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| Londres, 18 enero 2025. fotógrafo Wiktor Szymanowicz/Future Publishing/Getty Images |
La violencia contra las mujeres es una emergencia nacional. Como ministro, pero también como padre, considero la nueva estrategia del Partido Laborista como una cuestión de máxima prioridad.
En el año previo a marzo de 2025, una de cada ocho mujeres en Inglaterra y Gales había sido víctima de violencia doméstica, agresión sexual o acoso. Se registran casi 200 violaciones al día. Y, de media, tres mujeres son asesinadas por hombres en el Reino Unido cada semana.
Durante la última década se ha hablado mucho sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, pero se ha actuado muy poco.
Gran parte de esta violencia se ve alimentada por la misoginia informal que impregna la cultura y se amplifica en la red. Los niños de hoy crecen en un mundo digital que muchos padres apenas reconocen. Un lugar donde la pornografía es de fácil acceso, la misoginia se propaga rápida y ruidosamente, y las voces de odio les dicen a nuestros hijos que el control es fuerza y la empatía, debilidad.
Estudios muestran que los hombres jóvenes en Reino Unido se están volviendo más regresivos en sus actitudes hacia el consentimiento y la igualdad, algo que debería preocuparnos a todos.
Se ha lanzado una nueva estrategia. Se trata de un enfoque radical. La estrategia se centra en tres aspectos: impedir que los jóvenes sean arrastrados al daño, detener a los abusadores y apoyar a las víctimas.
Se esta reforzando la protección de las víctimas, incluyendo la expansión nacional de las órdenes de protección contra la violencia doméstica, que permiten a los tribunales imponer toques de queda, etiquetado y zonas de exclusión a los abusadores, con duras sanciones por su incumplimiento. Todo esto está respaldado por una reforma audaz de los tribunales penales para brindar la justicia más rápida que las víctimas merecen.
Pero, en realidad, esta lucha comienza mucho antes del proceso de justicia penal.
Debemos tomarnos en serio el cambio cultural —la construcción de un país donde las mujeres y las niñas puedan vivir libres de miedo, respetadas y seguras—, la batalla comienza con la educación de nuestros hijos.
Se pretendo dificultar el acceso de los niños a contenido dañino y misógino, criminalizando la pornografía con estrangulamiento y responsabilizando a las empresas tecnológicas para que detengan el ciberexhibicionismo bajo la ley de seguridad en línea.
Son los modelos masculinos positivos. Necesitamos más hombres en esta conversación, como aliados y defensores.
En 2026 se organizará una cumbre nacional sobre hombres y niños, no para dar conferencias, sino para escuchar. Para crear una mejor historia sobre lo que significa ser hombre en la Gran Bretaña actual.

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