160. En gran medida, la prostitución, calificada como «el oficio más viejo del mundo» puede considerarse también como una práctica resultante de una representación cultural negativa de lamujer y su descrédito en la sociedad. Más allá de su diversidad religiosa y cultural, los Estados intentan luchar, mal que bien, contra ese azote, ya sea prohibiéndolo -por lo menos oficialmente ya sea reglamentándolo para controlarlo. Pero la prostitución siempre ha sido tolerada por el Estado, que veía en ella un medio de proteger la familia y de mantener el orden social. La prostitución es una vulneración tanto más grave de la dignidad de la mujer cuanto que en varios países se practica en nombre de valores culturales o religiosos.
a) El deuki
161. El deuki o «prostitución sagrada» es una costumbre que se origina de una tradición de sacrificio consistente en dedicar niñas a un dios o una diosa y a convertirlas en «prostitutas del templo»; está prohibida, pero se practica en particular en el Nepal
.
b) El dévadâsî
162. La dévadâsî (sirvienta de Dios) es una variante del deuki: es una curiosa mezcla de lo sacro y lo profano que arraigó en el sur de la India hace cerca de 1.500 años y que, según dicen, también existió en tiempos de Hammurabi1. Los padres ofrecen sus hijas muy pequeñas a los
templos con la esperanza de obtener los favores divinos y para apaciguar la ira de las
divinidades2
; se practica en algunos países asiáticos, en particular en la India . Las muchachas se
ven obligadas a prostituirse, bien por necesidad económica, bien tras ser vendidas por los
sacerdotes a burdeles (E/CN.4/1997/47). Otra práctica similar, el badi es una costumbre étnica
que consiste en obligar a las niñas a convertirse en prostitutas; existe en el Nepal
(A/54/38/Rev.1, pág. 67, párrafo 153).
c) La esclavitud ritual
163. El trocosi («esclavas de Dios» en lengua ewe) es una práctica consuetudinaria ancestral de ofrenda sexual y esclavitud ritual, según la cual se ofrecen niñas a un dios, pero, en realidad, al brujo de una altar sagrado que las explota como trabajadoras agrícolas y esclavas sexuales, con objeto de apaciguar la ira de los dioses provocada por las ofensas de los miembros de la familia de la niña. Así, pues, las víctimas son condenadas literalmente por sus familias a expiar los pecados cometidos por otras personas. Practicada por las etnias ewe y ga-Andangne en países africanos, en particular en Ghana4 , la esclavitud ritual ha sido declarada ilegal recientemente, en particular en el nuevo Código Penal de Ghana de 12 de junio de 1998, que prohíbe todo rito que someta «a una persona a una forma cualquiera de servidumbre o de trabajo forzoso o esclavitud ritual o consuetudinaria» .
164. Ahora bien, merece la pena señalar que en su origen la práctica del trocosi no tenía por objeto esclavizar a las niñas; parece que servía en un principio para educar a las vírgenes con miras a una vida espiritual y noble, a fin de que pudiesen salvaguardar su virginidad hasta el matrimonio; el objetivo original y ancestral de la institución era reglamentar la vida moral de las muchachas y velar por el bienestar de la sociedad. Pero, a lo largo de los años, la verdadera razón de ser del trocosi fue pervertida por los adivinos que desviaron esa práctica ancestral de sus objetivos primeros para satisfacer sus propios intereses e instintos . Muchas organizaciones no gubernamentales han conseguido en Ghana liberar a muchachas del sistema trocosi, pero parece que las resistencias son muy fuertes entre los padres que siguen creyendo que se exponen a represalias ocultas de los jefes tradicionales si se niegan a mantener el sistema por sus ofrendas expiatorias
LOS DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS, EN PARTICULAR LAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTOLERANCIA RELIGIOSA Informe presentado por el Sr. Abdelfattah Amor, Relator Especial sobre la libertad de religión o de creencias, de conformidad con la resolución 2001/42 de la Comisión de Derechos Humanos
http://www.wunrn.com/un_study/spanish.pdf
c) La esclavitud ritual
163. El trocosi («esclavas de Dios» en lengua ewe) es una práctica consuetudinaria ancestral de ofrenda sexual y esclavitud ritual, según la cual se ofrecen niñas a un dios, pero, en realidad, al brujo de una altar sagrado que las explota como trabajadoras agrícolas y esclavas sexuales, con objeto de apaciguar la ira de los dioses provocada por las ofensas de los miembros de la familia de la niña. Así, pues, las víctimas son condenadas literalmente por sus familias a expiar los pecados cometidos por otras personas. Practicada por las etnias ewe y ga-Andangne en países africanos, en particular en Ghana4 , la esclavitud ritual ha sido declarada ilegal recientemente, en particular en el nuevo Código Penal de Ghana de 12 de junio de 1998, que prohíbe todo rito que someta «a una persona a una forma cualquiera de servidumbre o de trabajo forzoso o esclavitud ritual o consuetudinaria» .
164. Ahora bien, merece la pena señalar que en su origen la práctica del trocosi no tenía por objeto esclavizar a las niñas; parece que servía en un principio para educar a las vírgenes con miras a una vida espiritual y noble, a fin de que pudiesen salvaguardar su virginidad hasta el matrimonio; el objetivo original y ancestral de la institución era reglamentar la vida moral de las muchachas y velar por el bienestar de la sociedad. Pero, a lo largo de los años, la verdadera razón de ser del trocosi fue pervertida por los adivinos que desviaron esa práctica ancestral de sus objetivos primeros para satisfacer sus propios intereses e instintos . Muchas organizaciones no gubernamentales han conseguido en Ghana liberar a muchachas del sistema trocosi, pero parece que las resistencias son muy fuertes entre los padres que siguen creyendo que se exponen a represalias ocultas de los jefes tradicionales si se niegan a mantener el sistema por sus ofrendas expiatorias
LOS DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS, EN PARTICULAR LAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTOLERANCIA RELIGIOSA Informe presentado por el Sr. Abdelfattah Amor, Relator Especial sobre la libertad de religión o de creencias, de conformidad con la resolución 2001/42 de la Comisión de Derechos Humanos
http://www.wunrn.com/un_study/spanish.pdf
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