La socialización de las mujeres en la sumisión se operacionalizan a través de la familia patriarcal y de la manipulación de lo afectivo como componente de poder.
DESIGUAL DISTRIBUCIÓN DE TAREAS FAMILIARES Y DOMÉSTICAS
Aunque las mujeres se han incorporado masivamente al trabajo remunerado fuera del hogar y contribuyen de manera sustantiva con ingresos para sus familias, los varones no han asumido una corresponsabilidad doméstica y familiar. Diversas encuestas de uso del tiempo indican que las mujeres realizan la mayor parte del trabajo doméstico y de cuidado, incluso cuando trabajan remuneradamente. Al sumar el trabajo productivo y el trabajo de cuidado familiar, se constata que las mujeres trabajan diariamente una mayor cantidad de horas que los varones.
En la mayoría de las sociedades el trabajo reproductivo está privatizado y son las mujeres quienes lo realizan de manera gratuita e invisible, es decir, sin mediar ninguna valoración económica y social.
Tampoco existen redes institucionales que satisfagan las necesidades de cuidado social para niños, niñas y otras personas dependientes.
El uso del tiempo reproduce las desigualdades de género, pues las labores no remuneradas restringen el acceso al trabajo pagado y a otras actividades como la participación política y social.
La dominación masculina se sostiene sobre la violencia simbólica y la violencia explícita. Dada su naturaleza, la primera tiende a ser sutil e invisible, sin embargo, es posible observarla a través de los sistemas normativos que restringen los derechos de las mujeres y que contribuyen a legitimar e institucionalizar la jerarquía sexual.
En el mundo existen 44 países con altos niveles de discriminación hacia las mujeres en su acceso a derechos sociales y 13 países que niegan a las mujeres el goce de derechos económicos.
Autoras:
PAULA SALVO DEL CANTO
MARIELA INFANTE ERAZ
http://www.2015ymas.org/IMG/pdf/MUJERES_INTERIOR_v4.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario