155. El delito de honor es una vieja práctica que prevalece con intensidad variable en ciertos
países del Oriente Medio, de América del Sur y de Asia del Sur, pero que también existió en el
pasado en países de la cuenca mediterránea (Italia, Grecia, etc.). Esa práctica reconoce al hombre
el derecho a matar con toda impunidad a cualquier mujer de su familia de la que se sospeche que
está mancillando el honor de la familia, en particular, en caso de relaciones sexuales antes o
fuera del matrimonio. La mujer es más un símbolo del honor y un bien perteneciente a los
hombres de su familia que un ser humano propiamente dicho.
156. En el Líbano, según el artículo 562 del Código Penal, se aplican circunstancias atenuantes
a los hombres que cometen delitos de honor contre mujeres de su familia; sin embargo, el
Gobierno del Líbano ha anunciado que se propone endurecer esa ley . En Jordania, los delitos de
honor se cobran más de 20 víctimas al año; la propuesta gubernamental de abolir el famoso
artículo 340 del Código Penal que garantiza la impunidad a los hombres que matan o hieren a su
esposa o una de sus parientes sorprendida en una situación de adulterio ha sido rechazada
repetidas veces por el Parlamento, cuyos miembros justifican esa práctica en razón de la
protección que ofrece contra el libertinaje y la corrupción de las costumbres . En el Pakistán los
delitos de honor también están muy difundidos. La práctica del karo-kari, que puede traducirse
por «hombre deshonrado, mujer deshonrada», es una tradición secular de la provincia del Sindh,
que permite que el hombre mate a una mujer de su familia si ésta es sospechosa de adulterio.
Resulta difícil obtener estadísticas a este respecto, pero parece que en el Punjab más de 850
mujeres fueron asesinadas entre 1998 y 1999 por un miembro de su familia, según la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (E/CN.4/Sub.2/2000/17, párrafo 75).
157. El delito de honor también está incluido en el mandato de la Relatora Especial sobre las
ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias. Según la relatora, los delitos de honor,
calificados acertadamente de «ejecución extrajudicial», revisten muchas formas. En ciertos
casos, las mujeres se ven abocadas al suicidio después de haber sido objeto de venganzas y de
amenazas de muerte por su conducta presuntamente inmoral. Otras son desfiguradas con ácido.
Los autores de esos delitos que, en la mayoría de los casos, son parientes cercanos de la víctima
o han sido contratados por su familia, rara vez son detenidos o, cuando así ocurre, son
condenados a penas simbólicas .
158. El delito de honor debe combatirse, pues al tiempo que viola de manera flagrante un
derecho fundamental, vulnera uno de los principios elementales de la justicia . Asimismo, el delito de honor es contrario a los preceptos de la religión, pues precisamente para evitar los
abusos y las acusaciones basadas en sospechas o rumores, el islam exige condiciones a un
tiempo muy precisas y muy severas para demostrar la existencia de relaciones extraconyugales
culpables . La relación debe ser probada por el testimonio de cuatro testigos oculares que han
asistido al acto sexual . En la práctica de muchos países el delito de honor es cometido no sólo
contra solteras, sino que a menudo se funda en sospechas y rumores . En este contexto de
indefensión jurídica en la lógica del delito de honor los abusos son frecuentes, y pueden surgir
situaciones anacrónicas cuando intervienen las autoridades, en particular las policíacas, para
proteger a las mujeres que puedan ser víctimas de esos delitos . Parece incluso que en algunos
países en que existe esta práctica, detrás del delito de honor suelen ocultarse a menudo motivos
que no tienen nada que ver con las razones dadas para justificar el acto: celos, problemas de
herencia, rechazo de un matrimonio arreglado por la familia ; a veces las mujeres han sido
asesinadas por su marido después de haber pedido el divorcio o después de haber sido violadas;
muchas mujeres se suicidan porque no pueden librarse de la violencia ni evitar el matrimonio
forzoso. En el Pakistán, algunas organizaciones no gubernamentales señalan que los homicidios
tradicionales de mujeres sirven para encubrir fechorías que no tienen nada que ver con el
supuesto adulterio de la víctima . Parece evidente, pues, que los homicidios por cuestiones de
honor tienden a aumentar a medida que se amplía la idea de lo que constituye el honor y de lo que lo vulnera, lo que resulta peligroso y menoscaba las funciones que el Estado tiene
imperativamente que desempeñar para con sus ciudadanos. En Bangladesh, por último, por
influencia del extremismo religioso, las mujeres constituyen uno de los principales blancos
de las fetuas, que vulneran su seguridad y su vida o las lleva al suicidio (A/55/280/Add.2,
párrafos 50, 83 y 97).
LOS DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS, EN PARTICULAR LAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTOLERANCIA RELIGIOSA Informe presentado por el Sr. Abdelfattah Amor, Relator Especial sobre la libertad de religión o de creencias, de conformidad con la resolución 2001/42 de la Comisión de Derechos Humanos
http://www.wunrn.com/un_study/spanish.pdf
LOS DERECHOS CIVILES Y POLÍTICOS, EN PARTICULAR LAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA INTOLERANCIA RELIGIOSA Informe presentado por el Sr. Abdelfattah Amor, Relator Especial sobre la libertad de religión o de creencias, de conformidad con la resolución 2001/42 de la Comisión de Derechos Humanos
http://www.wunrn.com/un_study/spanish.pdf
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