7.
Una parte de la prioridad que asigno a la prevención consiste en situar
la igualdad entre los géneros y la participación significativa de las mujeres
en el centro de todas las iniciativas dirigidas a prevenir los conflictos y
sostener la paz. Las investigaciones siguen demostrando que existe una relación
directa entre la igualdad de género, por una parte, y la resiliencia ante los
conflictos y la prevención de estos, por otra (véase S/2017/861, párr. 1). La violencia
contra la mujer puede no solo servir como señal de alerta temprana respecto de
la violencia[1],
sino que también puede indicar la probabilidad de que se cumplan obligaciones
jurídicas internacionales más amplias; los mayores niveles de violencia contra
las mujeres van asociados a un menor grado de cumplimiento[2].
Además, los países donde el respeto de las normas de derechos humanos, incluida
la igualdad de género, es menos riguroso, tienen más probabilidades de padecer
conflictos interestatales militarizados y violentos[3].
8.
Casi dos decenios de aplicación del programa sobre las mujeres y la paz
y la seguridad han dado lugar a gran cantidad de políticas y opciones de
programación que contribuyen de forma directa a la prevención de conflictos y
crisis. Sin embargo, en la etapa actual, esas iniciativas requieren un apoyo
político y una financiación mayores, innovadores y sostenidos. También
requieren la aplicación de las recomendaciones pertinentes de los exámenes de
la situación de la paz y la seguridad de 2015. Estoy seguro de que si los
Estados Miembros y las Naciones Unidas pueden estar a la altura de la tarea y
realmente cumplir los compromisos en materia de mujeres y paz y seguridad, hay
un enorme potencial para la paz.
https://undocs.org/es/S/2018/900
http://whitecube.com/artists/artist/rachel_kneebone
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