La Unión Social y Política de las Mujeres fundada y liderada por Emmeline Pankhurst, realizó en Gran Bretaña el movimiento por el voto femenino más radical del siglo XX, sin embargo, todavía para 1905 a dos años de haber sido creada, su activismo continuaba siendo pacifista, no obstante, en ese año las integrantes de la Unión comenzaron a sufrir violencia gubernamental, policiaca y carcelaria, violencias que en los siguientes años escalaron a niveles de crueldad insospechada rayando en lo inhumano.
En 1906 se llevó a cabo la primera marcha de mujeres en Londres, cientos de mujeres de todas las clases sociales y de diferentes profesiones caminaron unidas y determinadas a lograr el voto femenino, y con el, los medios para cambiar la deplorable situación política social, laboral y económica de las mujeres; estaban decididas a alcanzar su objetivo a costa de lo que fuera, aún a costa de sus propias vidas si era necesario… y lo fue!
A partir de 1909, muchas perdieron la vida a causa de los golpes de la policía y los múltiples encarcelamientos, otras durante o a causa de la tortura de la alimentación forzada de que eran víctimas las prisioneras sufragistas cuando emprendían huelgas de hambre y de sed. Esta práctica ilegal, inhumana y reprobada por la comunidad médica, consistía regularmente en introducir un tubo por la nariz, aunque también por el recto y la vagina.
Las que sobrevivieron a estas supuestas “atenciones hospitalarias”, incluida la propia Emmeline Pankhurst, y Emily Davison quien llegó a ser alimentada a la fuerza 49 veces, sufrieron daños permanentes en la nariz, garganta, tráquea y pulmones, estómago y genitales.
El 18 de noviembre de 1910 (a partir de ese día conocido como viernes negro) la salvaje violencia de la policía se recrudeció, y las tácticas de defensa y protesta de las suffragettes se radicalizaron aún más. Emmeline nos cuenta a detalle sin rodeos y sin filtros de todo este horror y sufrimiento, así como de los métodos revolucionarios que se vió forzada a utilizar la Unión Social y Política de las Mujeres, los cuales iban desde rompimiento de ventanas,manifestaciones, marchas, auto encadenamiento a rejas, huelgas de hambre y de sed; hasta el incendio y destrucción de diversas propiedades privadas vacías; todo sin poner nunca en peligro la vida de nadie, excepto la de ellas mismas.
(Emily Davison ofrendó la suya por la causa el 4 de junio de 1913, arrojándose a las patas del caballo del Rey Jorge V en el Derby de Epson y llevando en las manos el cartel de voto para las mujeres).
En 1914 las actividades de la Unión Social y Política de las Mujeres se pusieron en pausa a causa de la Primera Guerra Mundial, pero en 1918 cosecharon a medias los primeros frutos de su lucha: se aprobó el voto a las mujeres británicas mayores de treinta años que fueran dueñas de propiedades. Diez años después lograron la victoria completa y sin ninguna restricción, pudiendo votar a los 21 años de edad en igualdad con los hombres. Emmeline no vivió para verlo, (es importante aclarar esto) ella falleció el 14 de junio de 1928, 18 días antes del triunfo total.
Se ha llegado a especular que su condición de burguesa, la libraba de las violencias y arrestos que sufrían sus compañeras de clase pobre, lo cierto es que el lema de la Unión: “hechos, no palabras”, lo aplicó a su propio activismo. Las décadas de lucha, los golpes de la policía, los múltiples encarcelamientos, las huelgas de hambre y de sed que hizo, más las alimentaciones forzadas que recibió, dañaron irreversiblemente su salud condenándola a padecer años de enfermedad.
De su incansable y heroico activismo y de él de su extraordinario ejército de mujeres, es que generaciones y generaciones de activistas de todo el mundo nos hemos instruido nutrido…inspirado, tal y como en su tiempo lo hicieron no sólo las de su país, sino también las del resto de Europa, India, China, Estados Unidos, y Canadá. Ecos sufragistas que nos llegaron paulatinamente a las mujeres de Latinoamérica.
En mi genealogía feminista como seguramente en la de muchas mujeres activistas al rededor del mundo, la figura de Emmeline Pankhurst ocupa el lugar preponderante cercano y querido de madre, hermana, maestra, y compañera política. Líder sin tiempo que desde las páginas de su libro sigue acompañando la marcha de las mujeres del siglo 21 hacia el amanecer de la libertad, la igualdad, la seguridad y la justicia!.
Galilea Libertad Fausto.
Ilustración: contraportada de Mi historia, Capitán Swing libros, 2022.
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