1.
Los análisis realizados en entornos afectados por conflictos que carecen
de una perspectiva de género son parciales y pueden dar lugar a un diagnóstico
y una planificación equivocados, lo que a su vez puede tener repercusiones
perjudiciales y duraderas para el conjunto de la sociedad. Incorporar una
perspectiva de género en todas las políticas y los programas del sistema es un
compromiso de larga data de las Naciones Unidas y exige a sus entidades
asegurarse de que todas las actuaciones previstas incluyan evaluaciones
específicas de las consecuencias para las mujeres y las niñas. Con ello se
consigue que las mujeres y las niñas sean no solo beneficiarias por igual de la
labor de las Naciones Unidas, sino también asociadas en pie de igualdad. Un
análisis con perspectiva de género exige de nosotros que pongamos en tela de
juicio y desenmascaremos la desigual dinámica de poder que pone de relieve las
experiencias reales que viven las mujeres y las niñas, y la naturaleza
específicamente de género de las diversas formas de discriminación, violencia y
abuso.
2.
Desde el último año, las Naciones Unidas han reforzado su labor
encaminada a ofrecer un análisis conjunto de los conflictos y las situaciones
de crisis que sirva de base a los instrumentos de planificación estratégica, y
yo personalmente he seguido pidiendo que se apliquen perspectivas de género en
los debates de mi Comité Ejecutivo. Durante el período sobre el que se informa,
con el liderazgo del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y
de ONU-Mujeres, se puso en marcha con carácter experimental una iniciativa
conjunta sobre análisis de conflictos con perspectiva de género en contextos de
transición. En los tres proyectos piloto iniciados en el primer semestre de 2018
—en Liberia, Haití y Darfur— todas las entidades participantes de las Naciones
Unidas que operan en toda la gama de operaciones de mantenimiento de la paz
realizaron un análisis conjunto con el fin de determinar opciones de
planificación y resultados estratégicos para los procesos de transición,
reducción de efectivos y parámetros conexos. Los resultados iniciales confirman
que la capacidad de la Organización para realizar análisis de los conflictos
con perspectiva de género ha sido desigual y escasa. Las principales enseñanzas
extraídas incluyeron, en primer lugar, la necesidad de lograr que la igualdad
entre los géneros y las prioridades en relación con la cuestión de las mujeres
y la paz y la seguridad sean incorporadas al conjunto de procesos de análisis
de los conflictos, y no se realicen como un proceso separado o paralelo; y, en
segundo lugar, que la calidad de estos procesos depende directamente del grado
de inclusión y participación de diversos asociados y beneficiarios, incluidas
las organizaciones de mujeres y sus representantes.
3.
Un ejemplo reciente de análisis de conflictos con perspectiva de género
por las Naciones Unidas, realizado por conducto de la misión de mantenimiento
de la paz en la República Centroafricana, puso de manifiesto una amplia gama de
cuestiones relacionadas con los derechos humanos y el empoderamiento de la
mujer que son un obstáculo para la paz sostenible, entre ellas la marginación
política como una de las causas fundamentales, el riesgo de quedar sin techo
que corren las mujeres cuyos maridos las abandonaron o perdieron la vida
durante el conflicto, el rechazo de las reclamaciones formuladas por viudas en
materia de herencia de tierras, el creciente número de hogares encabezados por
mujeres y la importancia de las organizaciones de mujeres como agentes de
mediación en el nivel de la comunidad.
4.
La ejecución efectiva de los mandatos de la Organización en materia de
paz y seguridad requiere inversiones en apoyo técnico específico de nivel
superior y los necesarios conocimientos especializados en materia de género en
todo el sistema. Como parte de mi propio compromiso, dentro de la Oficina
Ejecutiva del Secretario General, he confiado a mi Asesora Especial sobre Políticas
la orientación de nuestras iniciativas en materia de género y el programa
relativo a las mujeres y la paz y la seguridad. Me preocupan los continuos
recortes y la reclasificación a la baja de los ya limitados puestos de género
dedicados a aportar esos conocimientos técnicos y servicios de asesoramiento,
en particular en las misiones y en contextos frágiles, y pediré a mi personal
directivo superior que también dé prioridad a este tipo de competencias
especializadas.
5.
Para apoyar los esfuerzos de la Organización por promover la igualdad
entre los géneros en las operaciones de paz, el Departamento de Operaciones de
Mantenimiento de la Paz, el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el
Terreno y el Departamento de Asuntos Políticos siguen trabajando para mejorar
la disponibilidad de asesores y expertos en cuestiones de género. Ello incluye
las dependencias de género en la Sede y las misiones sobre el terreno, así como
una red de coordinadores de cuestiones de género en todas las entidades que asumen
responsabilidades a tiempo parcial relacionadas con el género y con la cuestión
de las mujeres y la paz y la seguridad. En 2017, el Departamento de Asuntos
Políticos contaba con un total de 25 asesores de género desplegados en 12
misiones sobre el terreno u oficinas de enviados especiales[1].
De ellos, 4 (el 16%) estaban en el nivel superior (P-5 y categorías
superiores), 7 en la categoría P-4 (el 28%), y más de la mitad (el 56%) eran P-3
o categorías inferiores[2].
En cuanto al Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz, de 15
misiones de mantenimiento de la paz 9 tienen dependencias de género, aunque
solo 4 incluyen asesores superiores de género conforme a la recomendación de
los exámenes de la paz y la seguridad de 2015. Además, hay 53 asesores y
funcionarios de género en esas dependencias. También hay 12 agentes de policía
que asesoran en cuestiones de género y violencia sexual y de género; 18
militares asesores en cuestiones de género y de protección; 2 equipos de la
Policía de las Naciones Unidas especializados en violencia sexual y de género,
desplegados en Haití y Sudán del Sur; y 21 asesores de protección de la mujer
desplegados en 7 misiones (véase S/2018/250, párr. 4).
6.
Más allá de las operaciones de mantenimiento de la paz, distintos
miembros de los equipos de las Naciones Unidas en los países y, en particular,
ONU-Mujeres, siguieron prestando apoyo específico para el cumplimiento de los
compromisos relativos a las mujeres y la paz y la seguridad. ONU-Mujeres
mantuvo una presencia en un total de 82 países, entre ellos 28 países en
situaciones de conflicto y posteriores a conflictos[3],
y siguió llevando a cabo una serie de iniciativas de paz, seguridad y acción
humanitaria en 65 países.
7.
Nuestro análisis también debe ir más allá de los factores que generan
conflictos e incluir los factores que promueven la paz y la estabilidad. Un
análisis de los conflictos y la paz de carácter inclusivo y con perspectiva de
género debe desempeñar un papel esencial en la determinación de las capacidades
y funciones nacionales y locales existentes en materia de políticas públicas
inclusivas, consolidación de la paz, desarrollo y acuerdos de paz y seguridad,
y contribuir a sentar las bases para la estabilidad y la paz duradera. Sobre la
base de la iniciativa experimental, aliento a que se adopten requisitos mínimos
para que el sistema de las Naciones Unidas realice de manera sistemática
análisis políticos y de conflictos que sean de calidad, específicos de cada
contexto e inclusivos, y que sitúen en el centro de sus actividades las
prioridades en materia de género. Aliento a todas las entidades a que se sumen
a esta iniciativa experimental, y a que integren un análisis de género de
calidad en sus propias iniciativas en este ámbito como requisito mínimo en
todas las etapas de la planificación y la ejecución.
[1] En el
presente informe, solo se ha recibido información sobre las misiones políticas
especiales con una dotación de personal mínima de diez funcionarios de
categoría profesional. De las 17 misiones, 3 carecían de asesores en cuestiones
de género a tiempo completo en 2017: la Oficina del Coordinador Especial de las
Naciones Unidas para el Proceso de Paz del Oriente Medio, el Centro Regional de
las Naciones Unidas para la Diplomacia Preventiva en Asia Central y la Oficina
del Asesor Especial del Secretario General sobre Chipre.
[3] A los
efectos del presente informe, esto incluye los temas que se hallan actualmente
sometidos al Consejo de Seguridad y que fueron examinados por el Consejo en una
sesión oficial durante el período comprendido entre el 1 de enero de 2017 y el
31 de diciembre de 2017; los países con operaciones de mantenimiento de la paz
o misiones políticas especiales en 2017, y los países que recibieron fondos
programáticos del Fondo para la Consolidación de la Paz en 2017.
https://undocs.org/es/S/2018/900
http://whitecube.com/artists/artist/rachel_kneebone
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