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viernes, 9 de noviembre de 2018

Incorporación de la perspectiva de género en la paz y la seguridad 6/13





1.          Los análisis realizados en entornos afectados por conflictos que carecen de una perspectiva de género son parciales y pueden dar lugar a un diagnóstico y una planificación equivocados, lo que a su vez puede tener repercusiones perjudiciales y duraderas para el conjunto de la sociedad. Incorporar una perspectiva de género en todas las políticas y los programas del sistema es un compromiso de larga data de las Naciones Unidas y exige a sus entidades asegurarse de que todas las actuaciones previstas incluyan evaluaciones específicas de las consecuencias para las mujeres y las niñas. Con ello se consigue que las mujeres y las niñas sean no solo beneficiarias por igual de la labor de las Naciones Unidas, sino también asociadas en pie de igualdad. Un análisis con perspectiva de género exige de nosotros que pongamos en tela de juicio y desenmascaremos la desigual dinámica de poder que pone de relieve las experiencias reales que viven las mujeres y las niñas, y la naturaleza específicamente de género de las diversas formas de discriminación, violencia y abuso.
2.          Desde el último año, las Naciones Unidas han reforzado su labor encaminada a ofrecer un análisis conjunto de los conflictos y las situaciones de crisis que sirva de base a los instrumentos de planificación estratégica, y yo personalmente he seguido pidiendo que se apliquen perspectivas de género en los debates de mi Comité Ejecutivo. Durante el período sobre el que se informa, con el liderazgo del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y de ONU-Mujeres, se puso en marcha con carácter experimental una iniciativa conjunta sobre análisis de conflictos con perspectiva de género en contextos de transición. En los tres proyectos piloto iniciados en el primer semestre de 2018 —en Liberia, Haití y Darfur— todas las entidades participantes de las Naciones Unidas que operan en toda la gama de operaciones de mantenimiento de la paz realizaron un análisis conjunto con el fin de determinar opciones de planificación y resultados estratégicos para los procesos de transición, reducción de efectivos y parámetros conexos. Los resultados iniciales confirman que la capacidad de la Organización para realizar análisis de los conflictos con perspectiva de género ha sido desigual y escasa. Las principales enseñanzas extraídas incluyeron, en primer lugar, la necesidad de lograr que la igualdad entre los géneros y las prioridades en relación con la cuestión de las mujeres y la paz y la seguridad sean incorporadas al conjunto de procesos de análisis de los conflictos, y no se realicen como un proceso separado o paralelo; y, en segundo lugar, que la calidad de estos procesos depende directamente del grado de inclusión y participación de diversos asociados y beneficiarios, incluidas las organizaciones de mujeres y sus representantes.
3.          Un ejemplo reciente de análisis de conflictos con perspectiva de género por las Naciones Unidas, realizado por conducto de la misión de mantenimiento de la paz en la República Centroafricana, puso de manifiesto una amplia gama de cuestiones relacionadas con los derechos humanos y el empoderamiento de la mujer que son un obstáculo para la paz sostenible, entre ellas la marginación política como una de las causas fundamentales, el riesgo de quedar sin techo que corren las mujeres cuyos maridos las abandonaron o perdieron la vida durante el conflicto, el rechazo de las reclamaciones formuladas por viudas en materia de herencia de tierras, el creciente número de hogares encabezados por mujeres y la importancia de las organizaciones de mujeres como agentes de mediación en el nivel de la comunidad.
4.          La ejecución efectiva de los mandatos de la Organización en materia de paz y seguridad requiere inversiones en apoyo técnico específico de nivel superior y los necesarios conocimientos especializados en materia de género en todo el sistema. Como parte de mi propio compromiso, dentro de la Oficina Ejecutiva del Secretario General, he confiado a mi Asesora Especial sobre Políticas la orientación de nuestras iniciativas en materia de género y el programa relativo a las mujeres y la paz y la seguridad. Me preocupan los continuos recortes y la reclasificación a la baja de los ya limitados puestos de género dedicados a aportar esos conocimientos técnicos y servicios de asesoramiento, en particular en las misiones y en contextos frágiles, y pediré a mi personal directivo superior que también dé prioridad a este tipo de competencias especializadas.
5.          Para apoyar los esfuerzos de la Organización por promover la igualdad entre los géneros en las operaciones de paz, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno y el Departamento de Asuntos Políticos siguen trabajando para mejorar la disponibilidad de asesores y expertos en cuestiones de género. Ello incluye las dependencias de género en la Sede y las misiones sobre el terreno, así como una red de coordinadores de cuestiones de género en todas las entidades que asumen responsabilidades a tiempo parcial relacionadas con el género y con la cuestión de las mujeres y la paz y la seguridad. En 2017, el Departamento de Asuntos Políticos contaba con un total de 25 asesores de género desplegados en 12 misiones sobre el terreno u oficinas de enviados especiales[1]. De ellos, 4 (el 16%) estaban en el nivel superior (P-5 y categorías superiores), 7 en la categoría P-4 (el 28%), y más de la mitad (el 56%) eran P-3 o categorías inferiores[2]. En cuanto al Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, de 15 misiones de mantenimiento de la paz 9 tienen dependencias de género, aunque solo 4 incluyen asesores superiores de género conforme a la recomendación de los exámenes de la paz y la seguridad de 2015. Además, hay 53 asesores y funcionarios de género en esas dependencias. También hay 12 agentes de policía que asesoran en cuestiones de género y violencia sexual y de género; 18 militares asesores en cuestiones de género y de protección; 2 equipos de la Policía de las Naciones Unidas especializados en violencia sexual y de género, desplegados en Haití y Sudán del Sur; y 21 asesores de protección de la mujer desplegados en 7 misiones (véase S/2018/250, párr. 4).

6.          Más allá de las operaciones de mantenimiento de la paz, distintos miembros de los equipos de las Naciones Unidas en los países y, en particular, ONU-Mujeres, siguieron prestando apoyo específico para el cumplimiento de los compromisos relativos a las mujeres y la paz y la seguridad. ONU-Mujeres mantuvo una presencia en un total de 82 países, entre ellos 28 países en situaciones de conflicto y posteriores a conflictos[3], y siguió llevando a cabo una serie de iniciativas de paz, seguridad y acción humanitaria en 65 países.
7.          Nuestro análisis también debe ir más allá de los factores que generan conflictos e incluir los factores que promueven la paz y la estabilidad. Un análisis de los conflictos y la paz de carácter inclusivo y con perspectiva de género debe desempeñar un papel esencial en la determinación de las capacidades y funciones nacionales y locales existentes en materia de políticas públicas inclusivas, consolidación de la paz, desarrollo y acuerdos de paz y seguridad, y contribuir a sentar las bases para la estabilidad y la paz duradera. Sobre la base de la iniciativa experimental, aliento a que se adopten requisitos mínimos para que el sistema de las Naciones Unidas realice de manera sistemática análisis políticos y de conflictos que sean de calidad, específicos de cada contexto e inclusivos, y que sitúen en el centro de sus actividades las prioridades en materia de género. Aliento a todas las entidades a que se sumen a esta iniciativa experimental, y a que integren un análisis de género de calidad en sus propias iniciativas en este ámbito como requisito mínimo en todas las etapas de la planificación y la ejecución.



      [1] En el presente informe, solo se ha recibido información sobre las misiones políticas especiales con una dotación de personal mínima de diez funcionarios de categoría profesional. De las 17 misiones, 3 carecían de asesores en cuestiones de género a tiempo completo en 2017: la Oficina del Coordinador Especial de las Naciones Unidas para el Proceso de Paz del Oriente Medio, el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Diplomacia Preventiva en Asia Central y la Oficina del Asesor Especial del Secretario General sobre Chipre.
      [2] Cuatro funcionarios de categoría P-3, tres funcionarios de categoría P-2, y los siete restantes en las categorías P-1 o G.
      [3] A los efectos del presente informe, esto incluye los temas que se hallan actualmente sometidos al Consejo de Seguridad y que fueron examinados por el Consejo en una sesión oficial durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2017 y el 31 de diciembre de 2017; los países con operaciones de mantenimiento de la paz o misiones políticas especiales en 2017, y los países que recibieron fondos programáticos del Fondo para la Consolidación de la Paz en 2017.

https://undocs.org/es/S/2018/900
http://whitecube.com/artists/artist/rachel_kneebone

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