Vivimos en ciudades construidas sin pensar en las mujeres. Tras dar la lata, muchas mujeres de a pie, junto con otras que han tenido puestos de poder se han ido modificando las ciudades, iluminando sus calles, facilitando nuestro tránsito, ya que desde que el coche ha aparecido ha tomado el lugar preponderante.
A poco se están consiguiendo mas parques, mejor equipados, calles más seguras, aceras más amplias y transitables para el uso del carro de la compra, de los cochecitos de los bebes y más calles peatonales que nos permiten disfrutar del espacio público, atendiendo a todas las necesidades de personas con diversidad funcional que habían sido olvidadas.
Los ejemplos de propuestas de buenas prácticas que han hecho las mujeres son muchísimas pero hay algo difícil y lento de cambiar y son los nombres de las calles y los ornamentos de las plazas como esculturas, bustos ..
En España las calles están dedicadas a los hombres en cerca de un noventa por ciento.
En 2018 desde el Ayuntamiento de Valencia se constato la anormalidad democrática en la que estaba sumida la ciudad dado que sólo un 7% de las vías estaban dedicadas a mujeres, frente al 93% dedicadas a hombres
Recordamos que el artículo de 2012 titulado "Este no es un país para las mujeres" donde resaltábamos estos datos de las ciudades italianas: Los resultados, según consignan los medios italianos, son sorprendentes. En Roma, sobre 14.270 calles solo 336 están dedicadas a mujeres. Es apenas el 2,3 %. En Nápoles hay 1.165 y solo 55 llevan nombres de mujeres renombradas. En Perugia las proporciones son: 580 calles "masculinas" y 31 "femeninas", y en Sassari (Cerdeña): 300 a 2. Pierden hasta las santas. En una ciudad se han contabilizado 95 calles y plazas con nombres de santos, pero apenas 17 de ellos son de mujeres. El porcentaje de calles que recuerdan a mujeres no sobrepasa el 5-6% en la mayoría de las ciudades y pueblos.
En Zamora distintos departamentos del IES María de Molina en 2017 analizaron las calles de esa ciudad y nos muestran en la imagen que nos acompaña la proporción entre las calles con nombres de hombres y de mujeres (163 frente a 21 )
Hay que añadir que las mujeres que celebran las calles suelen estar centradas en el ámbito religioso, bastante interesado en dirigirnos como santas y madres, con una visión adoctrinadora que menosprecia nuestro buen criterio.
Esta realidad tan desigual no se ha conseguido parar y como ejemplo citare que en el barrio madrileño de Chamberí fue colocada no hace mucho una estatua de un héroe de Filipinas con pistola en mano para ejemplo pacifico de la ciudadanía, y los jardines de la Plaza de Valle Súchil también se han renombrado con el nombre de otro señor. Sé y me he hecho eco de la iniciativa de Vallecas para que se votara y eligiera el nombre de una mujer para nombrar una calle y estoy segura que se esta trabajando en ese sentido por las mujeres feministas, pero entre tanto, la idea de los murales es magnifica, por su color y porque siglos de ocultamiento de nuestros aportes tiene que tener una respuesta por todas partes.
Lástima que la violencia machista que cuestionamos cada día se siga haciendo patente en la destrucción de estos murales.
Recuerdo la frase de Marcela Lagarde que dice “ Las feministas no luchamos contra la violencia sino que trabajamos por la PAZ” y me reafirmo en esa dinámica que pretende menos violencia hacia las mujeres y entre los hombres. Nos tocara también a las mujeres revisar que diversiones nos ofrecen los medios, como nos influyen y otros posibles orígenes de tanta violencia en la sociedad pues pareciera que tanta agresividad, de la que en algunos casos somos víctimas, solo nos preocupa a nosotras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario