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jueves, 6 de mayo de 2021

Bofetada a la Igualdad

 



En respuesta a la colocación de la escultura, de la que se muestra una porción, en una plaza de la ciudad de Zamora, escribimos este texto solicitando a las entidades públicas perspectiva de género en sus acciones. Añadimos que no conocemos ninguna escultura de las colocadas en esta ciudad que sea hecha por una mujer, que en las que la mujer esta representada, que son minoría , siempre se alude a su maternidad y que hay sin embargo varias esculturas dedicadas a hombres, como maestros, figuras procesionales, personalidades de la ciudad...




El Adán de la Plaza Sagasta, una bofetada a la Igualdad 


Dice la filósofa Ana de Miguel que las mujeres compartimos una historia de opresión, pero seguro que muchas de las personas que lean esto, pensaran que es incierto. El que hayamos estado ajenas a cualquier espacio de poder ya sea religioso, económico, cultural o político se entenderá como algo natural derivado de nuestra naturaleza. Igual que se entendió que se podía esclavizar a seres humanos, pues antes se había determinado que no tenían alma. 

Ese poder que estableció que algunos seres humanos no tenían alma, estableció que el hombre era superior a la mujer y generó un orden social que aún persiste. A ese orden social lo hemos llamado patriarcado y no tienen nada que ver con la relación que tengamos con nuestro padre. 

Este orden social se creó en base a historias que fueron calando en la sociedad. En nuestra civilización judeocristiana está escrito en nuestros libros más sagrados como el Génesis. 

Ya desde el momento cero de la creación, contraviniendo toda experiencia real, que determina que todos los seres provenimos del útero de nuestras madres, se nos enseño que la mujer proviene de la costilla del varón. No proviene del corazón o la cabeza, órganos siempre considerados superiores. Las mujeres provenimos de la costilla de Adán. 

 Igualmente, desde el Génesis se nos enseña que la primera mujer fue la fuente del mal para toda la humanidad, siendo la via que hizo pecar a Adán, invitándole a comer la fruta prohibida.

A dia de hoy cuando las mujeres queremos revertir este orden patriarcal al que se han venido sumando mitos como la caja de Pandora y muchos otros y trabajamos por un mundo en igualdad dotándonos de leyes, hay resquicios que se nos escapan pues hasta en nuestras mentes subyacen esos valores, que ha hecho suyos nuestro subconsciente. Estos valores son los que han impedido al Ayuntamiento de Zamora y a Caja España entender lo que la escultura colocada en la Plaza de Sagasta significa, y nos indica que la trasversalidad del enfoque de género no está conseguida y deberían pedir ayuda a la hora de tomar decisiones de esta trascendencia. 

 La escultura “Adán después del pecado” viene a profundizar en esas antiguas creencias, no por ser una escultura hecha por un hombre, sumándose a otras muchas en la misma línea colocadas ya, en las calles y plazas de Zamora, no por representar también a un hombre, sino por traernos a la memoria el mito de que la mujer como fuente del mal y responsable del “pecado original“por lo que entiendo es un obstáculo para conseguir la igualdad que deseamos, y debería ser retirada. 

Invitaría a que esa bella escultura se colocara en un museo y que en ese lugar se instalara una obra hecha por una mujer más acorde con la alegría de la plaza.

 Recuerdo la exposición de "Escultura con nombre de mujer" en la Alhóndiga en 2015 para indicar que este campo no es solo masculino y para dar la idea de que se nos puede representar de más maneras que como “madres”. Y me reafirmo en que esta escultura es una bofetada para las mujeres en el camino de la igualdad.


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