parte trasera de un banco de hierro. Los guardias agarraban, arrastraban, golpeaban, asfixiaban, pellizcaban y pateaban a otras mujeres.

Lucy Burns y otras sufragistas, como Alice Paul, se declararon en huelga de hambre en protesta por su tratamiento y la negación de sus derechos.

Burns fue sometida a alimentación forzada, una práctica cruel y peligrosa en la que le introdujeron un tubo por la nariz o la garganta para forzarla a ingerir alimentos. Este procedimiento causó un sufrimiento físico y psicológico enorme.

La brutalidad de la Noche del Terror finalmente salió a la luz gracias a las cartas y testimonios de las sufragistas después de su liberación. La opinión pública se indignó cuando se conocieron los detalles, lo que aumentó el apoyo al movimiento sufragista. Estos eventos llevaron al presidente Wilson a cambiar su postura y respaldar la Enmienda 19, que fue ratificada en 1920 y garantizó el derecho al voto para las mujeres.

Lucy Burns, aunque profundamente afectada por el abuso que sufrió, siguió luchando por los derechos de las mujeres hasta que se retiró de la vida pública poco después de que se lograra el sufragio.

La Noche del Terror es recordada como un momento clave de valentía en la lucha por la igualdad de género en los Estados Unidos, y Lucy Burns es una de las heroínas que soportaron ese sufrimiento por una causa más grande

En 2005,   el Occoquan Workhouse  fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos. Un grupo de líderes comunitarios locales se movilizó para preservarlo y transformarlo. En septiembre de 2008, el Centro de Artes Workhouse abrió sus puertas en el mismo lugar ofreciendo  espacio de estudio asequible para artistas emergentes y albergando exposiciones, actuaciones y otros eventos. Aunque el edificio original del workhouse donde tuvo lugar la "Noche del Terror" ya no existe, el centro invita a los visitantes a participar en el "Museo Lucy Burns" para interpretar el legado sufragista del sitio.



https://es.wikipedia.org/wiki/Centinelas_Silenciosas

https://es.wikipedia.org/wiki/Alice_Paul


https://www.nps.gov/places/occoquan-workhouse.htm

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jueves, 6 de noviembre de 2025

Frente a la COP30 Sabotaje Ecofeminista No a los minerales de sacrificio

 

 Nos sumamos al pedido de nuestras hermanas de la  Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales haciéndonos eco a sus peticiones 


Documento político Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales 

Ante el colapso ecológico y la crisis climática denunciamos las falsas soluciones que las corporaciones extractivistas, las instituciones financieras y los gobiernos buscan legitimar en eventos como la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Por eso convocamos a un sabotaje ecofeminista contra la COP 30. Creemos que son los pueblos y las comunidades con sus saberes milenarios y sus resistencias quienes poseen y proponen las soluciones reales para cuidar y preservar la vida en el planeta, en este trabajo de sostenimiento de la vida, somos las mujeres las que hemos desplegado un acúmulo de energía, por lo cual sentimos la necesidad y legitimidad de pronunciarnos.

Nos declaramos en campaña permanente para denunciar a los tomadores de decisión que intentan convencernos de que la salida a la crisis debe involucrar la ampliación de la frontera extractiva, el libre comercio y la obscena acumulación de capital.

Sabotaje ecofeminista: desmontar la COP de la minería

La COP30 en Belém no será un espacio de soluciones. Financiada por ValePetrobras y otros actores corporativos, se perfila como la COP de la minería y las finanzas, un escaparate global donde se intentará legitimar la expansión de la frontera extractiva bajo un discurso verde.

El sabotaje ecofeminista que convocamos es nuestra forma de confrontar ese modelo. Sabotear no significa destruir, significa desenmascarar, denunciar y desobedecer a quienes pretenden imponer un futuro de sacrificio. Es insumisión política y creación colectiva, es romper la obediencia para abrir caminos de dignidad. Es romper la dominación con la imaginación.

Nombramos lo que enfrentamos:

Minerales de sacrificio. La transición energética está siendo utilizada para justificar la expansión de la minería de tierras raras, litio, cobre, níquel y otros minerales. Son sacrificios impuestos a pueblos, territorios y cuerpos, principalmente feminizados: agua contaminada, ecosistemas destruidos, comunidades desplazadas. 

Fascismo fósil. La transición impuesta y hegemónica no desmonta el modelo petrolero y minero, lo refuerza con represión. Esta falsa transición requiere del despliegue de  ejércitos, vaciar territorios y de leyes punitivas para garantizar la continuidad de los proyectos extractivos. Defensoras en México, El Salvador, Ecuador, Perú y Colombia enfrentan hostigamiento, judicialización y persecución. Este fascismo fósil protege a las corporaciones y convierte la defensa de la vida en un crimen.

Securitización y colonialismo verde. Europa ha ampliado su lista de minerales estratégicos de 17 a 34, priorizando la “seguridad energética” por encima de los derechos de los pueblos. Bajo este discurso, los recursos del Sur Global son tratados como reservas a disposición de las cadenas de suministro del Norte. Es un nuevo colonialismo verde: se imponen tratados, créditos y mecanismos de control que profundizan la mercantilización de la naturaleza.

Acumulación por descarbonización. Lo que llaman transición energética no sustituye a los fósiles, los complementa. Las corporaciones diversifican sus negocios: expanden la minería del litio y otros minerales al mismo tiempo que aumentan la extracción de petróleo, gas y carbón. Se trata de una nueva fase del capitalismo, donde no hay ninguna descarbonización. Es una continuidad del extractivismo bajo un discurso renovado que convierte la crisis climática en negocio, con la consecuente recarbonización de la economía global.

Canjes de deuda por naturaleza, clima o conservación. Estos mecanismos financieros son presentados como alternativas, pero son una trampa. Profundizan la mercantilización de la naturaleza, refuerzan relaciones coloniales de poder y perpetúan deudas ilegítimas. Bajo el disfraz de “financiamiento verde” se imponen condiciones que limitan la soberanía y habilitan mecanismos de control externo sobre territorios comunitarios. 

Mercados de carbono y otras falsas soluciones. Las compensaciones de carbono, y otras falsas soluciones siguen estando en el centro de las propuestas estatales y corporativas para supuestamente enfrentar el cambio climático. Sin embargo, profundizan el colonialismo verde, el acaparamiento de tierras para los negocios climáticos, someten a los pueblos a situaciones de despojo de derechos y permiten que los responsables del calentamiento global puedan seguir extrayendo y consumiendo combustibles fósiles.

Por eso decimos: “Hoy los Estados venden hasta el aire que respiramos”.
Por eso gritamos: “La transición será feminista, popular y anticolonial o no será”.

Síntesis regional: un continente en disputa, un Sur Global en resistencia

Los testimonios país por país revelan un patrón claro: la llamada transición energética no significa justicia climática, sino continuidad del extractivismo y profundización del despojo. Abya Yala está siendo convertida en un corredor continental de minas sostenido por corporaciones megaminerasEstados policiales y militares y democracias debilitadas.

En nuestros encuentros se manifiesta sin ambigüedad: “Nuestros territorios son zonas de sacrificio para que el Norte Global mantenga sus formas de vida con altísimos consumos de energía. Todos nuestros minerales jamás satisfarán su demanda”. Lo que se impone es una nueva fase de acumulación que no busca resolver la crisis climática, sino mantener los privilegios del capital global.

Estamos frente a una vuelta al latifundio, con cercamientos de grandes territorios que, en regímenes no democráticos, se imponen mediante ejércitos con funciones ampliadas. La militarización no es un efecto colateral, es la condición de posibilidad de la expansión extractiva. El crimen organizado se convierte en socio del extractivismo y penetra en los territorios despojados, como se evidencia en México, Ecuador, Perú y Centroamérica.

Las deudas ilegítimas impuestas por actores como el FMI, el Banco Mundial o el BID son otra forma de saqueo. Los canjes de deuda se presentan como financiamiento verde, pero en realidad mercantilizan lo común, perpetúan relaciones coloniales de poder y entregan soberanía. Como denunció la Asamblea: “Hoy los Estados venden hasta el aire que respiramos, no es una metáfora”.

La explotación de nuestros cuerpos-territorios es otra cara de esta violencia. Las transnacionales han desplegado estrategias de lavado verde-violeta, usando rostros de mujeres como fachadas de proyectos de muerte. Frente a ello reafirmamos que la justicia climática no puede desligarse de la justicia de género y de la defensa integral de la vida.

Pero también hay esperanza en las luchas. Desde Cuenca hasta Oaxaca, desde Cajamarca hasta Santa Marta, desde las resistencias en Chile hasta los pueblos quilombolas en Brasil, levantamos la voz de quienes siguen defendiendo la tierra, el agua y la dignidad.

Lo que enfrentamos en América Latina conecta con otras geografías del Sur Global. En Palestina/Gaza, el colonialismo y el genocidio muestran hasta dónde puede llegar la violencia de los Estados cuando el territorio es tratado como botín. En Ucrania y Europa, la guerra ha disparado la securitización de minerales y militarizado la política energética. Son expresiones distintas de un mismo sistema que sacrifica pueblos para sostener la acumulación.

Coyuntura latinoamericana y del Sur Global: del extractivismo al sabotaje

Brasil: la minería asesina, la impunidad continúa

La Tragedia de Brumadinho mostró cómo la corrupción estatal permitió a Vale operar pese a los riesgos, causando la muerte de 272 personas. Hoy, Vale y Petrobras patrocinan la COP30 y se presentan como líderes de la transición. Denunciamos la complicidad del gobierno brasileño que legitima este modelo.

Brasil simboliza el poder de las corporaciones megamineras que hieren la vida todos los días, y que junto con Estados policiales y militares sostienen un régimen de extractivismo permanente. Estas empresas, con el aval del gobierno, convierten territorios en zonas de sacrificio mientras avanzan con megaproyectos bajo el discurso de los llamados “minerales estratégicos”.

Consigna: ¡Fuera Vale y las mineras de la COP30!

El Salvador: la criminalización como política de Estado

El gobierno de Nayib Bukele persigue organizaciones sociales, restringe fondos y prohíbe hablar de derechos humanos, género y defensa del territorio. Se criminaliza y encarcela a colectivos como el caso emblemático de nuestras compañeras y compañeros de Reverdes.

La región vive un patrón de cercamientos y que en contextos no democráticos este pasa por los ejércitos con funciones ampliadas, otorgadas por los gobiernos. El Salvador es ejemplo: un Estado policial-militar donde los territorios son sitiados y las comunidades, vigiladas y encarceladas. Además, este país figura entre los sometidos a canjes de deuda por naturaleza, una falsa solución que perpetúa relaciones coloniales de poder.

Ecuador: Cuenca se levanta, Kimsacocha no se toca

El 16 de septiembre, más de cien mil personas marcharon en Cuenca para proteger el agua y la vida. Denunciamos a la minera canadiense INV Metals/Dundee Precious Metals y al gobierno de Daniel Noboa, que responde con criminalización y congelamiento ilegal de cuentas.

Ecuador es un país con canjes de deuda: bajo el disfraz de financiamiento verde se entregan derechos de soberanía y se impone control externo. Hoy los Estados venden hasta el aire que respiramos, no es una metáfora. Las comunidades han reivindicado que el petróleo permanezca bajo tierra, como mandaron abuelos y abuelas. Pero el gobierno insiste en criminalizar a quienes defienden el agua y los territorios.

Consignas: No a la minería, sí a la vida. ¡Kimsacocha no se toca!

México: entre la memoria de los ríos y la expansión minera

En Oaxaca, defensoras han enfrentado hostigamientos y un clima de inseguridad que busca silenciar la resistencia. El Observatorio Ukamau Territorio y Dignidad denuncia la devastación y la expansión del cobre como mineral de sacrificio. México encarna la expansión de megaproyectos que convierten territorios en enclaves de extracción, sostenidos por acuerdos con corporaciones transnacionales. 

En México, el rol de las estructuras criminales han silenciado cualquier opción de disidencia, la ampliación de la frontera extractiva se consolida con el control absoluto y violento de los territorios, sus comunidades y los cuerpos en resistencia. 

Perú: minería, crimen organizado y gobiernos inoperantes

Con GRUFIDES a la cabeza, se exige un cierre minero justo que contemple mecanismos de reconversión laboral y reparación integral. Hemos advertido con claridad: “¿Qué hace la gente después de la mina?”, porque los vacíos de empleo facilitan la inserción en economías criminales.

En Perú, la minería ilegal está controlada por el crimen organizado. Un gobierno abiertamente inoperante frente a la inseguridad provoca secuestros y asesinatos de trabajadores mineros, así como explotación extrema que desprotege y mata. La precarización laboral generalizada facilita que miles de personas pasen de la minería legal a economías criminales, intensificando la violencia en los territorios.

Chile: renovables con más minería

El gobierno chileno promueve la descarbonización mientras profundiza la minería de cobre, litio y tierras raras. El OLCA denuncia esta contradicción: energías renovables y producción de combustibles “verdes”, como el hidrógeno y el amoniaco, con base en proyectos extractivos que destruyen ecosistemas, como los frágiles salares y la verde Patagonia, y comunidades.

La región de Chile se suma al corredor continental de minas descrito en Bogotá, donde el despojo es funcional a las cadenas globales de suministro. Mientras esto ocurre, se hostiga y desaparecen defensoras, como Julia Chuñil, mujer mapuche defensora del bosque nativo. El Estado mantiene un silencio cómplice.

Consigna: La transición no será sin nosotras.

Colombia: entre el extractivismo y la represión

En Colombia, las personas defensoras ambientales enfrentan amenazas, hostigamientos judiciales y asesinatos, en un escenario donde se advertía que el debilitamiento democrático abre espacio a un Estado incapaz de contener la proliferación de actores armados ilegales y cada vez más funcional a intereses extractivos.

El gobierno mantiene contratos petroleros que refuerzan la dependencia fósil y consolida megaproyectos mineros bajo un discurso de transición energética. Aunque intenta tramitar los conflictos socioambientales, avanza en reformas complejas que flexibilizan la regulación ambiental, mientras los poderes corporativos se reacomodan para capturar minerales críticos. Este doble juego mantiene los territorios bajo la incertidumbre, represión y a las comunidades en riesgo permanente.

Consigna: Justicia climática es justicia territorial.

Bolivia: el litio como mineral de sacrificio

Bolivia está en el centro de la disputa por el litio. Bajo el discurso verde se expande un modelo de acumulación por descarbonización que convierte este mineral en sacrificio. El lavado verde-violeta es usado por las transnacionales, que capturan discursos feministas y ponen rostros de mujeres en proyectos de muerte.

Las mujeres bolivianas sostienen con claridad: No hay transición justa sin justicia territorial.

Argentina: litio del Cono Sur y resistencias territoriales

Argentina forma parte del triángulo del litio. Los proyectos avanzan bajo el discurso de minerales estratégicos, pero en realidad son zonas de sacrificio.

Desde los Andes al Cono Sur, los territorios y nuestros países son endeudados por actores como el FMI y el Banco Mundial, con deudas ilegítimas e impagables. Argentina vive esa presión: se imponen condiciones de saqueo y control externo sobre la soberanía.

Consigna: Ni verdes ni limpias si destruyen territorios.

Venezuela: el petróleo sigue en el centro

En Venezuela, el discurso de transición convive con la expansión petrolera. Lejos de reducir la dependencia fósil, se refuerza la extracción y exportación de crudo como estrategia central.

Consigna: La transición será feminista, popular y anticolonial o no será.

Nuestros espacios de lucha, cuidado y articulación

La Red es un entramado de espacios que hemos creado para resistir y sostener la vida. Nuestros encuentros, caravanas, espacios de formación y asambleas han sido refugios frente a la violencia y también laboratorios de imaginación política donde reinventamos cómo estar juntas.

Desde la Escuelita Feminista de Justicia Climática, hemos cultivado semillas de formación popular y ecofeminista. Allí compartimos experiencias, denunciamos falsas soluciones y levantamos una narrativa común: “Ni verdes ni limpias si destruyen territorios”.

En Bogotá celebramos 20 años de lucha de la Red, recordamos a las que nos antecedieron, honramos la memoria de defensoras perseguidas y reafirmamos que “basta de violencia ambiental contra las mujeres”.

Nuestros espacios son tejidos de horizontalidad: lo político se entrelaza con lo espiritual, el debate con el abrazo, la denuncia con la sanación. Son también trincheras frente a los Estados policiales y militares que hieren la vida todos los días, frente a las democracias debilitadas en medio de las cuales luchamos por derechos, y frente a las corporaciones que buscan convertir toda la región en un corredor continental de minas, de México a Chile.

¿Quiénes somos las que llamamos al sabotaje ecofeminista?

La Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales es una intersección de nodos geográficos que en la actualidad suma nueve países. En los veinte años de existencia hemos consolidado una propuesta pedagógica que apunta hacia un horizonte ecofeminista. Nuestro lente teórico-político territorio tierra, territorio cuerpo y territorio comunidad, es la brújula que orienta el trabajo. Mediante esta categoría hemos identificado los impactos diferenciados de la minería sobre la vida y los cuerpos de las mujeres.

Organizamos eventos regionales, instrumentos didácticos, procesos formativos a distancia [1] articulados con encuentros presenciales. La recién celebrada XIII Asamblea en julio pasado, reunió a representantes de los nueve nodos en Bogotá, Colombia. Al llamado asistimos:

  1. Acción Ecológica | Quito, Ecuador | 1986: suma esfuerzos en defensa de la naturaleza y los pueblos, impulsando expresiones democráticas de participación incluso en tiempos de dictadura.
  2. ADES Santa Marta | Cabañas, El Salvador | 1993: dedicada al desarrollo comunitario y la defensa de derechos humanos, hoy acompañando a diversas organizaciones de base en el país.
  3. Censat Agua Viva | Bogotá, Colombia | 1993: apuesta por el cuidado de la vida y la defensa de los territorios, trabajando junto a comunidades para construir justicia ambiental, autonomías y alternativas al desarrollo.
  4. Colectivo CASA | Oruro, Bolivia | 2008: busca apoyar a las organizaciones sociales bolivianas articuladas en torno a la justicia ambiental y la defensa de los derechos de las mujeres.
  5. Instituto Cordillera | Minas Gerais, Brasil | 2021: defiende el medio ambiente,la cultura y los derechos de la naturaleza, mediante apoyo técnico y legal a comunidades y articulando luchas territoriales en tiempos de emergencia climática.
  6. GRUFIDES | Cajamarca, Perú | 2001: promueve la sostenibilidad ecológica, el derecho al agua, la equidad de género y el diálogo intergeneracional, trabajando por el buen vivir y la justicia ambiental.
  7. Observatorio Ukamau Territorio y Dignidad | Jalisco, México | 2024: mujeres defendiendo territorio, justicia socioambiental y autonomía re-productiva, con la certeza de que lo heredado será una comunidad.
  8. OLCA | Santiago, Chile | 1992: Acompaña comunidades en conflictos socioambientales frente a un modelo depredador, promoviendo participación, valoración identitaria y alternativas al desarrollo con enfoque de género y de derechos.
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jueves, 30 de octubre de 2025

Diálogo feminista entre libros y brujas

 


En la proximidad de la celebración de la Noche de Brujas y del Día de Muertos (as), me parece interesante seguir explorando los vínculos tan poderosos que hay entre brujas, historia, cultura y lucha.

Durante Halloween, las brujas de fantasía suelen aparecer como figuras caricaturescas con sombreros puntiagudos, escobas y poderes mágicos, símbolos de misterio y oscuridad. Sin embargo, esta imagen simplificada oculta una historia profunda de persecución, violencia y muerte de mujeres que fueron tildadas de brujas por desafiar las normas patriarcales,  por tener y poner en práctica sus conocimientos sobre la elaboración de cerveza, hierbas, medicina general, y ginecología, o simplemente por ser independientes. 

En las últimas décadas, el término ha sido resignificado por movimientos feministas como símbolo de empoderamiento, sabiduría y resistencia. Llamarse bruja hoy puede ser un acto de afirmación identitaria frente a un sistema religioso y político que históricamente silenció a las mujeres. Así, la figura de la bruja transita del miedo a la fuerza, de lo oculto a lo revelado, y Halloween, sin proponérselo, mantiene viva una figura que ahora representa conocimiento, belleza, plenitud y libertad!

La literatura por su parte también hace lo propio para esta vivificación reivindicada, y lo hace de la mano de autoras feministas. Tenemos por ejemplo, cuatro libros que en este sentido han aportado mucho al pensamiento feminista contemporáneo. 

Se trata de Brujas, parteras y enfermeras de Barbara Ehrenreich y Deirdre English, Calibán y la bruja de Silvia Federici, Brujas de Mona Chollet y Brujas literarias, una obra colectiva que recupera figuras femeninas históricas desde la pluma, el mito y la realidad.

 En un claro diálogo de pensamiento y pluma, Brujas, parteras y enfermeras, toma la palabra y con una voz firme nos narra cómo durante siglos el conocimiento médico de las mujeres fue criminalizado y desplazado por una medicina institucional, masculina y jerárquica. En sus páginas se escucha la voz firme de estas sabias diciendo: no éramos solo "curanderas”, éramos científicas, sanadoras y guardianas del cuerpo femenino. La caza de brujas fue también una campaña contra su autonomía profesional.

 Calibán y la bruja, en esta misma línea responde analizando y exponiendo la forma en que la caza de brujas fue el brazo armado del capitalismo naciente. No solo se persiguió a las mujeres sabias, sino que se rompió el vínculo colectivo entre mujeres, se disciplinó el cuerpo femenino y se instauró la reproducción como función económica. Las brujas fueron las primeras rebeldes contra ese orden. Esta obra describe cómo este proceso fue esencial para el desarrollo del sistema moderno.

Brujas, de Mona Chollet, se incorpora a este diálogo evidenciando que esa ruptura y esa instauración sigue teniendo efectos. Hoy, las mujeres que deciden no tener hijos, que viven solas, que envejecen sin pedir disculpas, son vistas como "anormales". La figura de la bruja sigue siendo una herramienta para cuestionar la domesticación del deseo femenino y también, para reivindicar nuevas formas de libertad.

Brujas literarias, envuelta en un halo artístico se integra a la conversación recuperando la figura de la bruja en su forma más simbólica y creativa. Nombrando luminarias de la talla de Virginia Woolf, Sylvia Plath, Mary Shelley... mujeres que fueron tachadas de locas o raras, pero que transformaron el mundo con su pluma. Cada una de ellas encontró en la escritura una forma de hechicería, un acto de poder recordándonos que lo literario también es político.

Estos cuatro libros han viajado por siglos, por cuerpos, por fogatas encendidas y palabras prohibidas, además de memoria son espejo. En sus páginas están las historias silenciadas, las resistencias invisibles, las luchas que aún continúan.

La lectura conjunta de estos libros revela una red de significados profundos: la bruja no es solo una figura del pasado, sino una metáfora poderosa del presente. Representa a la mujer que desafía los mandatos sociales, que protege su cuerpo y su saber, que no teme envejecer ni estar sola, que transforma la palabra en fuego y la rebeldía en sanación.

En una época en que los derechos de las mujeres siguen siendo vulnerados en muchas partes del mundo, este cuarteto de obras nos devuelve una genealogía de resistencia. Nos enseña que la autonomía, la solidaridad y la memoria son formas de brujería, y que leer, escribir, cuidar (se), sanar (se) son actos políticos, y al final, ser bruja en este sentido es también atreverse a ser libre y volar con escoba propia!.

Galilea Libertad Fausto 


Créditos de la ilustración a quien corresponda


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miércoles, 29 de octubre de 2025

“Un sólo ojo es suficiente para ver”: así de grave la situación de mujeres y niñas en Afganistán

 


La situación de vida de las mujeres y niñas en Afganistán tras el regreso de los talibanes en el 2021, no ha hecho más que empeorar y escalar a un nivel de inhumanidad. Han sido despojadas de sus derechos a educación, atención médica igualitaria y oportuna, empleo, movilidad en espacios públicos, vestimenta, voz presencial y escrita, incluso sin derechos dentro de la casa que habitan. Estas y otras violaciones constituyen quizá, la más grave regresión de los derechos de mujeres y niñas en el mundo actual.

Desde mayo de 2022  las mujeres en Afganistán han sido obligadas por el régimen, a llevar una vestimenta que las cubre de la cabeza a los pies quedándoles visibles únicamente los ojos. Sin embargo, de acuerdo con el informe publicado por el News Guru el pasado 16 de agosto, ahora el régimen talibán requerirá que las mujeres se cubran uno de los ojos con un parche debajo del burka, con el infame argumento de que a las mujeres, un sólo ojo les es suficiente para ver.

Semejante aberración además de producirme un profundo sentimiento de dolor y rabia, automáticamente me hizo preguntarme…¿cuántas otras formas se inventarán los talibanes para aniquilar a las mujeres y las niñas y borrarlas de la sociedad afgana?…¿hasta dónde el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y otros organismos internacionales los dejarán llegar?.

Si la posibilidad más que probable de que las mujeres en Afganistán sean obligadas a cubrirse un ojo es inhumana e inaceptable, no lo es menos lo ocurrido en el terremoto de septiembre pasado sucedido al este de ese país, cuando un gran número de mujeres y niñas no recibieron la atención médica urgente que necesitaban, y otras muchas no fueron rescatadas de entre los escombros debido a que el 90% del cuerpo de rescate eran hombres, y tocarlas siendo hombres ajenos a su familia masculina directa (padre o esposo), está prohibido cultural y religiosamente.

En el transcurso de estos cuatro años de ocupación talibán,las restricciones y leyes se han ido incrementando  de forma alarmante. Aquí sólo algunas de ellas:

A las niñas les ha sido prohibido asistir a la escuela más allá del sexto grado. 

Las  mujeres universitarias han sido excluidas del acceso a la educación superior. 

Las mujeres no pueden moverse libremente: necesitan un acompañante masculino para caminar por la calle, usar transporte público, trabajar, viajar, y asistir a cualquier otro lugar.

Han sido vetadas de mercados, parques, gimnasios, salones de belleza y de otras actividades sociales.

En agosto de 2024, se promulgó la llamada “Ley de Promoción de la Virtud y Prevención del Vicio”, que prohíbe que las mujeres hablen en público, incluso entre ellas mismas.

Existe un decreto que obliga a cerrar ventanas de casas desde donde puedan verse mujeres, esto para “proteger" a los vecinos.

Las instituciones que ayudaban a mujeres víctimas de violencia de género  han sido cerradas.

Las doctoras y enfermeras escasean porque la educación para mujeres en medicina está bloqueada, lo cual reduce la atención para madres, niñas y mujeres en general, ya que no pueden ser atendidas por un doctor.

Hay detenciones, encarcelamientos, torturas y otros castigos para las mujeres que se resisten o violan los códigos.

La movilidad restringida significa también que las mujeres no pueden visitar a sus familiares.

El internet está siendo cortado para “prevenir la inmoralidad”, e impedir la educación en línea de las mujeres.

En las universidades han prohibido todos los libros escritos por mujeres, y eliminado materias sobre derechos humanos y género.

Esta creciente pérdida de autonomía no sólo les roba oportunidades de desarrollo, de familia, de comunidad, de redes de apoyo…de futuro, también merma su autoestima  y capacidad de decisión. Vivir en el confinamiento, la exclusión y la invisibilización, experimentando diariamente frustración,miedo, ansiedad, y depresión es una lenta asfixia emocional, mental, física y social para las mujeres y niñas afganas.

Es aquí donde se vuelve imposible no realizar una crítica hacia la comunidad internacional, los Estados, los Organismos Multilaterales y las ONGs, porque a pesar de que Amnistía Internacional ha calificado las políticas del régimen talibán como crímenes por persecución de género, y pese a que el 8 de julio  de 2025, la Corte Penal Internacional emitiera órdenes de arresto contra los líderes talibanes (Hibatullah Akhundzada y Abdul Hakim Haqqani) por persecución sistemática de mujeres y niñas, considerándola un crimen contra la humanidad, lo cierto es que la situación continúa sin ningún cambio.

Tocante a esto, en agosto pasado el Informe de UN Women señala que no se ha derogado ni una sola restricción y que las medidas antes “temporales” ya son normas permanentes.

Está claro que lo hecho hasta ahora ha sido insuficiente y carece del pivote de género que la situación de apartheid de género requiere.

Desde una mirada feminista y humanitaria, lo que ocurre en Afganistán es un ataque al principio mismo de igualdad de género, perspectiva de autonomía y dignidad humana. Las mujeres no son consideradas como sujetos, sino como objetos de control, su cuerpo, su vestido, su camino, su voz…su vida.. Y es precisamente esa borradura de sujetos la que legitima la violencia estructural.

Es innegable que esta situación representa un verdadero atentado a los derechos y la vida de mujeres y niñas afganas. Como comunidad global no podemos simplemente lamentar lo que está ocurriendo, debemos actuar para que exista una vigilancia internacional mucho más severa, con sanciones y mecanismos de rendición de cuentas por persecución de género. A la par, la comunidad internacional necesita priorizar el financiamiento necesario para la ayuda de mujeres y niñas afganas, incluyendo eficaces mecanismos de protección.

La igualdad de género no es un lujo, es un pilar de justicia, de dignidad y de paz. Las mujeres afganas necesitan recuperar todos sus derechos, y merecen que el mundo las acompañe y apoye con mucho más que buenas intenciones y palabras!

Galilea Libertad Fausto.


Fuentes:

News Guru, AP News , Afganistán Justice Archive, Amnesty International, Human Rights Watch,UN Women. 

Créditos de la ilustración a quien corresponda.

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martes, 28 de octubre de 2025

Feministas expresamente comprometidas con la Paz. Mujeres de WILPF

 


Desde principios del siglo XX, una rama del feminismo se organizó contra la guerra y para conseguir una paz desarmada y con justicia social. Su exponente más destacado fue la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad, más conocida por sus siglas en inglés, WILPF: Women’s International League for Peace and Freedom,

Citamos de  Wilpf a  algunas de  sus maravillosa integrantes y fundadoras:

Jane Addams Nobel de la Paz en 1931

Mien van Wulfften Palthe feminista y pacifista holandesa

Frida Perlen pacifista alemana 

Nieves Simón Rodríguez feminista

Carmen Magallón Portolés trabajadora por la Paz

Carme Karr Alfonsetti periodista, escritora, musicóloga y publicista española

Thora Daugaard danesa por los derechos de las mujeres, pacifista, editora y traductora.

Emily Greene Balch, Nobel de la Paz en 1946

Ida Vassalini poeta traductora y pacifista

Aletta Jacobs activista sufragista, médica e inventora holandesa

Leopoldine Kulka escritora y editora austríaca

Jeanne Mélin pacifista y feminista francesa

Charlotte Despard sufragista, pacifista, novelista...

Gertrud Woker química y activista por los derechos de las mujeres y por la paz suiza

Rosa Manus activista feminista pacifista holandesa

Ada Salter reformadora social inglesa, ecologista y pacifista

Vilma Glücklich reformadora social húngara

Lida Gustava Heymann activista por los derechos de la mujer alemana

Emmeline Pethick-Lawrence (también Lady Pethick-Lawrence (21 de octubre de 1867 – 11 de marzo de 1954) fue una activista británica por los derechos de las mujeres y por la Paz.

Henni Forchhammer activista por los derechos de las mujeres danesa

Clara Tybjerg de soltera Sarauw (3 de marzo 1864- 14 de enero de 1941) fue una educadora,  activista, por la paz y por los derechos de las mujeres danesa

Clara Ragaz ,  nacida Clara Nadig, ( 30 de marzo de 1874 en Chur  - 7 de octubre de 1957 en Zurich) fue una activista por los derechos de las mujeres suizas

Yella Hertzka activista austríaca por los derechos de las mujeres y la paz, jardinera y editora

Gabrielle Duchêne feminista y pacifista francesa


 Hay  muchas más como 

Edith Ballantyne comprometida con la Paz

 Gertrud Baer activista por la Paz 


A las que te puedes unir si crees que la Paz es el camino para relacionarnos entre los seres humanos .

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