Por ello es tan profunda la sumisión de las mujeres, las que logran salirse de la feminidad, si no tienen una consistencia teórica, vuelven irremediablemente a los órdenes establecidos.
Me temo que el análisis de género no logra ver la envergadura de nuestra sumisión y en estas condiciones el retorno constante al redil parece inevitable, incluso para las feministas, pues además de asomarse al vacío de la no-pertenencia a la masculinidad como sistema, se añade la falta de una historia política y cultural de mujeres donde apoyarnos.
Existe un gesto inconsciente y funcional en nuestro largo camino, de no dar continuidad a un pensamiento acumulado por siglos. Volvemos sobre los mismos temas, una y otra vez, sin reconocer los aportes teóricos de mujeres que vienen dando luchas fundamentales para nuestra historia como las mujeres de la Querella o pensadoras contemporáneas, como Adrienne Rich, Kate Müller, Celia Amorós, Luisa Muraro, María Milagros Rivera, Luce Irigaray, Simón de Beauvoir, entre otras.
¿Por qué no leemos, y conocemos más y mejor a las teóricas del feminismo, que son nuestras contemporáneas y que vienen desentrañando los hilos del sistema, no sólo discursivamente sino con actos concretos y políticos?
¿Por qué tantas feministas saben tan poco de feminismo?
¿Por qué tantas mujeres no conocen, ni reconocen la historia de la que provienen, entregándole la palabra a gente que no ha estudiado, ni profundizado en el feminismo y que no sabe nada de él?”.
- Margarita Pisano -
El triunfo de la masculinidad (1998)
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