Con espanto y horror acabo de leer la nota que me mando una amiga argentina que vive en Italia. Il Corriere della Sera le dedica una pagina entera a
una película que acaba de ser presentada en Cannes: "La caza". Es sobre una
nena de cinco años que acusa "falsamente" a su maestro de abuso sexual.
El articulo se llama "Se la bugia di una bambina apre la CACCIA al maestro"
= "Si la mentira de una nena abre la caza al maestro..." y dice: "Puede ser
que los asistentes sociales, los psicólogos y el carnaval mediático lleven
a la hoguera a un pobre hombre? Primero sentenciando que "los niños nunca
mienten" y luego, cuando el acusador se retracta, inventarse la diagnosis
diciendo "ahora el niño lo niega porque está elaborando el trauma a través
de la remoción de la memoria?"
http://cinema-tv.corriere.it/cinema/mereghetti/12_novembre_21/mereghetti_il_sospetto_072e04ee-33b6-11e2-a480-b74fe153b15c.shtml
Esta noticia me llevo a escribir estas limitadas palabras de reflexión,
pues entiendo que ahora mas que nunca
DEBEMOS hablar por quienes no tienen
voz, las madres necesitamos despertar la solidaridad y conciencia de todxs,
pues necesitamos el apoyo de todxs y cada unx para derribar esta necesidad
de una sociedad patriarcal de negar el abuso y el incesto como una realidad
masiva nacional.
Estamos tan solas! Lejos de solidarizarse por el gran acto de coraje y
valentía que implica hacer una denuncia de abuso por incesto y abuso,
generalmente se nos condena poniéndonos la letra escarlata por atentar
contra el orden social establecido y "las buenas costumbres", en una
sociedad que avala secretamente cualquier tipo de atrocidades contra la
niñez "en el nombre del padre".
De hecho, considero que la impunidad es una condición pre existente a la
comisión del delito. El abusador se sabe impune y su impunidad esta
garantizada por el accionar de una "Justicia" que no solo no cumple con la
función reparadora, sino que actúa como un abusador mas de la victima,
amparándose en un síndrome "judicial" (porque la medicina y la psicología
lo niegan categóricamente) y en un concepto de familia "ideal" pero
inexistente.
La Justicia no actúa como cómplice sino como un abusador de manual: la
madre o padre que denuncia el abuso infantil se convierte automáticamente en el objetivo a destruir, para acallar una verdad que incomoda y que en algunos casos trae a la luz un tabu milenario:el incesto.
Sin animo de ofender a las compañeras mucho mas capacitadas y con mucha mas
autoridad sobre la materia; me animo a decir que los abusadores encuentran
en la Justicia su alter ego a nivel institucional, un sistema que abusará
por él a quien se atreva a denunciarlo.
Estan todos los elementos básicos de la violencia "de manual" ejercida a
nivel institucional y es por eso que nuestro desamparo es aun mayor, porque
no tenemos a quien recurrir:
1. se *niega *el relato de las victimas y el de los adultos que hablan por
ellos. (los niños siguen siendo cosificados por el sistema, que no los
reconoce como sujetos de derechos sino como títeres programables por madres
que padecemos el "sindrome de la madre maldita". Cuando se trata de padres
que denuncian a progenitoras, ahí pasamos a ser una versión mejorada de
Teresa de Calcuta y por eso su denuncia también desacreditada)
2. se trata de *aislar *a la victima y a cualquiera que intente ayudarla:
si los profesionales de la salud, maestros o periodistas quieren exponer
los casos particulares, no sólo no tienen el respaldo institucional para
poder defender a la victima; sino que cuando lo hacen son "ejemplarmente
castigados"
3. la diletancia en la administración de justicia, los múltiples peritajes
a los que someten a los pequeños, la revictimización permanente tienen por
objeto atacar a la victima hasta que logre que ésta se sienta culpable y
por ende se *paralice*, se *avergüence *de su condición y pierda su
capacidad de defensa
4. la *amenaza *de perder la tenencia si no se accede a la revinculación
forzada con sus perpetradores (amenaza que en algunos casos se ha
materializado con mecanismos propios de la dictadura: sustracción de
menores por personal policial armado de la casa de sus madres "rebeldes"
privando a los menores de la libertad y llevándolos a la casa de quienes
ellos identifican como sus abusadores)
Solo asi es que la Justicia actúa como un abusador y garantiza la impunidad
del perpetrador. Solo así se explica como el abuso sigue siendo el delito
mas impune del país.
De nada sirve la tenencia de derechos si se nos condena por intentar
ejercerlos. Los derechos no se tienen, se ejercen y si el ejercicio de los
mismos no pasa de lo discursivo y se silencia a cualquiera que quiera
romper el orden social establecido y el tabu que reina, donde el precepto
no escrito es que "de eso no se habla", entonces no hay derechos y, menos
aún Justicia.
Comparto la desesperación y el desamparo que trasmite Paula; me parece que
la solución pasa por juntar las voces de todxs aquellos que, desde su
lugar, podemos y debemos contribuir a darle entidad a este cancer social
que cual Cronos, se esta devorando la infancia.
Esta semana también decimos NO MAS VIOLENCIA. Nosotras, las mamas de niñxs
victimas, pedimos que se nos INCLUYA EN ESTE PEDIDO, necesitamos que se nos
ayude a poner fin a esta violencia institucional, que nos ayuden a
trasmitir que frente al abuso, la indiferencia y la inacción nos convierte
en abusadores por omisión.
Necesitamos que nos ayuden a invertir la lógica imperante que transforma a
victimas en victimarios y a victimarios que aparecen como víctimas
acongojadas en medios masivos de comunicación. La foto de la infame
"Padrectomia" de La Nación es muy rica desde lo simbólico: el abusador
mostrando su cara afable, con un Barney detrás que nos recuerda "que eramos
una familia feliz" -hasta que se rompió el silencio y alguien se animó a
hablar-, donde hay de todo menos una cama digna donde dormir.
Podrán acallar las voces aisladas, pero no si éstas se juntan para
redefinir el concepto de Justicia que en estos casos esta siendo
ultrajado. "La injusticia es humana, pero mas humana es la lucha contra la
injusticia", decia Brecht. Como madres, es poco lo que podemos aportar en
la mesa de las soluciones. Me parece que sólo con soportar los embates de
la Justicia y no doblegarnos, es mucho lo que hacemos. Sabemos que quizá el
día de mañana les tengamos que decir a nuestrxs hijxs que fuimos derrotados
por este sistema perverso, estamos dando nuestra vida para que eso no
suceda. Lo que sí sabemos es que no nos atreveríamos a mirarlxs a los ojos
y decirles que ellxs esta así porque no nos animamos a luchar por ellxs.
Asociación madres de victimas de abuso .
de http://www.facebook.com/RenacerAyudemosALasVictimasDeAbuso
Paula es una madre protectora que lucha por la integridad de sus hijas. Nos ha enseñado que debemos luchar contra el abuso infantil y los inventos judiciales que son coartada de los absadores.
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