Vivimos en sociedades machistas que han venido vertiendo los más terribles insultos hacia las mujeres: malas, pecadoras, inhábiles, deslenguadas, motivo de pecado, responsables de todos los males del mundo... Estamos publicando algunas de estas frases en nuestra pagina mujeres salvando al mundo para mover a la reflexión, pueden pasarse por allí y conocer de que sabios llegaron esos comentarios. Aún persiste en nuestra lengua ese doble rasero para llamarnos a nosotras y a ellos. Aún persiste la palabra "puta" que es una de las más hirientes en nuestra lengua y que o bien la reconvertimos como nuestras hermanas latinoamericanas o hacemos un esfuerzo por no decirla jamas
Esa situación de desprecio y descrédito a las mujeres a las que se les ha permitido acceder a la enseñanza superior hace poco mas de un siglo nos ha llevado a unas leyes androcentricas sin duda que beneficiaban sin rubor al varón.
Las legislaciones siguen siendo patriarcales cuando, aunque nos reconozcan como sujetas de derechos, nos despojan de ciertos derechos como la libertad de tránsito al exigirnos seguir el domicilio de nuestros maridos, o no nos garantizan la integridad de nuestros cuerpos al no castigar la violencia doméstica o cuando nos mantienen a las mujeres dependientes de la buena voluntad de los hombres con pensiones alimenticias bajísimas e incobrables, necesitadas de su aprobación para regular nuestra fecundidad, etc Nos recuerda Alda Facio
Desde esta visión se entiende que la patria potestad sobre nuestras hijas e hijos la hayamos alcanzado las españolas en 1981.
Recordamos las vivencias de dos relevantes mujeres :
-Ana María Matute se casó con un poeta muy culto y muy interesante, pero también muy egoísta y muy mala persona. Se lo hizo pasar muy mal y a los tres años de casarse ella ya sabía que no le quería nada, pero aguantó siete más. Decidió separarse a los diez años de la boda. Pero en la dictadura, ya lo saben, no había mujer que se divorciara de su marido. Ella lo hizo. Y no calculó las consecuencias: divorciarse de su marido, con Franco, suponía perder a su único hijo, algo que ella comprobó con inmenso dolor cuando se lo quitaron. “Eso fue lo más terrible del mundo, me quitó a mi hijo en 1963 y no lo pude volver a tener hasta que pasaron tres años”, cuenta, “aunque tuve la suerte de que mi suegra era muy buena y me permitía verlo sin que su padre se enterara…”
-Cuando Carmen Maura decidió ser artista, a los 25 años se encontró con que había otros designios y mandatos para su vida y tomar ese camino la llevo a una guerra con su marido por su hija y su hijo que duro 10 años, hasta que se cansó y sus hijos se acercaron a ella. Los niños se quedaron con su padre que se los llevo a las Canarias, sin mayor problema. (Él podía tener un trabajo fuera de su casa, Carmen no)
Las legislaciones siguen siendo patriarcales cuando, aunque nos reconozcan como sujetas de derechos, nos despojan de ciertos derechos como la libertad de tránsito al exigirnos seguir el domicilio de nuestros maridos, o no nos garantizan la integridad de nuestros cuerpos al no castigar la violencia doméstica o cuando nos mantienen a las mujeres dependientes de la buena voluntad de los hombres con pensiones alimenticias bajísimas e incobrables, necesitadas de su aprobación para regular nuestra fecundidad, etc Nos recuerda Alda Facio
Desde esta visión se entiende que la patria potestad sobre nuestras hijas e hijos la hayamos alcanzado las españolas en 1981.
Recordamos las vivencias de dos relevantes mujeres :
-Ana María Matute se casó con un poeta muy culto y muy interesante, pero también muy egoísta y muy mala persona. Se lo hizo pasar muy mal y a los tres años de casarse ella ya sabía que no le quería nada, pero aguantó siete más. Decidió separarse a los diez años de la boda. Pero en la dictadura, ya lo saben, no había mujer que se divorciara de su marido. Ella lo hizo. Y no calculó las consecuencias: divorciarse de su marido, con Franco, suponía perder a su único hijo, algo que ella comprobó con inmenso dolor cuando se lo quitaron. “Eso fue lo más terrible del mundo, me quitó a mi hijo en 1963 y no lo pude volver a tener hasta que pasaron tres años”, cuenta, “aunque tuve la suerte de que mi suegra era muy buena y me permitía verlo sin que su padre se enterara…”
-Cuando Carmen Maura decidió ser artista, a los 25 años se encontró con que había otros designios y mandatos para su vida y tomar ese camino la llevo a una guerra con su marido por su hija y su hijo que duro 10 años, hasta que se cansó y sus hijos se acercaron a ella. Los niños se quedaron con su padre que se los llevo a las Canarias, sin mayor problema. (Él podía tener un trabajo fuera de su casa, Carmen no)
Las leyes ademas de androcentricas han venido siendo ilegitimas e injustas, y a mi entender, la situación continua hasta el extremo de que tenemos sobre nosotras un proyecto de ley sobre custodia compartida impuesta que pretende seguir manteniendo la autoridad del varón sustentada indirectamente por sus mayores ingresos, de los que hará gala con abogados y psicólogos infinitos, ya que los usos sociales, aun machistas los apoyan.
Ellos raramente piden excedencias, reducen sus jornadas de trabajos e incluso toda la familia los alienta a ser mejores profesionales, encargando los cuidados a la mujer, esposa y madre en un porcentaje próximo al 100 % con lo que esto significa de merma de posibilidades de formación para ella y de mejoras en su carrera laboral.
Ellos raramente piden excedencias, reducen sus jornadas de trabajos e incluso toda la familia los alienta a ser mejores profesionales, encargando los cuidados a la mujer, esposa y madre en un porcentaje próximo al 100 % con lo que esto significa de merma de posibilidades de formación para ella y de mejoras en su carrera laboral.
Pero hay una realidad que todas y todos queremos olvidar ( cada cual por sus motivos ) y es que en España cada año mueren 26 mujeres de parto, que por muchos avances el riesgo que una mujer asume al querer ser madre es incomparable al que el padre asume al serlo y esto debe ser tenido en cuenta por la realidad que debiera hacer las leyes. La madre lo es por el hecho de parir, por dejar crecer dentro de ella un ser que pone en riesgo su vida, su futuro, su salud el padre, yo entiendo, que debe ganarse tal titulo con también entrega, apoyo, cuidados y estos comportamientos que suponen el amor a sus descendientes son los que habría que tener en cuenta en situaciones de litigio entre ambos progenitores .
Dejar, en el caso de Juana Rivas, a su hijo de 3 años con su padre no es legitimo, por mucho que se empeñen en que sea legal, que tampoco, pues ese padre fue condenado por malos tratos, no a instancias de Juana, sino de los servicios sociales que vieron los golpes que había sufrido. Es claro que ese señor es un mal padre al ser un maltratador, por lo cual para proteger a los niños hay que dejarlos con su madre. Si la justicia fuera justa esto sucedería hoy mismo.
http://www.heroinas.net/2014/06/ana-maria-matute.html
http://www.heroinas.net/2015/10/carmen-maura.html
http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:mDqWVk3zE_MJ:centreantigona.uab.es/docs/articulos/Feminismo,%2520g%25C3%25A9nero%2520y%2520patriarcado.%2520Alda%2520Facio.pdf+&cd=3&hl=es-419&ct=clnk&gl=es
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