La ONU reiteró su llamamiento a la comunidad internacional para que todos los países ayuden a erradicar la mutilación genital femenina, una práctica que afecta a la vida de millones de mujeres de África, Oriente Medio y Asia.
El director ejecutivo del Fondo de la ONU para la Población (UNFPA), Babatunde Osotimehin, señaló durante una conferencia de prensa que cada vez son más las comunidades que abandonan esa práctica “en apoyo de valores más positivos de sus mujeres y sus niñas".
Según datos de la ONU en los últimos tres años unas 8.000 comunidades de todo el mundo, incluyendo 15 países africanos, han abandonado esa práctica considerada como una violación de los derechos humanos de las mujeres.
Osotimehin consideró como “verdaderamente alentador” que esas comunidades estén cambiando algunas de sus prácticas culturales para proteger los derechos de las niñas y las mujeres.
En la misma conferencia de prensa participó una víctima, la guineana Saran Dioubate, que señaló que esa violencia supone una amenaza para la vida y es traumatizante.
“Es como si me hubieran cortado algo de mí sin preguntarme si yo quería eso”, dijo Dioubate.
La mujer explicó que sufrió la mutilación cuando tenía seis años y “si alguien me hubiera explicado lo doloroso que es, hubiera dicho que no. Esta práctica tiene que acabar y para ello se necesita un esfuerzo colectivo para educar a las comunidades".
Por su parte, la cantante beninesa y embajadora de buena voluntad de Unicef, Angélique Kidjo, se unió a ese llamamiento a la comunidad internacional y señaló que era una práctica cruel que “busca rebajar a las mujeres y privarles de su identidad".
“Me gustaría convencer a todos los países de que firmen una resolución (en la Asamblea General del organismo) que prohíba esa práctica. Mientras exista la mutilación genital femenina no tendremos los beneficios de una sociedad moderna”, señaló la cantante, ganadora de un premio Grammy, a la radio de la ONU.
Kidjo apeló también a la voluntad política de los dirigentes para lograr el objetivo de la erradicación total de una práctica que, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afecta a 140 millones de mujeres que viven con los efectos secundarios de esa mutilación.
La cantante africana, muy activa en potenciar la educación de mujeres y niñas, se refirió también a la necesidad de que se busque sumar a la causa a los jefes de las comunidades y autoridades religiosas, además de a las mujeres que practican y a los hombres que lo consienten.
Según datos de la ONU en África hay 92 millones de niñas de 10 años o más que han sufrido ese tipo de violencia, una práctica que, además de en ese continente, es corriente en otros países de Oriente Medio y Asia como India, Indonesia, Irak, Israel, Malasia y Emiratos Árabes Unidos.
Es una práctica dolorosa y peligrosa que es alimentada con prejuicios sociales y religiosos, según Naciones Unidas que recientemente alertó que aunque la cifra de mutilaciones genitales femeninas ha descendido en los últimos años, aún hay 3 millones de niñas y adolescentes que corren peligro cada año de sufrir esta práctica.
La OMS documentó en 2010 ese tipo de prácticas en 28 países de África y en unos pocos de Asia y Oriente Medio, que abarcan desde el llamado “tipo 1”, que consiste en la extirpación parcial o total del clítoris, hasta las formas más graves, como es la infibulación, que incluye la escisión de los labios mayores y menores y el estrechamiento de la vagina.
La mutilación genital femenina se practica sobre todo a niñas y adolescentes de entre 0 y 15 años, aunque la edad varía en cada país dependiendo de tradiciones locales y otras circunstancias.
Los países donde se ha documentado más prevalencia de esta práctica considerada por la ONU como una violación de los derechos humanos, son Somalia, donde en 2010 afectaba al 97,9 % de las mujeres, Egipto (95,8 %), Guinea Conakry (95,6), Sierra Leona (94), Yibuti (93,1) y Mali (91,6).
También supera el 70 u 80 % en Burkina Faso, Eritrea, Etiopía, Gambia, Mauritania y el norte de Sudán.
Entre los principales peligros y consecuencias para la salud que conlleva la mutilación genital están el dolor severo, hemorragias, dificultades para orinar e incluso para defecar, posibilidad de sufrir infecciones por el empleo de instrumentos contaminados e incluso la muerte.
Además, según datos de la ONU, las niñas que sufren esa violencia tienen más posibilidades de contagiarse del sida, además de padecer consecuencias psicológicas, problemas en su calidad de vida sexual, complicaciones en el parto y, en los casos más severos de mutilación, supone un peligro para el recién nacido.
NACIONES UNIDAS (EFE).-28 febrero 2012
http://www.yucatan.com.mx/20120228/nota-11/239740-la-onu-pide-a-todos-los-paises-que-ayuden-a-erradicar-la-mutilacion-genital-femenina.htm
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