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sábado, 31 de marzo de 2018

Las feministas debemos estar en los Parlamentos



“Las feministas debemos estar en los Parlamentos para establecer criterios de igualdad, porque a veces hay que estar haciendo leyes”, señala la activista Marcela Lagarde.



 La antropóloga mexicana y diputada independiente en el Congreso de su país, que impulsó la Ley General de Acceso de las Mujeres a Una Vida Libre de Violencia que entró en vigor en 2007, fue la encargada de inaugurar en Bilbao las jornadas “Legislación. Propuestas feministas legislativas para vivir una vida libre de violencias machistas”, organizadas por la ONG Mugarik Gabe. Los encuentros, en los que han participado destacadas juristas vascas y del Estado especializadas en igualdad de género, han tenido como objetivo generar un espacio de aprendizaje para colectivos sociales y feministas, así como valorar las leyes existentes y elaborar nuevas propuestas.

La tipificación del “feminicidio” ha sido uno de los grandes aportes, tanto desde el punto de vista académico, normativo y político de la académica e investigadora mexicana. Un concepto en el que trabajó después de conocer los infinitos asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, unos “crímenes misóginos y de odio” en los que la impunidad estatal juega un papel fundamental. “Los gobernantes son actores en la violencia contra las mujeres y las niñas”, afirmó la también integrante del Consejo Civil Asesor de ONU Mujeres. “El Estado debe garantizar los derechos de las mujeres y las activistas vigilar paa que se cumplan”, sentenció Lagarde, una de las voces más activas y respetadas del feminismo latinoamericano

Décadas de esfuerzo feminista para lograr la supresión del sistema patriarcal y la construcción de una ideología igualitaria. ¿No tiene la sensación de en estos momentos caminamos hacia atrás?

-Como en cualquier lucha social hay avances, hay épocas de retrocesos difíciles y circunstancias que favorecen el progreso. No es algo excepcional en la causa de las mujeres; pasa en la lucha obrera, en la cultura, en el medioambiente. Hay auges, regresos, por eso hay que estar muy pendiente en el tema de la igualdad y no bajar la guardia. Cualquier acción hay que sustentarla muchos años.

Trump, las ideologías neoliberales, la teoría de la ‘posverdad...’ ¿Están haciendo mella en los derechos alcanzados a nivel global?

-Claro que hay un claro retroceso. Cuando entró Obama en la presidencia de EEUU lo hizo pactando con muchas organizaciones de mujeres; consensuó la igualdad salarial con las sindicalistas, acordó volver a dar fondos a los países que auspiciaban la interrupción del embarazo como derecho, pactó con el movimiento de la pobreza el cuidado de la salud a cargo del Estado. Y cuando llega Trump elimina todo eso y amenaza con expulsar a la población de origen latinoamericano; solo mexicanos hay 14 millones. Trump es un fascista violento, misógino, clasista y racista que solo favorece a los grupos sociales poderosos que trabajan por la militarización, la guerra. Estamos como en los tiempos de la Guerra Fría, con amenazas militares; es una época terrible.

¿No le invade el desaliento al ver que se avanza tan poco e incluso se retrocede?

-Me desmoralizaría el no hacer nada; trabajar por la causa siempre me ha ayudado a vivir, aun en las condiciones peores. Si no luchara por la igualdad, por un mundo mejor, eso sí que me causaría mucha desolación y tristeza. Necesitamos construir una sociedad vivible para toda la gente que trabajamos, pensamos, hacemos arte y que creemos en la democracia y la paz.

El estigma sigue persiguiendo al feminismo. ¿Por qué?

-La cultura misógina estigmatiza al feminismo porque vive en un forcejeo terrible contra él. Pero en mi caso encuentro un enorme reconocimiento por ser feminista. Muchos espacios donde antes no se nos aceptaban ahora nos llaman porque somos las expertas, las especialistas: hemos inventado teorías, leyes; hemos propuesto muchas cosas y eso finalmente empieza a valorarse. Además, hay mucha gente joven muy orgullosa de ser feminista. Eso me produce un gran orgullo.

¿Hay que cambiar las leyes de igualdad porque no están sirviendo para una vida sin violencias machistas?

-Han servido muchísimo. Si las gentes pensaban que tras unos cuantos años de su aplicación se iban a eliminar las violencias machistas estaban muy equivocadas y significa que no hemos transmitido bien para qué sirven. Con las leyes no se termina de un día para otro con el problema; han valido para que exista la posibilidad de prevenir estas violencias, para eliminar la incitación constante que hay en las sociedades occidentales donde libremente se impulsa a la violencia contra las mujeres argullendo la libertad sexual, el uso de pornografía, la libertad de prostitución. Todas esas libertades que destruyen a las mujeres. Nos falta por hacer muchas cosas; tenemos que caminar hacia políticas integrales, ir al fondo de los problemas como lo plantean ya muchas leyes en vigor.

¿Qué le parece la ‘guerra’ emprendida por las estrellas de Hollywood contra las violencias machistas?

-Que ya era hora; que salgan en estos momentos define el grado de opresión, de falta de libertad en que han trabajado las artistas, las técnicas, las cineastas. Ahora salen porque empiezan a entender que el feminista también es su movimiento, que no es natural que vivieran esas cosas que nos ha pasado al resto de las mujeres del mundo mundial. Pero da mucho gusto que sean valientes y que estemos juntas en esto.
 Tomado  de la entrevista de NEKANE LAUZIRIKA  Lunes, 6 de Noviembre de 2017 





las claves

“A las feministas nos llaman ahora de espacios donde no nos aceptaban, empiezan a valorar nuestro trabajo”
“El Estado debe garantizar los derechos de las mujeres y las activistas vigilar para que se cumplan”
“Trump es un fascista, racista violento y misógino que solo favorece a los ricos; estamos como en la Guerra Fría”

http://www.noticiasdealava.com/2017/11/06/sociedad/las-feministas-tenemos-que-estar-en-los-parlamentos
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viernes, 30 de marzo de 2018

La Plataforma CEDAW Sombra, una nueva forma de incidencia política. La alianza con organizaciones de cooperación internacional. 11/15


Los derechos, o son universales o son privilegios. El movimiento feminista en el Estado español tiene poca tradición internacionalista, lastrado por la autarquía del franquismo, de la que estábamos saliendo cuando la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó en 1979 la CEDAW (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer) que España tardó cuatro años en ratificar, y con la reserva de la sucesión en la corona. La CEDAW no es una mera recomendación, sino una ley para los 190 Estados que la han ratificado, lo que la hace casi universal, con la importante excepción de EEUU. Cada 5 años un comité de expertas independientes evalúa que ha hecho el gobierno para eliminar la discriminación, en base no sólo al Informe gubernamental, sino a los Informes Sombra, más críticos, como el de 278 ONGs sobre la aplicación de la Convención por España en el periodo 2008-2014. En sus Observaciones en 2015, el Comité CEDAW pidió reponer la educación para la igualdad eliminada por la LOMCE, la sanidad universal y el Ministerio de Igualdad, financiar la Ley de Dependencia, reducir la demanda de prostitución y no restringir el derecho de las menores de 18 años al aborto, medidas aún no cumplidas por el Gobierno, quien también se niega a reparar a Ángela González Carreño por el asesinato de su hija de siete años por su exmarido tras más de 30 denuncias, como estableció el CEDAW en base a su Protocolo de 1999 sobre casos individuales.

El Informe Sombra, que en 2008 hicimos con mucha menor participación, ha sido una experiencia de incidencia y de colaboración de una veintena de organizaciones feministas con la CONGDE y varias ONGs de cooperación internacional, validada por dos encuentros estatales de cerca de 200 activistas, en febrero de 2014 y febrero de 2017, en el que se presentaron Informes Sombra de 10 Comunidades Autónomas: Andalucía, Canarias, Catalunya, Navarra, País Valencià, Castilla y León, Madrid, Euskadi, Extremadura y Murcia. Además, la Plataforma convocó un debate con candidatas de 5 partidos en noviembre de 2015 y una Jornada en abril de 2016 sobre mujeres refugiadas.
También Generando Red contra las violencias machistas, una plataforma de activistas y profesionales contra la violencia de género, ha hecho un Informe Sombra sobre 10 años de la Ley de Violencia de Género de la Comunidad de Madrid.

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jueves, 29 de marzo de 2018

El Pacto de Estado contra la Violencia de Género en 2017, sin presupuestos aún. 10/15


Ante la movilización feminista, lo requerido por el Comité CEDAW y el Convenio de Estambul, y la demanda social (la preocupación por la violencia machista creció del 1,8% al 4,6% en 2017 según el barómetro del CIS), el 15.11.16, el Congreso de los Diputados acordó por unanimidad la creación de una Subcomisión para elaborar una propuesta de Pacto de Estado contra la Violencia de Género. En julio de 2017, tras 66 comparecencias y un intenso debate, aprobó 214 medidas, muy apoyadas en un aumento presupuestario de 200 millones de euros anuales durante los años 2018 al 2022, que en septiembre fueron ratificadas por el Pleno del Congreso. También el Senado creó una Ponencia con similares resultados. La Conferencia Sectorial de Igualdad reunió en diciembre a las Comunidades Autónomas y la FEMP y ratificó también el acuerdo, pero al cerrar estas páginas al final de febrero de 2018, el Gobierno no ha dispuesto aún el crédito presupuestario para su aplicación.
En las páginas de este libro dedicadas a Manifiestos Feministas en 2017 se refieren las acciones de incidencia de la Plataforma 7N a lo largo del año: los actos con los Grupos Parlamentarios el 24 de febrero y el 3 de noviembre, con más de 200 activistas participantes cada vez, la manifestación del 25 de mayo con el lema ‘sin presupuestos ni participación, las violencias machistas no serán Cuestión de Estado’, la sucesión de reuniones, actos de explicación y debate, los escritos a la Delegada del Gobierno para la violencia de género, al Consejo del Poder Judicial, al Defensor del Pueblo, al GREVIO, a Naciones Unidas, las concentraciones por cada asesinato y ante los casos de Juana Rivas y otros… y el Gobierno no responde, el aumento presupuestario y las otras 213 medidas no se aplican.
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miércoles, 28 de marzo de 2018

La Marcha estatal del 7N de 2015 contra las violencias machistas 9/15


La Marcha estatal del 7N de 2015 contra las violencias machistas sacó a la calle a cientos de miles de personas, en la movilización más multitudinaria, unitaria y autónoma del movimiento feminista en España hasta entonces. Se inició con la propuesta de la Coordinadora Feminista de Valencia y hubo 322 organizaciones feministas convocantes, y 119 que asistieron a las 4 asambleas preparatorias. Se acordó con los partidos de izquierdas y sindicatos que apoyaran desfilando detrás y 135 ayuntamientos aprobaron mociones de apoyo. A nivel de Euskadi, fue importante la Marcha del 9 de abril 2016, “Feministok prest!, Vuestras violencias tendrán respuesta!’ y en Catalunya el 5 de noviembre 2016 en Tarragona.

Parte de las organizaciones hemos permanecido en la Plataforma 7N para exigir las reivindicaciones de la Marcha, realizando el 03.06.15 un debate abierto con partidos ante las elecciones, concentraciones el 7N 2016 en Águilas (Murcia), Alcázar de San Juan (Ciudad Real), Arrecife de Lanzarote, Bilbao, Córdoba, Granada, Huelva, La Laguna (Tenerife), Las Palmas de Gran Canaria, León, Madrid, Málaga, Murcia, Palencia, Pamplona y Valladolid, después de que en el verano de 2016 decenas de miles de personas se han manifestaran en Pamplona contra las agresiones sexuales en los Sanfermines, al día siguiente de que cinco hombres ‘en manada’, ahora investigados también por otra violación en grupo en mayo en Pozoblanco (Córdoba), violaran a una chica de 19 años. El 25.05.17, durante el debate del Presupuesto del Estado para 2017, hicimos la manifestación ‘sin presupuestos y participación, las violencias machistas no serán cuestión de Estado’

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martes, 27 de marzo de 2018

La lucha por el derecho al aborto 2012-2014. 8/15


El PP incluía en su programa la derogación de la Ley de plazos de 2010. Rajoy encargó una nueva ley del aborto al ministro de Justicia, Gallardón, en línea con su recurso al Tribunal Constitucional contra la ley de 2010, que equipara el aborto por malformación del feto a la eugenesia nazi de personas con discapacidad. Durante 2012 y 2013 fue creciendo la movilización feminista, se consolidó la convergencia de antiguas y nuevas organizaciones feministas, y se constituyeron o fortalecieron plataformas de unidad de acción por el derecho a aborto, de constante presencia en las calles, que aumentaron cuando el 20 de diciembre de 2013, buscando la desmovilización navideña, el Consejo de Ministros aprobó un anteproyecto de ley peor que el de 1985, al prohibir el aborto por malformación del feto. Ganamos a la opinión pública, confluyendo decenas de miles de manifestantes en El tren de la libertad el 1 de febrero de 2014, hasta que el 24 de septiembre, Gallardón anunciaba su dimisión y la retirada del Anteproyecto. Pero el PP impuso su mayoría para establecer la autorización de padres o tutores para el aborto de las menores, en la Ley Orgánica 11/2015 de 21 de septiembre, y mantiene su recurso contra la Ley 2/2010 en el Tribunal Constitucional, cuyo ponente es un antiabortista.

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lunes, 26 de marzo de 2018

Marea Violeta contra los recortes y reformas 2010-2013 7/15


En las Huelgas Generales de 29-S 2010 contra la reforma laboral, de 29 marzo y del 14 N 2012, y en las manifestaciones sociales, el Fórum de Política Feminista y otras organizaciones feministas, hicimos manifiestos, llevamos pancartas y formamos cortejos feministas, en los que no participaron los órganos de mujeres de CCOO y UGT. También participamos en la Marea Ciudadana contra el Golpe de los Mercados 23F 2013 y en Marcha por la Dignidad 22M 2014, más afines al 15M. También ante la reforma de las pensiones en 2011 hicimos un Manifiesto feminista y un acto con todos los Grupos Parlamentarios. La Marea Violeta nació en Málaga, y el 10 de febrero de 2012 116 organizaciones convocamos concentraciones contra la violencia de género y los recortes en políticas de igualdad, vestidas de negro y violeta, en la Plaza de la Constitución de Málaga, la Puerta del Sol de Madrid y otras ciudades españolas, confluyendo el 15 de septiembre de 2012 con la Marea Blanca por la sanidad pública, la Verde por la educación, la Granate contra la emigración forzada, la Naranja por los servicios sociales, la Negra por la administración pública, la Azul por el agua, etc. Pero no conseguimos mover a la mayoría de las organizaciones feministas, unas porque no van a manifestaciones generales contra los recortes y reformas y otras porque en las plataformas convocantes –sean de la Cumbre Social, estatal o locales, o de las plataformas afines al 15M- la participación de las organizaciones feministas no es unitaria, sino mediatizada por las afinidades a partidos. Los recortes (del 32% en igualdad y violencia de género de 2009 a 2016) y reformas, y la destrucción de 2,5 millones de empleos de 2008 a 2016 han enjugado la crisis financiera, y también la natalidad, al caer su tasa el 19,4% de 2008 a 2015.

Las Jornadas Feministas estatales de Granada 2009, treinta años después de las de 1979, proclaman ‘los nuevos feminismos’ y nuevos espacios de experiencia política (el colectivo, el centro social, el grupo pequeño de afinidad, las redes locales), reivindican la atomización y dispersión de las prácticas feministas, las nuevas tecnologías, la guerrilla de la comunicación, y nuevos campos temáticos: la precariedad, las migraciones, el cuerpo como lugar de batallas y resistencias, lo queer como crítica a las identidades. Aumentó la división en el movimiento feminista: entre abolicionistas y regulacionistas de la prostitución, entre organizaciones asistenciales y reivindicativas, con las nuevas queer, trans, posestructuralistas, las orientadas a la transgresión más que a la reivindicación a las políticas y poderes y públicos, lejos del “movimiento feminista clásico” tanto en lo organizativo (reuniones periódicas, coordinadoras, demandas de subvenciones, legalización…),  como en conceptos, como la negación del sujeto mujer en la identidad del movimiento feminista, y a nivel reivindicativo. Si bien esto, en general, no ha impedido, mantener la unidad en las manifestaciones del 8 de marzo.

Pero estalló también un periodo de movilizaciones sociales, intensificadas con el Movimiento 15M nacido en mayo de 2011, en víspera de las elecciones municipales y autonómicas: manifestaciones que sumaron un millón de personas el 19 de junio, en su mayoría jóvenes, y asambleas 15M con comisiones y grupos de trabajo, entre ellos el de Feminismos, gracias a la colaboración de una minoría del activismo feminista, que elaboró una tabla reivindicativa y convocó acciones de calle, primero alternativas a las de las organizaciones feministas preexistentes y luego más convergentes, en una relación con el movimiento feminista que explican la tesis de Carmen Galdón (2016), el libro del XXVI Taller del Fórum (2017) y, como señala ‘Revolucionando, feminismos en el 15M’ (Icaria 2012), aunque con énfasis y corrientes diferentes en Sevilla, Madrid, Barcelona, Santiago, Zaragoza, Valencia u otras ciudades, tras la pancarta ‘La revolución será feminista o no será’ añadieron que sea también ecologista, republicana, laica y anticapitalista, con:
1 servicios públicos gratuitos de educación y salud frente a los recortes y la reforma laboral
2 compromiso de hombres y mujeres para construir una sociedad sin violencia machista
3 libertad para decidir y disfrutar nuestra sexualidad, aborto libre y gratuito y respeto a LGTBTI
4 enfoque feminista en las políticas económicas y ambientales, servicios y modelo de ciudad
5 inclusión de las empleadas del hogar en el régimen general de la Seguridad Social
6 papeles para todas y todos los derechos para las mujeres migrantes.
Las convergencias han sido más que las divergencias entre las nuevas y las anteriores feministas.

El 23 de agosto de 2011, Zapatero y Rajoy acordaron reformar la Constitución para primar el pago de la deuda pública, y en ese año ganó el PP las elecciones autonómicas y locales en mayo y las generales en noviembre, con 5.273.600 de personas en paro. 2012 fue el año récord en recortes y decretos antisociales, incluyendo la exclusión sanitaria y el cierre en diciembre de ONU Mujeres en España. En el primer trimestre de 2013 llegó a haber 6,6 millones de personas en paro, una tasa del 27,3% en las mujeres, 26,7% en los hombres, 34,8% en los inmigrantes y 54,7% en los menores de 30 años.

En mayo de 2011, junto a la Plataforma estatal de Asociaciones de Trabajadoras de Hogar y otras 80 organizaciones, firmamos un escrito cara a la 100ª Conferencia de la OIT, que en junio aprobó su Convenio 189 para dignificar el trabajo de entre 53 y 100 millones de trabajadoras y trabajadores de hogar en el mundo, el 83% mujeres. España no lo ha ratificado aún, a diferencia de otros 23 países, como Alemania, Bélgica, Irlanda, Italia, Portugal y Suiza.
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domingo, 25 de marzo de 2018

Exposición en el Centro Cultural Galileo de Madrid: La escuela de la segunda república. Memoria de una ilusión


En el centro Cultural Galileo de Madrid se puede visitar esta preciosa exposición que recuerda nuestra historia por medio de delicados dibujos .

Os invitamos a visitarla.  Agradecemos a la autora Mª Luisa Vico Nieto  de los dibujos y a UGT que se suma a su difusión

Mª Luisa Vico Nieto es doctora en Bellas Artes por el Departamento de Escultura de la Universidad Complutense de Madrid, especializada en bajorrelieve y la Medallística. Su obra escultórica forma parte del Museo de Escultura al Aire Libre de Leganés.

Desde 1999 es profesora titular de Artes Plásticas y Diseño y profesora de secundaria de Dibujo. Ha colaborado como experta en enseñanzas artísticas en el Ministerio de Educación como asesora docente para el Consejo Superior de Enseñanzas Artísticas.

http://laescueladelarepublica.es/2016/02/08/exposicion-miradas-de-una-ilusion/
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Marcela Lagarde :Los derechos del hombre y los derechos humanos



Desde 1789 los Derechos del Hombre son signo de la democracia moderna y de la emergencia de la ciudadanía como cualidad potencialmente universal. Sin embargo,  siglo y medio después ya habían mostrado su insuficiencia y fueron reformulados con el nombre de Derechos Humanos por Eleonor Roosevelt, quien los llamó humanos y no del hombre, para evidenciar que el concepto anterior sólo se refería a los hombres, y para incorporar a las mujeres de una manera explícita: humanos, en plural abarcador de los dos géneros, las mujeres y los hombres. A pesar de este esfuerzo, aún es vigente la concepción sobre los derechos del hombre

Los reclamos sobre la exclusión nominal y normativa de las mujeres, son refutados con el argumento de que el hombre es sinónimo de humanidad y por lo tanto es innecesario nombrar a las mujeres, lo que muestra por lo menos, una clara subsunción de las mujeres en los hombres y por esa vía en simbólico el hombre

En la actualidad ambas posiciones coexisten enfrentadas y representan dos visiones filosóficas antagónicas tanto de la humanidad, como de las condiciones humanas de género de mujeres y hombres. 

La acción de Eleonor Roosevelt es representativa de los esfuerzos de millones de mujeres y de las acciones feministas por mostrar que los derechos del hombre son parciales no sólo por su nombre, sino porque no contienen la especificidad humana de las mujeres, diferente de la particular  humanidad de los hombres. (Heller, 1977). No enunciar la definición genérica de los sujetos en la elaboración de sus derechos vitales significa reiterar la opresión de las mujeres al hacernos invisibles  y con ello inexistentes precisamente en lo que nos constituye y otorga identidad  de mujeres, de humanas. Significa también, no actuar sobre las determinaciones sociales  que producen la opresión que enajena a las mujeres y sobre la dominación masculina que enajena a ambos géneros. 
El cambio filosófico, ético y político al crear la categoría de los derechos humanos, es trascendente. El plural expresa la  incorporación de las mujeres como género en lo humano. Y, al mismo tiempo, los hombres -contenido implícito del simbólico el hombre-, dejan de representar a la humanidad.  Por cierto, a  una humanidad inexistente en tanto conjunción de todos los sujetos libres y pares. Inexistente, debido a la dominación que hace a miles de millones de seres carentes de libertad e implanta la desigualdad como elemento estructurador del orden social (Marx, 1844). 

En esta definición histórica, el concepto de humanidad encubre ideológicamente la dominación al pretender la confluencia abarcadora de todos y todas. Por eso, al homologar a la humanidad con el hombre, se la enuncia excluyente ya que se deja fuera o se subsume en el sujeto histórico (patriarcal, genérico, clasista, étnico, racista religioso, etario, político) a quienes están sometidos por el dominio, a quienes no son el sujeto y, en consecuencia, no son suficientemente humanos. 

Para conformar la humanidad en su capacidad realmente abarcadora en la dimensión de género, los movimientos de mujeres y el análisis filosófico feminista han hecho visible  éticamente, la enajenación que nos sobre identifica a los mujeres con los hombres y sus símbolos, y desidentifica a los hombres de las mujeres y sus símbolos.

La visibilización moderna de las mujeres, la participación social ampliada y la propia reivindicación humana, definen el empoderamiento y el poderío  de las mujeres y han puesto en crisis el paradigma del mundo patriarcal. El universal símbolo imaginario y político de lo humano, el ser, el sujeto,  no puede  más expresar sólo a los hombres y lo masculino en un claro hegemonismo simbólico y político masculino. El deseo vindicativo de las mujeres tampoco implica la exclusividad o la supremacía de  las mujeres y lo femenino. La voz humanos contiene ambos géneros y la crítica a su estado actual: a las condiciones de género de cada categoría social, a los modos de vida de las mujeres y de los hombres y a sus situaciones vitales, así como al contenido político de dominación-opresión de  las relaciones entre ambos géneros. 

Los derechos humanos surgen de los esfuerzos por cambiar de manera sustancial esas condiciones genéricas entre mujeres y hombres, y sus relaciones sociales. Concretan asimismo los esfuerzos por modificar, desde una reorganización genérica a la sociedad en su conjunto y al Estado, y de configurar una renovación de la cultura que exprese y sintetice esta nueva filosofía genérica. La humanidad pensada así es una categoría que recoge la transición, los procesos de desmontaje de la opresión patriarcal a partir de los principios de la modernidad llevados, por medio de la crítica deconstructiva, a su radicalidad y a  la construcción de la democracia genérica. 

Estamos ante un nuevo paradigma cultural basado en la alternativa de lograr la convivencia basada en la solidaridad real, social, vivida, por las personas enunciadas en  las categorías humanas de género. Esta nueva conformación humana surge de  dos principios filosóficos cuya materia es a la vez histórica y simbólica: la diversidad humana y la paridad de los diferentes. Ambos principios soportan las críticas radicales a la modernidad que creó la norma jurídica y política de la igualdad, sobre la desigualdad real de los sujetos. El orden jerárquico sometido a crítica  tiene en la  cúspide el sujeto histórico, teórico, emblemático y político: símbolo universal de todos los sujetos sobre quienes se enseñorea. La capacidad de representación universal que ha detentado el sujeto proviene precisamente de la dominación, de manera fundamental de la expropiación vital a cada grupo y categoría sociales de sus recursos y de su capacidad de auto representarse y autodenominarse. 

En ese orden, el sujeto dominante se constituye en voz, razón, imagen y representación, y se  convierte en estereotipo cultural rector y masificador de la diversidad aplastada, en paradigma de la humanidad. El sujeto  dominante, es de suyo, irrepresentable por otros sujetos y sujetas, es innombrable e impensable por ellos, y no está en su configuración ser normado ni estar controlado por ellos. El orden jerárquico coloca al sujeto en posición superior y privilegiada, y a los sujetos expropiados en posición inferior y minorizada. Los otros sujetos expropiados, desposeídos y minorizados son subsumidos en el sujeto y representados por él, sólo así ocupan un lugar en el mundo y obtienen la ganancia simbólica de ser abarcados por el sujeto, aún cuando sea para negarlos y subyugarlos. En este sentido los diversos círculos particulares de dominio-opresión, los cautiverios,  han dado lugar a los sujetos minorizados.

 Las mujeres comparten con otros sujetos su condición política de opresión y, con grandes dificultades para ser reconocidas como pares y legítimas, han confluido con pueblos indígenas,  homosexuales,  comunidades negras y otras comunidades nacionales, y con   grupos juveniles, entre otros, en la crítica política a las opresiones de género, de clase,  étnica, racista y etaria: han puesto en crisis el principio ideológico legitimador del orden enajenado que consiste en considerar naturalmente desiguales a quienes sólo son diferentes y han decidido eliminar la desigualdad. 

Los múltiples movimientos y procesos sociales, políticos y culturales  de las  llamadas minorías -sujetos desplazados en el orden caduco y sujetos emergentes para el nuevo orden-, reivindican el fin del sujeto y  la irrupción de múltiples sujetos y sujetas, como cualidad positiva e imprescindible   en la construcción  de  una humanidad inédita  ensamblada en la equidad. Diversidad y equidad simultáneas son los  principios ético políticos de una cultura justa,  y de modos de convivencia y pacto entre sujetos diversos e iguales. Al hacerse partícipes, sus nuevas voces, sus razones, sus imágenes y sus múltiples rostros, así como sus  representaciones plurales,  develan que en los procesos de dominación, han sido expropiados de su condición humana. Su objetivo político y su sentido filosófico se concretan en  cada caso, en lograr  la resignificación positiva de sus especificidades históricas así como el poderío vital indispensable para existir y transformar el mundo. 

La desigualdad entre mujeres y hombres, y la opresión de género se han  apoyado en mitos e ideologías dogmáticas que afirman que la diversidad entre mujeres y hombres encierra en sí misma la desigualdad, y que ésta última, es natural, ahistórica y, en consecuencia, irremediable. La nominación de las mujeres en los humanos presupone reconocer que las diferencias entre mujeres y hombres son de género y no sólo sexuales. Los movimientos sociales han insistido en la  equidad, en que se reconozca que la  desigualdad ha sido construida y no es natural, y en  la necesidad de   realizar acciones afirmativas  concretas  para lograr la paridad entre mujeres y hombres. 

Ser diferentes no significa inevitablemente ser desiguales. Por eso, diversidad y paridad son principios de la ética política hoy posmoderna, plasmada en caminos y recursos que desde hace dos siglos se afanan en  hacer realidad la equidad genérica. Sólo sobre esa base democrática la  humanidad se torna abarcadora, inclusiva y justa. Diversidad y paridad son  ejes equitativos en las acciones tendientes a modificar las relaciones entre mujeres y hombres, a  resignificar a los géneros y a la humanidad.  

Cuando se ha logrado, la inclusión de las mujeres en lo humano ha implicado trastocar la concepción de humanidad y la experiencia histórica misma, y en ese sentido, los avance son insuficientes. La concepción sobre derechos (de las y los) humanos, no ha logrado instalarse del todo en la cultura ni como mentalidad, ni como práctica, y desde su planteamiento, alterna cual sinonimia con la de derechos del hombre. Aún personas e instituciones de cultura  moderna, identificadas con la causa de los derechos humanos, consideran que especificar a las mujeres como género,  es discriminatorio. Creen  que no es necesario enunciar a las mujeres porque al ser iguales a los hombres en su humanidad y por representar ellos el paradigma de lo humano, están incluidas. Confunden la semejanza con la igualdad a la que consideran  parte de una supuesta naturaleza humana. 

Así, la igualdad escencialista entre mujeres y hombres niega su desigualdad histórica y obstaculiza ir en pos de la igualdad real. Se considera que hombres y mujeres deben ser iguales y el deber ser sustituye en el argumento a la existencia real. Los prejuicios sobre la igualdad se apoyan  en un recurso del pensamiento mágico simpatético: la igualdad presupuesta, inherente, natural coloca a las mujeres al lado de los hombres y esa posición en el espacio simbólico masculino hace que, por contigüidad y contagio, ellas adquieran sus atributos: en este caso, la calidad humana. Concebir así la igualdad  permite legitimar la subsunción del género femenino en el masculino y reproduce la real desigualdad en la existencia y la enajenación genérica de las mujeres, que se manifiesta en no ser nombradas, no ser visibles, no tener derechos específicos y no tener existencia propia. 

Los esfuerzos por transformar las condiciones femenina y masculina, así como las relaciones entre los géneros, se han desarrollado en una confrontación patriarcal beligerante y antifeminista. La incapacidad de hacer universal una concepción democrática de género sólo expresa que en la existencia real las mujeres no tenemos derechos humanos como seres  humanas.

Lo humano general y abstracto es discursivo y falsea la realidad. No abarca la diferencia y, en ese sentido, su uso en el lenguaje y en la práctica, oculta la intolerancia a las mujeres como sujetas históricas plenas. La alternativa feminista de las mujeres gira en torno a ser sujetas, en el sentido de  ser protagonistas  en todas las dimensiones culturales y políticas de la historia: desde las filosóficas (éticas, axiológicas y jurídicas), hasta las económicas y sociales. Ser sujetas cada   mujer específica, y ser sujetas en la dimensión  de las particulares, del género: todas las mujeres. 

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sábado, 24 de marzo de 2018

2011-2018: CRISIS ECONÓMICA, MOVIMIENTO SINDICAL,15M Y MOVILIZACIONES FEMINISTAS 6/15


En 2008 estalló la burbuja financiera e inmobiliaria y en un solo año 1.8 millones de personas quedaron en paro. El segundo mandato de Zapatero (2008-2011) empezó con políticas de inversión pública para contrarrestar la crisis, y creó el Ministerio de Igualdad. Pero ambas medidas solo duraron hasta octubre de 2010, cuando, el gobierno eliminó el Ministerio de Igualdad y, mientras 4,6 millones de personas estaban en paro, recortó el gasto en 15.000 millones de euros, redujo los salarios públicos, aumentó el IVA, suprimió el cheque bebé, redujo la ayuda al desarrollo en 600 millones e impuso una reforma laboral contestada con la huelga general del 29 S 2010.
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viernes, 23 de marzo de 2018

LOS AÑOS 2000: EMERGENCIA DE LA VIOLENCIA DE GÉNERO, ATENTADOS Y CRISIS ECONÓMICA 5/15


En 2000, la Marcha Mundial de Mujeres contra la violencia y la pobreza, iniciada en Quebec y Brasil, consiguió una movilización mundial, y permaneció como organización estable en Galicia, País Vasco, Catalunya y Valencia.

La reivindicación central del movimiento feminista en esta década fue la violencia machista. El asesinato de Ana Orantes el 4 de diciembre de 1997 abrió un proceso de visibilización y de concentraciones feministas en la calle ante cada asesinato conocido, así como el 25 de noviembre, Día internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ‘los lunes sin sol’ en León, concentraciones del 25 de cada mes en Madrid, etc. Varias asociaciones asumieron la gestión de casas de acogida y otros servicios, y se empezó a contabilizar el número de asesinatos y a reivindicar medidas legales, que culminaron con la Ley orgánica 1/2004.

A nivel mundial, el atentado contra las torres gemelas de NY el 11S de 2001 abrió una escalada belicista y de recorte de libertades. En España, tras las masivas manifestaciones de 2003 contra la participación en la invasión de Irak y los atentados del 11 de marzo de 2004, la primera legislatura presidida por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero con Mª Teresa Fernández de la Vega como vicepresidenta (2004-2008) impulsó la Ley orgánica 1/2004 integral contra la Violencia de Género, creando juzgados y una Delegación del Gobierno especializados; una regularización de inmigrantes, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, la ley de reproducción asistida y la Ley de Igualdad de 2007, ante la que el Fórum, junto a otros grupos, presentamos un decálogo de reivindicaciones.

El Fórum defendemos el cambio del modelo socioeconómico basado en el binomio hombre proveedor/mujer cuidadora por un modelo de mujeres y hombres proveedores y cuidadores en igualdad, con el consiguiente reparto del empleo y de los cuidados. Por ello en 2004 dedicamos nuestro Taller a la Ley de Dependencia, sobre la que hicimos una campaña de firmas y actos de organizaciones feministas, y participamos desde su creación en 2007 en la PPIINA (Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles por Nacimiento y Adopción), que ha mantenido incansablemente su reivindicación, y ha logrado que sea un tema ineludible en los programas electorales y que el Congreso tome en consideración su Proposición de Ley. Ante las elecciones municipales y autonómicas de mayo 2007 hicimos la campaña ‘Más mujeres, mejor política’.
En 2008, el Fórum de Política Feminista, la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán y la de Ayuda a Mujeres Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica (ADAVAS) y el Fórum Feminista María de Maeztu, apoyadas por Plazandreok, presentamos el recurso PO 278/2008 ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional contra el Ministerio de Economía por la omisión del Informe de impacto de género en los Presupuestos del Estado establecido legalmente desde 2003.
En ese mismo año participamos en la creación de la Plataforma Impacto de Género Ya, que cada año elabora un Informe feminista sobre los PGE, recaba firmas de cerca de un centenar de organizaciones feministas y lo debate en un acto abierto con los Grupos Parlamentarios.
Hemos presentado ponencias en el IV Congreso Estatal de Economía Feminista en Carmona en 2013 y en la Jornada estatal de economía feminista de 2017.
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jueves, 22 de marzo de 2018

Ahora es el momento: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres



El tema de este año se centra en la intensa vida de las mujeres activistas, cuya pasión y compromiso han permitido hacer realidad los derechos de las mujeres generación tras generación, y a las que debemos los cambios conseguidos. Celebramos un movimiento internacional sin precedentes a favor de los derechos, la igualdad, la seguridad y la justicia de las mujeres, reconociendo el trabajo incansable de las activistas que han sido fundamentales en este avance mundial de la igualdad de género.
Hoy presenciamos una importante unión de fuerzas entre las mujeres de todo el mundo, lo que demuestra el poder de hablar con una sola voz, en un momento en el que reclaman oportunidades y rendición de cuentas, aprovechando el impulso de las redes y las coaliciones de base que se extienden hasta llegar a la dirección de los gobiernos. Estos movimientos tienen sus raíces en el trabajo de activistas de varias generaciones, desde la difunta líder feminista por los derechos humanos Asma Jahangir, de Pakistán, hasta la nueva generación que emerge con fuerza, representada por mujeres jóvenes como Jaha Dukureh en Gambia, la Embajadora de buena voluntad regional de ONU Mujeres para África sobre la erradicación de la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil.
Las sociedades saludables cuentan con un amplio abanico de voces e influencias que proporcionan contrapoderes, experiencias y perspectivas diferentes, y el debate que garantiza una toma de decisiones adecuada. Allí donde no se oigan ciertas voces, significará que falta una pieza importante de la sociedad. Cuando estas voces silenciadas suman millones de personas, sabemos que algo no funciona bien en este mundo. De igual modo, cuando observamos y oímos que estas voces se alzan con decisión y solidaridad, sentimos que eso es lo correcto.
Aplaudimos a todas aquellas personas que han exigido con valentía tener acceso a la justicia, como, por ejemplo, las del movimiento #MeToo o #YoTambién, que en los últimos meses han utilizado los medios sociales para expresarse en más de 85 países y exponer a aquellos que se han aprovechado de quienes tienen menos poder. Con ello han demostrado que cuando las mujeres se apoyan entre ellas, contribuyen a superar el estigma y a que la gente crea lo que tienen que explicar.
Encomiamos a las mujeres que se han pronunciado en la Corte Penal Internacional, donde sus testimonios han hecho responsables a aquellos que utilizaron la violación como arma de guerra. Celebramos el trabajo de las personas activistas que han luchado por la igualdad de derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersex, y el de aquellas que han impulsado la reforma legal en países como Túnez, para poner fin a una disposición que permitía a los violadores eludir la pena si contraían matrimonio con sus víctimas. Nuestro reconocimiento a aquellas personas que han tomado las calles de la India para denunciar el asesinato y la violación de niñas y niños pequeños, convirtiendo las protestas en movimientos de base más amplia en los que participan comunidades enteras. Honramos a las líderes indígenas que han alzado la voz por sus derechos de posesión de tierras y en contra de las prácticas tradicionales, y a las personas que incluso han perdido la vida defendiendo los derechos humanos.
El movimiento feminista debe seguir aumentando la diversidad y la cantidad de personas que trabajan por la igualdad de género, incorporando a personas y grupos —como, por ejemplo, hombres y niños, jóvenes y organizaciones confesionales— para respaldar y configurar la agenda, para que los jóvenes y los niños aprendan a valorar y respetar a las mujeres y las niñas y para que los hombres puedan cambiar su conducta. El activismo de hoy tiene que modificar la manera en la que escuchamos a las mujeres y la manera en la que las percibimos, reconociendo el poder que tienen los estereotipos para influir en cómo valoramos a las personas. Es imprescindible que haya un movimiento de mujeres que aborde estas cuestiones, pero también necesitamos un movimiento de hombres feministas.

Este tiene que ser un punto crucial: poner fin a la impunidad y al sufrimiento silencioso de las mujeres en las zonas rurales y urbanas, incluidas las trabajadoras domésticas. Como refleja nuestro último informe, Hacer las promesas realidad, las personas activistas de hoy en día deben empoderar a aquellas personas que tienen más posibilidades de quedarse atrás, la mayoría de las cuales son mujeres. En todas las regiones, las mujeres tienen más probabilidad de vivir en una situación de pobreza extrema que los hombres. Esta brecha de género alcanza hasta el 22 por ciento en el grupo de edades comprendidas entre los 25 y los 34 años, los años reproductivos clave de las mujeres, y pone en evidencia el dilema a las que muchas mujeres se enfrentan: el de conciliar la obtención de ingresos con los cuidados. En este ámbito, se necesitan urgentemente medidas y un cambio de políticas.
ONU Mujeres tiene una relación especial con el movimiento de las mujeres. De hecho, nuestra organización surgió de este activismo. La sociedad civil ha desempeñado desde siempre un papel esencial al dirigir las acciones mundiales sobre igualdad de género defendiendo la reforma, haciendo hincapié en las complejidades de los retos a los que se enfrentan las mujeres, influyendo en las políticas, participando en la supervisión, y promoviendo la rendición de cuentas. Debemos crear deliberadamente un apoyo más firme al activismo político de las mujeres y un espacio más amplio para las voces de la sociedad civil de mujeres a fin de unir nuestros esfuerzos a favor de las personas que realmente necesitan más el cambio. Necesitamos una nueva generación de igualdad duradera que ponga fin a la cultura de la pobreza, el maltrato y la explotación por motivos de género.


Declaración de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, con ocasión del Día Internacional de la Mujer

Fecha: jueves, 1 de marzo de 2018


http://www.unwomen.org/es/digital-library/sdg-report

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miércoles, 21 de marzo de 2018

Crecimiento, representatividad territorial y funcionamiento democrático del Fórum de Política Feminista. 4/15


 Actos desde el Fórum de Política Feminista de Sevilla 

Mostramos nuestra voluntad de ser una organización de ámbito estatal al constituirnos en Madrid en octubre de 1986 y en los Estatutos que presentamos al Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior el 29.01.87. En 1989 creamos la Agrupaciones de Madrid y de Asturias, que ya no están con nosotras. En 1997 el Fórum de Política Feminista de Granada y el Foro Feminista de Valladolid. En 2000 celebramos la primera asamblea conjunta, en el monasterio cisterciense de Matallana (Villalba de los Alcores, Valladolid), donde acordamos presentar en las Jornadas Feministas de Córdoba en diciembre de ese año la ponencia conjunta ‘Por una política feminista: alianza entre organizaciones de mujeres’.  En Matallana volvimos a reunirnos el 15.02.04 para adaptar los Estatutos y la Junta Directiva a una asociación de asociaciones y de socias individuales, y empezamos a formalizar en las asambleas la entrada de asociaciones en el FPF estatal: en la de 2007 la de los Fórums de Política Feminista de Madrid, Asturias, Córdoba y Granada y el Foro Feminista de Valladolid; en la de 2008 los Fórums de Política Feminista de Málaga y de Galicia y la Asociación Feminista Leonesa Flora Tristán, que funciona desde 1975; en 2010 los Fórums de Política Feminista de Sevilla y la Asociación para el Desarrollo Integral de las Mujeres Mercedes Machado de Tenerife, nacida en 1998; en 2011 el Fórum Feminista María de Maeztu, del País Vasco, creado en 1988; en 2015 el Fórum de Política Feminista de Murcia y en 2015 la Asociación Rural de Mujeres Tiemar, de Canarias, nacida en 2003, y el Fórum Feminista de Madrid. Entre todas realizamos, en la asamblea y el taller anuales y en las reuniones trimestrales de Junta Directiva, los objetivos comunes a corto y medio plazo y la sintonía en un coro de voces plural, pero armónico.
Nuestra apuesta por plataformas unitarias de seguimiento y reivindicación a los poderes públicos de planes con objetivos concretos de avance hacia la igualdad y con recursos humanos y materiales para realizarlos ha sido ardua. También participamos en la Comisión de Seguimiento del Plan de Igualdad estatal que funcionó con más pena que gloria en 1988 y 1989.  Hemos reivindicado los Consejos de la Mujer como espacios de participación del conjunto de las organizaciones de mujeres para impulsar las políticas de igualdad a nivel municipal, provincial y autonómico y en los encuentros estatales en Burgos (2000), Santander (2001), Gijón (2002), Madrid (2004) y Málaga (2006) y otros autonómicos y locales. Y seguimos participando activamente en algunos de ellos, aunque observamos su anulación, formal o de hecho, por la Administración, que huye de las organizaciones feministas y considera a ‘las de mujeres’ más susceptibles de tutela o clientelización que de interlocución política. En los años 2006 y 2007, ante la Ley de Igualdad, 60 organizaciones feministas defendimos, sin éxito, el Manifiesto por un Consejo estatal de las mujeres representativo, plural, autónomo, y reivindicativo. El que se creó el 03.03.11, tras un proceso de competencia en vez de cooperación entre asociaciones, ha funcionado tan poco que ni siquiera se ha reunido entre el 22.01.14 y el 24.01.17, habiendo terminado su mandato.
Además de las Jornadas Feministas estatales en Córdoba, el año 2000 se celebraron los ’20 años de feminismo’ en Cataluña en 1996 y Valencia en 1997 y emergieron grupos feministas vinculados al movimiento pacifista, como Mujeres de Negro o al okupa, como Eskalera Karakola en Madrid 1996.
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martes, 20 de marzo de 2018

LOS AÑOS 90: EMPODERAMIENTO, INTERNACIONALIZACIÓN E INSTITUCIONALIZACIÓN 3/15



El empleo, como medio de independencia económica y de participación social de las mujeres, ha estado siempre en la agenda del Fórum, especialmente en los dos periodos de crisis económica que hemos vivido, en los que el número de mujeres en paro en España ha tenido dos picos, con 1.829.700 paradas en 1995 y 3.146.500 en 2013. Aunque desde 1987 a 2017 ha aumentado en 5.349.800 el número de mujeres con empleo, y en 884.200 el de paradas, y el de mujeres ‘inactivas’ ha bajado  en 1.466.800, bajo esas grandes cifras subyace una mayor discriminación en las condiciones de trabajo:  el aumento de la temporalidad, de manera que en 2017 uno de cada cuatro empleos es temporal, y el trabajo a tiempo parcial que afecta en 2017 al 7% de los hombres y al 24% de las mujeres, alcanzando el 34,4% entre las menores de 30 años, involuntario y con salarios bajo el umbral de pobreza. Desde que en 1994 realizáramos el taller ‘Feminismo y estado de bienestar’ llevamos a cabo el seguimiento de los servicios públicos de educación, sanidad, servicios sociales y atención a la dependencia en su doble incidencia: en el reparto familiar y social del cuidado de la infancia y las personas dependientes que libera a las mujeres en el hogar y como generador de empleo.



En los años 90 proliferaron las reivindicaciones feministas de empoderamiento de las mujeres, reflejadas en la Declaración de Atenas sobre Democracia Paritaria en 1992. Organizaciones como Plazandreok se presentan a las elecciones municipales desde 1995 en San Sebastián-Donostia desde 1994, el Partido Feminista y luego Iniciativa Feminista a las elecciones europeas desde 1999 y los partidos de izquierdas intensificaron la política de cuotas, que propició su establecimiento por la Ley de Igualdad de 2007 y las autonómicas de Euskadi, Castilla La Mancha y Baleares, que han superado el recurso de inconstitucionalidad del PP.



Aunque tuvimos cierta participación en las II y III Conferencias Mundiales de la Mujer en Copenhague-1980 y Nairobi-1985, la participación, tanto del Fórum como del movimiento feminista y de las instituciones de España, dio un salto cualitativo en la IV Conferencia Mundial de la Mujer de Beijing 1995. Su Plataforma de Acción, junto a la CEDAW, puso a Naciones Unidas a la vanguardia de las políticas públicas, y aún siguen siendo referencias necesarias. 
En 1998, 50 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, hicimos, con la Plataforma por los Derechos Humanos de las Mujeres, actos en solidaridad con las mujeres afganas, incluyendo la campaña de la comisaria europea Enma Bonino, y con asociaciones de mujeres marroquíes -había 168.620 inmigrantes marroquíes, el 48,5% mujeres- sobre permisos de trabajo y residencia, matrimonio, divorcio, agrupación familiar, nacionalidad, discriminación y violencia. La solidaridad internacional y la equiparación de derechos y oportunidades de las mujeres inmigrantes ponen a prueba si las feministas reivindicamos privilegios para una élite o derechos para todas las mujeres. De 1999 a 2009 la población extranjera empadronada en España creció en más de 4,8 millones de personas, alcanzando los 5,6 millones, el 12%. El 46,2% procedentes de Rumanía, Marruecos, Ecuador, Reino Unido y Colombia. Solo las inmigrantes latinoamericanas tienen una participación relevante en el movimiento feminista, liderando algunas reivindicaciones como las del empleo de hogar. 
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lunes, 19 de marzo de 2018

Participación Política y Social 6/6


• Promover y asegurar el acceso a los documentos de identidad para mujeres rurales: campesinas, indígenas y afro descendientes, como requisito para acceder a otros derechos ciudadanos. 
• Fortalecer las capacidades y liderazgos de las mujeres campesinas, indígenas y afro descendientes, mediante procesos de formación como actoras sociales, políticas y económicas. 
• Asegurar la consulta previa e informada de las mujeres campesinas, indígenas y afro descendientes, en los asuntos que tienen que ver con la definición de políticas, planes y programas que las involucran y el respeto a esas consultas. 
• Generar estadísticas desagregadas por sexo y edad que incluyan enfoque étnico, racial para orientar políticas públicas y presupuestos para el empoderamiento político, social y económico de las mujeres indígenas, afro descendientes y campesinas. 
• Fortalecer las diversas formas de organización de la sociedad civil, a través de políticas de estado de acuerdo con la realidad, y respetando estructuras orgánicas de trabajo en el área rural. 
• Impulsar la democratización de los sistemas políticos, reformando leyes electorales que garanticen la participación plena y efectiva de las mujeres campesinas indígenas y afro descendientes en la toma de decisiones, en el marco de la paridad, alternancia e inclusión de mujeres en los listados nacionales y distritales /locales de los partidos políticos y se sancione su incumplimiento. 
• Fortalecimiento de mecanismos intersectoriales en el diseño de las políticas públicas, implementación y seguimiento; para garantizar la inclusión de los derechos de las mujeres campesinas indígenas y afro descendientes. 
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domingo, 18 de marzo de 2018

¿Por qué nos llamamos Fórum de Política Feminista? 2/15


Fórum significa espacio de encuentro y diálogo, abierto en primer lugar a las otras organizaciones feministas, pero también a las de los movimientos sindical, vecinal, ecologista o de cooperación internacional. Por ello, en estos 30 años hemos empleado gran parte de nuestras fuerzas no sólo en las plataformas locales de unidad de acción feminista ante las fechas identitarias como el 8 de marzo, día internacional de las mujeres; el 25 de noviembre, día internacional contra la violencia hacia las mujeres; o el 28 de septiembre, día internacional por el derecho al aborto, sino en otras, estables o temporales por reivindicaciones concretas, como la Red Europea de Mujeres, la Marea Violeta contra la austeridad, la Plataforma 7N contra las violencias machistas, la Plataforma CEDAW Sombra de ONG feministas y de cooperación internacional, Queremos acoger a las personas refugiadas, etc.
De Política Feminista, para la transformación social mediante el activismo feminista -el impulsor más constante y coherente del avance de las mujeres- y la unidad de acción expresada sobre todo en las manifestaciones en la calle, el espacio público más abierto de incidencia social y en los poderes públicos exigiéndoles políticas, servicios públicos y una redistribución de recursos que contrarreste la creciente desigualdad social y de género impulsada por el neoliberalismo y su fomento del individualismo. Por eso, ante las elecciones locales, autonómicas, generales y al Parlamento Europeo hemos presentado sistemáticamente, con otras organizaciones feministas, nuestras reivindicaciones a todos los partidos, y hacemos después el seguimiento de sus actuaciones.
A finales de 1979 la Asamblea General de Naciones Unidas había aprobado la importante Convención Sobre la Eliminación de toda Forma de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, en las siglas en inglés), tras cinco años de trabajo de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, contribuyendo al éxito de la IV Conferencia Mundial de la Mujer y la Plataforma de Acción de Beijing en 1995.

España entró en la Unión Europea en 1987, con mayor nivel de igualdad de género y no sólo normas -las directivas desde 1975 de igualdad en la retribución, el acceso al empleo y la seguridad social, y de protección por embarazo y maternidad- sino también, desde 1982, planes y fondos cuatrienales para la igualdad entre mujeres y hombres. Los fondos europeos y las subvenciones incidieron en la creación de asociaciones y fundaciones asistenciales o de servicios para las mujeres. El Fórum participamos en noviembre de 1987 en la III Conferencia Europea de Feminismo Socialista en Madrid y en noviembre de 1988 en la IV que se celebró en Manchester. Nos integramos en la Red Europea de Mujeres y participamos en su Tribunal Europeo contra la Feminización de la Pobreza en 1989, participamos desde 1988 en la creación del Lobby Europeo de Mujeres, reconocido por la Unión Europea en 1990, y de la Coordinadora Española para el Lobby Europeo de Mujeres (CELEM) formalizada en 1993, a la que pertenecimos hasta 2012.

Nuestras primeras actividades en 1987 fueron una manifestación contra las detenciones y cierres de clínicas de aborto, y, ante las elecciones al Parlamento Europeo de junio, con una pegada de carteles con el lema ‘Mujeres al poder’ y un acto. En 1988 compartimos con Celia Amorós en Barquillo su discurso ‘Mujeres, feminismo y poder’, que, junto al artículo de Jo Freeman ‘La tiranía de la falta de estructuras’ dio lugar a nuestra primera publicación en 1989, y han marcado nuestra manera de ser y estar. 

El Fórum reivindicamos la creación de organismos de igualdad en las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, con objetivos definidos en planes, con presupuestos y con cauces de participación, lo que llamamos las tres ‘p’, incidiendo el Fórum Feminista María de Maeztu en la creación de Emakunde en 1988 y el Fórum de Política Feminista en la de la Dirección General de la Mujer de la Comunidad de Madrid en 1989, siendo sus primeras subdirectoras la presidenta del Fórum, Carmen Sáez, que luego ascendería a directora, y Begoña San José. Ante las nuevas elecciones europeas, hicimos la campaña ‘mujer vota mujer’, y el 13.06.89 publicamos un Manifiesto en El País junto a otras 12 organizaciones feministas. 
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Salud y Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos 5/6


• Promover leyes que garanticen el pleno ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos, que incluyen la información y acceso a los anticonceptivos y al aborto, la educación integral en sexualidad, la prevención del embarazo no consensuado de niñas y adolescentes, reconociendo la autonomía y las decisiones sobre el propio cuerpo. 
• Garantizar el acceso al aborto en los casos en que las leyes ya lo permiten o no lo penalizan. Despenalizar en forma urgente el aborto en los casos de violación, incesto, malformación fetal, peligro para la salud y la vida de la mujer gestante, que es responsable de la mortalidad materna en nuestros países. 
• Garantizar atención confidencial, respetuosa, oportuna y basada en derechos humanos a las mujeres que llegan a los servicios de salud con abortos en curso y del posaborto para evitar complicaciones y asegurar la provisión de anticonceptivos. 
• Derogar leyes y normas que restringen el acceso de las mujeres rurales, indígenas y afro descendientes a los servicios de salud sexual y reproductivos y que penalizan el aborto o exigen periodos de espera o consentimiento de tercero/as. 
• Asegurar que las mujeres en ámbitos rurales sean titulares de la protección social, especialmente para la atención de salud 
• Asegurar la protección social para la maternidad segura. 
• Garantizar el acceso a los servicios públicos de salud gratuitos y de calidad. Desalentar la privatización de los servicios de salud y de protección social. 
• Garantizar la financiación adecuada de los sistemas de atención sanitaria en zonas rurales, con particular respeto a los servicios de salud y los derechos sexuales y reproductivos, y la atención de las personas con VIH y otras enfermedades de transmisión sexual, con capacidades diferentes, y otras poblaciones marginalizadas. 
• Aseguren el acceso de las mujeres campesinas indígenas y afro descendentes a servicios e instalaciones sanitarias de calidad accesibles a las mujeres y niñas culturalmente aceptables y con personal médico y sanitario comunitario incluidas parteras tradicionales con perspectiva de género, capaces de entender y comunicarse con las mujeres y niñas en su lengua y capacitados en derechos humanos y diversidad cultural. 
• Introducir lenguaje de seña y braille e idiomas indígenas y afro descendientes para atender a • Asegurar servicios de salud adecuados a la orientación sexual, identidad y expresión de género. 
• Brindar servicios de salud sexual y reproductiva, de prevención y tratamiento del VIH, en atención primaria, respetando la autonomía y garantizando el derecho a decidir sobre su reproducción y parto. Eliminar y penalizar la esterilización forzada y las cesáreas innecesarias que vulneran la identidad cultural de las mujeres campesinas, indígenas y afro descendientes viven con VIH. 
• Respetar y proteger los métodos tradicionales de sanación.
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sábado, 17 de marzo de 2018

Trabajo, Seguridad Social y Educación 4/6


•Equiparar las políticas salariales de trabajadores y trabajadoras rurales: campesinas, indígenas y afrodescendientes a las de trabajadores urbanos con el reconocimiento del salario mínimo
•Promover la organización de trabajadores y trabajadoras rurales: campesinas, indígenas y afrodescendientes; reconocer estas organizaciones e incluirlas en las negociaciones colectivas.
•Ratificar e implementar las Recomendaciones de OIT: la 204 sobre la transición de la economía informal a la economía formal, la 201 sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos y la 202 sobre los pisos de protección social; y los Convenios 189 sobre trabajo doméstico, 111 sobre la discriminación en el empleo y 102 sobre la seguridad social.
•Sancionar y/o reglamentar e implementar la legislación nacional armonizada con la legislación  internacional para la eliminación de la violencia y el acoso sexual  en el trabajo, especialmente en el ámbito rural para las mujeres campesina, indígenas y afro descendientes,
•Adoptar políticas públicas para que las trabajadoras rurales campesinas, afro descendientes e indígenas reciban la protección debida del trabajo decente, tal como lo promueve la OIT, adoptando y aplicando las normas del trabajo.
•Adoptar medidas especiales de compensación para los trabajos de cuidados no remunerados que realizan las mujeres en ámbitos rurales.
•Garantizar la educación laica y de calidad a lo largo de toda la vida para las niñas y mujeres en ámbitos rurales y la educación sexual integral para el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos libres de prejuicios morales y religiosos.
•Garantizar la educación intercultural bilingüe, adecuada al contexto local para las mujeres indígenas y afro descendientes viven en áreas rurales y suburbanas
• Promover la educación integral sobre el impacto de la nutrición en la salud. •Asegurar el acceso a la formación técnica en Tics y a las nuevas tecnologías a las mujeres campesinas indígenas y afro descendientes
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viernes, 16 de marzo de 2018

1987-2017: 30 AÑOS DEL FÓRUM DE POLÍTICA FEMINISTA 1 /15


30 años de activismo feminista
Sólo transformándola puede comprenderse la realidad

LOS AÑOS 80: DEMOCRACIA, EMPLEO, DIVORCIO, ANTICONCEPTIVOS Y ABORTO

¿Por qué creamos ‘otra’ asociación feminista en 1987?

Hacía diez años de la muerte de Franco, cuando unas 20 mujeres lo decidimos en 1986-1987.  Varias habíamos militado antes en el FLM y el MDM, que se disolvieron entre 1980 y 1982; otras, como Juana Doña, habían fundado también el MLIM, y otras la Secretaría de la Mujer de CCOO, etc.

Había finalizado la Transición del franquismo a la democracia, durante la que nos habíamos manifestado unitariamente por la despenalización de los anticonceptivos y del adulterio, que conseguimos en 1978; no tan unitariamente ante la Constitución de 1978; por la derogación de la prohibición de la homosexualidad en la Ley sobre Peligrosidad Social en 1979 y de las operaciones de cambio de sexo (1983); por la ley del divorcio de 1981, por el derecho al aborto, en la histórica movilización a partir del juicio de Bilbao en 1979, logrando la despenalización parcial por violación, malformación del feto o daño a la salud física o psíquica de la madre en 1985; por el 8 de marzo, por el derecho de las mujeres al empleo y al acceso a todas las profesiones a pesar de la crisis del petróleo; por la inclusión de las empleadas de hogar en el Estatuto de los Trabajadores de 1980, que no logramos, y por la participación social y política de las mujeres, después de 40 años sin libertad de expresión, asociación y manifestación. 

Las organizaciones feministas existentes, como recoge el libro ‘Españolas en la Transición, 1973- 1982’  se habían reunido en las I Jornadas por la Liberación de la Mujer en Madrid en 1975, en las I Jornades Catalanas de la Dona en mayo 1976, y en 1977 las de Valencia y del País Vasco, así como en las II Jornadas Feministas estatales en Granada en 1979. Se habían creado la Coordinadora Feminista de Cataluña, la Plataforma de Organizaciones Feministas en Madrid, las Asambleas de Mujeres en Euskadi y la Federación de Organizaciones Feministas del Estado Español.

Junto a la unidad de acción feminista, había diferencias entre el feminismo de la igualdad y de la diferencia, y sobre si dialogar o no con el gobierno, primero con la Subdirección General de la Condición Femenina del gobierno de UCD en 1977, que fue el que cedió los locales de Barquillo 44 y otros en 1978 (Ca la Dona en Valencia 1986 y en Barcelona en 1988) y, ante el gobierno socialista de 1982, que creó en 1983 el Instituto de la Mujer, en el que se integraron numerosas feministas.

Pero en la presentación del I Plan para la Igualdad de oportunidades de las Mujeres 1988-1990, para el que no se consultó a las organizaciones de mujeres, decidimos crear una asociación feminista, independiente, pero reivindicativa ante las instituciones y los partidos políticos que las constituyen, con atención e incidencia en las políticas públicas específicas y generales de interés para las mujeres.
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Violencia y Derechos Humanos 3/6


• Prevenir y sancionar toda forma de violencia y discriminación contra las mujeres y niñas campesinas, indígenas y afro descendientes para asegurar su desarrollo pleno y el respeto por su dignidad. Eliminar, juzgar y penalizar todos los actos de racismo y discriminación contra las mujeres y niñas en el ámbito rural.  Impedir y acabar la militarización .
• Promover e implementar campañas con pertinencia cultural, étnica y de género sobre derechos de las mujeres y las niñas indígenas, campesinas y afro descendientes, para eliminar actitudes y prácticas sociales discriminatorias como el matrimonio forzado de niñas y adolescentes mujeres, en particular las que aprueban la violencia por razón de género que agudizan la situación de vulnerabilidad en la que viven. 
• Asegurar el acceso a servicios de justicia que incluyan traducción con perspectiva de género e interculturalidad; atención en centros de acogida de emergencia y servicios de salud integrales, para las mujeres rurales victimas de violencias. 
• Proporcionar datos estadísticos ordenados y diferenciados sobre violencia contra las mujeres y niñas, para orientar las políticas públicas que permitan la atención integral de la violencia contra mujeres indígenas, afro descendientes, y campesinas, que contribuyan a la disminución de la violencia. 
• Proveer recursos y presupuestos destinados a prevenir y erradicar toda forma de violencia contra las mujeres y niñas. Para su ejecución deben contar con el acompañamiento de la sociedad civil organizada y estructurarse desde el nivel local hacia el nacional y la fiscalización de los organismos competentes y el monitoreo de la sociedad civil. 
• Promover la armonización legislativa y garantizar el cumplimiento de los convenios internacionales y nacionales que promueven la erradicación de toda forma de violencia contra las mujeres. Eliminar y penalizar la violencia que sufren especialmente las mujeres al defender sus territorios, que se ha incrementado y que ya produjo muchas muertes en nuestros países, con persecución a defensoras de derechos humanos y su criminalización. 
• Implementar Observatorios interinstitucionales que alerten de los retrocesos impulsados por fundamentalismos religiosos. 
• Establecer mecanismos de control de los órganos públicos gubernamentales y de rendición de cuentas, con el objetivo de cumplir con el mandato de prevenir y erradicar las diferentes formas de violencia contra las mujeres. 
 Establecer requisitos rigurosos para el ingreso en el servicio público de la justicia, salud y los servicios de seguridad, que aseguren el conocimiento de los servidores públicos sobre cuestiones de género en los concursos de ingreso. 
• Asegurar planes de estudio sobre perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad en la formación del personal de la justicia, la salud, los servicios de seguridad y otros que intervienen en la atención, prevención y sanción de todas las formas de violencia.
• Establecer parámetros para reducir los niveles de contaminación, por la actividad minera, extractiva, multinacional; cuyos efectos son nocivos y atentan contra la calidad de vida de las poblaciones, especialmente las mujeres y afro descendientes, campesinas y de los pueblos originarios. Prevenir, controlar y sancionar los efectos de las industrias extractivas que generen la trata de personas y la esclavitud sexual de mujeres y niñas. 

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