En Chile en estos días se han sumado manifestaciones y actos feministas desde al menos 15 universidades .
Según la magnífica encuesta que elabora la Corporación Humanas, en 2017 en Chile las mujeres siguen sintiéndose discriminadas (87%). Los más altos niveles de discriminación lo perciben en el trabajo (88%), en la política (75%), en el acceso a la justicia (73%) y en el ámbito sexual (71%). Asimismo, el 72% de las encuestadas considera que la discriminación les provoca un malestar en su vida diaria y un 69% opina que las oportunidades no son iguales para hombres y mujeres. Un 86% de las chilenas considera que Chile es un país machista.
En abril de 2016 una joven de la Universidad Católica de Santiago de Chile contaba desde en facebook la historia de una violación por ella sufrida abriendo la caja de Pandora :
“Mi compañero de carrera abusó de mí, sí, Ciencia Política UC. Escribo desde el anonimato porque jamás le conté esto a nadie, porque en el momento en que sucedió no dimensioné la gravedad del asunto, lo bloqueé (…) Sin embargo, ayer iba caminando y de repente mi memoria se quebró y me encontré con mi recuerdo. Lo único que pude hacer fue soltar un par de lágrimas mientras caminaba por Providencia. Cuando llegue, por fin en soledad, pude llorar, llorar y comprender que me habían dañado (...) .
A esta historia se sumaron cientos de historias que sacaron a la luz el machismo en la Universidad del país.
Según publicación de 15 junio de 2016, en una encuesta sobre Acoso Sexual en la Universidad se constató que de 451 alumnos y alumnas encuestados de la Facultad de Filosofía y Educación de la PUCV ( Universidad Católica de Valparaiso), más del 10% había sufrido violencia sexual en contextos universitarios. El 75% de éstos ocurrió entre estudiantes de la facultad, donde las mujeres fueron las principales víctimas
En enero de este año, 139 académicas y estudiantes firmaron una declaración que condenaba que se financiaran con fondos publicos a personas que habían sido sumariados por acoso y habian sido formalizados incluso por abuso sexual.
En estos días desde distintos grupos feministas :
- Integrantes de la segunda ola del movimiento feminista, que se organizaron durante los años 80 contra un orden social dictatorial patriarcal, para recuperar y construir una democracia que incluyera la igualdad y la emancipación de las mujeres como uno de sus objetivos principales.
- Feministas de los 90 o de los 2000, que desde distintos espacios han logrado avanzar en derechos, complejizar la reflexión feminista, teniendo como marco de acción, las luchas del feminismo de esta segunda ola para avanzar en el reconocimiento de los Derechos de las Mujeres.
- Grupo de académicas entre las que figuran diputadas, vicerrectoras, ex ministras, activistas.
han mostrado el apoyo y las felicitaciones a las estudiantes que se manifiestan por continuar la lucha que las distintas olas de feministas han dado en el país y en el mundo enviando las siguientes reflexiones :
-Estamos ante un movimiento de trascendencia histórica.
-Las tomas de escuelas y facultades pone al descubierto las relaciones autoritarias y jerárquicas en las universidades, y las diversas formas de exclusión que afectan a las mujeres de todos los estamentos.Estas tomas, a la vez, abren posibilidades de avanzar hacia una educación no sexista y hacia nuevas formas de producir conocimiento y cultura
-Las movilizaciones estudiantiles que han estallado son una rebelión contra la injusticia que imponen los mandatos del género en el neoliberalismo.
-Estas movilizaciones, que se inicia por denuncias de acoso sexual y por la insuficiencia de los protocolos y normativas existentes, abre una inédita posibilidad de poner en cuestión el sistema de educación superior en su conjunto, en tanto la violencia machista y la reproducción de las desigualdades de género denunciadas, están estrechamente imbricadas con el carácter antidemocrático y mercantil de las instituciones educativas.
-Sabemos que la violencia de género es grande y compleja y que atraviesa todas las esferas de nuestra vida. Por ello, transformar esta dimensión en las universidades implica transformar estructuralmente la educación, minando las bases del sexismo que reproduce, en las instituciones educativas, la división sexual del trabajo, reforzando la asociación de razón, poder y éxito en el mercado con lo masculino y de emocionalidad, subordinación natural y precarización con lo femenino.
-La lucha contra el patriarcado y contra la reproducción de los roles de género es también una lucha contra la educación de mercado, pues las carreras feminizadas, asociadas a las labores de cuidado, crianza y empatía, son precisamente las más precarizadas,
- El feminismo, invita a impugnar esa reproducción y a entender que no podemos luchar en contra del patriarcado en la educación sin luchar en contra del mercado que refuerza las asimetrías de género y que orienta las instituciones educativas.
- El feminismo, invita a impugnar esa reproducción y a entender que no podemos luchar en contra del patriarcado en la educación sin luchar en contra del mercado que refuerza las asimetrías de género y que orienta las instituciones educativas.
-Pensar la educación feminista significa pensar la democracia, la libertad y la igualdad.
-Una educación feminista significa transformación desde la raíz, abarcando el orden jurídico, igualdad sustantiva, perspectiva teórica feminista para el cuestionamiento general del concepto de educación y de universidad, desde las disciplinas hasta las jerarquías.
-La educación feminista significa también retomar las históricas banderas de la lucha por la educación pública e insistir en la educación como un derecho social y en la necesidad de financiamiento directo a las universidades públicas, para poder materializar un proyecto educativo transformador y garantizar condiciones de dignidad e igualdad laboral para académicas/os y funcionarias/os, porque el feminismo impugna también la precarización del trabajo.
-Una educación feminista significa transformación desde la raíz, abarcando el orden jurídico, igualdad sustantiva, perspectiva teórica feminista para el cuestionamiento general del concepto de educación y de universidad, desde las disciplinas hasta las jerarquías.
-La educación feminista significa también retomar las históricas banderas de la lucha por la educación pública e insistir en la educación como un derecho social y en la necesidad de financiamiento directo a las universidades públicas, para poder materializar un proyecto educativo transformador y garantizar condiciones de dignidad e igualdad laboral para académicas/os y funcionarias/os, porque el feminismo impugna también la precarización del trabajo.
A nivel de calle hay varios sucesos que han indignado especialmente; como que se haya rebajado la condena del hombre que en mayo de 2016 arrancó los ojos a la que era su pareja. La máxima instancia de la Justicia recalificó el delito de feminicidio frustrado y estimó que fueron lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar, entiendendiendo que “no quedó demostrada cabalmente la intención de matar, por las circunstancias en que ocurrieron los hechos” o el caso de "la manada de Chile" en el que una mujer denuncia que fue violada por un grupo de hombres vestidos de hinchas de fútbol.
No podemos olvidar que ha sido recientemente que se ha permitido el aborto bajo tres supuestos y que un 41% de las mujeres se consideran feministas.
http://www.theclinic.cl/2018/05/09/declaracion-destacadas-academicas-tomas-feministas-no-buscamos-una-universidad-mas-neoliberal-perspectiva-genero-buscamos-transformar-la-educacion/
http://www.elmostrador.cl/braga/2018/01/10/academicas-y-estudiantes-realizan-declaracion-conicyt-basta-de-financiar-abusadores-y-acosadores/
http://www.elmostrador.cl/braga/2018/01/10/academicas-y-estudiantes-realizan-declaracion-conicyt-basta-de-financiar-abusadores-y-acosadores/
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