CAMPAÑA TU VOZ CUENTA
25 de noviembre de 2012- Semana contra toda forma de violencia contra las mujeres.
Un 25 de Noviembre de 1960, se asesinaba en República Dominicana a las Hermanas Mirabal, activistas y opositoras al dictador Trujillo. En e 1er Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe se decidió no olvidar, y con ellas visibilizar que la violencia contra las mujeres se multiplica en todos los lugares del mundo por el mero hecho de ser mujeres y cuestionar un sistema de distribución del poder injusto y desigual, que deja fuera a la mitad de la población.
Este 25 de Noviembre La Campaña Tu Voz Cuenta, formada por diferentes organizaciones de sociedad civil, y organismos comprometidos con los derechos de las mujeres, quiere centrarse en las múltiples formas de violencia contra las mujeres que siguen persistiendo y agravándose en todo el mundo, y la necesidad de seguir apoyando a los movimientos feministas y de mujeres que con sus debates y acciones luchan por la autonomía y los derechos de todas las mujeres, en el Norte y Sur globales.
La pobreza, el recorte en servicios públicos y el auge de políticas neoliberales que ponen por encima de las personas a los mercados, fomentan fundamentalismos que se centran en mantener modelos sociales basados en la explotación de las mujeres bajo el paraguas de la tradición y la moralidad . Estos modelos atentan contra los derechos de las mujeres a su autonomía económica, de su derecho a decidir sobre sus vidas y participar en la vida de su comunidad y sobre sus cuerpos, sus derechos sexuales y reproductivos y el libre ejercicio de su sexualidad.
El juicio contra el grupo Pussy Riot, el retorno al “crimen pasional” en los medios para denominar el asesinato de mujeres por sus parejas o exparejas, el veto a la inclusión de los derechos sexuales y reproductivos en el documento de la Cumbre Rio+20 o el intento de revisar el término “equidad de género” por “igualdad entre los sexos”, quitando el componente de roles sociales por razón de sexo, demuestra como el retroceso en los espacios de toma de decisiones está siendo alarmante.
En este momento en el que el recorte en las políticas sociales supone un retroceso de los muchos avances conseguidos por los movimientos feministas y de sociedad civil en el reconocimiento y garantía de derechos de las mujeres para vivir una vida libre de violencias, autónoma y libre, la campaña TU VOZ CUENTA se centra en el concepto amplio de violencias, que supone que las mujeres no puedan desarrollar libremente sus opciones de vida y vean amenazadas sus decisiones sobre su cuerpo, sus relaciones, su autonomía económica y su participación en igualdad de condiciones en los espacios públicos y privados.
¿Qué Violencia (s)?
Hace casi veinte años, en 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamaba la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, como complemento y refuerzo de la CEDAW (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres).
En la Declaración se establece que la violencia contra las mujeres abarca desde la violencia física, sexual y psicológica dentro de la familia, -incluidos los malos tratos, el abuso sexual, la violación por el marido, la mutilación genital femenina y la violencia relacionada con la explotación- hasta las violencias físicas, sexuales y psicológicas perpetradas dentro de la comunidad en general, y aquella perpetrada o tolerada por el estado, incluyendo la violación, abuso sexual, acoso, intimidación sexual en el trabajo, en instituciones, trata de mujeres y prostitución forzada.
Veinte años después, las violencias, contra las mujeres, como vulneración de sus derechos, se siguen sucediendo en todos los lugares del mundo, atentando contra el derecho a una vida libre de violencias, contra la autonomía de las mujeres en el ejercicio de sus derechos de participación, derechos económicos, derechos sexuales y reproductivos, sociales y culturales. La relatora de Naciones Unidas sobre violencia contra la mujer, señalaba en su informe de este año la heterogeneidad de las violencias, con el mismo origen en un patriarcado que vulnera los derechos de las mujeres a decidir, participar, ser autónomas económica y socialmente. La relatora recuerda que los derechos de las mujeres, como los derechos humanos, son interdependientes e indivisibles y por eso no hay sólo una violencia, sino muchas, estructurales y simbólicas, contra las mujeres por ser mujeres.
Desde el feminicidio, acompañado de la impunidad y no reparación, hasta la violencia económica, que fomenta la dependencia de las mujeres del núcleo familiar e invisibiliza la necesidad e importancia de los cuidados, o la vulneración del derecho a la salud sexual y reproductiva, pasando por el acoso verbal e intimidatorio en las calles y en las redes y los micromachismos, las violencias contra las mujeres tienen su origen en un reparto desigual de poder de carácter estructural entre hombres y mujeres, con raíces económicas, culturales y sociales que fundamentan el ejercicio de poder sobre las mujeres, negándoles el pleno ejercicio de sus derechos y de su autonomía.
Violencias en tiempos de crisis
Estas violencias se acentúan en tiempos de crisis, que como varias autoras han señalado , no es sólo una crisis económica, sino crisis de un modelo de desarrollo que en lo económico, en lo ecológico, en lo productivo y en lo social, perpetúa la desigualdad y las relaciones desiguales de poder.
La ecuación desarrollo=crecimiento económico ha sido cuestionada especialmente en los países del Sur global, donde se ha demostrado como el mero crecimiento económico sin políticas de equidad aumenta la brecha entre hombres y mujeres, y mantiene invariable la desproporción entre hombres y mujeres pobres: desde hace más de veinte años, 2/3 de las personas pobres son mujeres, con menor acceso a educación, a salud, a decidir el número de hijos y cuándo tenerlos, a participar en la vida de su comunidad y, en definitiva, a su autonomía social y política, como se reconoció en Beijing en 1995 .
En tiempos de crisis se evaporan los compromisos con los derechos de las mujeres, disminuyendo los recursos para la prevención, la atención y el empoderamiento de mujeres como sujetas de derechos.
En tiempos de crisis, y de cambios, como en los países de la primavera árabe, los movimientos feministas y de mujeres, se enfrentan a retrocesos en su participación en los procesos constituyentes y la restricción de derechos, con el frecuente mantra de que “primero es la revolución” relegando las prioridades de las mujeres a un segundo plano.
En tiempos donde siguen latentes conflictos armados, la violencia contra las mujeres sigue siendo arma de guerra, violando las resoluciones 1325 y 1820 de Naciones Unidas, y la impunidad perpetúa la discriminación y la vulneración de derechos. Los conflictos no inventan la violencia, la reescriben y la versionean.
Reacciones: los movimientos de mujeres
Aunque sus efectos son globales, la crisis económica actual está localizada en Europa. Las organizaciones feministas y de mujeres de otras regiones del planeta, nos recuerdan que los avances en el empoderamiento de las mujeres y los logros para una vida libre de violencias siguen en marcha, sin miedo ante los recortes, las amenazas, los conflictos o los silencios.
Las defensoras de derechos humanos, en Mesoamérica y Caribe, las organizaciones y activistas en Túnez, Egipto o Yemen, o las mujeres organizadas en Filipinas, o Indonesia, siguen luchando contra las violaciones de derechos, por el empoderamiento a otras mujeres o en la incidencia ante instituciones nacionales e internacionales.
En varios países de América Latina se han promulgado leyes contra el feminicidio que abarcan los diferentes tipos de violencia, reconociendo que trascienden al ámbito de lo privado y se producen en todas las esferas de la sociedad. En Uruguay o México las leyes del aborto reconocen el derecho de las mujeres a su salud sexual y reproductiva, en cumplimiento con la Declaración de la Plataforma de Acción de Beijing.
En las calles y en las redes sociales, mujeres y colectivos reivindican la lucha contra los fundamentalismos religiosos y reivindican el cumplimiento de sus derechos, en todos los ámbitos.
En algunas instituciones internacionales se recoge la necesidad de luchar contra la violencia, con ejemplos como el reciente y actualmente en discusión Protocolo de actuación para la investigación del feminicidio.
Por eso, un año más, el 25 de Noviembre Tu voz Cuenta quiere visibilizar que las violencias son muchas y en todas partes, y luchar contra ellas significa exigir a los poderes públicos el cumplimiento de los derechos, y debatir, compartir y participar con los movimientos de mujeres y feministas para garantizar una vida libre de violencias.
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