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domingo, 17 de febrero de 2013

Matrimonios por compensación, otra violencia hacia las mujeres


 Los Sang Chatti:  Matrimonios por compensación  otra forma de violencia contra las mujeres

Izzo Bibi*, de siete años de edad, vive en una pequeña aldea en la provincia de Sindh en el sur de Pakistán.  No tienen  medios económicos para enviarla a la escuela pero su madre le ha enseñado la técnica del bordado tradicional Sindhi. La prima mayor de Izzo, Sheeno*, la ayudaba a aprender nuevos diseños de bordado.

Cuando un tío paterno de Izzo asesinó a un vecino, el faislo (también llamado Jirga, que es un consejo tribal encargado de tomar decisiones) exigió dos niñas de la familia del asesino en calidad de Sang Chatti (matrimonio por compensación). Con sólo 12 años de edad, Sheeno fue forzada a abandonar su familia sin siquiera recoger sus pertenencias. La intención de la familia política era tratarla mal para castigar a su familia. No se celebró el matrimonio, no hubo música ni risas, sólo los gritos de Sheeno cuando se le separó de su familia.

La única noticia que recibió su madre era que se forzaba a su hija a hacer las tareas domésticas, a ponerse ropa vieja, a andar descalza y a vivir como la esposa de un hombre de 40 años. Hoy Sheeno sufre diariamente de abuso físico y emocional y, por el resto de su vida, será un taano (insulto) por ser la hija de un asesino.
La decisión de la Jirga no se había seguido en su totalidad y el sufrimiento de Sheeno no se consideraba suficiente para compensar por el asesinato. Según los ancianos locales, Izzo Bibi, a sus 7 años de edad, también debía ser entregada a la familia del muerto como compensación. Habiendo sido testigo de lo que le sucedió a Sheeno, el miedo de Izzo fue aún mayor cuando sus amigas le dijeron que ella también sería entregada como compensación para ser la esposa de un hombre de 28 años. Para prevenir esto, su padre la envió lejos por unos días.

El padre de Izzo decidió no obedecer el decreto de la tribu, arriesgando su vida al oponerse a las costumbres. Acudió a un abogado local y presentó un escrito ante la Corte Suprema de Pakistán, que estudió el caso en 2011 y ordenó a la policía arrestar a los miembros de la Jirga y suspender su decisión. Para Sheeno, la ayuda llegó demasiado tarde: el miedo le impidió volver a casa de sus padres.

JIRGAS Y PANCHAYATS

Los sistemas jurídicos tradicionales paralelos siguen existiendo en Pakistán. Las Jirgas, sistemas informales de resolución de disputas, también llamados Panchayats, socavan la autoridad del Estado ya que siguen existiendo incluso después de que los tribunales nacionales los hayan declarado ilegales. Las mujeres y las niñas son en general las víctimas de la injusticia y las violaciones ocasionadas por estos mecanismos. Una creencia común entre el público en general es que el sistema formal de justicia tiene carencias y que muchas veces no imparte una justicia rápida. Como resultado, la mayor parte de la población usa los sistemas informales de justicia para resolver las disputas, especialmente en las áreas rurales. En esos sistemas, las mujeres y las niñas no tienen ni voz ni voto en las decisiones ya que son los hombres los que hablan por ellas y son otros hombres los que toman las decisiones que tienen un grave impacto sobre sus vidas.

Pakistán es uno de los 186 Estados parte de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW)de la ONU, también conocida como la Carta de Derechos de las Mujeres. El Comité de la CEDAW, que da seguimiento al cumplimiento del tratado internacional de derechos humanos, estudió los progresos hechos por Pakistán por última vez en 2007. En las observaciones resultantes adoptadas, el Comité instó al Estado de Pakistán a hacer cumplir la decisión de la Corte Suprema en el sentido de eliminar los foros como las Jirgas. También instó al Gobierno a garantizar que todos los miembros de los foros que participen en decisiones que constituyan violencia contra las mujeres sean juzgados.

En momentos en que Pakistán se prepara para el cuarto examen periódico del Comité de la CEDAW,  el Estado explicará qué se ha hecho para implementar las recomendaciones del Comité de la CEDAW, incluyendo la eliminación de las Jirgas y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Las organizaciones de la sociedad civil, en sus propios informes para esta sesión de la CEDAW, han instado al Gobierno a velar porque la legislación, como la que prohíbe las Jirgas y los Panchayats, sea cumplida cabalmente y que todas las instancias del Gobierno, tanto a nivel nacional como provincial, conozcan los compromisos del Estado en lo relativo a la CEDAW. También instan al Gobierno a velar porque la Comisión Nacional sobre la condición jurídica y social de la mujer pueda llevar a cabo su mandato y funcionar eficazmente, y que sus recomendaciones sean tomadas en cuenta por el Parlamento de manera oportuna.

ONU Mujeres asiste a los Gobiernos de todo el mundo en la preparación de los informes de la CEDAW. 
En Pakistán, se estableció en 2009 una unidad de la CEDAW dentro del Ministerio para el Desarrollo de la Mujer, así como Comités provinciales de la CEDAW y un grupo ministerial interprovincial para permitir una mejor supervisión y seguimiento de la implementación de las observaciones del Comité de la CEDAW. Después de un trabajo constante de parte de la sociedad civil y con el apoyo técnico de ONU Mujeres, la Comisión Nacional sobre la condición jurídica y social de la mujer presentó una petición contra el sistema de Jirga/Panchayat ante la Suprema Corte de Pakistán en 2012.

Asimismo, se adoptó en 2011 la Ley de prevención de prácticas contra las mujeres, que prohíbe los matrimonios forzados.
Las leyes tienen que ser ejecutadas rápidamente ya que pueden jugar un papel disuasivo considerable. En el caso de Izzo, la ley dio el valor a su familia para oponerse a las costumbres y garantizó que Izzo no sirviese una sentencia de por vida en nombre de las tradiciones locales.

Izzo ya no tiene miedo y no es considerada un taano (insulto) por los aldeanos por haber sido prometida como compensación. Cuenta con el amor y la protección de sus padres quienes se rehusaron a entregarla. Sigue aprendiendo nuevos bordados de su madre y ha bordado una funda de almohadón para su prima Sheeno.

*Los nombres de las niñas mencionadas se han cambiado para proteger su identidad.
http://www.unwomen.org/es/2013/02/abolishing-sang-chatti-pakistan-works-to-prevent-compensation-marriage-and-other-forms-of-violence-against-women/

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